Riesgos del embarazo adolescente

Hoy en día, el embarazo adolescente es una realidad recurrente. Por lo que hay que hacer especial hincapié en la educación sexual de los jóvenes para la prevención de enfermedades y embarazos no deseados.
Lo cierto es que en algunos casos los huesos de la pelvis no han terminado de desarrollarse, de modo que resulta muy doloroso soportar el peso del embarazo. Es por ese motivo que  las jóvenes embarazadas son más propensas a presentar infecciones urinarias, problemas óseos por descalcificación de los huesos, anemias e hipertensión, lo cual hace que corran riesgo la salud de la mamá y el bebé. Los problemas aumentan en las mujeres menores de 15 años, cuyo riesgo de fallecer en el parto se cuadruplica en relación con las mujeres adultas. 
Pero no sólo las jóvenes madres corren riesgo sino que sus bebés también, pues poseen más posibilidades de nacer prematuros, bajo peso o con malformaciones. Incluso, los hijos de mujeres menores de 15 pueden llegar a morir durante su primer año de vida a causa de enfermedades, muerte súbita o infecciones.
Por todo esto, es muy importante reforzar la educación sexual en los jóvenes, pues la desinformación es su peor aliado. Y si bien las mujeres desde la primera ovulación pueden quedarse embarazadas, su cuerpo y su mente aún no se encuentran preparados para la concepción, pues carecen de la madurez necesaria para afrontar la tarea de ser madres.

Imagen:

http://licentiare.files.wordpress.com/2012/01/embarazo.jpg

Embarazo adolescente

Cuando una adolescente se entera que está embarazada puede sentir una serie de emociones, tan distintas como intensas. Estos embarazos, en la mayoría de los casos, no son planeados y representan el comienzo de un largo camino lleno de cambios.
Con respecto a los cuidados prenatales, lo más importante es buscar atención médica lo antes posible, ya que protegerá tu salud y la de tu bebé.
Además de consultar con el especialista, es importante mantener una dieta equilibrada, además de no fumar, no consumir bebidas alcohólicas o tomar drogas, puesto que  incrementan el riesgo de parto prematuro, así como complicaciones durante el embarazo y bajo peso del bebé al nacer.
También, hay que tener en cuenta  el impacto emocional que producirá la noticia del embarazo tanto en ti como en tu seno familiar, debido a que  es normal que lleve un tiempo para la familia de procesar la nueva situación. Al principio, lo más común es que reaccionen con sorpresa o enojo, en especial los padres, pero esto no quiere decir que tu relación con ellos irá a cambiar. Sólo es cuestión de tiempo.
Lograr manejar las emociones te servirá de ayuda para llevar adelante tu embarazo y a tu familia a brindarte apoyo en el proceso. Para ello, puedes consultar con tu doctor, un consejero o psicólogo, en caso que te sientas desbordada por tus emociones. Los estudios demuestran que el apoyo por parte de los seres queridos tiene un gran impacto en el buen desarrollo de los embarazos en adolescentes.
Si bien se trata de una situación para nada fácil, tu embarazo no implica que abandones tus estudios y sueños. Para ello, puedes empezar por informarte sobre escuelas que disponen de programas especiales para mamás adolescentes. Y, lo más importante, es bueno que hables con tu familia sobre cómo se irán a organizar para cuando nazca el bebé.

Imagen:

http://www.monografias.com