Los problemas de fertilidad, aquejan a muchas parejas que buscan con ansias tener un hijo. Vale destacar que en las mujeres la mayoría de los casos con problemas de fertilidad están relacionados con trastornos de tiroides, cuyos síntomas serían fatiga, depresión, caída del cabello y aumento de peso, etc. Por ese motivo, resulta importante que, de presentar tales síntomas, se lo comuniquen al profesional médico para ayudar en el diagnóstico.
Los especialistas en el tema, aseguran que los problemas de hipotiroidismo influyen directamente en la fertilidad de las mujeres que se hallan en edad reproductiva. Razón por la cual se sugiere que, aquellas que estén planificando tener un bebé, consulten con tiempo con su ginecólogo para realizarse un estudio completo de las tiroides y, de ese modo, poder desechar este problema o, de dar resultado positivo, tomar las medidas preventivas del caso.
Los trastornos de tiroides, tanto el híper como el hipotiroidismo, son factores que pueden influir negativamente en la fertilidad de la mujer o, de producirse un embarazo, pueden acarrear efectos en el desarrollo fetal, incrementando de manera considerable las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre de gestación. Por supuesto que esto ocurriría en aquellas mujeres a las cuales no se les haya diagnosticado la enfermedad o que no hayan recibido el tratamiento correcto.
Hoy en día, el hipotiroidismo más habitual que se da las mujeres es la tiroiditis de Hashimoto. De todos modos, es preciso destacar que con un adecuado tratamiento hormonal y la adopción de hábitos saludables, que incluyan una alimentación equilibrada, cuidado del peso corporal y la práctica de ejercicio físico, las mujeres pueden lograr tener un embarazo normal.
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Durante el embarazo, se producen cambios hormonales a los que el organismo se va habituando paulatinamente. Ese es el motivo por el cual, a lo largo de dicho proceso de adaptación, las embarazadas comienzan a sufrir algunas molestias, como es el caso de las náuseas y los antojos.
Durante el último mes de embarazo es muy común que una se sienta cansada y con ciertas molestias, pero esta situación no puede servir de excusa para hacer a un lado la dieta.
Según una investigación realizada por la Universidad de Rhode Island, el ancho de las caderas de las mujeres no incide para nada, como se pensaba hasta entonces, en la duración del embarazo. En realidad, lo que determina dicha duración es el propio metabolismo de la embarazada.
Una de cada quinientas mujeres embarazadas se ve afectada por la psicosis puerperal, lo cual pone en peligro la vida del bebé. Se trata de una enfermedad mental seria, que se produce durante el postparto y que puede conducir al suicidio a la mujer o, en el peor de los casos, a la muerte del pequeño a manos de su progenitora. Si bien las causas que la originan se desconocen, los especialistas creen que se debe a los cambios hormonales que experimentan las mujeres luego de dar a luz.
Las parejas, que mantienen relaciones sexuales con regularidad, tienen una probabilidad de embarazo mensual de aproximadamente del 20%.
Estar embarazada no significa que no se puede hacer actividad física. En efecto, hacer deporte es sumamente beneficioso para las mujeres, tanto a nivel físico como psicológico, aún durante el embarazo. De todos modos, es necesario tener en cuenta el estado de salud de la embarazada, así como el deporte que se elija y el modo de practicarlo.
Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Essex en Gran Bretaña comprobó que aquellas madres que han trabajado hasta después de los ochos meses de gestación dan a luz bebés con un peso inferior, con una diferencia de 250 gramos, a si hubieran optado por tomarse la licencia entre los seis y ocho meses de embarazo.
En una encuesta efectuada por la Generalitat de Catalunya, se reveló que el 37,6% de las mujeres fuman en la primera etapa del embarazo, mientras que el 55% abandonan el hábito de fumar durante la gestación.
