¡Cuidado con la dieta de la hormona del embarazo!

A cada momento se conocen nuevas dietas para bajar de peso. Pero una de las más controvertidas es ciertamente la dieta de la hormona del embarazo, la cual consiste en consumir sólo 500 calorías diarias y que se complementa con una inyección de hormona HCG (gonadotropina coriónica humana), producida por el óvulo fecundado al adherirse a la pared del útero tras la concepción.
Dicen que la pueden hacer tanto hombres como mujeres. Además de bajar hasta 3 kilos por semana, también promete reducir la grasa que comúnmente se localiza en el vientre, muslos y caderas. Pero lo cierto es que esta dieta no es milagrosa y existen muchas opiniones encontradas sobre ella debido a los efectos peligrosos que puede producir en las personas.
Si bien la dieta HCG fue creada por el Dr. Albert T. Simeons en 1954 y causó furor en los años 70, en los últimos tiempos se ha vuelto a popularizar entre aquellos que pretenden bajar de peso en poco tiempo.
Básicamente, se trata de la aplicación de inyecciones en las zonas más problemáticas, para arrastrar y metabolizar la grasa acumulada.
Cuando esta hormona se encuentra activa en el organismo, se liberan las grasas que que le dan la energía necesaria al cuerpo para sobrevivir consumiendo solamente 500 calorías por día, generando una sensación de saciedad.
En las embarazadas, la hormona actúa sobre el hipotálamo para movilizar las reservas de grasas y, de ese modo, aportarle al feto la energía que necesita para su desarrollo. Igual sería el efecto que se conseguiría mediante las inyecciones en zonas localizadas, tanto en hombres como en mujeres.
Actualmente, es tal el furor que tiene la dieta de la hormona del embarazo, que ha propiciado su comercialización en forma de pastillas, aerosoles, gotas, píldoras y cremas. No obstante, la FDA (Food and Drug Administration) si bien aprobó la utilización de las inyecciones para tratar la infertilidad o problemas hormonales, no dio su aprobación para su empleo como medicación para adelgazar. Por lo tanto, es ilegal.
Por otro lado, el consumo de 500 calorías diarias que proclama esta dieta es realmente irrisorio, para nada saludable e insuficiente para cualquier persona, considerando que la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la ingesta de entre 1500 y 2000 calorías por día para las mujeres y de 2000 a 2500 Kcal/día para los hombres.
Algunas de las complicaciones que puede ocasionar la dieta de la hormona del embarazo son: depresión, deficiencias de nutrientes, dolores de cabeza, fatiga, funcionamiento anormal de la tiroides, alteración del ritmo cardíaco, irritabilidad, riesgo de formación de coágulos de sangre y de cálculos biliares, entre otros.
Por eso, antes de comenzar cualquier dieta es importante siempre consultar con un médico especializado en el tema, quien se encargará de realizar un regimen de comidas a la medida de cada paciente, teniendo en cuenta su historia clínica. Cuidemos nuestra salud.

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Algunas bacterias sólo están presentes en los niños obesos

Hay determinadas bacterias que sólo afectan a aquellos niños que sufren obesidad, las cuales habitan en su colon y difieren de las que se hallan en los pequeños que tienen un peso normal. Dicha información, se infiere de un estudio desarrollado recientemente por los investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados.
La importancia de este dato es muy útil, pues en base a ello podrán identificarse el tipo y grupo de bacterias que serían de ayuda para el futuro desarrollo de alimentos probióticos que pueden hacer que los niños bajen de peso.
Para la investigación, a cargo de Carlos Hoyo, se tomaron muestras a un grupo de niños en edad preescolar, que llevaban una dieta equilibrada aunque algunos de los pequeños sufrían de sobrepeso u obesidad. De este modo, los expertos se dedicaron a analizar los ácidos grasos de cadena corta que producen las diferentes bacterias que hay en el colon de los niños, como es el caso del ácido propiónico, el butírico y el ácido acético. Tales  sustancias sirven de ayuda para bajar de peso, puesto que además de se inhibidoras del apetito son antiinflamaorias.
Al mismo tiempo, a los niños se les extrajo una muestra de ADN para poder conocer cuáles son las bacterias que están presentes en los niños con problemas de obesidad y cuáles son las que habitan en los niños con peso normal. Gracias a ello, los investigadores lograron descubrir la existencia de dos tipos distintos de perfiles compuestos por microorganismos, pero todavía resta profundizar un poco más en ellos.

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Ejercicios para recuperar la figura después del embarazo

Además del abdomen, otras de las partes del cuerpo en las cuales se suele acumular grasa en el embarazo son las caderas, glúteos y muslos. Por lo que es bueno saber cuáles son los ejercicios más apropiados para poder recuperar la figura. Por supuesto que antes de comenzar con cualquier actividad física es indispensable recuperarse bien del parto, y ser conscientes de los cambios serán paulatinos.

Un punto favorable es que durante la lactancia se tienden a movilizar con mayor facilidad las grasas acumuladas, que son utilizadas por el cuerpo para la producción de leche. De manera que esa es una forma natural de bajar de peso.

A pesar de que los ejercicios localizados sirven para tonificar, no alcanza con ellos para eliminar la grasa, pues a medida que lo va necesitando el cuerpo utiliza las reservas con las que disponemos de manera indiscriminada. Por ello, es necesario hacer ejercicio aeróbico, a través del cual se pueden quemar calorías y grasa.

En tal sentido, una buena opción es salir a correr y, cuando estemos totalmente recuperadas del parto, también podemos agregar un poco de bicicleta. En este caso, media hora de pedaleo bastará para ayudarnos a perder hasta 300 calorías.

Por otro lado, las sentadillas constituyen el mejor ejercicio para trabajar glúteos, muslos y caderas. Esta actividad es perfecta también porque se la puede realizar en cualquier lugar. Pero siempre hay que cuidar que la espalda se mantenga recta y que el peso del cuerpo recaiga en los talones y no así en las puntas de los pies, ya que de ese modo comprobaremos que el movimiento que estamos realizando es el correcto. Lo más conveniente es comenzar haciendo 5 o 10 sentadillas a diario, e ir aumentando la cantidad de a poco.

Otra alternativa es bajar y subir escaleras, a buen ritmo pero evitando correr o dar saltos. Este ejercicio no sólo ayuda a tonificar sino que, a su vez, facilita la pérdida de peso.

Lo importante es mantener la constancia y ser pacientes, porque el tiempo de recuperación de la figura depende del cuerpo de cada mujer. Por lo que algunas retornarán a su peso en pocos meses, mientras que otras necesitarán bastante más para lograrlo. ¡A no desesperarse!

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Mirarse al espejo después del parto

 

Luego del parto resulta muy común que la flamante mamá no consiga reconocer su nueva e inesperada figura frente al espejo. Verse gorda, quejarse del tamaño de las caderas o de los pechos, es un factor común que se desprende de los comentarios que realizan las madres al contemplarse frente al tan temido espejo, el cual nos entrega la imagen de un nuevo cuerpo que es muy difícil reconocer como propio.
Una de las cuestiones que tornan difícil dicho reconocimiento es que se trata del reflejo de un cuerpo, por decirlo de alguna manera, asexuado. La ropa de embarazada nos queda enorme, y la de “mujer” es muy pequeña.
Inmediatamente después del parto se pierden alrededor de 5 kilos y medio, que comprenden el peso del bebé más la placenta, la sangre y el líquido amniótico. Después, se va perdiendo peso de manera gradual a medida que se vaya eliminando el líquido extra que las células han retenido durante el embarazo, aparte del líquido correspondiente al exceso de sangre en tu cuerpo. Es común orinar y transpirar más de lo normal y, al cabo de la primera semana, es posible perder otros 2 kilos en función a la  cantidad de líquido retenido.
Pero esto no es algo que haya que tomar tan a la tremenda. En definitiva, se debe comprender y tomar conciencia de que se trata de un cuerpo de transición necesario para atravesar este período. Por lo que no hay que exigirse estar a la altura de los cánones de belleza.
La maternidad encierra otra clase de belleza. De manera que intentar recuperar de inmediato la figura es sólo una de las tantas exigencias a las que nos vemos sometidas. Todo es cuestión de tiempo, hay que darle lugar a lo diferente. Para recuperar la figura normal se necesita aproximadamente de 1 año. ¡Que no decaiga!

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