Lactancia materna para prevenir enfermedades

Lactancia materna para prevenir enfermedades

No es en vano que se hacen campañas sobre la lactancia materna constantemente ya que la misma forma parte fundamental de la alimentación de un pequeño para prevenir diversos tipos de enfermedades, como lo son principalmente la obesidad, el sobrepeso, y todas aquellas patologías relacionadas con ambas.

Existen a lo largo de los años muchos estudios que demuestra lo importante que es para un bebé recién nacido, el recibir el alimento primordial de su madre, ya que la leche materna posee muchos beneficios, no solamente para el pequeño, sino también para la madre que amamanta.

No hace mucho se ha descubierto que la leche de fórmula, posee una proteína la cual en casos de antecedentes de diabetes en la familia, podría incrementar las posibilidades que el pequeño recién nacido desarrolle dicha enfermedad a medida que va creciendo, por eso es altamente recomendable que una madre tome consciencia y prenda al pecho lo antes posible al bebé recién nacido.

En los casos que la madre padezca enfermedades como diabetes de tipo I, la leche de fórmula debe evitarse por lo menos hasta el año, siempre consultando y siguiendo las recomendaciones que nos brinda el pediatra en la consulta, ya que muchos consideran en casos de antecedentes de diabetes, que el pequeño bebé, debe alimentarse con leche materna justamente para prevenir que herede la enfermedad.

Almacenamiento de leche

leche maternaLa madre puede, si se ve obligada, extraer la leche para poder darle de comer al pequeño en otro momento del día. Extraer leche, de manera manual o con la ayuda del sacaleches. De todas maneras, hay que advertir que se necesita un poco de práctica para hacerlo; pero, cada vez son más las mujeres que deciden realizar esto, para dar a sus hijos la leche materna, si no van a poder estar con él, en el momento de la toma. La clave para que esto sea efectivo, está en el hecho de que debemos conseguir que el efecto de la succión sea el doble, para conseguir que la leche salga. Para conseguir esto se aconseja hacerlo en un lugar íntimo, tranquilo y donde podamos pensar en el pequeño. Debemos elegir un lugar donde no haya muchas interrupciones, donde podamos estar tranquilas.

Tenemos distintos métodos en el mercado de extracción de leche, que van a ir dependiendo de las causas de la separación y de la edad del bebé. También, debemos tener mucho cuidado con el tema de la limpieza, como el buen lavado de las manos y de todos los utensilios que vamos a usar, tanto en la extracción, en la recolección y en el almacenamiento de nuestra leche.

Dicha extracción se puede hacer de manera manual, que es como se hacía antiguamente, en los pueblos primitivos -y, no tan primitivos-. Esta es la mejor opción si la separación va a ser por un período corto de tiempo. Si va a ser por un período de tiempo largo, entonces, lo mejor es un sacaleches eléctrico.

Dentro, también, de los sacaleches, los hay de tipo manual, que se basan en imitar la acción de una jeringa, o que se pueden usar de una sola manera. Entre los eléctricos, nos encontramos con algunos que nos ofrecen la posibilidad de extraer de un pecho, o de los dos a la vez -lo que hace que nos ahorremos la mitad del tiempo-.

La lactancia materna mejora la fuerza en las piernas

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Tenemos otro factor positivo para dar el pecho, se ha demostrado que la fuerza de los adolescentes, que han sido alimentados a base de leche materna, son más fuertes, o sea, poseen más fuerza muscular. Así lo leemos en un estudio que ha hecho público el Journal of Nutrition. En una investigación que se centró en el análisis de la relación que hay entre la duración de la lactancia materna, que se ha recibido durante la edad infantil y el nivel físico, en etapas posteriores, los especialistas han podido demostrar que dar el pecho otorga beneficios a largo plazo en las condiciones físicas de los lactantes, cuando ya están en la edad  adolescentes.  Si se compara con los niños que no habían recibido leche materna, nos encontramos que los que fueron amamantados, entre 3 y 5 meses, o más de medio semestre, posee la mitad de riesgos de tener bajo rendimiento, en las pruebas físicas. La alimentación a base de leche materna, de forma exclusiva, o combinada con otro tipo de alimentos, iba unido a un mayor rendimiento en las pruebas de salto horizontal, tanto en niños como en niñas, sin tener en cuenta factores morfológicos, masa de grasa, altura del individuo o cantidad muscular. Además, vuelven a señalar que esta practica podría salvar la vida de 1.5 millones de personas.

La alimentación de la madre, durante la lactancia

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Jate Di Prima, especialista en lactancia materna, considera que muchas mujeres no poseen el apoyo necesario para algo tan íntimo y maravilloso como es amamantar a sus hijos, durante un período de varios meses. Uno de los temas más importantes es el de la alimentación de la madre, durante este período, ya que la madre debe tomar una dieta sana y algo especial. «Las mamás no necesitan comer muchos alimentos extras o especiales para producir leche materna. Una dieta sana las ayudará a producir leche con el equilibrio adecuado de energía, proteínas y vitaminas y ayudará a la madre a sentirse mejor y tener más vitalidad». Las mujeres que busquen dar el pecho deben tomar frutas y verdura; pastas y cereales de tipo integral;  una cantidad moderada de productos lácteos, que deben ser descremenados; y, carnes magras, que se deben alternar con el consumo de legumbres. Con estos sencillos cambios, la madre logrará toda la energía que necesita para poder dar el pecho a su pequeño. Y, es que cada día nos encontramos con más estudios que demuestran lo sano y beneficioso que es dar el pecho a nuestro pequeño.

La lactancia previene el cáncer y la osteoporosis

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Aunque toda la vida se ha sabido que la lactancia materna beneficia a la salud de los niños, ahora, se ha demostrado que también beneficia a la salud de la madre, ya que disminuye el riesgo de sufrir enfermedades como el cáncer -algunos tipos- y osteoporosis. Así lo han hecho público la Asociación de Nutricionistas de Australia, que considera que amamantar es óptimo tanto para la salud del bebé, como de la madre. Claire Hewat ha explicado que la lactancia beneficia a la madre, aunque ya hayan pasado años desde que dio el pecho. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud siempre recomienda que los bebés se alimenten, sólo, de leche materna, hasta que cumplen los seis meses de edad; y, hasta, por lo menos, dos años, se debe combinar la leche materna con alimentos complementarios. Pero, estos datos parecen no ser suficientes, puesto que sólo un 80% de los niños se alimentan de leche materna, en sus primeras semanas, cayendo del 56% si se habla de los tres meses y, al 14%, si hablamos de los seis meses. Son las mujeres de un área socioeconómicas más baja, quiénes dejan de dar el pecho mucho antes. Según Hewatt es una pena este hecho: «las madres que amamantan tienen un riesgo menor de sufrir de cáncer de mama, cáncer de ovario y osteoporosis. La lactancia también mejora el sistema inmune, mejora la recuperación tras el parto y ayuda a que la madre pierda el peso ganado durante el embarazo».

¿Qué alimentos no debemos tomar durante la lactancia?

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Hay una serie de alimentos que no deberíamos consumir, en el tiempo que estamos dando el pecho, por el bien de nuestra salud y de nuestro bebé. Por supuesto, las bebidas que sean de tipo estimulante. Pero, no sólo el café o té, que ya son conocido por su gran concentración de cafeína, también, el cacao, el chocolate o las bebidas que llevan cola. Por supuesto, las bebidas que tengan alcohol, tanto de vino, los aperitivos, la cerveza -no se recomienda, ni siquiera, el consumo de las que no tiene alcohol; los licores, de cualquier tipo. Si tomamos alcohol, debemos tener en cuenta que esta pasa a la propia leche materna y, por tanto, va a hacer daño al niño. Vegetales como la coliflor, la col, el pepino, las alcachofas, los espárragos y los pimientos, ya que está demostrado que cambian el sabor que posee la leche. Y, por supuesto, ni se te ocurra tomar medicamentos, si no han sido prescritos por su médico.

La lactancia materna previene el asma

Según un estudio realizado por la revista Nature, si damos de alimento, a los bebes, sólo leche materna, facilitaremos que los niños posean defensas que le hagan defenderse de las alergias a las sustancias que están presentes en el aire y que causan enfermedades como el asma. Según la investigación, la madre transmite, a través de la leche los alérgenos que respiran en el aire -y que provocarían el asma alérgico-; el sistema inmunológico del bebé va a desarrollar tolerancia a estas sustancias. Una serie de investigaciones de Francia, que estaban liderados por Valerie Julia; han experimentado con crías de ratones de laboratorio a las que las madres transmiten, a través de la leche, los mismos alérgenos que ellas respiraban. El resultado ha sido que las crías desarrollan una tolerancia a esa sustancia sin que la madre tuviera que transmitirle inmunoglobulinas, si no que los ratones crean defensas necesarias: un antígeno de tipo específico. Los investigadores piensan que esto podría ser el primer paso para poder crear fármacos que frenaran el padecimiento de alergias. Hay que recordar que el asma puede afectar a 300 millones de personas en todo el mundo.

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Según un estudio realizado por la revista Nature, si damos de alimento, a los bebes, sólo leche materna, facilitaremos que los niños posean defensas que le hagan defenderse de las alergias a las sustancias que están presentes en el aire y que causan enfermedades como el asma. Según la investigación, la madre transmite, a través de la leche los alérgenos que respiran en el aire -y que provocarían el asma alérgico-; el sistema inmunológico del bebé va a desarrollar tolerancia a estas sustancias. Una serie de investigaciones de Francia, que estaban liderados por Valerie Julia; han experimentado con crías de ratones de laboratorio a las que las madres transmiten, a través de la leche, los mismos alérgenos que ellas respiraban. El resultado ha sido que las crías desarrollan una tolerancia a esa sustancia sin que la madre tuviera que transmitirle inmunoglobulinas, si no que los ratones crean defensas necesarias: un antígeno de tipo específico. Los investigadores piensan que esto podría ser el primer paso para poder crear fármacos que frenaran el padecimiento de alergias. Hay que recordar que el asma puede afectar a 300 millones de personas en todo el mundo.

Dificultades a la hora de dar el pecho

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Algunas madres encuentran problemas a la hora de dar el pecho; pero, no por ello se vuelve imposible. Lo que no debe hacerse es desesperarse. Hay que insistir las veces que haga falta y no tirar la toalla, pase lo que pase. Por ejemplo, para las madres que tienen gemelos es un tema problemático pero, deberían estar tranquilar, por que dar el pecho a gemelos es posible. El estímulo de la succión se multiplicará por dos, por lo que habrá una producción de leche dos veces mayor. Lo importante es buscar una posición con la que nos sintamos cómodas y buscar la mejor solución para ambas partes de la ecuación. Es cierto que las madres que han sufrido una cesárea tardan un poco más en ver como la leche les sube: pero, no deben de dejar de dar el pecho. Para ellas, el mayor problema se encuentra en descubrir la mejor postura para que el bebe mame, sin que l haga daño en la zona de la suturas, en la zona de la cesárea.

Cuanta más leche tome el bebé, más produce el pecho

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El mayor estímulo que tiene el propio pecho a la hora de producir leche es la succión que hace el bebé. Lo que tenemos que tener muy claro es que cuantas más veces se agarre el bebé al pecho de la madre y cuanta más leche consuma, más leche producirá el pecho. La realidad es que la cantidad de leche que produce el pecho se ajusta, por naturaleza, a la que consume el bebé, y a las veces que vacía el pecho, cada día. También, debemos tener en cuenta que  la cantidad de leche va a ser diferente, según el momento del día en el que esté el niño. No debemos asustarnos si los primeros días la leche que nos sale es amarilla, es lo que se conoce como calastro y posee una gran cantidad de proteína y de sustancias antiinfecciosas; después, aparecerá la leche más madura. Al principio de la toma es normal que nuestra leche tenga una forma más “aguada”; pues, es al final de la misma cuando va a aumentar la cantidad de grasas que toma. Aunque muchas madres primerizas tengan miedo de ello, tranquilas. No existe leche de mala calidad, ni nada parecido. La leche materna -excepto si hay una enfermedad-, siempre es adecuada a las necesidades del bebé y es todo lo que necesita para su perfecto crecimiento. Cuando el niño acaba de nacer no debemos cometer el error que cometen muchas madres de ofrecer chupetes ni ningún tipo de biberón. La razón es que el bebé se puede llegar a confundir y acostumbrar a la tetina del biberón y, después de eso, agarrarse al pecho de su madre como si fuera la tetina, lo que haría que la toma no fuera tan efectiva.

La leche materna debería ser tomada a la misma hora, a la que fue extraída

Según un estudio llevado a cabo por la revista Nutritional Neuroscience, la leche materna tiene unos niveles distintos de núcleotidos -muy importantes para la regulación del sueño del bebé- cuyo porcentaje va a ir variando, dependiendo del momento del día en el que estamos. La máxima concentración de nucleótidos es durante la noche, por esto se piensa que la leche podría ser un inductor del sueño del pequeño: “La leche tiene una composición que es propia del día y promueven la actividad del lactante, y otros propios de la noche que facilitan su reposo”, por tanto sería un error sacarse la leche por el día, y dársela por la noche, por que estaríamos excitando al bebé. Además, con la leche materna se logra cubrir las necesidades fisiológicas del niño, además de protegerle de catarros, diarreas o del temido síndrome de muerte súbita del lactante y previene de enfermedades como son el asma, la alergia o la obesidad y hace que se desarrolle mejor la intelectualidad del mismo.

Lactancia maternaSegún un estudio llevado a cabo por la revista Nutritional Neuroscience, la leche materna tiene unos niveles distintos de núcleotidos -muy importantes para la regulación del sueño del bebé- cuyo porcentaje va a ir variando, dependiendo del momento del día en el que estamos. La máxima concentración de nucleótidos es durante la noche, por esto se piensa que la leche podría ser un inductor del sueño del pequeño: “La leche tiene una composición que es propia del día y promueven la actividad del lactante, y otros propios de la noche que facilitan su reposo”, por tanto sería un error sacarse la leche por el día, y dársela por la noche, por que estaríamos excitando al bebé. Además, con la leche materna se logra cubrir las necesidades fisiológicas del niño, además de protegerle de catarros, diarreas o del temido síndrome de muerte súbita del lactante y previene de enfermedades como son el asma, la alergia o la obesidad y hace que se desarrolle mejor la intelectualidad del mismo.