Sangrado vaginal en bebés recién nacidas

Las niñas, durante los primeros tres y cinco días de vida, pueden llegar a tener un ligero sangrado parecido al menstrual, que puede asustar a las mamás.
De todos modos, es necesario saber que se trata de un proceso normal, que sucede por un traspaso de las hormonas maternas a la bebé, y que no existen motivos por los que preocuparse.
Durante los primeros días de nacida, una bebita puede tener un leve sangrado vaginal que recibe el nombre de menarquia neonatal, un proceso que dura unos cinco días. Es algo bastante habitual, pues la mitad de la niñas presentan dicho cuadro.
La explicación reside en que algunas hormonas, sobre todo el estrógeno, pasan al flujo sanguíneo de la recién nacida desde la placenta  antes de producirse el parto. Incluso, puede ocurrir que se excrete un moco transparente e inodoro. En cualquiera de ambos casos, es necesario extremar la higiene y cambiar el pañal cuantas veces sea necesario.También, puede haber inflamación o aumento moderado del tamaño de las tetillas, lo cual es indoloro, pudiendo llegar a secretar leche.
En caso que la hemorragia persista por más tiempo o sea abundante, se recomienda consultar al médico.

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La caída del cabello tras el embarazo

Hay mujeres que luego de dar a luz experimentan una visible caída del cabello, lo cual es producto de los cambios hormonales significativos que se tienen durante ese período.
La caída del cabello tras el parto genera preocupación en muchas mujeres, pero hay que conservar la calma pues lo cierto es que ese cabello no ha caído durante el embarazo.
En efecto, los altos niveles de estrógeno en el embarazo ocasionan el detenimiento de la natural caída del cabello. Luego de producirse el nacimiento, el ciclo normal se reanuda y todo el cabello comienza a caer de golpe, pero no es más que lo que se habría perdido si no se hubiera estado embarazada.
Tras del parto, se precisan aproximadamente unos seis meses para que el ciclo vital del cabello retome su ritmo habitual, que alterna las fases de recambio del pelo con las fases de crecimiento.
Mientras tanto, es bueno saber que una alimentación equilibrada y saludable aportará todas las vitaminas y minerales que se necesitan para que el cabello vuelva a crecer fuerte.

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Anticoncepción oral durante la lactancia

Es necesario que todas las mujeres sepan que la lactancia puede dificultar el embarazo aunque no evitarlo, puesto que no es un anticonceptivo válido. De modo que para evitar quedar embarazada, es necesario utilizar un método anticonceptivo, recomendado siempre por el médico. Si te inclinas por anticonceptivos orales, éstos no deben contener estrógenos, sino sólo progesterona.
Los estrógenos influyen en la calidad y cantidad de leche, por lo que es necesario evitarlos. La progesterona, por su parte, no afecta de ninguna manera la lactancia. Vale aclarar que la eficacia de la píldora es independiente a si la mujer da el pecho o no, por lo que se la puede continuar tomando luego del destete.
La píldora de progestina o progesterona posee similar eficacia a la combinada para evitar el embarazo. Posee un riesgo de tres embarazos por cada cien mujeres que las toman, siendo en comparación más efectiva que los preservativos, el diafragma o incluso los espermicidas.
Una de las ventajas de esta píldora es que no suele provocar dolor de cabeza. Aunque puede dar hambre, ocasionar sangrado entre los periodos y tiene más restricciones en relación al horario de la toma, de modo que siempre se debe tomar a la misma hora o con un margen no mayor a tres horas. En caso de olvido, lo más conveniente será usar preservativo para evitar la concepción.
La progesterona impide la liberación del óvulo,  modifica el útero y espesa el moco cervical, dificultando de ese modo un embarazo.
Al finalizar el periodo de la lactancia, consulta con tu médico sobre si es conveniente o no cambiar de medicación anticonceptiva.

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Cambios hormonales en el embarazo

Las transformaciones que se producen a lo largo del embarazo se deben, en especial, a cuatro hormonas: progesterona, lactógena, estrógeno y gonadotropina coriónica humana.
La progesterona se halla en los ovarios y en la placenta, y se desarrolla en la pubertad y la adolescencia. Dicha hormona, es la encargada de conservar sujeto el endometrio en el útero, debido a que cuando éste cae se genera la menstruación y, por consiguiente, no habría embarazo.
La hormona que da inicio a todo el proceso es el estrógeno, la cual se ocupa del desarrollo sexual femenino. El estrógeno se encuentra presente en diversas partes del cuerpo, siendo también las responsables de la pigmentación de los pezones, areolas y genitales. Los estrógenos resultan fundamentales al momento de concebir, incluso la placenta la produce para promover el desarrollo correcto de la gestación.
Al mismo tiempo, la placenta genera la lactógena, una hormona que se encarga de estimular las glándulas mamarias para la secreción de la leche materna. También incide en el desarrollo del feto.
Para finalizar, la gonadotropina coriónica humana, conocida también como la hormona del embarazo, cumple la función de administrar los nutrientes necesarios al embrión, al tiempo que estimula la producción de otras hormonas indispensables para éste durante la gestación.