Si existe un enemigo de toda embarazada ése es el estrés. Por eso, es importante mantenerse tranquila tanto en la gestación como en el momento del parto, acompañado de un buen descanso y una dieta equilibrada durante todo el proceso.
Una mujer embaraza con estrés puede sufrir todo tipo de complicaciones, como por ejemplo enfermedades como la diabetes, o la depresión pre-natal y post-natal. Asimismo, existe un mayor riesgo de tener un parto prematuro, que el niño nazca con bajo peso u otras complicaciones que puedan afectar su desarrollo.
Según los especialistas, si el estrés no es controlado puede tener efectos sobre la salud tanto física como mental del bebé y la madre. En caso que tales efectos se prolonguen, debido a estar pasando por un momento traumático, problemas en el trabajo o a nivel familiar, seguramente será necesario buscar ayuda profesional.
El estrés puede generar ansiedad en la madre, perjudicando su apetito o descanso. En estos casos, es común sufrir de insomnio, dolores de espalda o intensas jaquecas, lo cual aumenta las posibilidades de enfermarse.
A las futuras mamás que están bajo los efectos del estrés, se les recomienda escuchar música para relajarse o tomar un baño relajante, cuidando que el agua no esté muy caliente. Los masajes o ejercicios de relajación, constituyen otra buena alternativa durante el embarazo.
Es importante que las mujeres durante su embarazo hagan cosas que les permitan sentirse bien, como ver una película, leer o simplemente dar paseos, lo cual resultará muy beneficiosa tanto para ellas como para el bebé.
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