Alteración del sueño en el embarazo

 

Desde el momento que nos enteramos de que vamos a tener un bebé, no falta quien nos advierta acerca de las náuseas, los mareos y los cambios en el cuerpo. Pero lo que más se siente es un arduo deseo de dormir, el mayor tiempo posible.
Durante el primer trimestre es muy  común que sintamos un importante estado de somnolencia, lo cual se debe al aumento de la progesterona, una hormona que posee un efecto sedante sobre el cerebro durante el embarazo.
El segundo trimestre es, sin dudas, el más favorable debido a que el feto disminuye la presión que ejercía antes sobre la vejiga, cesando de ese modo las ganas de ir al baño a cada momento.
Por su parte, en el tercer trimestre la situación es un poco más complicada. Durante este último periodo, la panza habrá crecido mucho y resulta difícil encontrar la posición adecuada para descansar, por lo que resulta bastante complicado, por no decir imposible, dormir de corrido durante la noche sin despertarse.
Tales alteraciones del sueño y el estrés en el embarazo, por lo general, suelen provocarnos un estado constante de malhumor y malestar. Por eso, para facilitar el descanso es recomendable usar sábanas de raso, para tener un mejor deslizamiento en la cama.
Con respecto a la frecuencia de orinar, no existe una solución concreta más que evitar beber mucho líquido durante la noche, incluyendo bebidas que contengan cafeína o gasificadas.
Asimismo, para favorecer el buen descanso es aconsejable dormir de costado, si es sobre el izquierdo mejor, con una pierna flexionada y la otra extendida para estimular la circulación sanguínea.
Más allá de la ansiedad propia de toda embarazada, lo ideal es descansar lo suficiente para disponer de la energía necesaria para llevar una vida activa hasta el final del embarazo. Aprovechemos a descansar ahora, ya que después del nacimiento de nuestro hijo se volverá una misión casi imposible.

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Aumento de peso en el embarazo

Una de las cuestiones que suele preocupar a toda futura mamá es aquella que alude a la posibilidad de aumentar de peso de manera excesiva. Sin embargo, esto es algo que puede controlarse con tan sólo respetar algunas reglas básicas.
La mayor parte de las mujeres bajan los kilos ganados durante el embarazo, por lo general, entre los seis meses y un año luego de dar a luz.
Resulta imposible predecir si una embarazada va a aumentar mucho de peso o no. Algunas mujeres, perderán el control de su alimentación durante el periodo de gestación y van a ganar kilos, en tanto que otras vivirán los cambios de su cuerpo de una manera muy relajada.
Vale aclarar que las hormonas ligadas al embarazo favorecen el aumento del apetito. Al tiempo que la aparición de retención de líquido, inclusive de edemas, acarrea un aumento importante de la curva de peso, especialmente en el último trimestre del embarazo.
El aumento de peso en el embarazo depende de cada persona. El promedio del aumento de peso varía entre 9 y 13 kg, aunque las mujeres muy delgadas pueden aumentar más  sin que ello implique ningún riesgo para su futuro bebé.
Es importante subrayar que la cuestión no es comer por dos durante el embarazo, sino comer mejor, adoptando un régimen equilibrado. Ciertos factores, como la edad, el haber aumentado mucho de peso en los embarazos anteriores, y un ritmo de vida sedentario, pueden acarrear consigo el aumento de peso.
En cualquier caso, la idea no es hacer un régimen restrictivo sino, más bien, vigilar la calidad de tu alimentación, en especial las cantidades.
Resulta complicado predecir el tiempo que se necesitará para recuperar la línea. A algunas mujeres les costará bajar los kilos ganados durante el embarazo, mientras que otras los perderán sin problema. En cualquier caso, lo importante es no obsesionarse con el tema, y vivir este maravilloso estadio de la manera más relajada posible.

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Calambres en el embarazo

Algo muy común en las embarazadas, y bastante fastidioso por cierto, sobre todo durante el segundo y tercer trimestre de gestación, es la aparición de calambres dolorosos en las piernas, sobre todo de noche o mientras se está acostada. Incluso, los calambres suelen suceder con mayor frecuencia en los últimos meses del embarazo.
Cuando los músculos se tensan de manera repentina provocando dolor intenso, eso es lo que se conoce como calambres, los cuales pueden producirse por diversas causas tales como la  falta de líquidos, un esguince muscular, problemas de circulación sanguínea o por permanecer en la misma posición durante un período prolongado de tiempo.
En realidad, no se sabe a ciencia cierta cuál es el motivo por el que aumentan los calambres en las piernas durante el embarazo. Aunque, los mismos pueden aparecer por cambios en la circulación sanguínea, la presión sobre los músculos de la pierna debido al exceso de peso del embarazo o la presión que ejerce el bebé sobre los nervios y vasos sanguíneos que van a las piernas.
De todas maneras, a no desesperarse, ya que existen algunos trucos para evitar o aliviar la intensidad de los calambres en las piernas. En primer lugar, se deben estirar las piernas  antes de acostarse, evitando poner el pie en punta. Si, de todos modos, sobreviene un calambre, hay que estirar la pierna con el talón extendido y mover los dedos del pie. Asimismo, es importante tratar de evitar permanecer sentada o parada en una misma posición por un periodo prolongado.
Hacer ejercicio con regularidad, previa aprobación del profesional de la salud, como por ejemplo realizar caminatas diariamente, ayudan a impedir la aparición de los calambres en las piernas. También, es importante beber líquidos en abundancia para evitar deshidratarse.
Otras opciones son relajar el músculo con un masaje cuando se esté produciendo el calambre en la pierna, o bien darse un buen baño tibio antes de acostarse.
De todas maneras, no olvides consultar con tu médico ante la menor duda.

Embarazo y estrés

Embarazo y estrés

El estrés en rasgo generales casi siempre se asocia con una persona hiperactiva, que se preocupa por demás y durante el embarazo, esto puede interferir el desarrollo armonioso que el bebé necesita para su crecimiento, por eso es muy importante tener presente que la futura mamá debe tratar de no tener preocupaciones, evitar el exceso de responsabilidades laborales, las peleas y discusiones con su pareja para no verse afectada.

El estrés en la mayoría de las veces sobre todo durante el embarazo, proviene de situaciones cotidianas, como preocupaciones extremas, el no poder llevar la situación del embarazo y sentirse incomprendida por los hijos mayores, la pareja o la familia, o el atravesar momentos críticos ya sean laborales, personales o que se viven a diario.

Las mujeres muchas veces no pueden manejar el exceso de preocupación y éstos influyen silenciosos pero negativamente en sus embarazos, hay personas que siempre están programadas negativamente, se preparan para cualquier desastre y viven sus vidas en torno a la fatalidad. Esto puede afectar generando en el organismo grandes picos de estrés.

En el caso de la familia, cuando una futura mamá está embarazada, es normal que sus hijos mayores o que todo el entorno no sepa cómo comportarse y no entienda que la futura mamá a veces no alcanza a cumplir con todas aquellas cosas a los que los tiene acostumbrados, de allí se generan un sinfín de sentimientos encontrados, reproches, y esto también puede causar estrés.

Por eso se recomienda que una mujer embarazada cuando el estrés la invade, sepa distinguirlo, y canalizar todas esas energías negativas para transformarlas en positivas y así evitar complicaciones. El relax, los masajes y la actividad física son de gran ayuda para los momentos de estrés.

Primeros síntomas del embarazo

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Cada mujer es un mundo, esto está claro. A cada una, nos afectan las cosas de una manera diferente, normal… Lo que sí que es cierto, es que a la mayoría nos pasan cosas parecidas a la hora de quedarnos embarazadas, seamos famosas o no. Aunque haya matices claro.

Antes de saber que vas a tener un bebé, es probable, que los síntomas sean parecidos a los que tienes cuando te va a venir el periodo como:

Dolores de ovarios, molestias en el pecho, especialmente en los pezones (algunas mujeres sufren escozores) y los cambios en el estado de ánimo que solemos tener todas con el síndrome premenstrual… La que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Y es que nos estamos quedando sin estrógenos”. ¿Cómo no se van a tener cambios de humor? Si es algo físico y real.

Es muy posible también, que vayas al baño con mucha más frecuencia que de normal, sobre todo por la noches e incluso, que tengas pequeñas molestias (no lo vamos a calificar como dolor) en el bajo vientre, eso es porque los ligamentos comienzan a estirarse. Algo habitual casi al 100%.

Hay mujeres que en las primeras semanas, por el cambio hormonal, pueden sufrir jaquecas, el único inconveniente (o el mayor), es que solo se puede tomar gelocatil. Despídete de las medicinas durante el resto del embarazo.

Muchas además sufren al principio nauseas. También pasan. No hay que preocuparse.

Decir, también, que un punto en común de las embarazadas a partir de la semana 11 o 12 se les empiezan a acoplar las hormonas y todo funciona con otra normalidad, con mayor calma.

Eso sí, a partir de aquí prepárate para lo que se llaman los ascos… No te asustes, simplemente te repelerán algunos olores que antes no lo hacían.

Espero que disfrutéis mucho de la experiencia del embarazo y que no os preocupéis ni asustéis, si estáis al principio de este y os pasan cosas en el cuerpo y en la cabeza que no reconocéis como vuestras. Todo es normal. Todo está bien. Es que estáis trayendo al mundo a una nueva personita.

El yodo y el embarazo

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Que haya una falta de yodo, en el feto, durante la gestación, puede traer problemas, como son el aborto o el parto prematuro.

Además, el feto puede sufrir problemas en la maduración de su cerebro, daños psicomotores, disminución de su coeficiente intelectual, alteraciones en el sentido del oído, síndrome de hiperactividad o déficit de atención. Así lo ha hecho público la doctora Carmen Gonzalo Mateo del Hospital del Bierzo (Ponferrada). Y, es que durante el embarazo, la hormona tiroidea es muy importante para la maduración del cerebro del embrión.

Hay que tener en cuenta que el embrión no posee una glándula tiroidea, o no es lo suficientemente madura, por lo que necesita la hormona tiroidea de la madre. La mujer embarazada debería tomar, como mínimo, 250 miligramos de yodo, cada día; algo que es muy fácil de lograr si se consume sal yodada o pescado.

¿Cuánta agua es necesaria durante el embarazo?

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La creencia dice que, durante estos 9 meses, deberemos comer y beber por dos; pero, la realidad es que durante este período las necesidades fisiológicas y nutricionales de nuestro cuerpo son distintas, para que nuestro pequeño se desarrolle de manera correcta, lo mejor es llevar una dieta lo más equilibrada posible, descansar las horas que sean necesarias y  beber la cantidad de líquidos que sea más adecuada, para seguir con un estilo de vida activo y muy saludable. Si llevamos una buena hidratación, muchos de los problemas típicos de un embarazo van a desaparecer, aliviarse o no ir a más. Algunos de los males que suelen aparecer en este estado son el estreñimiento, las infecciones urinarias o las toxinas acumuladas. Además, facilitar el paso de nutrientes, por el torrente sanguíneo del feto, proviene la acidez y las náuseas, y evita problemas como la deshidratación que, si no se cuida este problema, puede provocar problemas graves durante el tercer trimestre del embarazo. Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que durante el embarazo se produce un aumento del volumen de sangre, en un 45%- dos terceras partes del mismo son todo agua-. Por la retención en tejidos y en órganos, además, se da la perdida del volumen de sangre. Por lo que consumir una buena cantidad de líquidos y tener una correcta hidratación es algo que para la madre es básico. Un consejo útil es beber, a pequeños intervalos, aunque no tengamos sensación de sequedad; pues, por culpa de los cambios hormonales, se aumenta el umbral de la sed. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, una mujer embarazada debe tomar una media de 2.7 litros al día, o sea, en vez de tomar 8 vasos de agua, unos 10, cada día.

Quedarse embarazada con acupuntura

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Pues si, como se lee, hay un tratamiento de acupuntura que ha logrado que, en casi un 70% de las mujeres que tenían problemas de fertilidad, pudieran quedarse en estado. En algunos casos, incluso, ni siquiera tenía éxito la fecundación “in vitro”, así lo ha hecho público Lou Hao Xiao, una doctora y acupuntura china, que vive en España. La especialista usa el método del maestro Tasso ara luchar contra lo que se conoce como “el útero frío”. Por el momento, ya ha logrado que 12 de las 18 mujeres que han confiado en ella se hayan quedado embarazadas, tras una terapia que dura unos 3 meses y lleva realizándolo en el centro Bodyhelp, en la capital catalana. La directora de dicho centro, Ivara Liria, ha hecho público que son varias mujeres las que han sido sometidas a dicha terapia, la mayoría superan los 40 años y uno de los casos fue muy complicado, pues fue el de una mujer que tenía menopausia precoz y llevaba la friolera de seis años intentando quedarse embarazada. Según la doctora china, las mujeres sufren problemas para fecundar por que tenían frío interno, o sea “son frioleras y normalmente se quejan de no tener calientes, ni las manos, ni los pies”. Y esto es así por que tienen un bloqueo, tanto de energía, como de sangre, que son dos puntos clave en la medicina occidental. Al quedarse bloqueadas ambas, no llega la cantidad de sangre suficiente al útero y a los ovarios. Una de las causas que provoca dicho bloqueo es el estrés, que provoca dolores en la zona de la nuca y en las cervicales, que es un reflejo, según la medicina china, de la zona del útero.

¿ Puedo vacunarme en el embarazo?

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¿ Puedo vacunarme en el embarazo? Es una de las interrogantes más comunes que se hacen las mujeres embarazadas.

Los médicos prefieren que en el momento de quedar embarazada tengas al día el calendario de vacunas, pero si por algún motivo no lo tienes completo, existen vacunas que no son daninas ni para ti ni para tu bebé que se está gestando.

Las vacunas que no tiene ningún riesgo son las que te cubren de las enfermedades como la rabia, la influenza, la  polio, la difteria y el  tétano. Pero también puedes vacunarte contra la hepatitis B y la neumonía si tu médico considera que estas dentro del grupo de factores de riesgo.

 Las vacunas que deberás consultar a tu médico, para tener información de las consecuencias en caso de que decidas suministrártelas son las que inmunizan contra el saranpión, rubéola, y paperas, ya que estas contienen al virus vivo.

Si te haz aplicado la vacuna los médicos aconsejan esperar por lo menos tres meses antes de quedar embarazada, ya que de otra manera podría llegar a tener algún daño el bebé. Pero si antes de ese tiempo, descubres tu embarazo, no desesperes, ya que existen estudios realizados en donde se ha conocido que los casos en que el bebé es afectado por la vacunación son muy bajos.

En cualquiera de los dos casos, es aconsejable una visita con tu médico para evacuar todas tus dudas.