Blefaritis escamosa en los niños

Una de las patologías que afecta a los niños es la blefaritis, la cual consiste en la inflamación de los tejidos que conforman los párpados, pudiendo llegar a producir desde una simple molestia hasta efectos graves sobre la visión.
Los niños con blefaritis suelen tener los párpados irritados e inflamados. Incluso, durante la mañana, tales síntomas pueden ser acompañados por costras parecidas a las legañas. Por eso, esta patología es conocida como blefaritis escamosa.
La blefaritis suele relacionarse con la dermatitis seborreica, pero también producirse  por una infección bacteriana o una alergia.
La enfermedad se caracteriza por la producción excesiva de aceite de las glándulas que están ubicadas en el margen palpebral, cerca de los párpados. Ese aceite funciona como una especie de lubricante para la superficie del ojo y el interior de los párpados. Cuando se padece blefaritis, las glándulas se obstruyen y la grasa producida por ellas se va estancando generando ácidos grasos que irritan el ojo, aunque los síntomas más visibles suelen apreciarse en la zona de los párpados.
Por su parte, la blefaritis alérgica generalmente es provocada por el contacto con determinados productos cosméticos o ciertas sustancias que se introducen en los ojos a través del contacto con las manos. Debido a que los niños acostumbran frotarse los ojos, resulta fundamental cuidar la higiene de sus manos. Al mismo tiempo, los colirios, medicamentos o pomadas, también pueden ser causa de blefalitis, aunque esto no se da tan frecuentemente.
El tratamiento en los más pequeños suele consistir en una limpieza de la base de las pestañas con agua tibia y, en algunos casos, con un champú especial. De todos modos, si el pequeño experimenta alguno de estos síntomas es importante consultar con el especialista, para comenzar cuanto antes el tratamiento. 

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La toxoplasmosis en el embarazo III

Los gatos son los únicos animales que transmiten el parásito de la toxoplasmosis a partir de sus heces. De ahí que haya que tener cuidado al limpiar su arenal, alimentarlo con comida especial para gatos y mantenerlo lejos de la cocina, entre otras cosas, para evitar el contagio sin tener que deshacerse de él.
Sin embargo, tanto la carne de cerdo como de cordero y las presas de caza también albergan este parásito, aunque cualquier tipo de carne puede encontrarse infectada, por ende siempre debe cocinarse y manipularse de forma adecuada, pues si comes carne cruda o poco cocida puedes infectarte.
Algunas de las pautas para preparar la carne de manera segura son: congelar la carne en los días previos a cocinarla para reducir las posibilidades de una infección, cocinar bien la carne ya que es el único modo de eliminar la toxoplasmosis;  evitar el consumo de carne curada en sal o ahumada, excepto que antes los calientes hasta que humeen.
También, para evitar la infección no debes beber leche que no esté pasteurizada, evita comer huevos crudos, lava o pela las frutas y los vegetales,  y mantén bien conservada la comida.
Por otro lado, hay que mantener constantemente limpios los mostradores y utensilios de la cocina, no tocarse la boca, la nariz ni los ojos cuando se esté preparando la comida, lavarse las manos antes de comer, usar guantes al trabajar en el jardín y evitar los areneros públicos.

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Cómo prevenir la aparición de hongos en la boca del bebé

La boca del bebé recién nacido es una zona muy proclive para la aparición de hongos, como la «candida albicans«, un hongo que aparece en la boca del bebé y ocasiona una infección llamada «muguet«. Normalmente, no genera molestias al bebé, pero debe tratarse para que no provoque dolores en el pecho de la madre.
En ocasiones, se puede observar en el labio superior del bebé un pequeño callo que se desprende cada tanto. Es algo habitual en los bebés amamantados y desaparece con el tiempo, especialmente con el uso de la cuchara.
Según la zona donde aparece, el muguet recibe distintos nombres, como «sapillo», «hollín», «aljolí.
Para prevenir su aparición, si el bebé utiliza biberones o chupetes , resulta conveniente hervirlos con frecuencia para erradicar los hongos.
 Se debe tener especial cuidado en caso que la madre padezca una vaginitis o si se encuentra tomando antibióticos, ya que de la madre pueden contagiarse al bebé.
Para el tratamiento de estos hongos, el pediatra seguramente recomendará un líquido o una pasta que contenga un antimicótico para aplicar en la boca siempre después de las tomas para que permanezca por más tiempo en la boca.
Con respecto a las complicaciones que pueden surgir en una infección de este tipo residen en la aparición de hongos en heces, las cuales pueden causar una dermatitis del pañal muy molesta y complicada de aliviar si no se conoce la causa. Otra de las complicaciones es el contagio del pecho de la madre, quien puede llegar a sentir un intenso dolor en los pechos en cada toma. La candidiasis mamaria es bien molesta, por lo que se precisa tratar al bebé y a la madre a la vez.

¿Cómo prevenir la mastitis?

Algunas madres, tras el parto, sufren de mastitis. Pero ¿qué es la mastitis?, se preguntarán ustedes. Consiste en una infección de uno o ambos senos, la cual es provocada por la penetración de los gérmenes de la piel en los conductos glandulares de la mama. Dicho problema es bastante frecuente entre las mujeres en período de lactancia, debido a que durante el mismo se forman grietas en el pezón que favorecen el ingreso de los mismos.
Sin embargo, la mastitis puede prevenirse ¿De qué manera? Aunque no lo crean, dando el pecho al bebé con mayor frecuencia. No hay que dejar pasar mucho tiempo entre una toma y otra, y si observas que está muy congestionado, es recomendable ayudarse con un sacaleches.
Al mismo tiempo, es preciso cuidar mucho la higiene. Con una ducha diaria alcanza, pero también puedes lavar con agua tibia el pezón en el momento previo y posterior de cada toma, evitando el uso de jabón u otros productos irritantes. Luego de cada lavado, coloca una gasa esterilizada, y en caso que notes que hay segregación de leche, cámbialo cuantas veces lo creas necesario, ya que los senos tienen que permanecer secos.
Por último, es conveniente utilizar un sostén que sea un poco holgado, debiendo cambiártelo cada vez que salga leche. En caso que presentes síntomas intensos como escalofríos, fiebre o mucho dolor, visita a tu médico para que te recete un medicamento. Tengan en cuenta que la mastitis puede producirse en un solo seno, por lo que es posible  continuar dando de lactar al bebé con el otro, y en caso que los dos senos se vean afectados, lo mejor es vaciarlos con el sacaleches.