Picazón en el embarazo

Desde el quinto o sexto mes de embarazo, cuando la barriga se va tornando más prominente, es cuando algunas mujeres suelen comenzar a sufrir picazón.
La picazón se da especialmente en la zona de la panza, y puede ir aumentando en intensidad con el paso del tiempo, pudiendo llegar a desesperar a cualquiera. Su origen se debe al crecimiento de la barriga, lo cual provoca que la piel se estire y se tense generando resequedad que trae acarreada consigo a la picazón.
Esta picazón también puede darse en otras partes del cuerpo donde la piel  suele estirarse, como por ejemplo los senos, y la zona de las caderas, nalgas y muslos; qué lógicamente aumenta de tamaño por el embarazo.
El estiramiento de la piel producido durante el embarazo, en la mayoría de los casos da paso a la aparición de estrías, que pueden ser leves o severas, dependiendo de cada mujer.
Otro motivo de picazón es el denominado prurito del embarazo, el cual suele aparecer alrededor del quinto mes, pudiendo apreciarse como un enrojecimiento, afectando sobre todo la espalda y las palmas de las manos, así como las plantas de los pies y hasta los genitales.
Una de las causas posibles de la picazón residiría en que las hormonas placentarias producen un mal funcionamiento del hígado reteniendo las sales biliares, de modo la picazón irá a desaparecer después del parto cuando el nivel de hormonas vuelva  a la normalidad.
Esta picazón, puede generar alteraciones en el sueño e incluso heridas por rascarse intensamente. De modo que para aliviar la picazón y evitar la aparición de estrías es conveniente no rascarse, aplicarse compresas frías en las zonas afectadas, evitar lugares calurosos, usar jabón suave, aplicar cremas  a base de avena y sin fragancia, usar  ropa holgada de algodón, y cuidar el peso corporal.

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Cómo combatir la sudamina en los bebés durante los meses de calor

Los bebés que nacen durante el verano suelen presentar granitos en su piel a causa de las elevadas temperaturas. Ese sarpullido o sudamina consiste en una alteración de la piel, que no reviste importancia, más allá de que es un poco antiestética. Es de vital importancia no confundirla con otras afecciones infantiles en las que puede aparecer un sarpullido en la piel, razón por la cual es conveniente realizar una consulta con el pediatra.
A pesar que es muy común durante los primeros meses de vida de los bebés, la sudamina puede aparecer también en niños mayores cuando la temperatura sube por encima de los 30 ºC. Por lo general, los granitos aparecen de manera dispersa o, bien, juntos formando ronchas de tono rojizo, pudiendo producir picazón producto de que la piel se encuentra inflamada.
Los granitos que produce la sudamina aparecen cuando la piel del pequeño impide salir el sudor y éste resulta retenido en las capas de la dermis, dando lugar a pequeños granitos rojos. Cuando se trata de una sudamina leve, las ampollas diminutas se rompen con facilidad y se forman costras. Pero si el calor persiste, los granitos rojos pueden producir picazón y reaparecer comúnmente en diferentes partes del cuerpo, siendo las más habituales: la frente, las mejillas, los párpados y la nariz. Aunque también suelen brotar en los brazos, la nuca y en el tronco superior, además de la zona del pañal y en los muslos.
La que se recomienda para mantener al bebé libre de sudamina es evitar que sude, algo que en el verano se torna muy difícil con la subida de las temperaturas. De modo que para ayudar a mantener fresco al bebé se aconseja cambiarle el pañal con frecuencia,  para que no acumule calor y humedad, bañarlo solamente con agua, sin usar gel o jabones que puedan provocar la irritación de su piel, secarlo con suaves toques,  para absorber la humedad de su piel, y vestirlo con ropa liviana, evitando  ponerle ropa ajustada.
Además, resulta recomendable conservar el ambiente fresco, evitar la exposición directa y prolongada al sol, y tocar la nuca del bebé para saber si está acalorado.
Cuando aparecen los granitos de la sudamina, aparte de aplicar todas las medidas preventivas para evitar que se agraven, el pediatra puede recomendar una crema con cortisona, en los casos más severos.