La dentición en los bebés

La dentición representa para los bebés un proceso arduo y doloroso, siendo a su vez bastante  trabajoso para los padres. De modo que es importante conocer cómo es el proceso para saber como actuar en ese momento.
La dentición puede empezar a los 3 meses de edad de los pequeños y continuar hasta los 3 años. Por lo general, los primeros dientes en asomarse son los dos dientes frontales inferiores, denominados incisivos centrales. A ellos, les siguen los 4 dientes superiores. Las muelas salen más tarde y los colmillos, por último.
Aproximadamente, a los 3 años es cuando los niños poseen la dentadura casi completa, con 20 dientes de leche. De todas maneras, hay algunos casos en los que los bebés ya nacen con uno o dos dientes.
Cuando los bebés comienzan el proceso de dentición, pueden mostrarse irritables y con mal humor durante. Lo cual puede acarrear alteraciones del sueño y falta de ganas de comer.
En la etapa de dentición, es normal que los bebés tengan fiebre, pues las encías, al estar sensibles o hinchadas, pueden producir la elevación de la temperatura corporal.
Otra de las cosas que pueden notar los padres es la excesiva baba del pequeño al morder cosas. Por lo que es aconsejable controlar con un paño la baba para evitar erupciones en la piel. También, es importante el uso de mordillos para ésta etapa.
Los padres, fundamentalmente, deben tener mucha paciencia y saber que se trata de una etapa normal de los niños. Ante cualquier duda, no hay que dejar de consultar con el médico.

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No es recomendable teñirse el cabello en el embarazo

Teñirse el cabello constituye una cuestión que suscita ciertas dudas en las mujeres embarazadas. Desde siempre, se ha hecho referencia a los perjuicios que pueden ocasionar los químicos de la tintura.
Un nuevo estudio que ha sido realizado en Brasil determinó que las mujeres que se pintan el cabello poseen más probabilidades de dar a luz a bebés con leucemia. Dicho estudio fue publicado en el portal web de la Escuela Nacional de Salud Pública en asociación con el Instituto Nacional de Cáncer, en Brasil.
A través de dicha investigación, se ha podido comprobar que las mujeres embarazadas que utilizan tintes corren un riesgo dos o tres veces mayor de tener niños con leucemia, en especial aquellos que estuvieron expuestos a los cosméticos en el primer y el segundo trimestre de gestación.
La relación entre la leucemia y los tintes para el cabello viene siendo estudiada desde los años 70′, pero es ahora donde se ha percibido un aumento marcado entre las embarazadas que se inclinan por emplear esa clase de químicos todos los meses.
Arnaldo Couto, quien ha estado a cargo de dicha investigación, señaló que se ha trabajado sobre el riesgo probable de leucemia en los lactantes, en base a la exposición de la madre durante la gestación a estas sustancias. Por lo que es de vital importancia que las agencias reguladoras, encargadas de verificar la composición química de los productos, informen sobre los riesgos de su uso en embarazadas puesto que algunas sustancias presentes en tales productos ya han sido definidas como potencialmente cancerígenas.

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Los bebés menores de 6 meses no necesitan beber agua

Muchas mamás desconocen que a los bebés pequeños, menores de 6 meses, no es necesario darles agua, pues, de hecho, es contraproducente por diferentes razones porque el efecto del agua no es el mismo en adultos y en bebés.
Los beneficios para la salud que acarrea en los adultos beber agua a diario, producen el efecto contrario en los organismos de los recién nacidos. Por lo que los pediatras aconsejan que los bebés no deben tomar agua hasta al menos los seis meses de vida. Y si bien el agua es necesaria para preparar leche de fórmula o ciertos alimentos, como es el caso de las papillas, los pequeños no necesitan beber agua para hidratarse porque todo lo que precisan lo incorporan a través de la leche materna.
Si un bebé de menos de 6 meses de edad es hidratado con agua, puede ocasionarle pérdida del apetito. En consecuencia,  habrá dificultades de que el pequeño ingiera todo lo que precisa para su correcto desarrollo al momento de comer, ya que se pierde de ganar peso.
Durante los primeros meses de vida de todo bebé, su cuerpo no se halla realmente preparado para beber agua tal como lo hacemos los adultos, incluso ellos pueden llegar a intoxicarse con tan solo tomar un poco de agua. De manera que las consecuencias pueden ser en verdad graves, pudiendo llegar a presentar cuadros de convulsiones hasta estados de coma. De ahí que es de suma importancia que los pequeños no beban agua, pues no lo necesitan.
Sólo en caso que el médico así lo indique, el niño puede beber agua en escasas cantidades, de a cucharadas, preferentemente agua mineral embotellada o agua hervida, para evitar que alguna bacteria afecte su organismo.

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Técnica experimental para el diagnóstico precoz del fracaso escolar en los bebés

El Hospital Clínic de Barcelona dio a conocer una novedosa técnica que da la posibilidad de diagnosticar el cerebro de un recién nacido para verificar si se ha desarrollado de forma adecuada durante el embarazo. Es una técnica experimental que consigue identificar aquellos cerebros que aparentan ser normales pero que en verdad poseen ciertas deficiencias, producidas en el desarrollo durante la gestación. En fin, lo que esta nueva técnica permite es hacer un diagnóstico precoz del fracaso escolar en bebés.
Luego de identificar las deficiencias, es posible emprender un plan de estimulación precoz a lo largo de los primeros 2 años de vida del pequeño, lo cual permitirá al cerebro, que continúa en proceso de desarrollo, corregir tales errores, reduciendo de ese modo la posibilidad de fracaso escolar.
De todas formas, los especialistas afirman que los casos graves de desarrollo neurológico son bastante fáciles de detectar en comparación con los casos leves, que son más frecuentes y más complicados de detectar.
Las deficiencias leves en el desarrollo neuronal se originan por una placenta mal implantada en el útero, a sabiendas de que es el medio por el que se alimenta el bebé, que hace que no reciba los nutrientes necesarios, limitando así el crecimiento y desarrollo neuronal  del bebé en el último trimestre del embarazo. En tal sentido, los expertos confían que una proporción de los bebés que nacen prematuros, con bajo peso, se encuentran afectados y, por consiguiente, correrían un riesgo mayor de sufrir fracaso escolar en el futuro.
A ello se le debe agregar que estos pequeños  correrían mayor riesgo de padecer trastornos de atención, además de problemas para relacionarse socialmente, carácter irritable, etc, problemas que con esta nueva técnica podrían evitarse o  reducirse aunque más no sea un poco.
Vale aclarar que la técnica aún está en etapa experimental, por lo que no se encuentra lista para ser usada rutinariamente en los hospitales y centros de atención. Cuando ello ocurra, sólo se le aplicará a los bebés que han nacido con bajo peso, es decir que pesen menos de 2,5 kilos en la semana 38 del embarazo, 2,7 kilos si nacen en la 40 y a todos los bebés prematuros nacidos en la semana 32 de la gestación.

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Desaconsejan el uso de mordedores con vibración

En el mercado español comenzaron a circular unos novedosos mordedores para niños cuya particularidad reside en que vibran para adormilar la boca de los bebés y disminuir así el dolor que padecen a lo largo del proceso de  erupción dental.
Si bien los mordedores con vibración son muy semejantes a los ya tradicionales, se diferencian de ellos que al morderlos empiezan a vibrar, estimulando de ese modo la circulación de la sangre de las encías en la boca del pequeño, aliviándole el dolor y la ansiedad. En tal sentido, a pesar de que no existe una investigación directa al respecto que de cuenta de las ventajas reales que entraña su uso, hay ciertos indicios que demuestran que puede ser desaconsejable su empleo.
Según creen los especialistas, el nivel de vibraciones que alcanzan los mordedores pueden llegar a producir algunas lesiones en el esqueleto del pequeño, ya sea a la altura del cuello como de la columna, lo cual puede acarrear graves consecuencias en su desarrollo.
De esta manera, si bien es importante tener en cuenta que la dentición puede ocasionarle al bebé dolor y, sobre todo, molestias, lo más recomendable es intentar calmarlo mediante recursos más naturales.
Incluso, los especialistas coinciden en que como no han sido comprobadas las ventajas del uso de este tipo de mordedores y, siendo que existen algunas dudas acerca de su probable peligrosidad, lo mejor es no usarlos o reducir su uso al mínimo, en tanto y en cuanto no se disponga de mayor información al respecto.

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Control de esfínteres: momento de dejar el pañal

Piensas que es el momento de que tu hijo deje el pañal, pero ¿cómo saber si está preparado para hacerlo? A pesar que el verano generalmente es el momento perfecto para quitarle el pañal a los niños, no todos se hallan preparados en esa época, ya que cada niño posee un crecimiento diferente. Lo importante es respetar sus tiempos y no forzarlo por nuestra conveniencia.
Es fundamental saber que si lo presionamos, el pequeño demorará más en controlarse. Lo normal es que los niños comiencen a controlar sus esfínteres entre los dos y los tres años.
A partir de los dos años, los niños ya comprenden la diferencia entre seco y mojado. Asimismo, a esta edad es cuando empiezan a obedecer órdenes y poseen capacidad de decisión.
El niño da claras señales cuando se halla preparado para dejar el pañal. Por ejemplo, muestra incomodidad cuando está mojado y desea quitarse el pañal porque le molesta, cuando le retiramos el pañal y éste está seco, aguanta para no hacerse pis, y cuando reconoce las sensaciones previas a hacerse pis y las expresa.
Más allá de esto, las madres deben tener en cuenta que no es conveniente quitarle el pañal al niño cuando se produce un cambio en su vida, como es el caso de un viaje, una mudanza o el nacimiento de un hermanito.
Bajo ningún concepto se lo debe comparar con otros niños de su edad, pues cada cual posee su ritmo y es esencial respetarlo.
En caso que se produzca un retroceso, no hay que alarmarse debido a que es algo normal, en especial si se produce algún cambio en su vida.
Lo más importante de todo: no hay que regañarle cuando se haga pis o caca encima, porque esto podría ocasionar que el niño se sienta agobiado y pierda el control con frecuencia. Así que paciencia, el niño nos hará saber cuando esté listo para dejar el pañal.

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Qué hacer cuando los bebés comienzan a rascarse

Al llegar a los 3 o 4 meses de edad, los bebés empiezan a explorar todo lo que los rodea y a ejercitar su capacidad para alcanzar y agarrar algunos objetos, llevándolos a su boca y moviendo sus deditos imitando el movimiento de rascado.
Esto es algo muy natural que forma parte del crecimiento y desarrollo de todos los niños, pero en ocasiones puede resultar un tanto peligroso, en especial cuando aprenden a rascarse, y lo hacen constantemente en aquellas partes que les molesta. Por lo que siempre debemos estar atentas para descartar la presencia de cualquier tipo de enfermedad en su piel.
Este movimiento que los lleva a rascarse forma parte de un reflejo, por lo que es automático y no es necesario alarmarse, debido a que forma parte de su crecimiento. Pero si esto es algo que el pequeño hace constantemente, hasta llegar a provocarse lastimaduras, es preciso descartar la posibilidad de que no se trate de una consecuencia de alguna alteración dermatológica.
En el caso que consideremos que padece algún problema en la piel y llevemos al bebé al pediatra, lo más conveniente será colocarle unas manoplas para de ese modo impedir que el pequeño se lastime y aumente las posibilidades de infección.
Es muy importante mantener sus uñas cortas para que, cuando el niño se rasque y se lastime, no se provoque eccemas en la piel.

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Incorporar alimentos sólidos de manera precoz al bebé aumenta los riesgos de sobrepeso

Incorporar alimentos en forma precoz al bebé aumenta los riesgos de padecer obesidad, este dato fue arrojado de una reciente investigación realizada en base a al  estudio de unos 800 niños. Por lo que recién a partir del cuarto mes de vida, y hasta el sexto, resulta conveniente empezar a darle al pequeño lácteos, frutas y cereales.
Al incorporar alimentos en forma precoz a los bebés y alimentándolos también con fórmula, con la consecuente suspensión de  la lactancia,  se expone a los pequeños a cuadruplicar las posibilidades de presentar obesidad al alcanzar los tres años de vida, en contraste con aquellos niños que durante los primeros cuatro meses de vida únicamente se alimentaron con leche materna.
Para la realización del estudio, las madres debían responder acerca de cuándo habían comenzado a darles lácteos, cereales o frutas a sus hijos. Al llegar a los 3 años, el equipo de la investigación, considerando parámetros de Indice de Masa Corporal,  midió el peso y la altura de cada niño que participó del estudio para precisar si eran obsesos.
De este modo, se concluyó que los bebés alimentados exclusivamente con leche materna durante al menos sus primeros cuatro meses de vida, la edad de introducción de sólidos en la dieta no afectó la posibilidad de sufrir obesidad para los tres años. En cambio, aquellos que desde un comienzo habían sido alimentados con fórmula o que a los cuatro meses dejaron de recibir leche materna y empezaron a ingerir sólidos presentaban cuatro veces más posibilidades de padecer problemas de sobrepeso al llegar al tercer año de vida.
De manera que resulta fundamental que los padres conozcan las consecuencias de la manera en que uno alimenta al bebé, para evitar así que en un futuro tenga posibilidades de  ser obeso.

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Dormir con los padres hasta los 3 años sería beneficioso para los niños

Según el médico pediatra sudafricano Nils Bergman, de la Universidad de Cape Town, los niños deberían dormir con sus madres hasta llegar a los 3 años de edad. Esta afirmación, que ha suscitado ciertas controversias, expresa que los bebés duermen mejor cerca del pecho de su mamá que cuando están solos en sus cunas, evitando de ese modo situaciones de estrés o de desapego y angustia.
Desde siempre ha habido opiniones encontradas acerca del  modo en que debe dormir el bebé, ya sea en lo relacionado a su posición, el lugar, las horas, o si deben o no compartir la habitación o incluso la cama con sus padres.
Si bien la mayoría de los pediatras, coinciden en que la forma más segura para el descanso del pequeño es en su cuna, ubicado boca arriba, sin mantas ni almohada, Bergman echa por tierra tales afirmaciones e introduce un nuevo concepto, a través del cual  rescata el descanso de los más pequeños junto a la madre, aseverando que si los bebés duermen con su mamá hasta al menos alcanzar los tres años de vida, resultará beneficioso tanto en salud como en buena conducta .
De acuerdo a las apreciaciones del pediatra, los niños que duermen solos tienen más posibilidades de sufrir a futuro problemas de mala conducta así como un mal desarrollo cerebral. En base a esto, recomienda que los pequeños duerman junto al pecho de su mamá durante sus primeras semanas de vida y que luego compartan la cama con los padres hasta los 3 años.
Según el médico sudafricano, el corazón de los niños que duermen solos padece el triple de estrés y de desgaste si se lo compara con el de los niños que duermen con sus madres. Al mismo tiempo, asegura que la separación al dormir afecta de forma notoria el desarrollo emocional del niño, lo que puede desencadenar en problemas de conducta, emocionales, sociales y de promiscuidad.

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Bebés que gatean hacia atrás

Entre los seis y los diez meses de vida es los bebés empiezan a explorar su entorno por sus propios medios, en un proceso que se inicia cuando consiguen sentarse solos para luego empezar a gatear.
Es muy común que muchos pequeños tiendan a gatear hacia atrás, en lugar de hacerlo hacia delante. Situación que, en ocasiones, llama la atención de los padres.
La verdad es que gatear hacia atrás es algo absolutamente normal. Si bien los niños pueden gatear a la perfección en ambas direcciones, es esencialmente su propia elección la forma en que lo hagan, en función tanto de la energía como de la facilidad con la que logren el movimiento que necesitan para desplazarse.
Uno de los motivos por los que muchos bebés tienden a gatear hacia atrás reside en que poseen más fuertes los brazos que sus piernas, lo cual los lleva a empujar el cuerpo hacia atrás. Esa es la simple razón por la cual no gatean como es de esperarse, pero esta situación se corrige cuando las piernas del bebé ganan fuerza y confianza. Lo primordial es tener en cuenta que la dirección no es lo importante, sino más bien que el bebé pueda desplazarse hacia el lugar que desea.
Por lo tanto, gatear hacia atrás no reviste ningún tipo de problema y es algo que el bebé irá modificando cuando aprenda a hacerlo hacia delante. Todo a su debido tiempo. Lo importante es acompañarlos y alentarlos en este proceso.

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