Miedos más comunes de las embarazadas

Sentir temor ante lo nuevo que se avecina es algo que experimentan la mayoría de las embarazadas. Las principales preocupaciones suelen tener que ver con la incertidumbre de saber si se será buena madre o no y si el bebé nacerá sano. Pero hay muchos otros miedos que suelen rondar en la mente de las futuras mamás.
Algunas embarazadas suelen inquietarse con la posibilidad de que su hijo nazca prematuro, es decir,  antes de la semana 37. Este temor tiene fundamento, pues en los últimos diez años el porcentaje de partos prematuros se ha incrementado un 43%. De todos modos, en general los bebés prematuros nacen entre la semana 34 y 36, casi sin complicaciones graves. Y gracias al gran avance registrado en el campo de la medicina, el índice de supervivencia de un bebé prematuro es muy alto.
Otro de los temores que suelen experimentar las embarazadas es el de no recuperar nunca la figura luego del parto. Sobre todo en estos tiempos, en los que las madres famosas lucen una figura escultural apenas salen de la sala de parto. La realidad indica que, de acuerdo a las estadísticas, aproximadamente el 20% de las mujeres no pierden los kilos que aumentaron durante el embarazo. Por ese motivo, es importante seguir los consejos del médico sobre el tipo de alimentación que debes llevar en la gestación, pues si engordas más de lo debido te será más difícil retornar a tu peso anterior. Luego de dar a luz, amamantar a tu bebé te servirá también para ayudarte a adelgazar.
También, las futuras madres suelen creer que sus relaciones sexuales no serán iguales luego del parto. Pero no hay de qué preocuparse, tan sólo debes tomarte un tiempo para recuperar tu cuerpo y tu libido. Es importante saber que la lactancia, sumado al cansancio de las primeras semanas, puede apagar tu deseo sexual y solamente pienses en dormir. Sin embargo, con el tiempo todo volverá a ser como antes.
El dolor del parto es una de las cuestiones que más suelen desvelar a las mujeres, sobre todo en el último tramo del embarazo. Para calmar tu angustia, sólo debes pensar en cuántas mujeres han dado a luz desde que el mundo es mundo, incluso sin epidural. De todas maneras, es normal sentir temor a lo desconocido, en especial si eres madre primeriza. Lo mejor que puedes hacer es hablar sobre el tema con tu médico, asistir a las clases de pre-parto y conversar con otras madres. Todo eso te aportará tranquilidad para estar preparada para ese momento tan importante de tu vida.

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¿Parto natural o cesárea?

Durante el embarazo, las mujeres no hacemos otra cosa más que pensar en el momento del parto, tras lo cual nos suelen invadir dudas y temores por igual. Muchas mujeres, tienen miedo a sufrir durante el parto y terminan optando por la cesárea para evitar el dolor que suponen las contracciones. En cambio, otras tratan de hacer hasta lo imposible para que el bebé nazca por parto natural.
Lo cierto es que, salvo que nuestro médico tome la decisión de programar una cesárea por algún motivo en particular, hasta que no llega el momento del parto no sabemos a ciencia cierta de que modo nacerá nuestro hijo. Por tal motivo, siempre resulta preferible mentalizarse y estar preparado para cualquiera de las dos opciones.
No caben dudas que lo ideal es tener un parto natural porque, a pesar que el trabajo de pre-parto es muy doloroso, la recuperación posterior es más rápida en comparación con  la de una cesárea. Por otro lado, gracias a la episiotomía, una incisión quirúrgica realizada en el periné para agrandar la apertura vaginal en el momento que nace el bebé, es casi imposible sufrir un desgarro.
La cesárea tiene como ventaja el hecho de que no sentimos dolor cuando nace el bebé. Sin embargo, en el caso del parto natural se puede optar por la aplicación de la epidural, un anestésico local que favorece un parto sin dolor.
Además, en el caso de la cesárea la recuperación será más lenta y dolorosa, aparte de restarnos movilidad. Tengamos en cuenta que se trata de una operación, por lo que conlleva ciertos riesgos. De modo que, si existen posibilidades de elegir, es preferible el parto natural.

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