Bebés vegetarianos

Hay bebés vegetarianos, ya sea por el tipo de alimentación que prefieren darle sus padres, o incluso, por la propia elección del niño, quien a edades tempranas comienza a decidir qué le gusta y qué no, rechazando las carnes de forma natural.
Teniendo en cuenta esto, es bueno saber que los padres de un niño vegetariano deben tener en cuenta ciertos criterios al momento de alimentarlos. En este caso, la ayuda de un especialista será muy importante para aconsejarles a los padres cómo armarle al niño una dieta equilibrada, para su óptimo desarrollo. 
Resulta fundamental darle el pecho al niño, puesto que en esta etapa de su vida la fórmula de la leche de soya constituye un alimento incompleto, que no tiene punto de comparación con los beneficios que aporta la leche materna. De modo que la lactancia siempre debe estar presente, y de ser posible, debe ser prolongada.
A su vez, el pequeño necesita recibir un complemento vitaminico, aparte de uno a base de minerales, a fin de que su organismo reciba las cantidades necesarias de hierro, Vitamina D, Vitamina B12 y ácido Fólico.
Cuando el bebé deje de amamantar, es preciso proveerle otra fuente de calcio en su régimen de alimentación, para favorecer el desarrollo óseo y el crecimiento de los dientes.
Por otro lado, un bebé vegetariano necesita consumir queso vegetal y demás productos a base de soya, los cuales le servirán como fuente de proteínas cuando el bebé comience a ingerir alimentos sólidos.
Una vez que el pequeño haya dejado de consumir los cereales infantiles, es preciso darles porotos y cereales de grano entero, de los cuales obtendrán una mayor cantidad de vitaminas, minerales y proteínas de las que obtienen de los productos de origen animal.
También, hay que prestar especial atención a las calorías ya que los bebés vegetarianos se hallan en un punto crucial de desarrollo y crecimiento, y necesitan gran cantidad de calorías, algo que se torna mas complicado cuando son vegetarianos. Por eso, es esencial consultar con un especialista para no dejar nada librado al azar y que el niño crezca sano y fuerte.

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