El sexo después de la cuarentena

Luego de transcurrir algunas semanas desde el nacimiento de un hijo, es momento que la madre comience a buscar la amante que lleva adentro para retomar la vida sexual con su pareja.  Claro que al principio no es tan fácil, pues es muy normal que la mujer se sienta cansada, ya que está dedicada por completo a su hijo, a lo cual se suma el hecho de que probablemente aún no haya recuperado la figura que tenía antes del embarazo. Y en esas condiciones, puede que la madre no tenga muchas ganas de hacer el amor.

Lo cierto es que no hay que culpabilizarse. Recuperar el deseo lleva un tiempo, en función de cada persona. Es una etapa más que la flamante madre deberá superar con la ayuda de su pareja. Cuando menos lo espere, podrá disfrutar nuevamente del placer del amor físico que experimentaba antes de tener a su bebé. Sólo es cuestión de darse tiempo.

Hay que tener en cuenta que durante el postparto la mujer debe afrontar cambios hormonales, además de nuevas responsabilidades, pocas horas de sueño y la recuperación de la episiotomía o cesárea, entre otras cuestiones, lo cual en un principio pueden significarle un trastorno a su ritmo de vida habitual.

Aquellas que han tenido una episiotomía, es frecuenten que sientan cierto miedo a retomar las relaciones sexuales. Cabe señalar que es necesario que pase aproximadamente un mes para que el dolor desaparezca completamente durante un acto sexual, o seis semanas en el caso de la cesárea.

También es muy común que durante las primeras semanas posteriores al parto la mujer sufra de dispareunia, que se da básicamente cuando la vagina no está lubrificada. Para aliviar el dolor que ello supone, es sugerible usar un gel lubrificante o una cápsula.

A pesar que el nacimiento de un hijo supone un momento de máxima felicidad, con frecuencia las madres, sobre todo las primerizas, no reconocen su cuerpo. Es importante darse el tiempo necesario para recobrar la figura, que en la mayoría de los casos suelen ser 9 meses e incluso más.  Al mismo tiempo, es indispensable enfocarse en la reeducación perineal, lo que no sólo permitirá recuperar la vida sexual sino que además servirá de ayuda para tonificar las paredes de la vagina.

Imagen:

sobretodosalud.com

Comportamientos obsesivos de las madres primerizas

Las mamás primerizas suelen tener ciertas obsesiones. No es raro verlas revisando si su bebé respira mientras duerme, verificar una y otra vez si el pañal está limpio o cuidar sigilosamente que no se meta los dedos en la boca luego de tocar algo sucio.

Es una realidad que muchas de las mamás primerizas tienen pequeñas obsesiones que las desvelan. Algunas se preocupan por no saber cuánta leche les sale y si es suficiente para alimentar adecuadamente a su bebé. En el caso de aquellas que les dan leche de fórmula a sus pequeños, puede ocurrir que laven repetidas veces los biberones para tener la seguridad de que no contengan gérmenes y evitar que se enfermen. Todas estas situaciones son habituales entre las flamantes mamás, porque durante los primeros meses de maternidad es frecuente presentar  síntomas obsesivos-compulsivos.

De acuerdo a una investigación que fue publicada en The Journal of Reproductive Medicine, tras el parto las mujeres tienden a desarrollar comportamientos obsesivos-compulsivos que, en general, son producidos por los cambios hormonales propios de esta etapa.  En concreto, los expertos sostienen que dichos síntomas son ocasionados por el desequilibrio de la serotonina, así como por el incremento en la oxitocina (hormona producida en el embarazo) y por el aumento en la actividad del hipotálamo, la corteza adrenal y la pituitaria.

Según el estudio, para el cual fueron examinadas unas 461 mujeres, el 11% presentó síntomas obsesivos compulsivos en las dos primeras semanas del post-parto. A ello se le suma que el 70% experimentó signos de depresión, que los investigadores asociaron al hecho de tener que afrontar una nueva situación, que es adaptarse a la maternidad.

Teniendo en cuenta esta información, si eres madre primeriza y tienes algunos de estos comportamientos no debes preocuparte. Los psiquiatras afirman que no se trata de un trastorno en sí, ni es algo que vaya a durar toda la vida, sino que son básicamente los síntomas de adaptación a la nueva etapa que está transitando la mujer. Sólo en caso de que el comportamiento obsesivo prevalezca por más de un año es necesario consultar con un especialista.

La psicosis postparto afecta al 50% de las mujeres

Una de cada quinientas mujeres embarazadas se ve afectada por la psicosis puerperal, lo cual pone en peligro la vida del bebé. Se trata de una enfermedad mental seria, que se produce durante el postparto y que puede conducir al suicidio a la mujer o, en el peor de los casos, a la muerte del pequeño a manos de su progenitora. Si bien las causas que la originan se desconocen, los especialistas creen que se debe a los cambios hormonales que experimentan las mujeres luego de dar a luz.
La psicosis postparto, es una enfermedad que se produce tras el parto por el temor que se impone en las mujeres por sobre el deseo de ser madre. El parto genera cambios sustanciales en el cuerpo de la mujer, por lo que durante el puerperio pueden aparecer casos de cuadros psicóticos severos, al igual que un estado depresivo y pensamientos negativos que llevan a querer lastimar a su hijo e, incluso, a ella misma.
Es válido saber que este trastorno no posee relación alguna con un problema psicológico anterior al parto, así como tampoco a antecedentes de enfermedades mentales en la familia.
Para prevenir consecuencias mayores, se está realizando una campaña de concienciación para que los médicos, de manera conjunta con el personal sanitario,  puedan reconocer los síntomas y ayudar en el tratamiento.
Aquellas mujeres que poseen antecedentes de trastorno bipolar, tienen un 50% más de probabilidades de sufrir psicosis puerperal. Incluso, los padres también pueden llegar a padecer dicho trastorno, debido a que sienten que deben competir por el amor de la madre.

Imagen:

http://www.entrepadres.com/wp-content/uploads/2010/10/depresionpostparto.jpg

Trastorno obsesivo compulsivo en el postparto

Durante el postparto, los cambios hormonales producidos por el embarazo y el parto pueden aparejar el desarrollo de un trastorno obsesivo compulsivo.
La mayor parte de las madres padece cierta ansiedad luego del nacimiento del bebé, sobre todo si es el primero, y se preocupan por ver si están haciendo las cosas bien. Cuando esa preocupación se vuelve desmedida, se puede desarrollar el T.O.C. postparto, que afecta a entre el 2 y el 9 por ciento de las madres que acaban de dar a luz.
Estas mujeres llevan al extremo sus preocupaciones, pudiendo por ejemplo bañar al niño repetidas veces al día por su preocupación por la higiene, y hasta pueden tener una obsesión con los gérmenes que las lleva a desinfectar y esterilizar más allá de los límites normales.
Incluso, hay mamás que, ante el temor de hacerle daño al niño, llegan al punto en que no pueden cargarlos en brazos por miedo a que se les caiga, o se niegan a bañarlos debido a que temen que se ahogue.
Una mujer sin este problema adquiere confianza con el paso de los días. En cambio, cuando se presenta el T.O.C. el temor de esa mamá crece hasta imposibilitar cada vez más su accionar.
Es preciso señalar que aquellas mujeres que ya han tenido un diagnóstico de T.O.C. o de un trastorno de ansiedad previo al embarazo, son más proclives a presentar esta dolencia.

Imagen:

http://blog.mamasybebes.com

Complicaciones posibles en el puerperio

Durante el postparto o puerperio, pueden surgir algunas complicaciones, por lo que es importante que las mujeres estén atentas para, ante cualquier problema, acudir al médico.
Normalmente, la madre tiene un sangrando similar a la regla tras el parto, aunque en este caso éste durará varios días más que la menstruación. El color de la sangre tiene que ser rojo, pudiendo presentar coágulos, el olor debe ser similar al de la sangre menstrual, y hay que controlar que no haya dolor en el vientre y que no se trate de un sangrado continuo. Si presentas cualquier otro síntoma, deberás realizar una consulta médica. Es necesario permanecer alerta sobre el sangrado, de modo que si te baja sangre constantemente y sin ninguna pausa entonces es una hemorragia, debiendo acudir de manera inmediata al hospital.
Después del parto, puede desarrollarse una infección urinaria, con síntomas como la constante necesidad de orinar, quemazón en la zona, ardor al orinar, además del color oscuro de la orina.
Incluso, por la “bajada de la leche”, puedes presentar fiebre, que si supera los 39 ºC, En caso que la temperatura dure más de un día, es necesario concurrir al médico con el objeto de  descartar que sea una mastitis o una infección en la zona de la episiotomía o en la cicatriz de la cesárea.
Al mismo tiempo, durante el postparto puede sentirse dolor en la parte baja del vientre durante los primeros 5 días, pues el útero se encuentra en proceso de retornar a su tamaño normal. En caso que los dolores persistan, es necesario acudir al médico para ver que la placenta haya sido expulsada en su totalidad, lo cual  es más frecuente en los casos de parto prematuro o un parto complicado.
Puede suceder que la madre tenga un coágulo de sangre, que puede ocasionar  una infección en las venas, causando falta de aire, dolor en el pecho, pantorrillas y/o muslos.
En caso de tener mastitis, obstrucción del conducto lactífero, hará que la mujer sienta dolor en los pechos, los mismos estará duros y hasta hinchados. Para el alivio de dichos síntomas, además de concurrir al médico, se recomienda ponerse compresas calientes o darse un buen baño caliente masajeando el pecho.

Imagen

http://www.vivirsalud.com/wp-content/superar-la-depresion-post-parto.jpg

Posibles complicaciones durante el postparto

El postparto o puerperio es una etapa que no en todos los casos genera complicaciones en la mujer, pero es importante permanecer atenta por si se presenta algún inconveniente para consultar inmediatamente con el médico.
Normalmente la madre, luego del parto, posee un sangrado muy parecido a la regla, con la diferencia de que éste durará más días que la menstruación. El color de la sangre tiene que ser rojo, y se pueden presentar coágulos que no indicarán nada malo salvo  que superen el tamaño de un limón.
Es importante estar atentas a este sangrado, ya que esto servirá para estar seguras de que nos encontramos bien. Por ejemplo, si notas que tienes un sangrado permanente casi sin pausa podría tratarse de una hemorragia, de modo que es recomendable que te coloques una compresa helada en la zona baja de tu vientre, para ayudar a que se contraiga el útero, y acudir rápidamente al hospital.
Luego del parto, cabe la posibilidad de desarrollar una infección urinaria, de ser así sentirás algunos síntomas, como la necesidad de orinar frecuentemente, quemazón en la zona vaginal, ardor al orinar, y el color de la orina tenderá a ser oscuro.
También, durante el puerperio puedes levantar temperatura a causa de la bajada de la leche, lo cual es algo bastante común. Pero si superas los 39 ºC de temperatura o la fiebre persiste más de un día, deberás acudir al médico para poder descartar la posibilidad de que se trate de mastitis o una infección en la herida de la episiotomía o de la cesárea, según el caso.
Por otra parte, es común sentir dolor en la parte baja del vientre durante los primeros 5 días ya que el útero se encuentra en pleno proceso de retornar a su tamaño original. En caso de que el dolor continúe, es necesario consultar con el médico con el fin de revisar si la placenta fue expulsada por completo, lo cual puede suceder sobre todo si se tuvo un parto prematuro o complicado.
Asimismo, ante la presencia de un coágulo en la sangre, se puede sufrir una infección en las venas, lo cual producirá falta de aire, dolor en el pecho, pantorrillas y/o muslos. Ante cualquiera de estos síntomas no dudes en acudir al hospital de manera inmediata. 
Al mismo tiempo, algunas madres suelen sentirse mal o padecer cambios de humor luego del parto producto de que las hormonas han bajado rápidamente. Dicha condición por lo general desaparece después de transcurridos unos 15 días; pero en caso que llegara a persistir, se podría estar presente ante una depresión postparto, y para superarla precisarás ayuda profesional.
En fin, no hay que alarmarse. Sólo se trata de conocer todo lo que es normal y lo que no en la etapa del posparto, para poder saber cuándo es necesario recurrir al médico y no tomarse las cosas a la ligera.