Las embarazadas deben hacer ejercicio físico

Los beneficios de hacer ejercicio físico durante el embarazo son innegables. Por esa razón, los expertos recomiendan realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física, 5 veces a la semana. Así, por ejemplo, pueden practicar yoga, salir a caminar, hacer natación, realizar algún ejercicio aeróbico liviano o encarar cualquier otra rutina que sea de bajo impacto.
El hábito saludable de hacer ejercicio físico, sumado a una alimentación equilibrada, es fundamental para llegar a término con el embarazo en óptimo estado de salud, no sólo de las madres sino de los bebés también. Este dato es muy importante, teniendo en cuenta que la mayor parte de las mujeres, más concretamente el 68%, eligen no hacer actividad física durante la gestación, lo cual repercute en el aumento de peso extra.
Los profesionales de la salud consideran de suma importancia recomendar a las embarazadas que adopten este estilo de vida,  basándose en los resultados de un estudio realizado de manera conjunta por la Universidad de Granada y el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Las investigaciones pudieron comprobar que la mayoría de las mujeres no hace actividad física, no sólo durante su embarazo sino tampoco antes de quedarse embarazadas. Además, comprobaron que el 20% de las mujeres no hace ejercicio físico desde hace años. Dicha información se desprende del análisis realizado sobre un grupo compuesto por 1.175 mujeres embarazadas sanas que cursaban la primera mitad del embarazo.
Tales resultados dan cuenta de la necesidad de intervenir y promover la adopción de estilos de vida saludables en la gestación, que repercutirán favorablemente en la mujer y su futuro hijo.

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La mala alimentación de las embarazadas incrementa las chances de bronquiolitis en sus bebés

Un grupo de médicos argentinos dio a conocer una investigación, según la cual las embarazadas deben cuidar su dieta pues consumir en exceso carbohidratos podría incrementar hasta siete veces el riesgo de que el bebé padezca bronquiolitis en sus primeros dos años de vida.
Por tal motivo, los expertos aconsejan que las mujeres modifiquen sus hábitos alimenticios, aumentando la ingesta de frutas y verduras, en beneficio de la salud de sus futuros hijos.
La bronquiolitis es una infección en las vías respiratorias muy común entre los niños que puede llegar a ser grave en los pequeños no poseen las defensas altas. Por ello, es importante saber que consumir en exceso pan, pastas, papa, refrescos, productos de bollería industrial, azúcar y arroz durante la gestación incrementa las chances de que el bebé nazca sin las defensas necesarias para afrontar esta enfermedad, que es la mayor causa de mortalidad en los niños menores de 2 años.
El doctor Fernando Polack, principal autor del estudio, señaló que llevar una dieta rica en frutas y verduras durante el embarazo brinda una protección similar a la que ofrece la lactancia materna.
La investigación fue desarrollada por un equipo compuesto por 36 pediatras y neumonólogos pediátricos, quienes se dedicaron a estudiar la población infantil que fue atendida por esta enfermedad en la ciudad de La plata, capital de la provincia de Buenos Aires. De este modo, efectuaron un seguimiento de cada caso en particular acerca de las condiciones de vida de los niños con bronquiolitis, con el propósito de poder conocer cómo vivía su grupo familiar, el nivel de estudios alcanzado por sus padres, si los progenitores fumaban en el hogar, si recibieron o no lactancia materna y su historia clinica desde su nacimiento.
Al mismo tiempo, realizaron un cuestionario para vislumbrar los hábitos alimentarios de las madres, organizando las respuestas en grupos de macronutrientes como por ejemplo las proteínas, carbohidratos, frutas y verduras y las grasas. Así, lograron demostrar que las madres que ingerían más hidratos de carbono afectaban de manera negativa la salud respiratoria de sus hijos.

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Ultrasonido doppler para detectar trombosis en el embarazo

Para poder prevenir ciertas complicaciones durante el embarazo existen pruebas diagnósticas, como el ultrasonido doppler para detectar trombos.
La trombosis en el embarazo se produce cuando se forma un coágulo en el interior del vaso sanguíneo, por lo general en las venas de las piernas. Puede ser un problema realmente serio, por lo que es importante que las mujeres se realicen todos los controles necesarios, en especial aquellas que son propensas a padecer afecciones circulatorias.
Es común que durante la gestación se produzca una hinchazón o edema causada por la acumulación en los tejidos de exceso de líquido, sobre todo en las piernas, aunque sin mayores complicaciones.
Pero una inflamación excesiva, enrojecimiento de la piel o dolor en las piernas, pueden ser síntomas de trombosis venosa. En efecto, la enfermedad tromboembólica venosa, que consiste en el embolismo pulmonar combinado con la trombosis venosa profunda, representa la mayor causa de muerte durante el embarazo.
Un equipo de investigadores de Canadá descubrió que, a pesar de que ninguna prueba diagnóstica da un resultado 100% efectivo, la realización de ultrasonografías seriadas durante una semana con la técnica doppler permite excluir el diagnóstico de trombosis venosa profunda en embarazadas sintomáticas. Por lo tanto, plantean la necesidad de emplearlo como método de diagnóstico durante la gestación para de ese modo poder reducir el riesgo de trombosis y cualquier complicación producida por ella.
No hay que alarmarse, ya que la hinchazón excesiva o el dolor en las piernas son muy frecuentes en las embarazadas. Por eso, siempre lo mejor es consultar con el médico.

Las embarazadas pueden sufrir una leve pérdida de memoria

Todavía existen muchas mujeres que desconocen bien cuáles son los cambios que se producirán en su organismo durante el embarazo, los cuales pueden llegar a producir preocupación si se ignoran los efectos de los mismos. El cerebro no está exento a tales cambios, pues el sistema nervioso prepara a la futura mamá para esa nueva etapa en su vida.
En tal sentido, el cerebro empieza a cambiar desde el preciso momento en el que la mujer queda embarazada, quien comienza a interpretar a nivel psicológico su nuevo rol, aumentando su capacidad empática para crear el vínculo con su futuro hijo, el cual se intensifica cuando el niño nace. Es precisamente desde el momento del nacimiento, cuando el pequeño es un ser aparte en sí mismo, cuando el cerebro lo empieza a interpretar como una prolongación de vida.
Pero esa no es la única forma en la que el cerebro atraviesa por ciertos cambios. Además, a nivel concreto este órgano se va modificando puesto que algunas regiones cerebrales se empiezan a modificar de manera automática. Tal como ocurre con aquellas que se ocupan de manejar los niveles de estrés. De ese modo, el cerebro intenta, dentro de lo posible, reducir la ansiedad durante la gestación, lo cual puede traer en algunas mujeres una consecuencia, que las lleva a sufrir una leve pérdida de memoria, que se suele exteriorizar, por ejemplo, mediante la dificultad para recordar datos comunes y conocidos, problemas de concentración, olvido temporal de sucesos del pasado y pérdida de memoria a corto plazo.
A pesar que sólo es un estado temporal, la falta de memoria puede llegar a ocasionar diversos problemas en de la rutina cotidiana de cada embarazada. Por consiguiente, resulta aconsejable que la mujer que presente tales síntomas consulte con su médico. De todos modos, para evitar que estos síntomas provoquen temor o incidan negativamente en la mujer, es sugerible que la misma lleve una agenda para que le sirva como una suerte de ayuda memoria.

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Sudoración excesiva en el embarazo

Si hay un tema del que poco y nada se habla es el de la sudoración excesiva durante el embarazo. A pesar de que no es en sí mismo un problema de salud, es una cuestión que puede ocasionar cierta incomodidad en la futura madre.
Que una embarazada sude mucho más de lo habitual es algo absolutamente normal. Este síntoma tan común de la gestación es producido por la retención de líquidos que sufren las mujeres, en especial en el último trimestre del embarazo. Por consiguiente, el exceso de líquidos en el organismo torna indispensable su eliminación, y el sudor es una de las formas naturales que emplea el cuerpo para tal propósito.
Además, es necesario saber que el exceso de sudor genera un olor mucho más intenso que el usual, en gran medida por los cambios hormonales que tienen lugar durante la gestación.
La mayoría de los ginecólogos y obstetras coinciden en que este exceso de sudoración se produce por el aumento del flujo sanguíneo en el cuerpo de una embarazada, sobre todo en el tercer trimestre de la gestación, lo que trae aparejado un aumento de su temperatura. De este modo, para intentar controlar esta situación es que las mujeres sudan mucho. 
SI bien no se trata de un problema de salud, sí es algo que genera molestias en la vida diaria de cualquier mujer embarazada. Para controlar esta situación, es importante usar prendas holgadas, preferentemente de algodón o lino, para evitar irritaciones en la piel causadas por la combinación del sudor con la fricción de la tela.
Otra cuestión que ayudará mucho es el cuidado de la higiene, siendo recomendable ducharse tantas veces como lo crea necesario para lograr sentirse a gusto.
Tampoco hay que olvidar de tomar muchos líquidos diariamente, ya que el exceso de sudor puede provocar deshidratación.
De todos modos, si la  embarazada no está conforme con los resultados obtenidos, entonces lo mejor es que consulte con un dermatólogo para que la asesore sobre las mejores alternativas de tratamiento.

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El ultrasonido detectaría el 80% de las malformaciones del feto

Cada vez se registran mayores avances en lo referente a las tecnologías de control y cuidado del feto. En efecto, el dr. Hernan Muñoz, médico ginecólogo y obstetra de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, sostiene que un 80% de las malformaciones del feto podría ser detectado con Ultrasonido, transformándose de ese modo en un elemento importante para la superviviencia del bebé.

Las malformaciones generales del feto podrían detectarse mediante Ultrasonido si se realizan bien los análisis respectivos, pues ofrecen la posibilidad de detectar de manera precoz enfermedades tratables vía intrauterina o preparar tanto a los médicos como a la familia para una cirugía inmediatamente después de producirse el nacimiento en caso que así lo requiera. Este último punto es clave para verificar cuáles son las condiciones concretas del feto, y si existe algún porcentaje de riesgo para el bebé o la madre. Por lo que es necesario que tanto el proceso como las pruebas sean realizadas respetando todos los pasos, para de ese modo obtener la mayor información posible en el menor tiempo. Esto brindará mayores posibilidades de elección y acción frente a cualquier inconveniente que se suscite.

Teniendo en cuenta esto, la Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología publicó en 2011 los lineamientos que rigen para efectuar un examen de ultrasonido de primera calidad. Esta guía de ultrasonido se aplica básicamente a la ecografía del trimestre medio, entre las 20 y 24 semanas de gestación, y ofrece los estándares mínimos para poder detectar patologías fetales en el examen, así como  malformaciones y riesgos de enfermedades maternas durante la gestación.

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¿Qué es la hiperemesis gravídica?

La hiperemesis gravídica consiste en una enfermedad que, por lo general, afecta a las madres primerizas y cuyos principales síntomas son los vómitos persistentes, que se extienden desde el comienzo del embarazo hasta los dos meses y medio de gestación.

Si bien se desconoce con exactitud cuáles son las razones que producen la hiperemesis gravídica, así cómo cuál es el motivo de los vómitos, se piensa que probablemente esté originada por el cambio hormonal que se da en el organismo durante el embarazo, y el incremento de los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana, al igual que del estradiol o la progesterona.

La persistencia de los vómitos puede ocasionar desde deshidratación hasta pérdida de potasio o sodio, además de una pérdida del peso corporal de aproximadamente el 5%.

Esta enfermedad afecta al 1% de los embarazos y a pesar de que no reviste mayor gravedad, puede resultar muy molesta producto de los vómitos persistentes. Este problema se puede prolongar durante todo el día, dificultando que la futura mamá pueda llevar a cabo una dieta normal.

Cuando las mujeres gestantes sufren demasiados vómitos, los especialistas generalmente les efectúan diversas pruebas para poder establecer la existencia de hiperemesis gravídica y para determinar un posible cuadro de deshidratación. Asimismo, se les realizan pruebas complementarias para verificar si las embarazadas padecen hipotensión o taquicardia.

El tratamiento de la hiperemesis gravídica es bastante simple. Específicamente, consiste en corregir la deshidratación sufrida mediante sueros con el propósito de que  los niveles de las sales se normalicen.

De todos modos, es importante saber que se dan algunos casos graves en los que es necesario hospitalizar a la futura mamá, para poder frenar los vómitos ya que de lo contrario el desarrollo del bebé puede verse afectado e incluso puede ocasionar un aborto espontáneo.

Aquellas mujeres que presentan esta enfermedad deben comer con cierta frecuencia y en pequeñas porciones, siendo recomendable la ingesta de alimentos secos, como las galletas, además de alimentos ricos en vitamina B6,  como los cereales listos, los garbanzos cocidos, etc.

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El sexo no ayuda a desencadenar el parto

¿Quién no ha oído alguna vez que el sexo es el mejor modo de desencadenar el trabajo de parto? La razón es que hasta el momento se piensa que el sexo estimula la zona genital y logra que la embarazada se relaje, facilitándole de ese modo todo el proceso. Pero, según parece, esto no es así. Al menos es lo que revela un estudio realizado sobre 1.100 mujeres.

Los expertos creían que en el estudio iban a encontrar que el sexo era el método natural para anticipar el parto. Sin embargo, descubrieron que esto no funciona, por lo que la duración del embarazo no se ve afectada por mucho sexo que se tenga.

En síntesis, los investigadores hallaron la existencia de diferencias entre el momento del parto de las mujeres que mantuvieron relaciones sexuales durante la etapa final del embarazo y las que aquellas que prefirieron no hacerlo.

El obstetra y profesor de ginecología de la Universidad de Malasia, Tan Peng Chiong, admitió estar un tanto decepcionados con estos resultados. Durante mucho tiempo se creyó que el sexo podía servir para inducir el parto, ya que esta creencia estaba respaldada por diversas explicaciones, como que el semen contiene sustancias del tipo hormonal que también se usa en los tratamientos de inducción al parto.

En la etapa final de la gestación la inducción del parto es normal y muchas mujeres también buscan por diversas razones personales desencadenar el trabajo de parto en base a ciertas creencias.

Lo positivo de este estudio reside en que ayuda a fomentar la idea de que mantener relaciones sexuales durante el embarazo es realmente seguro.

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Beber alcohol durante el embarazo afecta el cerebro del bebé

Si hay algo que es contraproducente durante el embarazo es el alcohol porque, al igual que el tabaco, puede afectar al desarrollo del feto. Al respecto, un estudio reciente demostró que beber alcohol durante la gestación repercute seriamente en las funciones cerebrales del bebé por nacer.

En concreto, el alcohol puede dañar el tejido cerebral del bebé o producir diversos trastornos neurológicos, debido a que los fetos que son expuestos a las bebidas alcohólicas sufrirán en la estructura cerebral y en el metabolismo. De modo que las embarazadas que beben alcohol pueden generarles a sus hijos lo que se conoce como el síndrome de alcoholismo fetal.

Durante el proceso de investigación fueron analizados unos 200 niños cuyas madres bebieron alcohol durante la gestación, además de otros 30 niños que nacieron de madres que no bebieron alcohol durante su embarazo ni la lactancia. En cada caso lo que se evaluó fue el tamaño y la forma del cuerpo calloso y el haz de fibras nerviosas del cerebro que conforman el enlace principal que comunica ambas mitades del cerebro, para lo cual debieron realizar resonancias magnéticas a los niños que participaron del estudio.

Los resultados dieron cuenta de que los niños que fueron expuestos al alcohol desde el preciso momento de su gestación exhibían un importante adelgazamiento en el cuerpo calloso del cerebro, así como trastornos neurológicos y daños en el tejido cerebral, en comparación con los niños nacidos de madres sin adicción al alcohol.

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Un estudio permite detectar los casos de macrosomía fetal

Cuando un bebé nace con bajo peso debe afrontar diversas dificultades durante su desarrollo, pero cuando se da el caso opuesto también puede ser un problema. En efecto, en aquellos bebés que nacen con un peso superior a los 4 kilos se habla de macrosomía fetal, lo cual señala que su peso es mayor al normal, por lo que también es posible que deban enfrentar algunas complicaciones.

Un estudio, realizado por un grupo de especialistas del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, reveló que actualmente el 5% de los bebés que nacen poseen un peso superior al normal. En cuanto a ello, es necesario tener en cuenta que en madres que no padecen diabetes la  macrosomía fetal puede ser riesgosa tanto para la mujer como para el feto. Ese es el motivo por el cual es importante advertir estos casos antes de producirse el nacimiento, para de ese modo establecer cómo se va a actuar.

En la búsqueda de detectar precozmente los casos de fetos extra grandes, se logró descubrir que determinados parámetros de la proteína conocida como PAPP-A son muy eficientes para la detección desde el comienzo de la gestación, pues sus valores son más altos en embarazos de bebés grandes.

Los resultados de este trabajo son realmente reveladores, porque hasta el momento la macrosomía fetal no podía ser detectada a través de las ecografías, dada su escasa fiabilidad ya que un margen de error del 10 por ciento en el peso del feto implica una diferencia de 400 gramos.

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