Usar chupete previene la muerte súbita

Desde hace tiempo, algunos especialistas basándose en documentación científica vienen afirmando que el chupete puede ayudar a prevenir la muerte súbita en los recién nacidos, por considerarlo un factor de protección durante el sueño del bebé.  Ahora esa afirmación ha sido comprobada por una investigación desarrolla por miembros del Monash Institute of Medical Research, pues se determinó que el chupete permite mejorar el control cardíaco, reduciéndose de ese modo el riesgo de muerte súbita.
Los investigadores explican que la muerte súbita guarda relación con un fallo del sistema cardíaco, caída de la presión sanguínea, desajuste del ritmo cardíaco o la imposibilidad de despertarse al dejar de respirar. De este modo, los resultados de dicho estudio son de gran utilidad para prevenir la muerte súbita en los bebés.
Durante la investigación, los científicos se enfocaron en cómo impacta el uso del chupete en el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de los recién nacidos. Para ello, fueron analizados unos 37 bebés a lo largo de tres etapas diferentes, entre dos y cuatro primeras semanas de vida, de dos a tres meses y, por último, de cinco a seis meses de edad. Al mismo tiempo, los niños fueron separados en dos grupos, los que usaban el chupete mientras dormúan y los que no. Además, a los bebés  se los hizo dormir boca abajo con el fin de corroborar de qué manera afectaba la utilización del chupete, en cuanto al ritmo cardíaco y la presión sanguínea se refiere.
Así, verificaron que succionar el chupete permitía mejorar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea en los lactantes, reduciéndose por ende el riesgo de muerte súbita. No obstante, aún resta bastante por investigar dado que no se pudo precisar cómo puede evitarse este tipo de muerte.

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Medidas para prevenir la muerte súbita en los bebés

Es posible diagnosticar la muerte súbita e incluso prevenirla, pero hasta el día de hoy se desconoce a ciencia cierta el por qué ocurre. La muerte súbita representa una de las causas  principales de fallecimiento de lactantes de entre un mes y un año de vida.
Si bien los casos de este síndrome han mermado, gracias a los esfuerzos de prevención establecidos por diferentes organizaciones, aún continúa siendo un problema que ocasiona un profundo dolor a muchos padres y familias.
Sinceramente, nadie espera que algunos bebés, en apariencia sanos, mueran de ese modo, de forma tan repentina como inexplicable. Según los últimos estudios realizados por el Instituto Nacional de Desarrollo Humano y Salud Infantil de los Estados Unidos, revelan que la muerte súbita podría tener una relación directa con una alteración en el funcionamiento cerebral, debido al desequilibrio que produce en la respiración, en la temperatura corporal y en el despertar del sueño del bebé. No obstante, todavía queda mucho camino por recorrer para llegar a comprender y conocer los verdaderos mecanismos que provocan que algunos bebés mueran súbitamente. Las estadísticas indican que el 90% de los casos se da en lactantes de entre dos y seis meses de edad, sobre todo en los meses invernales.
Cabe destacar que existen medidas para hacer que el sueño del bebé sea más seguro, las cuales desde que han sido adoptadas consiguieron disminuir el riesgo de Síndrome Muerte Súbita en Lactantes (SMSL) hasta en un 70%. Tales medidas comienzan por la mejor posición para acostar al bebé, al que se recomienda acostarlo boca arriba, en un colchón firme y sin almohada; dejando los brazos, las manos y la cabeza del bebé fuera de la ropa de cama, bien al descubierto. Hay que cuidar de no abrigarlo de manera excesiva y mantenerlo con una temperatura lo suficientemente cálida.
Al mismo tiempo, no se debe admitir que nadie fume en el cuarto del bebé ni en el interior de la casa, además de darle leche materna tantas veces lo pida.
Cuando un bebé muere de manera repentina, para poder confirmar que se trato de un caso de SMSL, es necesaria una historia clínica detallada del bebé, además de la realización de la autopsia, de una investigación familiar y del entorno del pequeño, y un estudio local de la situación.

Cómo eliminar la costra láctea

 

Algo muy común que presentan los bebés es la denominada costra láctea, la cual se trata de un problema inflamatorio de la piel que por lo general suele afectar el cuero cabelludo de los bebés. Sin embargo, en ocasiones puede aparecer en otras partes del cuerpo, como pueden ser las orejas y los pliegues de los brazos y las piernas, causando aparte de una irritación en la zona, picazón y molestias.
No se trata de una afección que pueda resultar dañina ya que, a medida que el bebé va creciendo, desaparece poco a poco. En tal sentido, para ayudar a su eliminación se deben utilizar productos pediátricos recomendados precisamente para esta clase de inconvenientes, aliviando de ese modo la picazón y las molestias que le genera al niño.
Existen actualmente en el mercado, jabones especiales para el cuerpo y champú para el cuero cabelludo, los cuales tienen que ser utilizados a diario o siguiendo la prescripción médica para eliminar la grasitud pegajosa y escamosa que ocasiona la costra láctea y, por consiguiente, favorecer su desaparición de manera rápida.
En el caso del champú especial, debe tomarse una pequeña porción de ese producto y masajear, muy suavemente, en forma circular el cuero cabelludo del bebé hasta que haga mucha espuma para luego dejar actuar por 5 minutos. Al término de dicho lapso, se debe retirar por completo los restos de champú con agua tibia y realizar masajes con la yema de los dedos en la cabeza del bebé antes del cepillado.