Una de cada siete mujeres tiene dificultades para quedarse embarazada

Según las estadísticas, 1 de cada 7 mujeres posee dificultades para quedarse embarazada. Pero gran parte de estos problemas pueden solucionarse con medicamentos o cirugía, aunque es necesario realizar su detección a tiempo para disminuir los daños e incrementar las probabilidades en las mujeres de concebir.

Uno de los problemas más usuales es la endometriosis, que se produce cuando el tejido existente en las paredes del útero, denominado tejido endometrial, crece por fuera de este. Si bien algunas mujeres no presentan síntomas, otras experimentan un dolor intenso durante la menstruación o al mantener relaciones sexuales. Para el tratamiento de la endometriosis, algunos especialistas optan por los medicamentos para la fertilidad o la cirugía para extraer el tejido que sobra. Otra solución reside en la inseminación artificial. Cuando los medicamentos para la fertilidad son combinados con la inseminación artificial, hay entre un 8 y un 17% de éxito por cada ciclo menstrual. En tanto que con la cirugía, existe entre un 20 y un 50% de que las mujeres conciban normalmente.

Otra posibilidad es que la imposibilidad de concebir se deba a problemas de ovulación, que se da generalmente por un desbalance hormonal. Su principal síntoma  es la falta del periodo menstrual aunque también puede manifestarse mediante un sangrado demasiado leve o muy abundante. En estos casos, lo que se utiliza para su tratamiento son los medicamentos para la fertilidad. Mediante la ingesta de los mismos, entre el 70 y el 90% de las mujeres consigue ovular normalmente e incluso hasta un 60% de ellas logran quedarse embarazadas.

También puede ocurrir que haya una mala calidad de los óvulos, producto del paso del tiempo o anomalías cromosómicas. No hay síntomas que indiquen este problema y el tratamiento que se recomienda en estos casos es la fertilización in Vitro, con un porcentaje de éxito que varía entre el 30 y el 50%.

El Síndrome del Ovario Poliquístico, que altera el desarrollo normal de los folículos, puede presentarse generalmente debido a  un desequilibrio hormonal. Dicha afección se manifiesta a través de periodos menstruales irregulares, acné, crecimiento excesivo de vello y obesidad. Hay diversos tratamientos para este problema, que incluyen desde los cambios en el estilo de vida, manteniendo una dieta equilibrada y realizando ejercicio físico; hasta medicamentos para la fertilidad y la fertilización in vitro. El porcentaje de éxito no es el mismo en una mujer que en otra. Comúnmente, las mujeres con sobrepeso que pierden entre el 5 y el 10% de su peso corporal, empiezan a ovular con regularidad sin necesidad de someterse a un tratamiento. Mientras que entre aquellas que son tratadas con fármacos para la fertilidad, alrededor de un 90% consigue ovular aunque no todas llegan a concebir, sino solo entre un 20 y un 60% de las mismas.

Incluso, la imposibilidad de quedarse embarazada puede deberse a una obstrucción de las Trompas de Falopio, problema que impide a los espermatozoides llegar hasta el óvulo. En la mayoría de los casos esta patología es provocada por una enfermedad inflamatoria pélvica o por infecciones de transmisión sexual, como por ejemplo la clamidia. Lo más indicado en estos casos es la cirugía, aunque su éxito irá a depender de que las trompas no se encuentren muy dañadas. Las posibilidades de concepción dependerán exclusivamente tanto de la ubicación como de la gravedad de la obstrucción así como del porcentaje de tejido cicatricial que se desarrolle tras la cirugía.

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Planificar el embarazo

A la hora de pensar en comenzar a buscar un embarazo, es preciso tener en cuenta una serie de recomendaciones.
En primer lugar, es muy importante realizar una  consulta con el ginecólogo antes de concebir. Por lo general, la mayor parte de las embarazadas descubren que lo están al poco tiempo de la primera falta. No obstante, lo ideal sería planificar el embarazo. Por ello, es aconsejable consultar con el ginecólogo para someterte a un chequeo médico. El especialista, a su vez, te irá a recomendar tomar ácido fólico, un suplemento fundamental para prevenir enfermedades serias en el desarrollo del feto.
Otro punto importante es cuidar la alimentación. Estar muy delgada o tener sobrepeso son dos de las cosas que pueden influir negativamente las posibilidades de lograr un embarazo. De este modo, es importante evitar el exceso de comidas ricas en grasa y optar por alimentos frescos y mucha fruta.
Al mismo tiempo, es preciso subrayar la necesidad de evitar el consumo de alcohol y tabaco, antes y durante la gestación, ya que dificultan la concepción. Esto no quiere decir que no puedas quedar embarazada, pero sí es importante saber que el consumo de dichas sustancias estimula la aparición de diversos trastornos, tanto para la salud de la mujer como la del futuro bebé.

La importancia del chequeo médico antes de buscar un embarazo

Antes de intentar quedarse embarazada, sobre todo en casos en que las mujeres hayan tenido problemas en embarazos previos o que padezcan diabetes u otras enfermedades crónicas, resulta aconsejable hacerse un chequeo médico bien completo.
El chequeo es muy importante como medida preventiva, ya que el especialista puede realizar un estudio de la historia clínica de la mujer, para descartar de ese modo posibles infecciones o cualquier otro problema.
Por ejemplo, con un simple análisis de sangre se puede detectar el nivel de inmunidad de la mujer ante enfermedades tales como la Rubéola. En el caso que la mujer no haya pasado ya esta enfermedad y, por lo tanto, no exista inmunidad, se debe vacunar y esperar para buscar un embarazo por lo menos unos tres meses.
Al mismo tiempo, se puede detectar si se es inmune o no a otras enfermedades, como por ejemplo la Toxoplasmosis, una infección leve que puede ocasionar daños significativos al feto. Por ello, a las futuras madres se les aconseja no ingerir embutidos y carnes crudas o poco cocidas, además de evitar el contacto con excrementos de gatos.
Por otro lado, la consulta al médico también permitirá determinar la existencia o no de anticuerpos de la Hepatitis B, de la Varicela y demás infecciones vaginales y/o del aparato urinario.
A su vez, es de suma importancia revisar el estado de la boca previo a un embarazo, ya que una boca sana evita posibles infecciones que pueden afectar al resto del organismo. Vale aclarar, que tales cuidados se tienen que mantener durante la gestación, porque las afecciones bucales pueden producir partos prematuros así como un mayor riesgo de padecer Preeclampsia.
En tanto que el futuro padre también es preciso que se someta a un estudio clínico para la detección de posibles enfermedades o infecciones, además de efectuarse un espermograma, un análisis seminal a través del cual se determina la calidad y la cantidad de espermatozoides. También, se evalúan las particularidades físicas del semen, su aspecto, volumen, viscosidad y consistencia.

Cálculo de días fértiles para lograr un embarazo

Quedar embarazada no es tan sencillo como parece. El tiempo normal aproximado para lograr un embarazo es de entre seis meses a un año, aunque existen algunas mujeres que lo consiguen en el primer intento.
La concepción sólo es posible durante los días fértiles de la mujer, momento en que se produce la ovulación, lo cual ocurre cuando un óvulo se desprende de uno de los ovarios, a la mitad del ciclo menstrual.
Durante la menstruación, las mujeres no pueden quedar embarazadas debido a que el óvulo se ha degenerado y no puede ser fecundado. Asimismo, el sangrado existente y el ambiente hostil en el interior del útero impiden el paso de los espermatozoides y la supervivencia de los mismos.
Lo que sí suele ocurrir es que una mujer haya quedado embarazada mientras tenía pérdidas y que estas sean confundidas con la menstruación, pero sólo se trata de un sangrado irregular que coincide con la ovulación, y que definitivamente no es la regla.
Si pasa más de un año y no se consigue un embarazo, lo mas conveniente es consultar al médico  para realizarse pruebas que permitan descartar cualquier problemas de infertilidad o de otro tipo, ya sea en la mujer como en el hombre.
Para calcular la ovulación, se deben contar 14 días a partir del primer día de la regla. El 13 y 15, esto es, el día previo y posterior a la ovulación, son los más idóneos para que pueda producirse la concepción.
Un dato a tener en cuenta es que la vida fértil de un óvulo dura entre 12 y 24 horas, en tanto que la fertilidad del espermatozoide es de unas 72 horas.
Algunos médicos ginecólogos piensan que existen mayores probabilidades de concebir si se tienen relaciones sexuales en días alternos, justo antes del momento de la ovulación y luego de la misma. Según esta consideración, para un ciclo menstrual regular de 28 días, lo usual sería ovular el día 14, con lo que deberían mantenerse relaciones sexuales los días 13 y 15.
Mientras que otros especialistas recomiendan tener relaciones los tres días previos a la ovulación, porque es cuando el moco cervical toma una textura más líquida y transparente, siendo más apropiado para la supervivencia del espermatozoide.