La fiebre ayudaría en el proceso de recuperación a los niños

Según la teoría de una pediatra estadounidense, la fiebre ocasionada por determinadas  enfermedades,  si son correctamente controladas y no son peligrosas, ayudan a los niños afectados a recuperarse.

Se considera fiebre cuando la temperatura corporal sobrepasa los 37,5º, por lo que los padres deben permanecer atentos puesto que puede estar indicando una enfermedad. Si la temperatura del niño es mayor a los 40º es importante concurrir inmediatamente a un centro de salud para su asistencia.

Durante la etapa de la infancia, las fiebres altas son muy habituales a causa de diversas enfermedades, pero al parecer les serviría de ayuda para recuperarse, mediante sensaciones de fatiga que lo inducirían a descansar y dormir más, lo cual resulta clave para que  la enfermedad pase y los remedios hagan efecto.

Ante la fiebre elevada de los pequeños, los padres se preocupan y consultan con el médico para poder bajar la temperatura, porque la consideran peligrosa. Pero, según parece, lo que buena parte de los padres no logran darse cuenta es que muchas veces la fiebre no es negativa para el niño, sino todo lo contrario pues lo ayuda a quedarse en la cama, agilizando de ese modo la recuperación, sobre todo en aquellos casos de enfermedades virales. Incluso, estudios anteriores ya daban cuenta de que no hay que combatir la fiebre porque los remedios que se emplean para bajar la temperatura en ocasiones extienden el proceso de recuperación.

Imagen:

http://embarazo10.com/wp-content/uploads/fiebreennios_thumb.jpg

Oír a sus madres ayudaría a los bebés prematuros para una recuperación más rápida

Recientemente, un nuevo estudio ha logrado demostrar que los bebés prematuros que oyen la voz de sus madres respiran mucho mejor.
De acuerdo a la información que se desprende del estudio, al oír la voz y el timbre de su madre se estimulan los latidos en el corazón del bebé prematuro, lo cual lo estimularía a tener una recuperación mucho más rápida, considerando que se trata de niños en situación de alto riesgo por haber nacido antes de la fecha prevista.
La información ha sido difundida por los investigadores de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal del Hospital Brigham en Boston, Estados Unidos, quienes señalaron que los bebés nacidos entre las 26 y las 32 semanas de gestación aumentaron notablemente su ritmo cardíaco y regularizaron su respiración al escuchar a sus madres.
Dichos resultados, se obtuvieron de un análisis realizado a 14 bebés prematuros que se encontraban internados en la unidad de cuidados intensivos del hospital. A cada bebé, se le hizo oír una grabación de la voz de sus madres o su frecuencia cardiaca, tras lo cual evidenciaron una clara mejoría en su desarrollo, siendo menos propensos a sufrir eventos cardiorrespiratorios serios durante su recuperación.
Vale destacar la importancia de dicho estudio, pues los bebés nacidos antes de las 35 semanas de gestación corren riesgo de experimentar un descenso en la frecuencia cardiaca, además de las posibilidades de sufrir cáncer de pulmón o trastornos del sueño, como es el caso de la Apnea.

 Imagen:

http://blogdefarmacia.com/wp-content/uploads/2012/01/bebe-prematuro-sentimientos-encontrados.jpg

¿Parto natural o cesárea?

Durante el embarazo, las mujeres no hacemos otra cosa más que pensar en el momento del parto, tras lo cual nos suelen invadir dudas y temores por igual. Muchas mujeres, tienen miedo a sufrir durante el parto y terminan optando por la cesárea para evitar el dolor que suponen las contracciones. En cambio, otras tratan de hacer hasta lo imposible para que el bebé nazca por parto natural.
Lo cierto es que, salvo que nuestro médico tome la decisión de programar una cesárea por algún motivo en particular, hasta que no llega el momento del parto no sabemos a ciencia cierta de que modo nacerá nuestro hijo. Por tal motivo, siempre resulta preferible mentalizarse y estar preparado para cualquiera de las dos opciones.
No caben dudas que lo ideal es tener un parto natural porque, a pesar que el trabajo de pre-parto es muy doloroso, la recuperación posterior es más rápida en comparación con  la de una cesárea. Por otro lado, gracias a la episiotomía, una incisión quirúrgica realizada en el periné para agrandar la apertura vaginal en el momento que nace el bebé, es casi imposible sufrir un desgarro.
La cesárea tiene como ventaja el hecho de que no sentimos dolor cuando nace el bebé. Sin embargo, en el caso del parto natural se puede optar por la aplicación de la epidural, un anestésico local que favorece un parto sin dolor.
Además, en el caso de la cesárea la recuperación será más lenta y dolorosa, aparte de restarnos movilidad. Tengamos en cuenta que se trata de una operación, por lo que conlleva ciertos riesgos. De modo que, si existen posibilidades de elegir, es preferible el parto natural.

Foto: Fuente