Más allá del estado de alarma que suelen generar en las futuras madres, los sangrados en el embarazo son más comunes de lo que se piensa. De hecho, una de cada cinco mujeres tiene sangrados durante el primer trimestre de gestación, sin que esto suponga un problema para el feto o la madre.
El sangrado, es una hemorragia o pérdida de sangre que se produce en cualquier estadío del embarazo. Ante esta situación, es de suma importancia consultar con el médico, sobre todo si se trata de una pérdida grande, intentando mantener siempre la calma pues el sangrado no siempre indica la existencia de un problema, aunque puede ser señal de aborto espontáneo o alguna otra complicación. Curiosamente, hay casos en los que las mujeres pierden a su bebé sin tener sangrados.
La mayoría de las mujeres tienen pequeñas hemorragias durante la gestación, sobre todo durante el primer trimestre y más aún cuando se trata de embarazo de mellizos o cuando el bebé es muy grande.
Diversas son las causas de los sangrados, una de ellas es la implantación del embrión en la pared del útero, que puede suceder en la segunda semana posterior a la fecundación. Otro de los motivos puede residir en los cambios en el cuello uterino propios del embarazo. En este caso, fluye más sangre al cuello del útero tornando el área más sensible y proclive a sangrados. El aborto espontáneo puede ser también otra de las causas, que generalmente se da durante los primeros tres meses. Aunque en este caso, los sangrados suelen ir acompañados de dolores abdominales intensos, provocados por las contracciones uterinas.
Luego del primer trimestre, los sangrados pueden producirse por problemas en el cuello del útero, tales como infecciones, inflamación, etc; placenta previa, parto prematuro, aborto espontáneo, ruptura uterina o desprendimiento de la placenta. Incluso, una pérdida puede estar indicando el desencadenamiento del parto. También, es bueno saber que es común que una o dos semanas previas a la fecha probable de parto se produzca un sangrado de tonalidad rosada o rojiza.
El tratamiento dependerá exclusivamente de la causa del sangrado, del estado general de la madre y de si existe o no sufrimiento fetal.
Además, para prevenir la aparición de sangrados resulta esencial evitar consumir alcohol y cigarrillos, realizar una dieta balanceada y tomar las vitaminas prenatales indicadas por el médico.
En caso de que existan sangrados en el embarazo y se desconozca su causa, es necesario no tener relaciones sexuales.
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