Cuidado de los ojos de los niños

El cuidado de los ojos es muy importante a cualquier edad, empezando desde la infancia, pues de ello dependerá poder mantener una buena visión. Los especialistas recomiendan la realización de controles periódicos de la vista a los niños, comenzando desde su nacimiento. También es necesario que se les haga exámenes al cumplir el primer año de vida, a los tres años y medio y a los cinco. A partir de ahí, sugieren que sean evaluados regularmente. En tanto que aquellos a los cuales se les han recetado anteojos, deben asistir al oftalmólogo una vez al año para poder detectar cualquier cambio que se produzca en su visión.

De todos modos, es necesario que los padres estén atentos ante ciertos síntomas que presenten sus hijos, puesto que pueden evidenciar la existencia de un problema en los ojos, como puede ser frotarse los ojos permanentemente, experimentar sensibilidad a la luz, tener los ojos enrojecidos o lagrimeo crónico, mover o alinear los ojos de forma anormal, etc. Algunos de los síntomas que suelen presentarse en los niños en edad escolar son: dificultad para leer o ver objetos distantes, ver muy cerca televisión o cruzar los ojos.

Es preciso señalar que, en su mayoría, los niños no logran darse cuenta de que no ven bien, por el solo hecho de que para ellos la forma en que ven es la normal. Por eso, es importante consultar periódicamente con el especialista para que les realice los controles rutinarios pertinentes.

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Permanecer despiertos hasta tarde afecta el desarrollo intelectual de los niños

Permitirles a los niños permanecer despiertos hasta tarde varias veces a la semana, algo que resulta ya una costumbre sobre todo si para ver la televisión se trata, puede perjudicar su desarrollo intelectual. En efecto, un estudio epidemiológico llevado a cabo en Inglaterra ha demostrado que los niños pequeños que no cumplen con horarios regulares de sueño poseen un desempeño más bajo en la escuela, en comparación con aquellos que descansan las horas suficientes.

La investigación, que fue desarrollada por un equipo de expertos del University College de Londres, se basó en los datos arrojados por el Estudio de Cohorte del Milenio, un registro a largo plazo de niños británicos nacidos en el 2000. De ese modo, los científicos analizaron la información de unos 11 mil pequeños de siete años de edad que fueron expuestos durante su niñez a diferentes rutinas familiares.

Durante el trabajo, los especialistas decidieron dividir a los niños en dos grupos para poder comparar el desempeño escolar entre ellos. Uno conformado por aquellos cuyos padres los mandaban a dormir comúnmente a una hora fija, y el otro compuesto por los que no tenían esa misma regularidad. De dicha comparación resultó que los niños que eran sometidos a un horario de sueño irregular evidenciaban un rendimiento escolar inferior con respecto a los otros en las pruebas de matemáticas, lectura y manejo espacial.

Los efectos fueron más evidentes entre las niñas, especialmente las de 3 años, ya que esta es una edad en que, como no asisten a la escuela, suele ser más habitual que los padres les dejen permanecer despiertos hasta tarde. Lo cual es un gran error, porque los investigadores sostienen que la restricción del sueño a muy corta edad altera procesos cognitivos, de modo que los niños necesitan esforzarse más a medida que van creciendo.

Crece el porcentaje de niños con presión arterial elevada por consumo abusivo de sal

Hace un tiempo, los profesionales de la salud comenzaron a recomendar la presión arterial de los niños mayores de 5 años, sobre todo en aquellos que padecen sobrepeso u obesidad o tienen cierta predisposición a desarrollar este problema. En tal sentido, en los últimos años ha aumentado un 27% el riesgo de presión arterial elevada en niños y adolescentes. En este marco, expertos de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) realizaron un estudio acerca de la presión arterial elevada en los niños, en el cual hicieron especial hincapié en el abuso del consumo de sal como factor de riesgo.

Tiempo atrás, la presión arterial elevada era directamente asociada a las personas mayores. Sin embargo, actualmente se ha convertido en un problema común entre niños y adolescentes. Una presión arterial elevada propicia el aumento de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, así como insuficiencia renal o enfermedades coronarias. Y si bien se trata de un problema que puede pasar inadvertido, sus consecuencias son muy peligrosas.

En la investigación se establece que una presión arterial normal en adultos mayores de 20 años es de 120/80 mm Hg. No obstante, en el caso de los niños y los adolescentes no es tan sencillo de determinar pues suelen tener una presión arterial elevada, la cual varía en función al sexo, la altura o la edad. Por ese motivo, para diagnosticar presión arterial elevada en un niño, los valores deben ser tres veces mayores.

En el trabajo, los expertos examinaron los datos de 3.248 niños entre 1998 y 1994, y de otros 8.388 niños del periodo comprendido entre 1999-2008. Ambas muestras, tomadas de niños de 8 y 17 años, formaban parte del estudio “National Health and Nutrition Examination Survey III”, programa desarrollado por el centro Nacional de Estadísticas de salud estadounidense mediante el cual se pretende constatar el nivel grado de salud y nutrición de niños y adultos.

Ambos estudios determinaron que los niños que consumían mayor cantidad de sal  tenían un 36% más de riesgo de padecer presión arterial elevada, en comparación con aquellos que ingerían sal de forma moderada. Lo más alarmante es que el 80% de los niños de ambos estudios consumían más de 2.300 miligramos de sal por día, mientras que en un pequeño grupo la ingesta sobrepasaba los 3.450 miligramos de sal diarios, es decir, más del doble de lo que recomienda la Asociación Americana del Corazón.

Teniendo en cuenta estos datos, los padres deben controlar muy de cerca la ingesta de sal en los niños para disminuir las probabilidades de que padezcan una presión arterial elevada y la predisposición a las enfermedades asociadas a este problema.

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El Trastorno por Déficit de Atención sería causado por la falta de oxígeno en el útero o el parto

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), por el cual los niños tienen problemas de concentración e hiperactividad, sería causado por la falta de oxígeno que puede afectar al bebé mientras está en el útero. De acuerdo a la información que maneja el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, el TDAH suele darse más en los niños que en las niñas. Si bien el origen del trastorno aún no está muy claro, los especialistas creen que es producido por un componente genético. No obstante, un estudio realizado de manera reciente revela que los niños que han sufrido falta de oxígeno tanto durante la gestación como al nacer poseen mayores probabilidades de desarrollar este trastorno.

La investigación, llevada a cabo por un grupo de especialistas de Kaiser Permanente del Sur de California, logró determinar que los niños que se vieron privados de oxígeno durante el embarazo corrían un riesgo 16% mayor de presentar TDAH, en tanto que aquellos a los cuales les faltó oxígeno en el parto poseían un 26% más de probabilidades de desarrollar este trastorno. Para arribar a tales conclusiones, fueron analizados los antecedentes de salud de aproximadamente 82.000 niños de edades comprendidas entre los cinco y los once años.

A través del estudio también se descubrió que los bebés que padecieron el síndrome de distrés respiratorio neonatal, así como aquellos cuya madre era hipertensa o tenía preeclampsia, tuvieron más probabilidades de sufrir TDAH.

La curcumina serviría para proteger el sistema respiratorio de los bebés prematuros

Un equipo de expertos del Instituto LA BioMed de la Universidad de California, determinó a través de un estudio que la cúrcuma puede servir para proteger los pulmones de los bebés nacidos prematuros. En concreto, la curcumina es un pigmento que le confiere a la cúrcuma su típica tonalidad amarilla. Dicho pigmento, sería efectivo para la protección del sistema respiratorio a futuro contra el daño pulmonar, problema que puede llegar a ser mortal para los prematuros.

La cúrcuma es una raíz que es extraída de una planta que lleva el mismo nombre, popularmente conocida por ser uno de los ingredientes del curry y por sus variadas aplicaciones en la gastronomía. Vale destacar que la curcumina es capaz de proteger a los bebés de ciertos problemas, como por ejemplo la hiperoxia o la displasia broncopulmonar.

Los expertos lograron constatar que muchas veces los nacidos prematuramente requieren de terapias de oxígeno y asistencia respiratoria debido a la insuficiencia pulmonar que sufren, aunque tales tratamientos pueden ocasionar daños pulmonares crónicos y, en los casos de mayor gravedad, pueden conducir a la muerte.

Hasta el momento, se desconocía si la curcumina podía tener un efecto duradero, pero a partir de esta investigación se logró demostrar que sí. Este compuesto posee propiedades microbianas, antioxidantes y antiinflamatorias, de modo que los investigadores consideran que puede ser una buena terapia para los bebés prematuros que precisan asistencia con oxígeno al nacer.

Contemplando el hecho de que alrededor del 67% de los bebés prematuros que nacen en Estados Unidos entre las 22 y las 25 semanas de gestación presentan displasia broncopulmonar, este hallazgo es muy importante para garantizar el óptimo estado del sistema respiratorio y aumentar las chances de superar los tratamientos sin que queden secuelas.

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El uso de antibióticos puede provocar eczema infantil

La utilización de antibióticos durante el primer año de vida de los niños incrementa el riesgo de que padezcan un eczema a futuro, así lo afirma un grupo de expertos de la Facultad de Medicina de Northwestern (Estados Unidos) en un nuevo estudio. La investigación, que se basa en otros estudios que se desarrollaron anteriormente, concluye que el riesgo de sufrir un eczema infantil por la ingesta de antibióticos asciende al 40%.

Este nuevo trabajo abona la teoría de que los antibióticos destruyen la flora bacteriana intestinal, que es básicamente de la que depende el desarrollo del sistema inmunológico de los bebés. A ello hay que sumarle otra hipótesis vinculada a la higiene, según la cual el sistema inmune de los pequeños no es expuesto a suficientes desafíos como para desarrollarse con mayor fuerza, situación que sucede en ambientes limpios en exceso y que aumentaría el riesgo de sufrir asma y alergias.

La mencionada investigación establece la existencia de una relación entre los antibióticos y el eczema infantil. En efecto, este tipo de fármacos no ayudarían al sistema inmunológico a que se desarrolle de manera adecuada, por lo que sólo deberían ser usados por indicación médica.

Fueron analizados unos 20 estudios en total, para evaluar la utilización de antibióticos en el embarazo y el uso de estos fármacos en los bebés menores de un año de edad. En el primer caso, no se pudo constatar relación alguna entre los fármacos tomados por las madres y el riesgo de eczema en los bebés. Por el contrario, en el segundo caso sí se pudo constatar dicha vinculación, incluso se comprobó que el riesgo aumentaba en equivalencia, es decir, cuanto mayor fuera el uso de antibióticos mayor era el riesgo de que se manifestara esta enfermedad.

Cabe señalar que un eczema es una afección de la piel que provoca la aparición de  placas irregulares, que se caracterizan por su color rojo y que producen picor. Al rascarse, estas vesículas se rompen y sale pus, formándose costras amarillentas.

Los expertos, lograron determinar que la amoxicilina es el antibiótico que mayor riesgo acarrea de padecer la enfermedad.

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Desarrollan vacunas infantiles con oro

El desarrollo de vacunas infantiles con oro permitiría luchar contra el virus sincitial respiratorio (VRS), principal causante de las infecciones respiratorias  durante la infancia, como la neumonía. Mediante el empleo de una nueva técnica, es posible estimular al sistema inmunológico para fortalecerlo en caso que los niños se contagien.

Una vacuna es la introducción en el organismo de virus muertos o inactivos para propiciar la generación de anticuerpos y, de ese modo, luchar contra los virus y bacterias. En el caso particular del virus sincitial respiratorio, se utilizan nanopartículas de oro cubiertas con determinadas proteínas que se encuentran en la superficie de los virus. Así, cuando son detectadas por el sistema inmune, este último produce anticuerpos que servirán de ayuda para luchar contra los virus que ingresen al organismo.

Los investigadores que desarrollaron la vacuna contra el VRS, sabían de antemano que en ciertas circunstancias era posible usar oro en el organismo con absoluta seguridad. Cuando las partículas de oro que están recubiertas con las proteínas son detectadas por el sistema inmunológico, éste actúa como si se tratara de microorganismos reales ya que cree que se encuentra frente a una invasión de patógenos externos.

Hasta el momento, en las pruebas de laboratorio realizadas se pudo constatar la efectividad del método, la interacción entre las partículas y las células sanas estimula a las células del sistema inmunológico. De todas maneras, está prevista una segunda etapa de investigación, mediante la cual se busca verificar la efectividad de la vacuna en animales y la inexistencia de efectos secundarios. Por lo que habrá que esperar unos años más para que la vacuna pueda ser utilizada en niños.

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Desaconsejan el uso de insecticidas en el embarazo

A través de una investigación que se enmarca en el Proyecto INMA, que analiza los efectos que puede provocar para la salud y el desarrollo de los niños españoles la exposición a ciertos productos y contaminantes ambientales, se dio a conocer que los insecticidas pueden afectar de manera negativa al crecimiento del bebé y causarles problemas neurológicos. Incluso, estos productos podrían aumentar el riesgo de leucemia en los niños.  
La investigación se basó en un seguimiento de 2.456 madres e hijos de diferentes ciudades españolas, teniendo en cuenta, aparte de los insectidas que se usaban,  el estilo de vida de cada grupo familiar en particular y las características socio demográficas. Las madres fueron evaluadas desde el embarazo por un lapso de cinco años. Así, los investigadores lograron determinar que el 54% de las embarazadas emplearon algún producto para exterminar los insectos en sus viviendas, e incluso un 15% usó hasta dos insecticidas distintos para tal fin.
En concreto, el 45% de las mujeres utilizó insecticida en su habitación, en especial el que se usa con un dispositivo eléctrico. Para especificar un poco más los datos, se estableció que sólo un 5% lo usó todo el año, mientras que un 20% solamente lo hizo en ocasiones y el 75% restante lo empleó en aquellas estaciones en las que la acción de los insectos fue mayor. Al mismo tiempo, se estableció que otro de los métodos que más se empleó fue el insecticida en spray.
También, se comprobó el uso de insecticida en polvo, repelente, dispositivos de ondas y trampas para cucarachas, aunque en menor medida.
De este modo, es posible afirmar que más de la mitad de las embarazadas emplean insecticidas, uso que se prolonga hasta los primeros años de vida de los niños inclusive.
La exposición de las mujeres a estas sustancias suele ser por inhalación, contacto directo o por ingesta no intencionada. El problema reside en que los futuros bebés y niños son muy vulnerables a la exposición a los insecticidas porque sus organismos no se encuentran completamente desarrollados, razón por la cual el sistema inmunológico no está preparado para actuar como el de un adulto.

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El 44% de los niños españoles tiene exceso de peso

España encabeza en Europa el registro de casos de obesidad infantil, de acuerdo a un estudio desarrollado por la “Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad”. En concreto, aproximadamente el 44% de los niños españoles padecen sobrepeso. Los especialistas aseguran que esta es una problemática que debe empezar a ser combatida desde casa, reemplazando la bollería industrial por  frutas y zumos naturales a la hora de la merienda.
Según dicho estudio, al contrario de lo que debería ser, en los hogares españoles con niños pequeños se consumen menos frutas que en aquellos donde no se tienen niños pequeños.
En este caso, la fruta perfecta para incorporar en la dieta de los niños es, sin dudas, la manzana, puesto que, además de su aporte nutricional, les brinda la energía que necesitan y es muy saciante.  Lo bueno es que se la puede comer de diversas formas, ya sea cruda o cocida, al horno, en puré, cortada en trozos en ensaladas, etc.
Asimismo, una manzana cortada en rodajas puede ser una excelente opción para que los niños consuman en la escuela durante el recreo, así como en la merienda o como tentempié. Es interesante saber también que esta fruta ayuda a mantener los dientes limpios y prevenir ciertas enfermedades, como la hipertensión, diabetes, colesterol, etc.
A medida que los niños crecen, se les puede ofrecer zumos de manzana natural como alternativa para disminuir el consumo de refrescos azucarados, que no sólo les aportan muchas calorías sino que además les provocan “subidones” y bajadas de energía.
En fin, la incorporación de frutas en la dieta de los niños es de gran ayuda para evitar que ganen peso, con el consecuente problema para su salud que ello implica.

La obesidad y la diabetes triplican el riesgo de defectos congénitos

En las mujeres con problemas de obesidad y que padezcan diabetes tipo 2 se triplica el riesgo de que tengan bebés con defectos congénitos, de acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Boston University School of Medicine, en Massachussets, que fue publicado en la revista Epidemiología.
Los autores del estudio determinaron que la obesidad y la diabetes pueden incrementar considerablemente los riesgos de problemas en los recién nacidos, a nivel craneofacial o malformación de las extremidades.
Para la realización de la investigación los especialistas analizaron los datos de aproximadamente 23 mil mujeres. De esa información se desprendió que alrededor  del 65 por ciento de los problemas en los hijos que dieron a luz mujeres que presentaban ambos cuadros fueron ocasionados por la combinación de estos. Además, casi el 6 por ciento de las pacientes con diabetes tipo 2 tuvo bebés con algún defecto congénito, mientras que en las mujeres que no padecían dicha enfermedad  el porcentaje sólo llegó al 1,34. Las anomalías más comunes que se registraron fueron craneofaciales y musculoesqueléticos.
Por otro lado, se observó que las mujeres que padecían obesidad pero no así diabetes no presentaron un aumento en las probabilidades de dar a luz a niños con problemas congénitos, al igual que las embarazadas de peso normal con diabetes gestacional.

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