Alertan sobre el incremento de recién nacidos con sobrepreso

La obesidad es un problema que cada vez afecta a más personas en todo el mundo. Al respecto, un grupo de especialistas médicos han alertado acerca del incremento del número de recién nacidos con sobrepeso que se viene dando en los últimos años en los países desarrollados.

De acuerdo a una investigación que fue publicada en la revista The Lancet, en las últimas décadas la cifra de recién nacidos con un peso de alrededor de 4 kilos ha crecido de un 15% a un 25%. Además, los expertos sostienen que se han incrementado los casos de macrosomía o síndrome del bebé grande en los países en vías de desarrollo, debido al sobrepreso u obesidad que padecen las madres, entre otras razones. En Argelia, por ejemplo, país en el cual el 30% de las mujeres sufren obesidad, la cantidad de bebés que nacen con un tamaño y peso excesivo ha aumentado un 15%. En tanto que en países como la India, donde la tasa de obesidad entre las mujeres es del 3,6%, el número de niños con macrosomía no llega al 0,5%. Tales datos permiten ver claramente la relación existente entre el sobrepeso u obesidad de las futuras madres y el nacimiento de bebés grandes.

Ante este panorama, los especialistas sobre los riesgos para las madres y los bebés, tanto antes como después del parto. En efecto, los bebés que nacen con un peso excesivo pueden sufrir distocia de hombros en el parto, lo cual ocurre cuando la progresión del alumbramiento se detiene al salir la cabeza del bebé debido a que el tamaño del cuerpo no llega a pasar por la pelvis, produciendo una fractura de huesos del recién nacido. Con respecto a la madre, ésta corre riesgos de sufrir traumatismos y desgarros serios. Asimismo, los bebés poseen un riesgo mayor de padecer obesidad a futuro e incluso algún tipo de cáncer.

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Relacionan el peso del bebé con el cociente intelectual que tendrá en edad escolar

Un equipo de investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia), a través de un estudio realizado recientemente, dio a conocer la existencia de una relación entre el aumento de peso del bebé y el cociente intelectual que tendrá a futuro. Para arribar a dicha conclusión fueron analizados los datos de aproximadamente 13.800 niños nacidos a término. De acuerdo a los resultados obtenidos, aquellos bebés que durante el primer mes de vida experimentaron un aumento de un 40% de su peso, poseen un cociente intelectual que supera en 1,5 puntos respecto a los bebés que aumentaron su peso en un 15%. Vale destacar que la medición del cociente fue realizada a los 6 años de edad.
Al mismo tiempo, se logró constatar que el aumento mayor de la circunferencia de la cabeza está relacionado con un cociente intelectual más alto. En efecto, según  los expertos, la circunferencia de la cabeza indica el volumen cerebral, de modo que un mayor crecimiento de la cabeza es equivalente a un cerebro más desarrollado.
Si bien estudios anteriores han demostrado la existencia de una relación entre el cociente intelectual y la dieta postnatal temprana, esta es la primera investigación que vincula al cociente con el aumento de peso y el tamaño del cráneo. Por esa razón, los autores recomiendan a las embarazadas y a los profesionales médicos en general alimentar de manera adecuada a los recién nacidos para ayudar a que aumenten rápidamente de peso durante los primeros treinta días de vida, ya que así poseerán mayores probabilidades de tener un cociente más elevado.

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El uso de faja durante el embarazo

Durante el embarazo, el cuerpo de las mujeres empieza a cambiar en distintas formas y el vientre comienza a ser más prominente con el crecimiento del bebé. A veces, suele ocurrir que la embarazada padezca dolores de espalda y de pelvis, debido a que su cuerpo está cargando un peso al que no se encontraba acostumbrado, y ejerce presión en los músculos de esa zona. Para calmar un poco dicho dolor, es recomendable usar una faja que ayude a cargar el peso del bebé durante la gestación.
Estos dolores no inciden para nada en el bebé, y se los puede aliviar mediante el uso de una faja para embarazadas. Las fajas levantan un poco la panza cuando se encuentra demasiado baja y ayudan a tener una correcta posición en relación a la columna.
Para colocarse la faja, hay que hacerlo acostada en la cama de espaldas,  pues de ese modo se podrá acomodar mejor y soportará mejor el peso de la panza al ponerse de pie.
Hay distintos tipos de fajas, algunas son fajas pélvicas que rodean las caderas y existen otras más completas que cubren toda la panza. Lo más conveniente es probarlas antes de proceder a comprarlas y elegir la que se ajuste de forma más cómoda.
De este modo, a la hora de ir a comprar una faja es preciso tener en cuenta que no tiene que ser  ni muy alta ni muy estrecha, debe cubrir bien las caderas, y las costuras deben ser reforzadas en el medio y a los lados.
Luego del parto, lo más conveniente es continuar utilizando una faja pero en este caso para favorecer la pronta recuperación de la figura de la mujer.

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