Las embarazadas que padecen trastornos de tiroides poseen mayor riesgo de sufrir un aborto o que su bebé nazca prematuramente. También, se incrementan las posibilidades de que los recién nacidos presenten una disminución de su capacidad intelectual.
Según los expertos, el hipotiroidismo constituye una de las enfermedades más comunes de la tiroides, que básicamente consiste en la disminución de la producción de hormonas tiroideas que son las encargadas de la regulación del metabolismo, lo cual conlleva distintas alteraciones en el organismo.
La debilidad, falta de concentración, cansancio, caída del cabello, estreñimiento y la mala memoria, son algunos de los síntomas que suelen presentar quienes padecen esta enfermedad, la cual no resulta fácil de diagnosticar y requiere un tratamiento hormonal sustitutorio. De todos modos, los síntomas dependen de la intensidad de la alteración. Si son leves, el trastorno puede que pase inadvertido, pudiendo llegar a descubrirse solamente con un análisis de sangre.
Por todo esto es muy importante concienciar sobre el hipotiroidismo, sobre todo en las mujeres en edad fértil y en las embarazadas porque conforman uno de los grupos de riesgo que mayores consecuencias puede tener cuando el hipotiroidismo no es tratado. A causa de ello, se recomienda realizarles un screening a las mujeres en las primeras semanas de gestación, para poder detectar la enfermedad tempranamente.
Las futuras mamás que ya se encuentran bajo tratamiento por un problema de tiroides, lo ideal es que se sometan a una revisión cada 8 semanas para verificar que la glándula se encuentre funcionando correctamente. A la vez, los especialistas recomiendan los suplementos de yodo, uno de los principales elementos que produce la glándula tiroides y cuya deficiencia puede provocar alteraciones en esta glándula.
La higiene infantil extrema aumenta el riesgo de sufrir alergias
La higiene infantil extrema, es decir, cuando los padres cuidan de manera desmedida que todos los objetos que están en contacto con sus niños se encuentren bien limpios, no es recomendada porque al crear un ambiente aséptico puede acarrear ciertas consecuencias, como por ejemplo un menor desarrollo del sistema inmunológico o mayores posibilidades de padecer distintos tipos de alergias.
Los expertos en salud infantil indican que hay que evitar la higiene infantil excesiva, pues esta es una de las causas que hace que el índice de niños con alergias aumente cada año. En el caso del asma infantil, los especialistas sostienen que se ha duplicado el número de casos en las últimas tres décadas.
La higiene extrema, al igual que las medidas preventivas como la vacunación y la inexistencia del riesgo de infecciones, entre otras cosas, hace que el sistema inmunológico no active las defensas y aumente el riesgo de sufrir alergias.
Hay algunos estudios que revelan que la exposición de los niños a ciertos gérmenes del ambiente ayuda al desarrollo del sistema inmune, fortaleciendo al organismo para que esté más preparado y reduciendo las posibilidades de padecer alergias.
Según los especialistas, los niños de los países en vías de desarrollo, que viven en un ambiente repleto de gérmenes y con carencias sanitarias, nacen con la respuesta inmunológica TH2, células que propician la aparición de infecciones virales o cuadros de alergias. No obstante, las mismas se transforman en TH1, un tipo de células que ayudan al sistema inmunológico a combatir infecciones y disminuir los riesgos de alergias. En cambio, en los bebés que son concebidos en ambientes extremadamente higiénicos, su sistema inmune se desarrolla con menos capacidades.
Algunos datos estadísticos reflejan que los casos de alergia infantil prevalecen un 18,3% en las familias que poseen mayores ingresos, en tanto que sólo el 14,9% de los niños de familias que se encuentran por debajo del umbral de pobreza padecen menos alergias.
Diferencias en la personalidad de los gemelos
Si bien los gemelos son idénticos a nivel físico, no ocurre lo mismo con la personalidad.
En efecto, un equipo de investigadores alemanes procuraba encontrar las claves que pudieran responder por ejemplo, ¿qué es lo que hace que dos personas desarrollen una personalidad diferente siendo que son genéticamente iguales, crecieron en un mismo ambiente y recibieron un trato similar?, ¿la herencia genética guarda relación con la personalidad?, ¿es producto del entorno?
A raíz de estas y otras preguntas fue que se inició un estudio sobre cómo se forma el cerebro en los gemelos, considerando que la interacción entre genes y ambiente puede llegar a ser un condicionante importante en la formación de la personalidad.
En el estudio realizado por los investigadores del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas de Dresden (Alemania), se establece una relación entre esa experiencia personal, el comportamiento diferencial y los cambios en las estructuras del cerebro. Para ello, los especialistas efectuaron la investigación usando roedores de laboratorio idénticos genéticamente y analizaron distintos parámetros, como las pautas de comportamiento o la movilidad. Tales valores posibilitaron definir un perfil de comportamiento individual, vinculado con el número de nuevas células nerviosas que se generaron en el hipocampo, una estructura del cerebro que está ubicada en la parte media del lóbulo temporal. Dicha zona cerebral, según la opinión de los expertos, es clave en los procesos de memoria y aprendizaje de los roedores. De manera que se logró establecer una relación entre el comportamiento individual de cada ratón con las modificaciones producidas en la región cerebral. En efecto, los cambios de personalidad se producen a medida que se generan conexiones neuronales, el cerebro reacciona de una manera distinta ante la recepción de nueva información.
No obstante, los resultados obtenidos en la investigación no logran dar respuesta a ¿por qué el comportamiento difiere en cada gemelo, si viven en un mismo ambiente y son genéticamente idénticos? Habrá que esperar nuevos estudios para llegar a conocer cuáles son los factores que producen las diferencias en la personalidad de gemelos.
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Las embarazadas son más susceptibles de padecer gingivitis
Durante el embarazo, es muy importante que las mujeres cuiden su salud bucal, porque según datos estadísticos aproximadamente el 75% de las embarazadas padece de gingivitis, problema que se caracteriza por la inflamación y sensibilidad de las encías.
En el periodo de gestación aumenta el flujo sanguíneo como producto de los cambios hormonales y físicos, lo cual produce una mayor sensibilidad en la placa dental. Aparte de la inflamación, otros signos de la gingivitis son mal aliento, exceso de saliva y sangrado de encías, por mencionar los más habituales.
Por ese motivo, los profesionales de la salud recomiendan extremar la higiene bucal, acompañado de una alimentación sana y equilibrada que aporte los niveles de calcio suficientes, facilitando a su vez el desarrollo fetal. A ello, hay que sumarle la importancia de consultar con el odontólogo para que corrobore el estado de los dientes de la futura madre, sobre todo porque la incidencia de la gingivitis durante el embarazo es muy alta, a tal punto que puede acabar derivando en una enfermedad periodental severa.
Básicamente, la gingivitis es una enfermedad bacteriana provocada por los restos de comida que se depositan en los dientes luego de cada ingesta. De modo que una limpieza nula o insuficiente tanto de los dientes como la lengua luego de cada comida aumentan las posibilidades de padecerla. Al igual que la caries, esta enfermedad es muy frecuente en la gestación, en especial a partir del tercer mes de embarazo.
El embarazo es una etapa en la que el organismo es más propenso de sufrir ciertas enfermedades y patologías orales debido a los cambios que se producen en el pH de la saliva, incrementándose de ese modo el riesgo de la aparición de caries y la erosión del esmalte de las piezas dentales.
Cabe destacar que la salud del bebé también depende de la higiene bucal de la madre, pues hasta el 70% de las bacterias que se encuentran en la boca de los recién nacidos son transmitidas mediante la saliva por la madre.
Recomiendan tomar vitamina C a las embarazadas que fuman
Un estudio realizado por expertos en pediatría del Hospital Infantil Doernbecher, en Estados Unidos, determinó que para aquellas embarazadas que son fumadoras es beneficioso que tomen suplementos de vitamina C, lo que les permitirá contrarrestar posibles problemas pulmonares en los futuos bebés. Según los especialistas, estos suplementos pueden tomarse perfectamente, reduciendo de ese modo el efecto que conlleva el cigarrillo en los bebés, pues previenen las sibilancias en el primer año de vida.
Para arribar a dicha conclusión, los investigadores analizaron a un grupo conformado por 159 mujeres que cursaban un embarazado menor a las 22 semanas de gestación y que no abandonaron el hábito del tabaco durante ese periodo. Las mujeres fueron separadas en dos grupos al azar, las que integraban el primero tomaron una cápsula de 500 miligramos de vitamina C hasta finalizar el embarazo, mientras que el resto actuó como grupo de control proporcionándoseles una cápsula placebo a diario.
En las 48 horas siguientes de que las mujeres dieron a luz, los expertos se dedicaron a medir la función pulmonar de los pequeños, a la vez que midieron el tamaño de los pulmones junto a su comportamiento en el organismo. Así, se demostró que la función pulmonar de los hijos de las madres que tomaron el suplemento de vitamina C era mejor que la de aquellos cuyas madres habían tomado placebo.
A todos los bebés se les realizó un seguimiento durante su primer año de vida, para documentar la existencia de problemas pulmonares. Nuevamente, los resultados mostraron que los bebés de las madres que tomaron durante el embarazo el suplemento de vitamina C presentaban menos problemas que los de aquellas que habían tomado el placebo. En concreto, el 21% de los bebés de madres que tomaron el suplemento padecieron al menos un episodio de sibilancias, en tanto que en los pequeños del segundo grupo el porcentaje fue del 40%.
De todos modos, los investigadores recomiendan dejar de fumar, porque la vitamina C no erradica los riesgos de la adicción al tabaco y los problemas que le pueden provocar a los bebés.
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Usar chupete previene la muerte súbita
Desde hace tiempo, algunos especialistas basándose en documentación científica vienen afirmando que el chupete puede ayudar a prevenir la muerte súbita en los recién nacidos, por considerarlo un factor de protección durante el sueño del bebé. Ahora esa afirmación ha sido comprobada por una investigación desarrolla por miembros del Monash Institute of Medical Research, pues se determinó que el chupete permite mejorar el control cardíaco, reduciéndose de ese modo el riesgo de muerte súbita.
Los investigadores explican que la muerte súbita guarda relación con un fallo del sistema cardíaco, caída de la presión sanguínea, desajuste del ritmo cardíaco o la imposibilidad de despertarse al dejar de respirar. De este modo, los resultados de dicho estudio son de gran utilidad para prevenir la muerte súbita en los bebés.
Durante la investigación, los científicos se enfocaron en cómo impacta el uso del chupete en el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de los recién nacidos. Para ello, fueron analizados unos 37 bebés a lo largo de tres etapas diferentes, entre dos y cuatro primeras semanas de vida, de dos a tres meses y, por último, de cinco a seis meses de edad. Al mismo tiempo, los niños fueron separados en dos grupos, los que usaban el chupete mientras dormúan y los que no. Además, a los bebés se los hizo dormir boca abajo con el fin de corroborar de qué manera afectaba la utilización del chupete, en cuanto al ritmo cardíaco y la presión sanguínea se refiere.
Así, verificaron que succionar el chupete permitía mejorar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea en los lactantes, reduciéndose por ende el riesgo de muerte súbita. No obstante, aún resta bastante por investigar dado que no se pudo precisar cómo puede evitarse este tipo de muerte.
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Los antidepresivos no afectarían el desarrollo del bebé en el embarazo
En general, las mujeres que están bajo tratamiento psiquiátrico por habérseles diagnosticado depresión, suelen sentir cierta incertidumbre al momento de planificar un embarazo, sobre todo por la inquietud que les genera los efectos que puede llegar a tener la medicación que toman en el bebé. Pero hay buenas noticias al respecto, ya que el Centro Asher para el Estudio y Tratamiento de los Desordenes Depresivos de la Universidad Northwestern, con sede en los Estados Unidos, comprobó a través de una investigación que el consumo de antidepresivos durante la gestación no entraña ningún riesgo para la madre y su hijo, pues no influye en el desarrollo de los niños.
De modo que, a pesar que las mujeres continúan preocupándose acerca de cómo puede afectar el tratamiento contra la depresión en el desarrollo del feto en gestación, el consumo de antidepresivos no es un problema real en sí, dado que se demostró que no produce diferencias de tamaño durante el primer año de vida en niños que han sido expuestos a tales medicamentos. Al tiempo que tampoco guardan relación con el bajo peso al nacer y los partos prematuros.
Para arribar a esta afirmación, los investigadores realizaron el seguimiento de un grupo conformado por 77 mujeres, embarazadas y con cuadros de depresión, de las cuales 46 estaban bajo tratamiento y el resto no. Tras medir y pesar a los hijos de estas mujeres en cuatro oportunidades distintas durante su primer año de vida, se comprobó que el 20% de las mujeres que se encontraban en tratamiento tuvieron bebés un poco prematuros. Sin embargo, en el 10% de las mujeres que no tomaban antidepresivos no se registraron diferencias ni problemas en el crecimiento de sus hijos.
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Efectos negativos de la comida chatarra en el embarazo
El cuidado de la alimentación durante el embarazo es fundamental, pues de ello depende el desarrollo de su bebé en gestación. Comer en exceso comida chatarra durante ese periodo puede hacer que los niños desarrollen una adicción a futuro de esos alimentos, que no son nada sanos dado a que no nutren el organismo.
La comida chatarra durante el embarazo posee efectos negativos para la madre y para el bebé debido a la cantidad deficiente de nutrientes que ofrece. Se trata de alimentos ricos en grasas y calorías que fomentan la obesidad, lo cual puede conllevar que la mujer quede con exceso de peso, así como riesgo de sobrepeso en el bebé durante sus primeros años de vida, que puede intensificarse a medida que vaya creciendo.
El exceso de peso e incluso la obesidad en el embarazo puede traer aparejado diversas complicaciones, nocivas tanto para la madre como para su hijo, como pueden ser hipertensión, diabetes gestacional, síndrome metabólico, preeclampsia, partos prematuros o nacimientos de bebés de mucho peso, con una fuerte tendencia a presentar defectos congénitos.
A pesar de la magnitud de estos datos, muchas embarazadas no son del todo concientes acerca de los riesgos que pueden conllevar para la salud mantener malos hábitos alimenticios.
Un bebé mostrará una mejor aceptación de los alimentos que haya consumido la madre a lo largo de la gestación. Por consiguiente, si la madre acostumbra comer alimentos sanos, como frutas y verduras, después el niño los aceptará porque de algún modo se haya familiarizado con ellos desde el vientre materno. En cambio, si la embarazada comió en exceso comida chatarra, lógicamente el bebé se mostrará reticente a consumir vegetales.
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Cómo se desarrollan los sentidos en el feto
En el interior del útero el feto experimenta un mundo de sensaciones y responde, a su modo, a los estímulos externos y hasta incluso sueña, tal como quedó demostrado en diversos estudios que se realizaron acerca del desarrollo fetal.
La activación de los cinco sentidos en el bebé, vista, tacto, olfato, gusto y oído, durante la gestación posee una doble función. Por un lado, modela el sistema nervioso central del futuro bebé y, por el otro, lo van preparando para lo que será su vida tras el parto.
Tacto
Está comprobado que el feto puede percibir las sensaciones táctiles provenientes del exterior y reaccionar a ellas cuando la madre se acaricia o presiona la panza. En efecto, el tacto es el primer sentido que empieza a funcionar. La señal inicial de sensibilidad se da alrededor de las siete semanas en torno a la boca.
En las dos semanas siguientes, la zona sensible de la piel a la estimulación táctil comienza a extenderse de manera progresiva al resto de la cara, así como al tórax y las palmas de las manos.
En torno a la semana 11 de gestación, las plantas de los pies, al igual que los genitales del bebé, empiezan a mostrar mucha sensibilidad, y ya en la semana posterior la sensibilidad al tacto se extiende a todo el cuerpo, con excepción de la coronilla y la espalda. Por lo que en la primera mitad del embarazo, la totalidad de la piel y las mucosas reaccionan por completo a la estimulación táctil.
Vista
Los recién nacidos pueden seguir el movimiento de una luz y ver correctamente a unos 30-35 cm, que es la distancia que media entre sus ojos y los de su madre cuando es amamantado.
Alrededor de los 22 días de gestación, comienzan a aparecer unos pequeños surcos en el embrión que de a poco conformarán la estructura ocular.
El desarrollo de los párpados se produce de manera independiente al de los ojos. En la octava semana del embarazo, los párpados ya han crecido lo suficiente como para recubrir los ojos, y a través de los mismos solamente pueden apreciarse las retinas. El feto todavía no puede ver, pero sus ojos se mueven al dormir o cambiar de posición.
A los seis meses de embarazo, los párpados del feto se comienzan a separar, mientras que a los siete meses ya los puede abrir por completo, pues la estructura del globo ocular ya está bien formada.
A partir del octavo mes, los ojos del bebé son sensibles a la luz, abriendo y cerrando los ojos según esté despierto o dormido.
Gusto
A la sexta semana ya puede reconocerse la lengua, en tanto que en la semana siguiente se empiezan a formar sus papilas gustativas.
La boca termina de formarse en el segundo mes, siendo capaz de abrirla y de tragar un poco de líquido amniótico. El sistema gustativo del feto ya está completamente desarrollado desde el tercer mes, y a partir del cuarto mes puede diferenciar diversos sabores.
Olfato
El sentido del olfaro es esencial para la supervivencia del bebé porque gracias a él puede encontrar el pecho de la madre luego de nacer.
A las cinco semanas de gestación aparecen las plácodas nasales, que son los dos puntos que se encuentran en la región frontal y que dan lugar a las fosas nasales, pero es necesario esperar unas semanas más para que la nariz se haga visible.
Entre la sexta y séptima semana se forma la punta junto con la cresta nasal y una fracción del tabique, pudiendo diferenciarse bien la nariz en torno a la octava semana de embarazo. Desde la 12ª semana ya puede percibir toda clase de olores.
Oído
En el interior del útero materno, el feto puede distinguir la voz de su madre. El oído es el sentido que más se desarrolla a nivel intrauterino. Empieza a formarse durante las primeras semanas y acaba de desarrollarse hacia el final del sexto mes. Aunque desde la semana 16 ya es capaz de percibir sonidos de la madre o procedentes del exterior, ante los cuales reacciona acelerando sus latidos y realizando movimientos corporales con mayor frecuencia.
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Parasitosis infantil: síntomas y tratamiento
Algunos niños son propensos a tener lombrices, parásitos a los que se conoce como Oxiuros que provocan una infección y afectan a todo tipo de personas, en especial a los más pequeños.
Los parásitos son muy comunes y, a pesar que no producen un daño serio, es imporante eliminarlos, puesto que además de incómodos son antihigiénicos.
El ciclo de vida de los parásitos es el siguiente: empieza como un huevo del cual nace una lombriz, que durante su etapa adulta adopta la forma de un hilo blanco que no supera 1 centímetro de longitud. Habitan en los intestinos pero por las noches se trasladan hacia la zona del ano para colocar sus huevos, generándole al pequeño irritación, incomodidad y picazón, síntomas que dan cuenta de su presencia. Al rascarse, los huevos de los oxiuros acaban depositándose entre los dedos del niño, corriendo el riesgo de ingesta al llevarse la mano a la boca. Es de este modo como los huevos se alojan en la parte superior del intestino, donse se desarrollan, reproducen y, tras un periodo de unas dos semanas, empiezan nuevamente el mismo ciclo. Dicho esto, es muy fácil deducir que las lombrices son muy contagiosas, pasando los huevos de un niño a otro con facilidad, sobre todo al compartir el baño, la ropa, los juguetes o la cama, de modo que todo el grupo familiar es posible que contraiga parásitos. En este caso, hay que consultar con el pediatra para iniciar el tratamiento y adoptar mayores medidas de higiene en la casa.
Actualmente, hay diversos tratamientos que son efectivos para combatir los parásitos, aunque no existe ninguno que sea capaz de destruir los huevos. Por consiguiente, luego de dos semanas de haber tomado la primera dosis es necesario repetirla. Si los parásitos vuelven a aparecer, lo más seguro es que se trate de una reinfección y no de un defecto del tratamiento, por lo que hay que comenzarlo de nuevo.
Al margen del tratamiento, es importante inculcarle a los niños el hábito de lavarse las manos con frecuencia, además de mantener las uñas cortas y bien limpias. Además, todo aquello que esté en contacto con ese niño, como toallas, sábanas, ropa y juguetes, sea lavado con agua caliente ni bien comience a tomar la medicación para eliminar los huevos.
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