El consumo moderado de carne es beneficioso para las embarazadas

Llevar una dieta saludable y equilibrada resulta fundamental en la vida de cualquier persona, sobre todo en las embarazadas pues durante esta etapa es esencial que los requerimientos nutricionales del bebé sean satisfechos. Para asegurar el aporte de minerales y proteínas necesarias para el organismo, tanto de la futura madre como de su hijo, es importante el consumo de carnes rojas en el embarazo, aunque siempre en su justa medida, sin cometer excesos. Con comer este tipo de carne al menos dos veces a la semana será suficiente.
Beneficios de comer carne
La ingesta de carne de ternera durante la gestación nutre al organismo con vitamina B y minerales, lo que colabora a regular los niveles hormonales, que se incrementan durante el embarazo. El cuerpo de las embarazadas requiere fabricar glóbulos rojos extra, y el hierro y la vitamina B12 presentes en este tipo de carne ayudan a activar dicho proceso. En efecto, el hierro es muy importante para la prevención de la anemia ferroprénica en las embarazadas. Para favorecer la absorción del hierro, es conveniente acompañar la carne con una ensalada condimentada con limón o comer un kiwi de postre.
Por otro lado, la carne contiene la coenzima Q10 que favorece la produción de la energía necesaria, al tiempo que impulsa el ritmo cardíaco del bebé. A su vez, el cinc y el selenio presentes en la ternera estimulan el desarrollo de los tejidos del bebé.
Consejos útiles
Durante el embarazo, las mujeres son más propensas a enfermarse o coger una infección provocada por los alimentos que ingieren. En lo que respecta a las carnes rojas, hay ciertas recomendaciones que las embarazadas deben tener en cuenta para mantenerte saludables.
En primer lugar, los especialistas recomiendan no juntar nunca la carne cruda con el resto de los alimentos. También, es importante extremar la limpieza de los utensilios de cocina, lavándolos bien luego de ser usados.
Al cocinar carne de res o pollo, es importante verificar que no quede cruda ninguna parte. Si el interior de la misma posee una coloración rosa, eso significa que aún le falta cocción.
Asimismo, hay que tener cuidado al freír hamburguesas o chorizos, porque por fuera pueden parecer que están a punto pero por dentro en ocasiones están crudos.
Un dato para tener en cuenta, nunca hay que interferir en la cadena de frío de la carne, de modo que se la debe consumir ni bien se la descongele. De lo contrario, si es dejada a temperatura ambiente y se la vuelve a colocar en el refrigerador, existe el riesgo de que resulte rápidamente contaminada con microorganismos y bacterias.
Lo que no se debe comer
En relación a las carnes rojas, los médicos nutricionistas sostienen que lo ideal es optar por las carnes magras, es decir, sin grasa, como es el caso de ciertos cortes como los filetes. En el caso del pavo y el pollo, se deben comer siempre sin piel. 
La carne de res, al igual que la del cerdo y aves tiene que consumirse bien cocinada, puede ser asada, en guisos o frita. Sin embargo, la futura madre deberá necesariamente descartar de su dieta a los carpaccios y el steak tartare, al igual que las vísceras, como por ejemplo los sesos, criadillas, hígado y riñones.
¿Qué sucede con la carne de cerdo en el embarazo?
La carne de cerdo es altamente rica en proteínas, por lo que las embarazadas la pueden consumir aunque con moderación porque hay que tener en cuenta que durante la gestación la digestión se torna más pesada.
Como se trata de una carne grasa, lo mejor es comerla acompañada de alimentos más ligeros, preferentemente ricos en fibra. De ese modo, no habrá que preocuparse por las digestiones pesadas.

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Cuidado de la piel en el embarazo

Algunas mujeres suelen presentar durante el embarazo cloasma gestacional. Se trata de  manchas oscuras que aparecen en la zona de la frente, las mejillas y la boca, ya sea por una cuestión hormonal o simplemente por genética, como si fuera una especie de máscara.
Durante el embarazo, los cambios hormonales que tienen lugar en el organismo de la mujer favorecen una mayor concentración de melanina en ciertas zonas el rostro. No obstante, por lo general las personas de piel oscura suelen ser las más afectadas por el cloasma gestacional, debido a su predisposición genética para producir más melanina. Asimismo, el sol es un factor que puede ser desencadenante del problema, por ello es importante cuidarse de la exposición solar, en especial durante el verano, usando cremas protectoras de pantalla total. Sin embargo, aunque en menor medida, también es necesario cuidarse de los rayos del sol en invierno, aplicando en la piel una crema de día con protección UV.
Normalmente, el cloasma desaparece luego del parto, cuando las hormonas regresan a la normalidad. De todos modos, después de dar a luz es importante consultar con el dermatólogo para que pueda evaluar en qué estado se encuentra la piel e indique el tratamiento más apropiado. En general, lo que más suele utilizarse para tratar las manchas son las cremas despigmentantes, que deben aplicarse combinadas con cremas de protección solar de factor alto.
Algunos especialistas recomiendan los tratamientos con láser, aunque no son muy eficaces dado que en gran parte de los casos las manchas aparecen nuevamente y hasta pueden empeorar.
Lo ideal, entonces, es prevenir la aparición de estas manchas empleando protección solar.

Acidez estomacal en el embarazo

Uno de los malestares más comunes durante el embarazo, luego de las náuseas, es la acidez. Pero es importante saber que siguiendo algunas recomendaciones las molestias suelen disminuir.
Durante el embarazo, el útero se expande para que el bebé tenga más espacio, lo que a la vez supone menos espacio para el estómago, y eso es lo que causa la acidez. A ello, se le suma la acción de las hormonas del embarazo que relajan el esfínter, que sirve de separación entre el esófago y el estómago, permitiendo la filtración del ácido; de modo que el esófago deja de tener protección contra los ácidos estomacales y, en consecuencia, da lugar a la acidez estomacal.
Por lo general, la acidez genera ardor o dolores en torno a la zona del pecho, siendo más común la aparición de estas molestias durante la noche. Para prevenirla, es recomendable evitar el consumo de comidas ricas en grasas o frituras, al igual que chocolate y cualquier otro alimento que contenga menta o hierbabuena, debido a que contienen sustancias que incrementan la relajación del esfínter. También, deben evitarse los cítricos, el té, el café, el alcohol, el tomate y las bebidas gasificadas.
Al mismo tiempo, es necesario no comer comidas demasiado calientes ni que estén condimentadas con pimienta o picantes.
Lo ideal, es comer entre cinco o seis pequeñas raciones de comida diarias. Es importante, además, comer despacio, masticando bien los alimentos, para facilitar la digestión. Hay que tener en cuenta que cuanto más se mastica, menos ácido se produce.
En cuanto a los hábitos de vida, es recomendable usar ropa holgada, de lo contrario se comprime el estomágo y suben los ácidos.
Una hora después de comer, es beneficioso para la digestión salir a caminar. Jamás hay que recostarse inmediatamente luego de comer.

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Novedosa prueba permite detectar trastornos genéticos del feto

Hay una nueva prueba que permite determinar durante el embarazo la salud genética del bebé en gestación, a través del cual es posible detectar posibles casos de síndrome de Down, Klinefelter y de Turner , entre otro tipo de enfermedades.
Dicha prueba molecular, denominada Diagnóstico Genético de Células Fetales, fue desarrollada por especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, con el propósito de poder conocer el estado de salud del pequeño desde la semana ocho de gestación.
Este novedoso sistema, a la vez, permite conocer el sexo del bebé un mes antes que con el ultrasonido. Pero fundamentalmente ayuda tanto a la familia como a los profesionales médicos a identificar si se esperan un bebé especial, para que puedan prepararse para su llegada y, sobre todo, prever posibles complicaciones.
Mediante una técnica de biología molecular, la prueba permite obtener un panorama global de los 46 cromosomas que conforman el genoma humano. Así, puede detectarse la existencia de un posible riesgo de aborto, así como enfermedades y malformaciones congénitas del feto en gestación, con un acierto del 95%.
Esta prueba está recomendada para las embarazadas con más de 35 años de edad e incluso para aquellas mujeres que hayan estado expuestas a algún tóxico o fármaco muy agresivo. También, se recomienda a mujeres que posean miembros de su familia con alteraciones genéticas.

La mala alimentación de las embarazadas incrementa las chances de bronquiolitis en sus bebés

Un grupo de médicos argentinos dio a conocer una investigación, según la cual las embarazadas deben cuidar su dieta pues consumir en exceso carbohidratos podría incrementar hasta siete veces el riesgo de que el bebé padezca bronquiolitis en sus primeros dos años de vida.
Por tal motivo, los expertos aconsejan que las mujeres modifiquen sus hábitos alimenticios, aumentando la ingesta de frutas y verduras, en beneficio de la salud de sus futuros hijos.
La bronquiolitis es una infección en las vías respiratorias muy común entre los niños que puede llegar a ser grave en los pequeños no poseen las defensas altas. Por ello, es importante saber que consumir en exceso pan, pastas, papa, refrescos, productos de bollería industrial, azúcar y arroz durante la gestación incrementa las chances de que el bebé nazca sin las defensas necesarias para afrontar esta enfermedad, que es la mayor causa de mortalidad en los niños menores de 2 años.
El doctor Fernando Polack, principal autor del estudio, señaló que llevar una dieta rica en frutas y verduras durante el embarazo brinda una protección similar a la que ofrece la lactancia materna.
La investigación fue desarrollada por un equipo compuesto por 36 pediatras y neumonólogos pediátricos, quienes se dedicaron a estudiar la población infantil que fue atendida por esta enfermedad en la ciudad de La plata, capital de la provincia de Buenos Aires. De este modo, efectuaron un seguimiento de cada caso en particular acerca de las condiciones de vida de los niños con bronquiolitis, con el propósito de poder conocer cómo vivía su grupo familiar, el nivel de estudios alcanzado por sus padres, si los progenitores fumaban en el hogar, si recibieron o no lactancia materna y su historia clinica desde su nacimiento.
Al mismo tiempo, realizaron un cuestionario para vislumbrar los hábitos alimentarios de las madres, organizando las respuestas en grupos de macronutrientes como por ejemplo las proteínas, carbohidratos, frutas y verduras y las grasas. Así, lograron demostrar que las madres que ingerían más hidratos de carbono afectaban de manera negativa la salud respiratoria de sus hijos.

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El ejercicio físico ayuda a reducir el número de cesáreas

No caben dudas de que hacer actividad física es sumamente beneficioso para cualquier persona y más aún para las embarazadas, en especial porque ayuda a controlar el peso, reduce las probabilidades de sufrir depresión y disminuye el riesgo de obesidad en los bebés. Lo ideal es hacer ejercicio físico regularmente, sobre todo teniendo en cuenta que se descubrió que con su práctica puede reducirse la cantidad de cesáreas.
En tal sentido, un equipo de  investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demostró que un programa de actividad física regular, realizado bajo la supervisión de especialistas, permite reducir la cantidad de partos instrumentales, en los que se usan fórceps y espátulas; al igual que de cesáreas, en comparación con aquellas embarazadas que no hacen nada de ejercicio.
Con esto, la idea es impulsar a las futuras mamás a que realicen una rutina diaria de trabajo para poder estar activas durante la gestación porque, además de los beneficios que ya mencionamos, permite  mejorar la postura y la apariencia, aliviar el dolor de espalda, fortalecer los músculos que participan en el trabajo de parto y reducir el riesgo de diabetes gestacional. De modo que, según los investigadores, practicar regularmente  ejercicio físico conlleva una mejora en la calidad de vida de los bebés y las mujeres, no sólo en el embarazo sino también durante la maternidad.
Durante el estudio se analizaron dos grupos de embarazadas, uno conformado por  138 mujeres que siguieron el plan de ejercicios pautado por los especialistas, y otro integrado por 152 mujeres que permanecieron inactivas.
Una vida sedentaria, una postura incorrecta o hábitos inadecuados de alimentación, resultan perjudiciales y pueden implicar riesgos para el desarrollo normal de la gestación. De manera que, aparte de hacer actividad física, también es conveniente llevar un estilo de vida saludable.

La gripe en el embarazo

La gripe es una enfermedad que genera bastantes molestias por unos días, pero que después desaparece sin dejar rastro. Sin embargo, los niños pequeños, los ancianos y las mujeres embarazadas conforman grupos de riesgo ante esta enfermedad, porque pueden sufrir complicaciones mayores.
En el caso de las embarazadas, poseen más riesgo de sufrir complicaciones por la gripe durante el segundo y tercer trimestre de gestación. Si además del embarazo, padecen enfermedades como obesidad, asma o diabetes, los efectos de la gripe pueden ser mayores.
Las complicaciones que suelen darse más comúnmente son neumonía y bronquitis, entre otras enfermedades respiratorias. En cuanto al bebé, éste puede nacer prematuro o con bajo peso.
Los síntomas de la gripe son los mismos en todas las personas: fiebre, tos, pérdida de apetito, mucosidad, dolor de garganta, espalda o cabeza, entre otros.
Para la prevención de la gripe, aparte de tomar las medidas lógicas, como no estar en contacto con personas resfriadas o con gripe, lavarse con frecuencia las manos y permanecer en sitios con buena ventilación; las embarazadas deben vacunarse contra el virus de la gripe. En efecto, la vacuna reduce el riesgo de complicaciones en caso de contagio de la enfermedad y protege al bebé desde su nacimiento hasta los seis primeros meses de vida.
Si a pesar de haberse vacunado la mujer embarazada contrae la gripe, un antiviral es lo único que le puede administrar el médico. De manera que, de presentar algunos de los  síntomas de gripe, sobte todo si se tiene dificultades para respirar, es conveniente acudir rápidamente a un centro de salud.
Los típicos medicamentos que se utilizan para aliviar los síntomas de la gripe puede que no sean seguros, debido a que contienen diversos fármacos. Es preferible evitarlos, en especial durante los primeros 3 o 4 meses de la gestación. De todos modos, los médicos suelen indicar que se tome paracetamol, medicamento que sirve para controlar la fiebre y aliviar el malestar habitual de la gripe, aunque algunos estudios han revelado que su consumo puede acarrear problemas respiratorios en la infancia. Por eso, nunca se debe tomar ningún mediante sin antes consultar con el médico.

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Síntomas y tipos de aborto espontáneo

Durante el primer trimestre del embarazo suelen ser comunes los casos de aborto espontáneo, cuyas causas en ocasiones no pueden determinarse con exactitud.
La mayor parte de los abortos espontáneos suceden durante los primeros tres meses de gestación y, en general, se producen por problemas genéticos.
Si bien una embarazada puede sufrir un aborto espontáneo producto de algún trauma físico o emocional, muchas mujeres suelen creer que se produce por tener sexo o practicar deporte. Lo cierto es que la causa del mismo comúnmente es natural.
Puede ocurrir que haya una amenaza de aborto, que se manifiesta mediante un sangrado inesperado. En ese caso, es necesario consultar con el médico para que, tras analizar en qué condiciones se encuentra el cuello del útero y realizar una ecografía obstétrica, pueda determinar si el bebé continúa con vida.
Los síntomas de un aborto espontáneo más comunes son un sangrado vaginal abundante y con coágulos, así como dolores intensos en la zona del abdomen. En estos casos, mediante una ecografía es posible constatar la presenta actividad o no el embrión o feto.
Hay diversos tipos de aborto espontáneo. Por un lado, encontramos los abortos precoces, que son los más comunes, los cuales se producen antes de cumplir la semana doce de embarazo. Incluso, a veces pueden producirse antes que la mujer sepa que está  embarazada.
Los abortos tardíos, por su parte, son los que ocurren entre las semanas doce y veinte de gestación. Si se producen después de cumplido ese tiempo ya no se trata de un aborto, sino más bien de un parto prematuro.
Mientras que un aborto incipiente se da cuando el cuello del útero se encuentra entreabierto pero no fue expulsado el embrión o el feto. Si el cuallo del útero está borrado entonces se trata de un aborto inevitable. En cualquiera de los dos casos, la mujer tendrá contracciones y sangrado.
También, se habla de un aborto completo, cuando se expulsa natualmente el contenido del útero; o aborto diferido, cuando se constata la muerte del feto pero éste no es expulsado de manera espontánea sino que debe realizarse un legrado o prescribir medicamentos para poder evitar una infección.
En general, luego de haber sufrido un aborto espontáneo las mujeres no tienen problemas para volver a quedarse embarazadas. No obstante, hay casos en los que pueden presentarse ciertas complicaciones.
Si una mujer sufre tres abortos espontáneos entonces se trata de abortos recurrentes y es necesario que el profesional médico analice si posee alguna enfermedad genética o tiene problemas para concebir.

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El ácido fólico reduce el riesgo de autismo en los bebés

El ácido fólico es una vitamina fundamental para la prevención de defectos del tubo neural, pero ahora además se descubrió que su consumo durante el embarazo disminuiría el riesgo de autismo en el bebé.
El ácido fólico también favorece un mejor desarrollo cognitivo y previene retrasos en el lenguaje. Razón por la cual, los especialistas recomiendan tomar 400 mg por día de este suplemente desde alrededor de un mes antes de comenzar a buscar un embarazo y durante el primer trimestre de gestación. De ese modo, se garantiza contar con las reservas necesarias al momento de la formación de las estructuras básicas del sistema nervioso.
Según el estudio realizado en Noruega, para el cual se analizaron unos 85.176 bebés nacidos entre 2002 y 2008, aquellas madres que tomaron ácido fólico a partir de un mes antes y durante las 8 semanas posteriores a la concepción tenían un 40 por ciento menos de riesgo de que sus hijos nacieran con autismo, en contraste con las madres que no lo tomaron.
Este es el primer estudio que se hace sobre los efectos beneficiosos del ácido fólico contra trastornos del neurodesarrollo, como es el caso del autismo. El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es muy útil para producir y mantener nuevas células. Es bueno saber que esta vitamina se encuentra en alimentos tales como los guisantes, frijoles, levadura, verduras de hoja, lentejas, hígado y huevos.

Salud bucal en el embarazo

Hay muchos mitos que giran en torno al embarazo, uno de ellos es el de los dientes. Seguramente, alguna vez hemos oído decir, entre otras cosas, que las embarazadas no pueden hacerse tratamientos dentales. No obstante, la mayoría son infundados. Por ese motivo, si estás embarazada es bueno que sepas cómo tienes que cuidar tus dientes.
La salud bucal durante la gestación resulta de suma importancia, puesto que se trata de una etapa en la cual es necesario prestarle mayor atención al cuidado de la boca, no sólo de los dientes sino también de las encías, debido a que la flora bacteriana se ve modificada por las hormonas del embarazo y las vuelve más propensas a la acumulación tanto de sarro como de bacterias.
Es común el sangrado de las encías al cepillarse los dientes, porque durante el embarazo se encuentran más sensibles e inflamadas por efecto de las hormonas y el incremento de flujo sanguíneo. De todos modos, si percibes que las encías sangran por demás al cepillarte, se observan abultadas, enrojecidas o sientes dolor, es indispensable consultar con el odontólogo. Es posible que padezcas una enfermedad periodontal conocida como gingivitis, una infección muy común en las embarazadas que es provocada por la acción de los depósitos de placa.
Entre los factores de riesgo de la gingivitis podemos mencionar la edad avanzada de la mujer, la diabetes y el tabaquismo. Si la infección se trata a tiempo no habrá problemas, por ello no debes dejar de concurrir al odontólogo si estás en la dulce espera. Si no recibes el tratamiento apropiado, la gingivitis puede producir complicaciones en la gestación, como por ejemplo parto prematuro.
Una de las principales prioridades es prevenir la aparición de caries y gingivitis, ya que el incremento de los niveles de prolactina y estrógenos provoca cambios no sólo en el organismo de la mujer sino incluso en la boca, haciendo que la placa bacteriana actúe más agresivamente en los dientes y las encías.
Una de las medidas preventivas es adoptar hábitos de higiene bucal saludables, como cepillarse los dientes luego de cada comida, preferiblemente con un cepillo de cerdas suaves en caso que sangren las encías, usar hilo dental para pasarse en las zonas a las que no se pueden acceder con el cepillo, emplear enjuague antiséptico y, en caso que sea necesario, aplicar flúor.
Otra de las cuestiones fundamentales es la alimentación. Para evitar la aparición de caries o cualquier otra infección, es importante disminuir el consumo de azúcares, incrementar el consumo de calcio, presente en lácteos y yogures, y consumir proteínas a través de la ingesta de carne, legumbres y pescado.
Visita periódicamente al dentista. De lo contrario, en caso que exista una infección y no sea trata a tiempo, puedes llegar a sufrir la pérdida de piezas dentales o complicaciones en el embarazo. Recuerda que la anestesia, al igual que las resinas o amalgamas, usadas para el tratamiento de caries, no afectan al curso normal de la gestación.