Los niños concebidos por reproducción asistida poseen un mayor riesgo cardiovascular

fecundacion-in-vitro[2]Se dio a conocer los resultados de un estudio realizado en forma conjunta por expertos de la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad de Barcelona. En concreto, a través de dicho trabajo se determinó la existencia de un mayor riesgo cardiovascular en los niños que son concebidos por reproducción asistida.
Dicha investigación se baso en dos estudios recientes, en los cuales se sugería que los niños de 10 años de edad que fueron concebidos mediante  Fecundación In Vitro tenían la presión arterial más alta en comparación con aquellos que habían sido concebidos normalmente. A raíz de este dato, los expertos formularon la hipótesis de que la reproducción asistida podría ocasionar alteraciones en el corazón del bebé durante la gestación. Para dar respuesta a ese planteo, realizaron un seguimiento durante el lapso de un año a un grupo de 200 embarazadas, la mitad por concepción natural y el resto por Fecundación in Vitro, controlando además el desarrollo de los bebés hasta que cumplieron 6 meses de vida.
De este modo, los investigadores constataron que los fetos presentaban cambios en la función y estructura del corazón, los cuales perduraban luego del nacimiento, asociados a hipertensión y a un mayor grosor de las arterias. Tales cambios se asemejan a los que presentan los niños que padecen obesidad y diabetes, problemas que acarrean un mayor riesgo cardiovascular al llegar a la adultez. Al respecto, los especialistas verificaron que los niños concebidos por Fecundación In Vitro poseen un riesgo cardiovascular hasta diez veces mayor que los pequeños concebidos de forma natural.
A pesar de estos resultados, lo bueno es que estos cambios pueden revertirse en la mayoría de los casos, reduciendo o eliminando ese factor de riesgo con una dieta equilibrada y rica en Omega 3.

Bebés vegetarianos

Hay bebés vegetarianos, ya sea por el tipo de alimentación que prefieren darle sus padres, o incluso, por la propia elección del niño, quien a edades tempranas comienza a decidir qué le gusta y qué no, rechazando las carnes de forma natural.
Teniendo en cuenta esto, es bueno saber que los padres de un niño vegetariano deben tener en cuenta ciertos criterios al momento de alimentarlos. En este caso, la ayuda de un especialista será muy importante para aconsejarles a los padres cómo armarle al niño una dieta equilibrada, para su óptimo desarrollo. 
Resulta fundamental darle el pecho al niño, puesto que en esta etapa de su vida la fórmula de la leche de soya constituye un alimento incompleto, que no tiene punto de comparación con los beneficios que aporta la leche materna. De modo que la lactancia siempre debe estar presente, y de ser posible, debe ser prolongada.
A su vez, el pequeño necesita recibir un complemento vitaminico, aparte de uno a base de minerales, a fin de que su organismo reciba las cantidades necesarias de hierro, Vitamina D, Vitamina B12 y ácido Fólico.
Cuando el bebé deje de amamantar, es preciso proveerle otra fuente de calcio en su régimen de alimentación, para favorecer el desarrollo óseo y el crecimiento de los dientes.
Por otro lado, un bebé vegetariano necesita consumir queso vegetal y demás productos a base de soya, los cuales le servirán como fuente de proteínas cuando el bebé comience a ingerir alimentos sólidos.
Una vez que el pequeño haya dejado de consumir los cereales infantiles, es preciso darles porotos y cereales de grano entero, de los cuales obtendrán una mayor cantidad de vitaminas, minerales y proteínas de las que obtienen de los productos de origen animal.
También, hay que prestar especial atención a las calorías ya que los bebés vegetarianos se hallan en un punto crucial de desarrollo y crecimiento, y necesitan gran cantidad de calorías, algo que se torna mas complicado cuando son vegetarianos. Por eso, es esencial consultar con un especialista para no dejar nada librado al azar y que el niño crezca sano y fuerte.

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El sobrepeso y la obesidad disminuyen las posibilidades de embarazo

Embarazo y obesidad son dos cosas que no deberían ir de la mano. Si bien el sobrepeso y la obesidad son dos términos bien diferentes; de acuerdo al enfoque que deseamos darle a este post, la situación casi es la misma. Lo que sí está más que claro es que no es lo mismo un embarazo con sobrepeso u obesidad que un embarazo de una persona saludable, con el peso adecuado. 
Es una realidad que la población con sobrepeso y obesidad sigue en aumento, y,  por supuesto,  esto no es bueno ni para quienes padecen dicho problema ni, claramente, para sus hijos.
De acuerdo al primer estudio realizado que asocia el sobrepeso y la concepción, reveló que el 43% de las madres con exceso de peso poseen problemas al momento de intentar quedar embarazadas.
Las posibilidades de concebir un bebé de manera natural van disminuyendo por cada punto que aumenta el índice de masa corporal de una mujer. Para que quede bien en claro,  una mujer con un índice de masa corporal de 35, con 1, 60 m de altura y 90 kilos de peso, posee un 26% menos de probabilidades de lograr un embarazo.
Al mismo tiempo, se debe prestar especial atención a la obesidad abdominal, es decir, esa acumulación de grasa localizada en la cintura que puede traer como consecuencia bebés con síndrome metabólico, una afección que se caracteriza por el desarrollo durante la niñez de enfermedades coronarias y diabetes. 
La mamás con problemas de obesidad, por lo general son sometidas a césareas, exponiendo al bebé a ciertos riesgos innecesarios y evitables. Si bien no es tarea fácil bajar de peso, una dieta equilibrada  y el consejo de un médico especialista serán de ayuda para mejorar las condiciones físicas de la mujer al momento de pensar en buscar un bebé.

Consejos para combatir el estreñimiento en el embarazo

El estreñimiento es una de las molestias que más suele aquejar a la mayoría de las embarazadas. Dicha molestia, se ve acentuada por el ritmo de vida acelerado que llevamos actualmente, el cual no nos deja tiempo para mucho. Por ello, vale la pena seguir algunos consejos para hacerle frente al estreñimiento durante el embarazo.
En ciertos casos, es necesario someterse a un tratamiento específico, pero comúnmente con una dieta equilibrada obtendrás la solución al problema.
Una cuestión fundamental en la lucha contra el estreñimiento consiste en consumir fibra, la cual está presente en alimentos como el pan, la pasta o los cereales, los frutos secos, verduras, etc.
Al mismo tiempo, entre los alimentos más recomendados para tal fin se encuentran el kiwi, las espinacas, las pasas, las ciruelas, la remolacha o la miel. Todas las mujeres somos diferentes y, por ende, la alimentación para combatir el estreñimiento también lo es. Sólo es cuestión de probar.
El líquido es vital para mantener en equilibrio tu organismo, por lo que resulta ideal beber al menos 1,5 litros de agua al día, incluyendo infusiones, zumos de frutas, etc.  Intenta empezar el día tomando un vaso de agua y luego, en el transcurso del día, ve bebiendo tanto cuanto puedas.
Otro factor importante es incorporar algún alimento graso a tu desayuno. Las grasas activan las sales biliares, que poseen un papel esencial en la digestión. Asimismo, debes evitar ingerir alimentos que sean difíciles de digerir como la fritura.
Recuerda que para regular el tránsito intestinal también es importante hacer ejercicio, como caminar, practicar yoga o pilates.

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