Congestión nasal y gingivitis en el embarazo

Durante el embarazo, suele producirse la inflamación de las mucosas nasales y de las encías, producto de los altos niveles de progesterona.

Congestión nasal

Hay embarazadas que, a lo largo de la gestación, perciben la nariz taponada y reseca, tal como si estuvieran acatarradas. Hasta incluso pueden experimentar una pequeña hemorragia nasal. Esto se debe a la hinchazón de la mucosa nasal cuyo origen se encuentra en los elevados niveles de progesterona, una de las hormonas del embarazo. Dicha hormona ocasiona un incremento de la circulación sanguínea en la totalidad de las mucosas del cuerpo, incluyendo las membranas mucosas de la nariz, y genera una leve inflamación.

Lo ideal en estos casos es procurar evitar los ambientes secos y polvorientos, así como cuidar de no poner la calefacción demasiado alta ni abusar del aire acondicionado, sobre todo por las noches.

Para aliviar esta molestia conviene usar un humidificador. También, se puede optar por hidratar las fosas nasales aplicándose vaselina o utilizar suero fisiológico o agua salina entre tres y cuatro veces al día. En ningún caso debe utilizarse un inhalador o medicamento, excepto que se cuente con la prescripción correspondiente del ginecólogo.

De producirse una hemorragia nasal, presionar ligeramente el tabique servirá de ayuda. Es muy importante no confundir esta molestia con un catarro. Si se trata de un resfriado, la congestión nasal  irá acompañada de otros síntomas, como dolor de cabeza, fiebre y malestar general.

No hay de qué preocuparse porque esta molestia desaparece paulatinamente tras el nacimiento del bebé.

Gingivitis en el embarazo

Durante la gestación, las encías tienden a debilitarse debido a la acción de las hormonas propias del  embarazo y es común que sangren al cepillarse los dientes. Por ese motivo, es de suma importancia mantener una buena higiene bucal.

Para prevenir la aparición de gingivitis, es importante realizar visitas periódicas al dentista, además de evitar la exposición a los rayos X.

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Molestias más comunes en el último trimestre del embarazo

En el último trimestre de embarazo es común que la mujer sienta algunas molestias, como cansancio, dolores de espalda, dificultades para dormir o insomnio.

Las hemorroides suelen darse con frecuencia en las embarazadas. Por ese motivo, los especialistas recomiendan llevar una dieta rica en fibras para evitarlas, pues ayudará a que el funcionamiento de los intestinos sea óptimo.

La lumbalgia o, en otras palabras, los dolores de espalda son otras de las molestias que aquejan a las futuras madres. Para ello, se recomienda aplicar calor en la parte baja y central de la espalda y realizar un poco de ejercicio.

Debido a que al crecimiento de la barriga, es habitual que las mujeres que transitan la última etapa de la gestación tengan dificultades para encontrar una postura cómoda en la cama y, por ende, no puedan dormir bien. A ello se le suma  el insomnio, problema que también puede deberse a la ansiedad que experimenta la mujer ante la aproximación del parto.

Por otra parte, es normal que aparezcan problemas de encías o gingivitis. Razón por la cual, es importante consultar con el dentista periódicamente, quien verificará que la embaraza siga unos hábitos correctos de higiene bucodental.

Las palpitaciones o taquicardias son frecuentes en el último trimestre del embarazo, pues en esa etapa se incrementa el volumen en sangre. Si bien este problema no reviste gravedad, sí es necesario consultar con el médico cuando las palpitaciones sean recurrentes.

También, puede sentirse dolor de costillas debido a los movimientos del feto y el aumento de tamaño del útero. Para aliviar el dolor es necesario evitar pasar mucho tiempo sentada y probar con diferentes posturas que ayuden a estirar el tórax.

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Las embarazadas son más susceptibles de padecer gingivitis

Durante el embarazo, es muy importante que las mujeres cuiden su salud bucal, porque según datos estadísticos aproximadamente el  75% de las embarazadas padece de gingivitis, problema que se caracteriza por la inflamación y sensibilidad de las encías.
En el periodo de gestación aumenta el flujo sanguíneo como producto de los cambios hormonales y físicos, lo cual produce una mayor sensibilidad en la placa dental. Aparte de la inflamación, otros signos de la gingivitis son mal aliento, exceso de saliva y  sangrado de encías, por mencionar los más habituales.
Por ese motivo, los profesionales de la salud recomiendan extremar la higiene bucal, acompañado de una alimentación sana y equilibrada que aporte los niveles de calcio suficientes, facilitando a su vez el desarrollo fetal. A ello, hay que sumarle la importancia de consultar con el odontólogo para que corrobore el estado de los dientes de la futura madre, sobre todo porque la incidencia de la gingivitis durante el embarazo es muy alta, a tal punto que puede acabar derivando en una enfermedad periodental severa.
Básicamente, la gingivitis es una enfermedad bacteriana provocada por los restos de comida que se depositan en los dientes luego de cada ingesta. De modo que una limpieza nula o insuficiente tanto de los dientes como la lengua luego de cada comida aumentan las posibilidades de padecerla. Al igual que la caries, esta enfermedad es muy frecuente en la gestación, en especial a partir del tercer mes de embarazo.
El embarazo es una etapa en la que el organismo es más propenso de sufrir ciertas enfermedades y patologías orales debido a los cambios que se producen en el pH de la saliva, incrementándose de ese modo el riesgo de la aparición de caries y la erosión del esmalte de las piezas dentales.
Cabe destacar que la salud del bebé también depende de la higiene bucal de la madre,  pues hasta el 70% de las bacterias que se encuentran en la boca de los recién nacidos son transmitidas mediante la saliva por la madre. 

 

Salud bucal en el embarazo

Hay muchos mitos que giran en torno al embarazo, uno de ellos es el de los dientes. Seguramente, alguna vez hemos oído decir, entre otras cosas, que las embarazadas no pueden hacerse tratamientos dentales. No obstante, la mayoría son infundados. Por ese motivo, si estás embarazada es bueno que sepas cómo tienes que cuidar tus dientes.
La salud bucal durante la gestación resulta de suma importancia, puesto que se trata de una etapa en la cual es necesario prestarle mayor atención al cuidado de la boca, no sólo de los dientes sino también de las encías, debido a que la flora bacteriana se ve modificada por las hormonas del embarazo y las vuelve más propensas a la acumulación tanto de sarro como de bacterias.
Es común el sangrado de las encías al cepillarse los dientes, porque durante el embarazo se encuentran más sensibles e inflamadas por efecto de las hormonas y el incremento de flujo sanguíneo. De todos modos, si percibes que las encías sangran por demás al cepillarte, se observan abultadas, enrojecidas o sientes dolor, es indispensable consultar con el odontólogo. Es posible que padezcas una enfermedad periodontal conocida como gingivitis, una infección muy común en las embarazadas que es provocada por la acción de los depósitos de placa.
Entre los factores de riesgo de la gingivitis podemos mencionar la edad avanzada de la mujer, la diabetes y el tabaquismo. Si la infección se trata a tiempo no habrá problemas, por ello no debes dejar de concurrir al odontólogo si estás en la dulce espera. Si no recibes el tratamiento apropiado, la gingivitis puede producir complicaciones en la gestación, como por ejemplo parto prematuro.
Una de las principales prioridades es prevenir la aparición de caries y gingivitis, ya que el incremento de los niveles de prolactina y estrógenos provoca cambios no sólo en el organismo de la mujer sino incluso en la boca, haciendo que la placa bacteriana actúe más agresivamente en los dientes y las encías.
Una de las medidas preventivas es adoptar hábitos de higiene bucal saludables, como cepillarse los dientes luego de cada comida, preferiblemente con un cepillo de cerdas suaves en caso que sangren las encías, usar hilo dental para pasarse en las zonas a las que no se pueden acceder con el cepillo, emplear enjuague antiséptico y, en caso que sea necesario, aplicar flúor.
Otra de las cuestiones fundamentales es la alimentación. Para evitar la aparición de caries o cualquier otra infección, es importante disminuir el consumo de azúcares, incrementar el consumo de calcio, presente en lácteos y yogures, y consumir proteínas a través de la ingesta de carne, legumbres y pescado.
Visita periódicamente al dentista. De lo contrario, en caso que exista una infección y no sea trata a tiempo, puedes llegar a sufrir la pérdida de piezas dentales o complicaciones en el embarazo. Recuerda que la anestesia, al igual que las resinas o amalgamas, usadas para el tratamiento de caries, no afectan al curso normal de la gestación.

La gingivitis afectaría la fertilidad de las mujeres

Un estudio reciente, que fue desarrollado en Australia, ha revelado que la gingivitis, enfermedad periodontal de las encías, puede aumentar el tiempo de concepción en las mujeres. Por consiguiente, se recomienda que las embarazadas consulten con el dentista para verificar el estado de sus encías, puesto que la gingivitis se presenta como un factor de riesgo que puede retrasar las posibilidades de lograr un embarazo.
La gingivitis, constituye una patología crónica e infecciosa que es provocada por las bacterias que se hallan habitualmente en la boca y que, de no ser controladas, pueden llegar a inflamar las encías así como los tejidos que sirven de soporte a los dientes.


Se ha relacionado la enfermedad periodontal con la diabetes, la patología cardíaca, las afecciones del aparato respiratorio y de riñón e, incluso, con abortos y nacimientos prematuros.


Según las cifras que se divulgan, cerca del 10 por ciento de la población presenta alguna clase de enfermedad periodontal severa. No obstante, es bueno saber que el cepillado regular de los dientes  y la utilización de hilo dental son la mejor forma de prevenirlas.
Cuando se demota más de 12 meses en lograr quedarse embarazada, es síntoma de que hay algún problema de fertilidad. Por esta razón, los especialistas afirnan que, aparte del estrés y la gingivitis, hay otros factores que pueden retrasar el tiempo de concepción en las mujeres, como por ejemplo la edad avanzada, sufrir de obesidad o sobrepeso o ser fumadora. Por consiguiente, si estás planeando tener un hijo es importante que, además de consultar con un ginecólogo, asistas al dentista para que te realice el control pertinente y, de ese modo, prevenir la aparición de posibles problemas durante la gestación.

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Cuidado de la salud bucal en el embarazo

El embarazo constituye un periodo de importantes cambios hormonales y el incremento de fluido sanguíneo. Tales cambios aumentan el riesgo de la aparición de caries y sangrado de encías (gingivitis).
Teniendo en cuenta estos datos, para lucir tu mejor sonrisa durante el embarazo lo más indicado es cepillar tus dientes luego de cada comida. Para ello, usa un cepillo de cerdas finas y pasta dental con fluoruro. También, es necesario limpiar bien la lengua y emplear hilo dental, como forma de prevenir la gingivitis.
Si precisas realizarte algún tratamiento dental, lo más conveniente es que lo hagas antes de buscar un embarazo. Pero en el caso de que ya estés esperando un  bebé, es recomendable esperar a llegar al cuarto mes, puesto que los primeros tres meses son los de mayor importancia para el desarrollo del niño y las posibilidades de presentar complicaciones es más alta.
De todos modos, se recomienda visitar de forma periódica al dentista por lo menos una vez durante el periodo de gestación y otra tras el parto, aunque no presentes ningún tipo de afección bucodental.
En tanto que si tus encías se encuentran inflamadas y supuran o posees la sensación de que se te mueven los dientes, acude con rapidez al odontólogo, porque podrían tratarse de síntomas que indiquen la presencia de un problema periodontal.
Por otro lado, para cuidar la salud de tus dientes, la alimentación es fundamental. En tal sentido, es preciso evita ingerir azúcar, ya que su alto consumo hace que la placa dental se torne más agresiva y que se produzcan ácidos que atacan al esmalte y ocasionan caries.
Es muy importante tener en cuenta que las encías representan tejidos extremadamente sensibles a los cambios hormonales, que podrían acarrear diversas situaciones que inclusive podrían conllevar la pérdida de las piezas dentarias.

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