Cómo se desarrollan los sentidos en el feto

En el interior del útero el feto experimenta un mundo de sensaciones y responde, a su modo, a los estímulos externos y hasta incluso sueña, tal como quedó demostrado en diversos estudios que se realizaron acerca del desarrollo fetal.
La activación de los cinco sentidos en el bebé, vista, tacto, olfato, gusto y oído, durante la gestación posee una doble función. Por un lado, modela el sistema nervioso central del futuro bebé y, por el otro, lo van preparando para lo que será su vida tras el parto.
Tacto
Está comprobado que el feto puede percibir las sensaciones táctiles provenientes del exterior y reaccionar a ellas cuando la madre se acaricia o presiona la panza. En efecto, el tacto es el primer sentido que empieza a funcionar. La señal inicial de sensibilidad se da alrededor de las siete semanas en torno a la boca.
En las dos semanas siguientes, la zona sensible de la piel a la estimulación táctil comienza a extenderse de manera progresiva al resto de la cara, así como al tórax y las palmas de las manos.
En torno a la semana 11 de gestación, las plantas de los pies, al igual que los genitales del bebé, empiezan a mostrar mucha sensibilidad, y ya en la semana posterior la sensibilidad al tacto se extiende a todo el cuerpo, con excepción de la coronilla y la espalda. Por lo que en la primera mitad del embarazo, la totalidad de la piel y las mucosas reaccionan por completo a la estimulación táctil.
Vista
Los recién nacidos pueden seguir el movimiento de una luz y ver correctamente a unos  30-35 cm, que es la distancia que media entre sus ojos y los de su madre cuando es amamantado.
Alrededor de los 22 días de gestación, comienzan a aparecer unos pequeños surcos en el embrión que de a poco conformarán la estructura ocular.
El desarrollo de los párpados se produce de manera independiente al de los ojos. En la octava semana del embarazo, los párpados ya han crecido lo suficiente como para recubrir los ojos, y a través de los mismos solamente pueden apreciarse las retinas. El feto todavía no puede ver, pero sus ojos se mueven al dormir o cambiar de posición.
A los seis meses de embarazo, los párpados del feto se comienzan a separar, mientras que a los siete meses ya los puede abrir por completo, pues la estructura del globo ocular ya está bien formada.
A partir del octavo mes, los ojos del bebé son sensibles a la luz,  abriendo y cerrando los ojos según esté despierto o dormido.
Gusto
A la sexta semana ya puede reconocerse la lengua, en tanto que en la semana siguiente se empiezan a formar sus papilas gustativas.
La boca termina de formarse en el segundo mes, siendo capaz de abrirla y de tragar un poco de líquido amniótico. El sistema gustativo del feto ya está completamente desarrollado desde el tercer mes, y a partir del cuarto mes puede diferenciar diversos sabores.
Olfato
El sentido del olfaro es esencial para la supervivencia del bebé porque gracias a él puede encontrar el pecho de la madre luego de nacer.
A las cinco semanas de gestación aparecen las plácodas nasales, que son los dos puntos que se encuentran en la región frontal y que dan lugar a las fosas nasales, pero es necesario esperar unas semanas más para que la nariz se haga visible.
Entre la sexta y séptima semana se forma la punta junto con la cresta nasal y una fracción del tabique, pudiendo diferenciarse bien la nariz en torno a la octava semana de embarazo. Desde la 12ª semana ya puede percibir toda clase de olores.
Oído
En el interior del útero materno, el feto puede distinguir la voz de su madre. El oído es el sentido que más se desarrolla a nivel intrauterino. Empieza a formarse durante las primeras semanas y acaba de desarrollarse hacia el final del sexto mes. Aunque desde la semana 16 ya es capaz de percibir sonidos de la madre o procedentes del exterior, ante los cuales reacciona acelerando sus latidos y realizando movimientos corporales con mayor frecuencia.

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Dejar de fumar en el embarazo

Es de público conocimiento que fumar durante el embarazo es sumamente perjudicial para la salud, no solo de la futura madre sino también del feto. No obstante, las estadísticas revelan que entre el 11% y el 30% de las mujeres embarazadas son fumadoras o se encuentran expuestas de manera pasiva al humo del cigarrillo. En el caso de España, el 43,5% de las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y 44 fuma, aunque dicho porcentaje se reduce al 26,6% durante la gestación.
Al fumar, los niveles de concentración de nicotina en el feto superan en un 15% a los que se registran en la madre.
A pesar que las mujeres suelen disminuir el consumo regular de tabaco en el embarazo, es de suma importancia analizar cuáles son los efectos que produce en el desarrollo del feto la exposición a pequeñas cantidades de tabaco.
Continuando con los datos estadísticos, el 30 por ciento de las mujeres adictas al tabaco continuan fumando en las primeras semanas de la gestación.
Quedarse embarazada es la oportunidad perfecta para abandonar el hábito de fumar. De hecho, muchas mujeres lo logran, aunque luego de tener al bebé tienden a recaer en el vicio fácilmente. En efecto, el 50 por ciento de las mujeres vuelve a fumar tras pasar seis meses de haber dado a luz, pero esa cifra trepa al 80 por ciento un año después.
Desde ya que las madres no desean dañar la salud de sus bebés, pero en algunos casos la adicción es tal que dificulta el dejar de fumar por sí solas. En tal sentido, solamente cuatro de cada diez embarazadas logran abandonar este hábito por propia voluntad. Por eso, lo ideal es pedir ayuda como primera medida al médico ginecólogo.
De acuerdo a los datos epidemiológicos, las embarazadas que tienen una adicción al tabajo fuman en promedio unos 13 cigarrillos diarios. Si esta cantidad es multiplicada por los 9 meses de gestación, resultará que el bebé es expuesto al efecto nocivo de 3.640 cigarrillos.
Tan solo 20 minutos después de haber dejado de fumar, se normalizan el pulso y la presión sanguínea de la embarazada, transcurridas unas ocho horas ya se evidencia una reducción de los niveles de monóxido de carbono en el organismo y a las 24 horas disminuye el riesgo de sufrir un infarto.
Los efectos positivos de dejar de fumar también son sentidos inmediatamente por el bebé, puesto que comienza a recibir la cantidad de oxígeno adecuada y su desarrollo ya no es afectado por la nicotina u otras sustancias químicas del cigarrillo.

Las embarazadas deben hacer ejercicio físico

Los beneficios de hacer ejercicio físico durante el embarazo son innegables. Por esa razón, los expertos recomiendan realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física, 5 veces a la semana. Así, por ejemplo, pueden practicar yoga, salir a caminar, hacer natación, realizar algún ejercicio aeróbico liviano o encarar cualquier otra rutina que sea de bajo impacto.
El hábito saludable de hacer ejercicio físico, sumado a una alimentación equilibrada, es fundamental para llegar a término con el embarazo en óptimo estado de salud, no sólo de las madres sino de los bebés también. Este dato es muy importante, teniendo en cuenta que la mayor parte de las mujeres, más concretamente el 68%, eligen no hacer actividad física durante la gestación, lo cual repercute en el aumento de peso extra.
Los profesionales de la salud consideran de suma importancia recomendar a las embarazadas que adopten este estilo de vida,  basándose en los resultados de un estudio realizado de manera conjunta por la Universidad de Granada y el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Las investigaciones pudieron comprobar que la mayoría de las mujeres no hace actividad física, no sólo durante su embarazo sino tampoco antes de quedarse embarazadas. Además, comprobaron que el 20% de las mujeres no hace ejercicio físico desde hace años. Dicha información se desprende del análisis realizado sobre un grupo compuesto por 1.175 mujeres embarazadas sanas que cursaban la primera mitad del embarazo.
Tales resultados dan cuenta de la necesidad de intervenir y promover la adopción de estilos de vida saludables en la gestación, que repercutirán favorablemente en la mujer y su futuro hijo.

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Riesgos de fumar durante el embarazo

El consumo de tabaco durante el embarazo afecta negativamente el desarrollo del bebé. Para tener una noción de sus efectos, sólo basta con pensar que con cada cigarrillo se incrementa el número de latidos fetales, se reduce un 40 por ciento el oxígeno que recibe el feto por acción del monóxido de carbono que es inhalado junto con el humo y afecta su crecimiento. Por lo que cuantos más cigarrillos fume la madre, menor será el crecimiento del pequeño; de ahí que los bebés de mujeres fumadoras pesan aproximadamente unos 200 gramos menos al nacer. Por todo esto, es muy importante dejar de fumar.
Asimismo, dejar de fumar protegerá al bebé de nacer prematuro. En efecto, uno de cada siete hijos de mujeres fumadoras nace antes de lo previsto.
Por otra parte, dejar de fumar reduce las posibilidades de muerte súbita del lactante, así como de sufrir abortos espontáneos y hemorragias. Pero eso no es todo, en comparación con una no fumadora, una embarazada que fuma un promedio de 20 cigarrillos diarios duplica el riesgo de que el bebé muera a causa de un desprendimiento de placenta.
Al respecto, el centro oncológico de Heidelberg, situado en Alemania, indica que el 25 por ciento de los bebés que nacen sin vida así como el 20 por ciento de los casos de muerte súbita, podrían evitarse si la embarazada abandonara el vicio antes de las 16 semanas de gestación.
Al mismo tiempo, dejar de fumar permite que los pulmones del feto se desarrollen correctamente, pues el humo del tabaco es nocivo para su desarrollo y puede llegar a dejarle secuelas al bebé de por vida.
También, los niños expuestos de manera pasiva al tabaco son pasibles de sufrir más enfermedades respiratorias agudas y crónicas, como otitis, asma y alergias.
Con respecto a las malformaciones congénitas, diversos estudios demostraron que fumar durante la gestación aumenta el riesgo en el bebé de tener labio leporino y paladar hendido cuando la madre posee ya una predisposición genética.
A la vez que los hijos de madres fumadoras corren un riesgo mayor de sufrir cáncer a futuro, como de riñón o vejiga.
Por último, destacamos que dejar de fumar disminuye las probabilidades de que el niño se vuelva un adicto en el futuro. De hecho, estos niños disponen de más receptores de nicotina en el cerebro, tornándolos más propensos a ser fumadores cuando lleguen a la adolescencia y se les de por probar tabaco por curiosidad.

Vive un embarazo libre de humo

Dejar de fumar permite prevenir daños celulares. Un gran número de sustancias tóxicas que contiene el humo del tabaco, como por ejemplo el monóxido de carbono, atraviesan la placenta y se depositan en la sangre del bebé. También, abandonar el consumo de tabaco es útil para la prevención contra las alergias, pues el cigarrillo las fomenta llegando incluso a afectar a varias generaciones.
En el interior del útero materno, el bebé se puede acostumbrar al tabaco pero, al nacer, es posible que presente un síndrome de abstinencia a la nicotina, provocándolo un llanto desmedido, irritabilidad y molestias las primeras semanas de vida.
De acuerdo a un estudio desarrollado en la Brown Medical School de Nueva York, los bebés de madres que fumaron unos seis cigarrillos diarios en el embarazo evidencian en las 48 horas posteriores de haber nacido síntomas adictivos, se encuentran nerviosos, tiemblan, tienen presión alta y con frecuencia suelen padecer problemas intestinales.
Además, dejar de fumar previene a futuro la aparición de trastornos de aprendizaje en el niño, pues diferentes estudios han demostrado que los hijos de mujeres que fumaron durante la gestación eran hiperactivos y tenían problemas de concentración.
Consejos para dejar de fumar
Para dejar de fumar y comenzar una vida libre de humo es necesario buscar apoyo en el médico u obstetra, quien te aconsejará para que las cosas te resulten un poco más fáciles.
Es necesario establecer un día para dejarlo. Cuanto antes, mejor. Lo ideal es que los primeros días intentes mantenerte muy ocupada para evitar pensar en el tabaco, retirando de tu casa y oficina todos aquellos objetos que remitan al tabaco, como ceniceros, cerillas, etc. 
Hay que abandonar el cigarrillo de una vez y por completo, Resulta más difícil intentar fumar poco que dejar el vicio del todo.
Sé positiva. Es importante que sepas que al dejar de fumar, la necesidad de consumir tabaco irá menguando luego que pasen los primeros diez o doce días. Mientras tanto, es probable que te sientas más sensible e irritable que lo habitual y experimentes problemas de concentración. Tales síntomas irán desapareciendo de a poco.
También, te ayudará cambiar tu rutina diaria, como evitar concurrir al bar donde siempre compraste cigarrillos. Pídele a tus amigos que traten de no fumar delante tuyo.

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La exposición a la nicotina durante el embarazo afecta la salud del bebé

Según una reciente investigación, desarrollada por expertos del Centro de Evaluación y Medida de la Conducta (CRAMC) de la Universidad Rovira i Virgili, los bebés recién nacidos que fueron expuestos a la nicotina, ya sea porque sus madres son fumadoras activas o pasivas, pueden presentar a futuro problemas de aprendizaje, obesidad, hiperactividad y trastorno por déficit de atención.
No obstante, a pesar que los trastornos pediátricos y obstétricos asociados al cigarrillo durante el embarazo se encuentran muy bien definidos, aún no hay muchos estudios que den cuenta sobre los efectos del tabaco en el comportamiento neonatal.
Este estudio, divulgado por la revista Early Human Development, también evalúa los efectos que puede conllevar el consumo pasivo de cigarrillo en el recién nacido durante la gestación.
Para arribar a tales resultados, los científicos analizaron el comportamiento de unos 282 bebés recién nacidos sanos a través de la Escala de Evaluación del Comportamiento Neonatal, la cual posibilita la interacción con el bebé de 48 a 72 horas de vida, evaluando su comportamiento y respuestas.
Del total de las madres que fueron estudiadas, el 22% reconoció que fumó durante la gestación y tan solo el 6% estuvo expuesta de forma pasiva al humo del tabaco. Entre las madres adictas al tabaco, el 12,4% consumían a diario entre 1 y 5 cigarrillos; mientras que un 6,7% fumaban entre 6 y 10; y un 2,8% entre 10 y 15 cigarrillos diarios.
Más allá de las estadísticas, lo cierto es que la nicotina afecta el desarrollo neuroconductual del recién nacido tanto si la madre es fumadora activa como pasiva, lo cual puede dar pie a futuras patologías.
Los resultados dan cuenta de que los hijos de mujeres fumadoras y de fumadoras pasivas poseen menos habilidades para inhibir estímulos que pueden generar alteraciones en el sistema nervioso central. Al mismo tiempo, los hijos de madres fumadoras pasivas presentan alteraciones en su desarrollo motor, mientras que los de fumadoras evidencian una capacidad menor para regular las conductas y respuestas a aspectos motores, fisiológicos, sensoriales y de atención.
Por este motivo, los médicos recomiendan reducir o eliminar el consumo de tabaco en las embarazadas y sus familiares, debido a los efectos que puede acarrear la exposición involuntaria al humo del cigarrillo para evitar dañar la salud del feto y el desarrollo infantil.
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Huellas imborrables del embarazo

El embarazo, al igual que la lactancia, cambia el cuerpo de la mujer, a veces de forma temporal y otras para siempre, por lo que no queda otra cosa más que asumirlas.
Entre los cambios temporales suelen encontrarse las manchas de la piel, la caída del pelo, el volumen del abdomen y los escapes de pis, los cuales desaparecen poco tiempo después de haber dado a luz.
Sin embargo, la maternidad deja también huellas permanentes, no sólo en el cuerpo sino en la mente. Podemos comenzar mencionando a las indeseables estrías, que luego del parto tienden a aparecer en la tripa y el pecho, como producto de la gran distención de la piel. Por eso, es importante prevenirlas.
Las várices, que son básicamente venas dilatadas, también pueden aparecer tras el parto. Para ello, existen diversas cremas frías para piernas que calman las molestias y que pueden usarse desde el comienzo del embarazo a modo de prevención.
La medida de la cintura es otra de las cuestiones que suelen desvelar a las madres, ya que se trata de una zona que almacena grasa para garantizar la adecuada producción de leche para el bebé. Con una alimentación equilibrada y realizando un poco de ejercicio es posible perder peso y afinar la cintura.
La celulitis o piel de naranja, a causa de los cambios hormonales, es muy común en en el embarazo. Para procurar evitar su aparición lo más conveniente es llevar una alimentación sana y hacer ejercicio.  Es casi imposible eliminarla en su totalidad, pero con los masajes se puede prevenir o mejorarla.
En cualquiera de los casos lo importante es no obsesionarse con el tema, sino más bien disfrutar a pleno la maternidad, pues en definitiva se trata de marcas causadas por una de las etapas más hermosas para cualquier mujer: ser madre.

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¿Se puede viajar embarazada?

Viajar durante el embarazo no supone ningún impedimento, siempre y cuando la gestación se desarrolle sin problemas, la futura madre goce de buena salud y, fundamentalmente, la fecha del parto no esté muy cerca.
El segundo trimestre del embarazo, es considerado como la mejor etapa para realizar un viaje, pues es en ese momento cuando las dificultades de implantación ya han sido superadas por el embrión, existe menos riesgo de sufrir un aborto espontáneo y la madre aún se siente cómoda ya que no tiene aún un abdomen muy abultado.
Es importante evitar los viajes largos entre las semana 28 y 34 de gestación, de lo contrario la salud de la embarazada podría verse afectada debido a la presión física y psíquica que implica este tipo de desplazamientos.
A partir de la semana 34 ya no se recomienda viajar, pues el parto se aproxima y uno nunca sabe si éste se puede adelantar o no. En todo caso, será el ginecólogo quien decidirá si conviene o no hacer un viaje en base al estado general de la embarazada.
Lo más conveniente es organizar la salida con tiempo, procurando no realizar esfuerzos, ni levantar maletas o bolsas.
En cuanto a la ropa, es sugerible llevar prendas cómodas, un abrigo por si acaso, zapatos sin tacón y un pequeño bolso de mano. En caso de tratarse de un viaje largo, una almohada es uno de los elementos que no pueden faltar.
En general, las embarazadas son más propensas a marearse al viajar. Por eso, siempre es conveniente llevar un poco de comida, como por ejemplo fruta o galletas. Mientras que para prevenir las náuseas se recomienda comer caramelos. 
Con respecto a la elección del medio de transporte es bueno considerar cuántas horas demora en arribar a destino, el nivel de confort, las condiciones de higiene y si permite movilidad. En efecto, aquellas que prioricen la movilidad, optarán seguramente por viajar en tren. Mientras que si lo que se busca es rapidez, no hay quien le gane al avión, además se trata de un medio de transporte muy seguro. Pero en el caso del avión, hay que tener en cuenta que casi todas las compañías aéreas ponen permiten viajar a las mujeres con un embarazo de siete meses o más, excepto que presenten un certificado médico en el cual conste que se encuentran en condiciones de volar y firmen además un documento eximiendo a la  compañía de cualquier responsabilidad por si llegara a suscitarse algún problema durante el viaje.
Para los trayectos cortos, nada mejor que recorrerlos en automóvil, claro, siempre que conduzca otra persona.
Otras opciones, aunque menos aconsejables, son el autobús, porque las posibilidades de movimiento que ofrece son reducidas, y el barco, por el mareo que puede producir el vaivén de las olas.

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Girar al bebé que viene de nalgas: Maniobra riesgosa

Cuando el bebé viene de nalgas, los médicos suelen pautar darlo vuelta a partir de las 37 semanas de gestación, para evitar posibles problemas en caso de que el parto se desencadenase. Antes de ese tiempo, el feto todavía puede moverse con facilidad y puede suceder que la posición de nalgas sólo sea temporal.
Para reducir al mínimo los riesgos, los médicos acostumbran como primera medida realizar una ecografía pues, de ese modo, sabrán con exactitud en qué posición está ubicado el bebé, así como dónde se hallan la placenta y el cordón umbilical. Además, tanto la madre como el hijo son monitoreados, registrándose así el latido del corazón del bebé y las contracciones uterinas. Al tiempo que a la madre se le administran una serie de medicamentos para propiciar que la musculatura del útero logre relajarse, lo cual facilita el giro y previene el desencadenamiento del parto. Claro que en caso de que surjan complicaciones, se practicará una cesárea de urgencia.
Antes de iniciar el procedimiento, el médico obstetra se encarga de explicarle en detalle a la embarazada lo que ocurrirá, pues seguramente sentirá dolor, sobre todo cuando el bebé queda por un momento atravesado en el útero. Es importante que la madre esté decidida a someterse a esto, porque sino la maniobra se complicará bastante.
Es preciso destacar que este tipo de maniobra para cambiar de posición al bebé que se encuentra de nalgas, por sencilla que parezca, puede resultar más riesgosa que una cesárea. Si las nalgas están encajadas en la pelvis, será sumamente difícil sacarlas.
El tono de la musculatura del útero, en especial de las madres primerizas, dificulta colocar al bebé en una posición inversa. Además, los fármacos que se usan para propiciar la relajación de los músculos y tornar más fácil el giro sólo son administrados cuando existe amenaza de parto prematuro, ya que pueden producir efectos negativos tanto en la mamá como el bebé.
De todos modos, los médicos evitan realizar esta maniobra por los riesgos que conlleva, inclinándose por una opción más segura: la cesárea.

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Miedos más comunes de las embarazadas

Sentir temor ante lo nuevo que se avecina es algo que experimentan la mayoría de las embarazadas. Las principales preocupaciones suelen tener que ver con la incertidumbre de saber si se será buena madre o no y si el bebé nacerá sano. Pero hay muchos otros miedos que suelen rondar en la mente de las futuras mamás.
Algunas embarazadas suelen inquietarse con la posibilidad de que su hijo nazca prematuro, es decir,  antes de la semana 37. Este temor tiene fundamento, pues en los últimos diez años el porcentaje de partos prematuros se ha incrementado un 43%. De todos modos, en general los bebés prematuros nacen entre la semana 34 y 36, casi sin complicaciones graves. Y gracias al gran avance registrado en el campo de la medicina, el índice de supervivencia de un bebé prematuro es muy alto.
Otro de los temores que suelen experimentar las embarazadas es el de no recuperar nunca la figura luego del parto. Sobre todo en estos tiempos, en los que las madres famosas lucen una figura escultural apenas salen de la sala de parto. La realidad indica que, de acuerdo a las estadísticas, aproximadamente el 20% de las mujeres no pierden los kilos que aumentaron durante el embarazo. Por ese motivo, es importante seguir los consejos del médico sobre el tipo de alimentación que debes llevar en la gestación, pues si engordas más de lo debido te será más difícil retornar a tu peso anterior. Luego de dar a luz, amamantar a tu bebé te servirá también para ayudarte a adelgazar.
También, las futuras madres suelen creer que sus relaciones sexuales no serán iguales luego del parto. Pero no hay de qué preocuparse, tan sólo debes tomarte un tiempo para recuperar tu cuerpo y tu libido. Es importante saber que la lactancia, sumado al cansancio de las primeras semanas, puede apagar tu deseo sexual y solamente pienses en dormir. Sin embargo, con el tiempo todo volverá a ser como antes.
El dolor del parto es una de las cuestiones que más suelen desvelar a las mujeres, sobre todo en el último tramo del embarazo. Para calmar tu angustia, sólo debes pensar en cuántas mujeres han dado a luz desde que el mundo es mundo, incluso sin epidural. De todas maneras, es normal sentir temor a lo desconocido, en especial si eres madre primeriza. Lo mejor que puedes hacer es hablar sobre el tema con tu médico, asistir a las clases de pre-parto y conversar con otras madres. Todo eso te aportará tranquilidad para estar preparada para ese momento tan importante de tu vida.

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