La depresión postparto podría diagnosticarse con un simple análisis de sangre

Si bien el nacimiento de un hijo es el momento más feliz para cualquier madre, muchas mujeres suelen experimentar una profunda angustia tras el parto. Se estima que entre el 10 y el 18 por ciento de las madres sufre depresión posparto. Sin embargo, hasta ahora, poco y nada se sabía acerca del porqué algunas sufren de ello y otras no. Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad John Hopkins, de Baltimore (Maryland), develó que la causa se centraría en la alteración química de dos genes, algo que podría ser detectado mediante un simple análisis de sangre.
Los investigadores norteamericanos lograron determinar que, las modificaciones en la forma en que funcionan los genes en la secuencia del ADN, se puede detectar en un análisis de sangre en cualquier etapa del embarazo, el cual tendría un 85 por ciento de acierto.
De este modo, se lograría pronosticar de manera sencilla la depresión en las semanas posteriores al parto, dando lugar además a una intervención terapéutica previo a que los síntomas se acentúen.
Un grupo de 52 embarazadas participó del estudio, aunque los investigadores consideran que será necesario probarlo en más mujeres para constatar los resultados obtenidos.
A pesar que la depresión posparto es padecida por entre el 10 y 18 por ciento de las mujeres, la tasa asciende al 30 y 35 por ciento entre aquellas que contaban con un diagnóstico previo de trastornos en el ánimo.
Este tipo de depresión, que empieza cuatro semanas después de haberse producido el parto y puede llegar a prolongarse hasta un año, suele caracterizarse por la aparición de sentimientos persistentes de desesperanza, cansancio, tristeza y ansiedad.

Síntomas de la depresión postparto

La depresión postparto es muy común entre las mujeres que acaban de dar a luz, lo cual las hace sentirse angustiadas.  Este cuadro puede ser superado con el apoyo del círculo íntimo y, de ser necesario, un profesional de la salud.

Por lo general, los bajos estados anímicos pueden llegar a pedurar por meses y hasta incluso años si la mujer no recibe el tratamiento adecuado, lo cual sería muy peligroso tanto para la mujer como para su hijo pues se dieron casos en los que el estado depresivo era tan profundo que desencadenaron en hechos trágicos. Hay que tener en cuenta que las mujeres con depresión postnatal poseen pensamientos extraños y negativos con respecto a su bebé, debido a que lo ubica como  culpable de haberle arruinado  el bienestar del que gozaba antes de su nacimiento. Por este motivo, se da con mucha frecuencia que tras el parto las mujeres experimenten un estado anímico conocido como “baby blues”, que consiste básicamente en una profunda tristeza y cambios de humor bruscos.

Aunque, en la mayoría de los casos, estos cuadros desaparecen en pocas semanas, existen algunos otros en los que el problema se prolonga  por más tiempo producto del estrés que les provoca el cuidado del recién nacido. Es ahí cuando los síntomas de cansancio y tristeza pueden suscitar en las mujeres la aparición de  pensamientos dañinos vinculados a sus bebés.

Por supuesto que nada de esto quiere decir que la mujer que padezca este tipo de problemas vaya a ser una mala madre. Salvo excepciones, es bastante difícil que esos pensamientos negativos se terminen convirtiendo en una acción real. Por eso, es muy importante que todas las mujeres reciban después del parto asistencia de un profesional para, de ese modo, lograr sobreponerse a cualquier estado de depresión.

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Efectos de la depresión materna en el desarrollo infantil

Según los especialistas, la depresión materna puede influir en el desarrollo del bebé durante el embarazo e incluso después de su nacimiento, lo cual se relacionaría con las bajas expectativas para el niño en función a una desatención durante su crianza por parte de la madre, quizá desarrollada involuntariamente.
Al mismo tiempo, la Academia Estadounidense de Pediatría sostiene que la depresión postparto puede afectar de manera negativa en los pequeños, perjudicando su desarrollo físico, lo cual repercutiría directamente en su crecimiento, incidiendo de este modo en la estatura de los mismos. Por este motivo, los expertos subrayan la importancia de llevar a cabo un tratamiento apropiado para combatir la depresión materna durante el primer año de haberse producido el parto, para así prevenir que los niños tengan baja estatura.
Al respecto, Pamela J. Surkan, de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, en Baltimore, en una nueva investigación sobre el tema postula que si bien investigaciones anteriores lograron demostrar que la depresión materna puede influir negativamente en el desarrollo de los niños, retardando incluso su crecimiento durante los primeros dos años de vida, no hay mucha información que de cuenta acerca de cómo estos síntomas inciden en los niños mayores.
Durante la realización del estudio, se comprobó que los síntomas de depresión materna después de haber transcurrido nueve meses del parto tendrían efectos negativos sobre el crecimiento de los niños de más de tres años de edad, pues se ha logrado comprobar que  los hijos de madres que sufren una depresión severa poseían un 48% de probabilidades de situarse por debajo de la media de estatura apropiada en torno a los cuatro y cinco años, en comparación con otros pequeños cuyas madres no padecían depresión.
Las causas de la depresión materna podrían estar relacionadas con una alimentación pobre, como sería el caso de  una breve lactancia materna, así como una falta de apego entre madre-hijo, algo vital para que el desarrollo del bebé sea adecuado.

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Posibles complicaciones durante el postparto

El postparto o puerperio es una etapa que no en todos los casos genera complicaciones en la mujer, pero es importante permanecer atenta por si se presenta algún inconveniente para consultar inmediatamente con el médico.
Normalmente la madre, luego del parto, posee un sangrado muy parecido a la regla, con la diferencia de que éste durará más días que la menstruación. El color de la sangre tiene que ser rojo, y se pueden presentar coágulos que no indicarán nada malo salvo  que superen el tamaño de un limón.
Es importante estar atentas a este sangrado, ya que esto servirá para estar seguras de que nos encontramos bien. Por ejemplo, si notas que tienes un sangrado permanente casi sin pausa podría tratarse de una hemorragia, de modo que es recomendable que te coloques una compresa helada en la zona baja de tu vientre, para ayudar a que se contraiga el útero, y acudir rápidamente al hospital.
Luego del parto, cabe la posibilidad de desarrollar una infección urinaria, de ser así sentirás algunos síntomas, como la necesidad de orinar frecuentemente, quemazón en la zona vaginal, ardor al orinar, y el color de la orina tenderá a ser oscuro.
También, durante el puerperio puedes levantar temperatura a causa de la bajada de la leche, lo cual es algo bastante común. Pero si superas los 39 ºC de temperatura o la fiebre persiste más de un día, deberás acudir al médico para poder descartar la posibilidad de que se trate de mastitis o una infección en la herida de la episiotomía o de la cesárea, según el caso.
Por otra parte, es común sentir dolor en la parte baja del vientre durante los primeros 5 días ya que el útero se encuentra en pleno proceso de retornar a su tamaño original. En caso de que el dolor continúe, es necesario consultar con el médico con el fin de revisar si la placenta fue expulsada por completo, lo cual puede suceder sobre todo si se tuvo un parto prematuro o complicado.
Asimismo, ante la presencia de un coágulo en la sangre, se puede sufrir una infección en las venas, lo cual producirá falta de aire, dolor en el pecho, pantorrillas y/o muslos. Ante cualquiera de estos síntomas no dudes en acudir al hospital de manera inmediata. 
Al mismo tiempo, algunas madres suelen sentirse mal o padecer cambios de humor luego del parto producto de que las hormonas han bajado rápidamente. Dicha condición por lo general desaparece después de transcurridos unos 15 días; pero en caso que llegara a persistir, se podría estar presente ante una depresión postparto, y para superarla precisarás ayuda profesional.
En fin, no hay que alarmarse. Sólo se trata de conocer todo lo que es normal y lo que no en la etapa del posparto, para poder saber cuándo es necesario recurrir al médico y no tomarse las cosas a la ligera.

¿Qué es la cuarentena?

Si hay algo complicado para cualquier nueva mamá ése es el período de puerperio, comúnmente llamado cuarentena, el cual supone un proceso de cambios hormonales y marca el final de una etapa compleja, como lo es el embarazo y el parto. De modo que, muchas veces, el  estado emocional y psicológico de la mujer es más débil y, generalmente, eso suele afectar el modo de ver las cosas.
La cuarentena es el momento en que el cuerpo de la mujer retorna a su situación normal después del embarazo. El organismo en su totalidad vuelve a su regularidad, aunque también se pueden presentar ciertas molestias, como constipación y hemorroides.
Este período de puerperio se extiende el tiempo necesario, por lo general durante seis u ocho semanas, para que el cuerpo de la mamá regrese a las condiciones pre-gestacionales, disminuyendo de manera paulatina las características adquiridas a lo largo del embarazo.
Tras el nacimiento del bebé, los profesionales de la salud recomiendan guardar 40 días de prevención para que la mujer retorne a su estado normal, de ahí el nombre de cuarentena, y comience a recuperar de a poco  el cuerpo que tenía antes.
Durante este período, es común que se produzcan ciertos cambios psicológicos importantes, ya que al producirse tantos cambios hormonales, la mujer atraviesa una especie de depresión, conocida como la depresión postparto, o período de tristeza, que debilita su sistema inmunológico.
La cuarentena era una medida que se tomaba fundamentalmente hace alrededor de 50 años, cuando se acostumbraba aislar a las mamás que podían llegar a sufrir algún trastorno o eran más débiles a cualquier contagio.
Hoy en día, la cuarentena es vista y tomada de otra manera, y las mamás no son aisladas en su casa por estos motivos. Tan solo los médicos recomiendan que, durante estos días, las mamás descansen lo suficiente y comiencen a incorporar los cambios que se van a suceder en su vida con la llegada del nuevo integrante a la familia.

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