Uno de los momentos de transición más complicados para cualquier bebé es el de dejar el chupete, en especial cuando su uso está relacionado a ciertas rutinas como la del sueño.
Fundamentalmente, para lograr que los pequeños dejen el chupete, es necesario que los padres tengan paciencia y sean comprensivos, ya que no es tarea fácil. En efecto, el chupete es un elemento que tranquiliza al bebé así como a los padres, pues si el bebé se encuentra tranquilo, los padres también lo estarán.
A pesar de que su uso les aporta tranquilidad a los niños, si se extiende su empleo éste puede ocasionar problemas en su dentadura. De ahí que los especialistas recomiendan dejar el chupete en torno a los dos años de edad.
Por supuesto que no debe ser un cambio que resulte traumático para el pequeño. Para ello, existen una serie de rutinas que pueden servirles de ayuda a los pares para lograr su cometido.
Por lo general, a los dos años los pequeños comienzan a hablar bastante. Por lo que es necesario hacerles comprender que si usan el chupete no se les entiende lo que dicen. De manera que, al momento de hablar, es conveniente instarlos a que lo hagan sin el chupete en la boca.
También, otro recurso que se puede utilizar es explicarles que ya son mayores para usar chupete. Como los niños de esta edad les atrae el hecho de pensar que ya son mayores, éste puede servir como un gran incentivo para que abandonen su uso. No es conveniente quitarle el chupete de manera brusca, sino que hay que hablarles mucho y ser sumamente comprensivos con ellos.
Lo mejor es quitarle el chupete de a poco. De modo que una buena opción sería dejarles que lo usen, por ejemplo, sólo para dormir. Retirándoselo por completo durante el resto del día.
También, se les puede leer cuentos que hablen del tema, para ayudarles a comprender a los niños el porqué resulta tan importante que dejen de usar el chupete. Gracias a los cuentos, los pequeños pueden aprender diversos hábitos saludables.
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