¿Qué es la cuarentena?

Si hay algo complicado para cualquier nueva mamá ése es el período de puerperio, comúnmente llamado cuarentena, el cual supone un proceso de cambios hormonales y marca el final de una etapa compleja, como lo es el embarazo y el parto. De modo que, muchas veces, el  estado emocional y psicológico de la mujer es más débil y, generalmente, eso suele afectar el modo de ver las cosas.
La cuarentena es el momento en que el cuerpo de la mujer retorna a su situación normal después del embarazo. El organismo en su totalidad vuelve a su regularidad, aunque también se pueden presentar ciertas molestias, como constipación y hemorroides.
Este período de puerperio se extiende el tiempo necesario, por lo general durante seis u ocho semanas, para que el cuerpo de la mamá regrese a las condiciones pre-gestacionales, disminuyendo de manera paulatina las características adquiridas a lo largo del embarazo.
Tras el nacimiento del bebé, los profesionales de la salud recomiendan guardar 40 días de prevención para que la mujer retorne a su estado normal, de ahí el nombre de cuarentena, y comience a recuperar de a poco  el cuerpo que tenía antes.
Durante este período, es común que se produzcan ciertos cambios psicológicos importantes, ya que al producirse tantos cambios hormonales, la mujer atraviesa una especie de depresión, conocida como la depresión postparto, o período de tristeza, que debilita su sistema inmunológico.
La cuarentena era una medida que se tomaba fundamentalmente hace alrededor de 50 años, cuando se acostumbraba aislar a las mamás que podían llegar a sufrir algún trastorno o eran más débiles a cualquier contagio.
Hoy en día, la cuarentena es vista y tomada de otra manera, y las mamás no son aisladas en su casa por estos motivos. Tan solo los médicos recomiendan que, durante estos días, las mamás descansen lo suficiente y comiencen a incorporar los cambios que se van a suceder en su vida con la llegada del nuevo integrante a la familia.

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Puerperio

Luego del nacimiento de un hijo, comienza un nuevo camino por recorrer para la madre, el cual muchas veces es bastante diferente a lo que en algún momento imaginó. No todo es color de rosa. La ansiedad que se vive durante los nueve meses de embarazo suele chocar con la realidad. Así, se le da la bienvenida al puerperio y la maternidad.
El puerperio se caracteriza por ser un periodo de cambios físicos, hormonales y psicológicos, cuya duración depende de cada mamá en particular en base a su historia personal, su vínculo con el bebé y a cómo se incluye al flamante padre.
Al mismo tiempo, tras el nacimiento del bebé, surgen ciertas incomodidades físicas tales como las molestias por la episotomía, la cesárea, la bajada de la leche, el cansancio y un conjunto de emociones encontradas.
Por lo general, durante el puerperio las mujeres nos sentimos muy sensibles, irritables, inseguras, confundidas entre lo que anhelamos y extrañamos del embarazo con los mandatos o consejos externos acerca de lo que “debemos hacer” en esta nueva etapa de nuestras vidas.
Un recién nacido demanda continua atención de parte de su mamá, quien debe estar a su disposición para cambiarle los pañales, darle el pecho cada dos horas, bañarlo o calmar su llanto. Esta nueva etapa, si bien es agotadora, se da de manera natural y marca el comienzo de un nuevo camino.
Sin embargo, muchas mamás (entre las que me incluyo) suelen angustiarse durante las primeras semanas debido a que no saben cómo tratar a sus bebés, generando una sensación de frustración. Pero tranquilas, a medida que la mamá y el bebé van descubriéndose, la angustia de esta primera etapa va cesando.
De todas maneras, para algunas mujeres el puerperio deviene en una depresión post parto, una enfermedad muy común que puede persistir durante meses o, incluso, años, a causa de los cambios físicos y hormonales. Por lo que si bien las madres solemos padecer un periodo pasajero de tristeza tras el parto, un episodio depresivo severo no resulta normal y requiere de inmediata atención.

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Alteración del sueño en el embarazo

 

Desde el momento que nos enteramos de que vamos a tener un bebé, no falta quien nos advierta acerca de las náuseas, los mareos y los cambios en el cuerpo. Pero lo que más se siente es un arduo deseo de dormir, el mayor tiempo posible.
Durante el primer trimestre es muy  común que sintamos un importante estado de somnolencia, lo cual se debe al aumento de la progesterona, una hormona que posee un efecto sedante sobre el cerebro durante el embarazo.
El segundo trimestre es, sin dudas, el más favorable debido a que el feto disminuye la presión que ejercía antes sobre la vejiga, cesando de ese modo las ganas de ir al baño a cada momento.
Por su parte, en el tercer trimestre la situación es un poco más complicada. Durante este último periodo, la panza habrá crecido mucho y resulta difícil encontrar la posición adecuada para descansar, por lo que resulta bastante complicado, por no decir imposible, dormir de corrido durante la noche sin despertarse.
Tales alteraciones del sueño y el estrés en el embarazo, por lo general, suelen provocarnos un estado constante de malhumor y malestar. Por eso, para facilitar el descanso es recomendable usar sábanas de raso, para tener un mejor deslizamiento en la cama.
Con respecto a la frecuencia de orinar, no existe una solución concreta más que evitar beber mucho líquido durante la noche, incluyendo bebidas que contengan cafeína o gasificadas.
Asimismo, para favorecer el buen descanso es aconsejable dormir de costado, si es sobre el izquierdo mejor, con una pierna flexionada y la otra extendida para estimular la circulación sanguínea.
Más allá de la ansiedad propia de toda embarazada, lo ideal es descansar lo suficiente para disponer de la energía necesaria para llevar una vida activa hasta el final del embarazo. Aprovechemos a descansar ahora, ya que después del nacimiento de nuestro hijo se volverá una misión casi imposible.

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Problemas para amamantar al bebé

 

La lactancia, en sí misma, comienza poco después del parto, cuando el pecho de la madre  empieza a producir leche. Al comienzo, se segrega un líquido que recibe el nombre de calostro, una sustancia baja en grasas y alta en proteínas que le confiere al bebé los anticuerpos necesarios. Entre 48 a 96 horas después de producido el parto, comienza la producción a gran escala de leche. Aunque, no siempre es así ya que algunas mujeres enfrentan problemas para amamantar al bebé.
Por lo general, el problema para amamantar reside en que la leche no baja o lo que baja resulta insuficiente. De modo que si el médico ha descartado cualquier problema de salud que pueda generar una situación de este tipo, existen ciertos factores que influyen de manera negativa en el ánimo de la madre y que impiden esa bajada de leche, tan importante para la alimentación del bebé durante sus  primeros meses de vida.
En ocasiones, la ausencia de la leche materna se debe a causas tan comunes como fáciles de corregir. Sentimientos erróneos acerca de la lactancia, tales como vergüenza o temor; estrés excesivo, en especial si la madre sufre depresión postparto;  la fatiga del parto y la crianza del bebé durante los primeros días;  y la posición inapropiada del bebé o la madre al momento de amamantar, son sólo algunas de las causas a las que hacemos referencia.
También, existe la posibilidad de que los senos, en especial en las primerizas, sufran una congestión que impida el libre flujo de la leche. Pero esto es algo que el médico puede ayudar a solucionar.
La mayoría de los casos, se deben a un manejo inapropiado de la lactancia. Sobretodo  por el suministro de biberones de complemento, lo cual produce en los bebés una confusión de succión, ya que el modo de tomar el biberón y la manera en que el bebé toma el pezón son totalmente diferentes.
Los protectores del pezón acarrean el mismo riesgo de confusión de succión. Asimismo, la boca del bebé no entra en contacto de forma directa con la areola y las terminaciones nerviosas son estimuladas de modo deficiente, por lo que la cantidad de leche producida baja y llega a ser insuficiente en muy poco tiempo.
De todas maneras, vale aclarar que resulta extraño no poder dar una solución a una insuficiencia de la producción de leche. Es importante un diagnóstico adecuado y oportuno, para que el médico pueda aportar las soluciones que se adapten a cada situación para permitir que madre y bebé continúen con su relación de lactancia.

Primeras señales de parto

Por lo general, el mayor temor de cualquier madre primeriza reside en cómo saber cuándo ha comenzado el parto. Pero no hay de qué preocuparse, cuando llegue el momento, te darás cuenta naturalmente.
Si bien, normalmente, se trata de un proceso lento, que suele durar en algunos casos alrededor de doce horas o incluso más, hay diversos síntomas que anuncian la pronta llegada del bebé, como es el caso de la pérdida del tapón mucoso y la aparición de las famosas contracciones, que en un principio son muy suaves y de corta duración. De todas maneras, bien vale aclarar que no hay que salir corriendo al hospital ni bien aparecen alguno de estos síntomas ya que lo más seguro es que te envíen nuevamente para tu hogar.
En un primer momento, las contracciones se irán repitiendo cada media hora aproximadamente. Luego, los intervalos entre las mismas se irán reduciendo y el dolor se tornará, cada vez, más intenso.  De modo que es importante ir midiendo la frecuencia con que se van repitiendo las contracciones y la duración de las mismas. Ahora bien, cuando las contracciones comiencen a repetirse cada tres minutos por el espacio de media hora, es que ha llegado el momento de ir al hospital.
Puede que, incluso, sufras la rotura de la bolsa de aguas, con expulsión de líquido amniótico, lo cual también es una señal que indica que debes acudir al médico.
De todas maneras, no debes preocuparte si acudes antes de tiempo al hospital, ya que lo más importante es tu seguridad y la de tu bebé. En todo caso, será el obstetra quien, luego de examinarte, determine en cuál fase del parto te encuentras de acuerdo al  nivel de dilatación que presentes. La dilatación se mide del uno al diez, siendo el diez el nivel necesario para que se produzca el parto por vía natural.
Lo fundamental es que mantengas la calma y estés relajada para ese momento tan especial y esperado. No hay manera de que no te percates que está por nacer tu bebé, te lo puedo asegurar.

Sacaleches, como elegir el más adecuado

Sacaleches, como elegir el más adecuado

Al momento de tener que elegir un buen sacaleches la mamá que vaya a adquirirlo debe evaluar cual es el que mejor se ajusta a sus necesidades personales, recordemos que no por ser el más caro debe ser el mejor y que cualquiera sea la elección la leche materna es el mejor alimento que un bebé puede recibir los primeros meses de vida para su correcto desarrollo y crecimiento.

La lactancia materna se recomienda por lo menos hasta los 6 meses de vida de un bebé, por lo que adquirir un sacaleches en el caso de que la misma sea abundante, es una muy buena opción para amamantarlo cuando necesitamos retomar nuestras tareas cotidianas y laborales. El mismo nos permite sacar la leche de nuestros senos, almacenarla  y brindársela al bebé sin que pierda sus características nutricionales.

Para elegir el mejor hay que tener presente el uso que vamos a darle, y de allí evaluar el costo-beneficio para hacer una correcta elección. Recordemos, si solamente lo utilizaremos para retirarnos la leche cuando los senos estén muy llenos, si vamos a utilizarlo para almacenar leche  y brindársela al bebé en nuestra ausencia  o vamos a usar todas las funciones que un buen sacaleches nos permite obtener. Los precios de los mismos son muy variados de acuerdo a las funciones que el mismo posea, por eso es importante tener bien presente para que vamos a utilizarlo, en caso de que solamente lo necesitemos para vaciar la leche sobrante en los senos, lo mejor es adquirir uno simple y de bajo coste.

Lactancia materna, los sacaleches

Lactancia materna, los sacaleches

A menudo muchas madres se encuentran con que sus pechos poseen mucha leche, y esto significa un gran beneficio, no solo para ellas, sino también para el bebé que recibirá el mejor alimento que existe la leche materna.

En esos casos donde la leche materna es abundante, los sacaleches son una excelente opción para recolectar el alimento y podérselo brindar al bebé, cada vez que lo necesite, si nosotras estamos ausentes y no podemos prenderlo al pecho. En el mercado industrial existen dos tipos de sacaleches, los manuales y los eléctricos, ambos con los mismos beneficios pero cada uno de ellos con funciones propias que se adaptan a las diferentes necesidades de cada madre.

La elección de los mismos dependerá mucho de cada mamá y del tiempo que cuente para alimentarlo de su propio pecho, en el caso de no poder realizar esto último gracias a los sacaleches no existe ningún impedimento para que el bebé reciba la leche de su madre.

Los sacaleches manuales, como indica su nombre característico, se accionan manualmente permitiendo a la madre controlar la cantidad y fuerza de succión del mismo además de permitir una pausa para que la madre se recupere y sus senos se vuelvan a llenar para poder volver a utilizarlo.

Por su parte los sacaleches eléctricos permiten una mayor velocidad para vaciar los senos maternos, los mismos vienen con un motor  que se ocupa de succionar la leche materna para luego almacenarla, son muy prácticos a pesar de que su coste sea más elevado y vienen con parámetros establecidos para poder elegir la velocidad y el tiempo de succión de los senos que cada madre necesita.

Lactancia para proteger el corazón femenino

Dar de mamar a nuestro pequeño bebé, tiene múltiples beneficios, por eso siempre que podamos debemos prenderlo inmediatamente al pecho, dado que es uno de los mejores alimentos que el pequeño puede recibir los primeros meses de vida, además de significarle a su madre un medio de prevención y cuidado para su propia salud.

Estudios realizados recientemente aseguran que la lactancia materna tiene grandes influencias sobre la salud de la mujer, sobre todo a niveles cardíacos y cardiovasculares. En éste estudio se revela que aquellas mujeres que tienen la posibilidad de dar de mamar a sus hijos a lo largo de su vida por lo menos durante 24 meses, poseen menos posibilidades de contraer enfermedades cardiovasculares, resguardándolas de los conocidos accidentes cerebro vasculares o trastornos relacionados con el sistema cardíaco.

Estos estudios que se realizan constantemente sobre la lactancia materna, le permiten a la mujer saber la gran importancia que tiene amamantar, tanto para ella como para su pequeño bebé, por eso hay que prepararse a lo largo de los 9 meses que dura la gestación para luego llevar una lactancia saludable y permitir que éste sea el mejor de todos los alimentos que pueda recibir un niño.

Recuerda que durante la lactancia se debe cuidar la dieta, la mujer debe mantenerse siempre hidratada, y el niño debe mamar, cada vez que lo solicite, ya que todos éstos tips permiten que la leche materna sea abundante y de buena calidad, aportando todos los nutrientes que un bebé necesita para desarrollarse saludablemente.

Lactancia materna para prevenir enfermedades

Lactancia materna para prevenir enfermedades

No es en vano que se hacen campañas sobre la lactancia materna constantemente ya que la misma forma parte fundamental de la alimentación de un pequeño para prevenir diversos tipos de enfermedades, como lo son principalmente la obesidad, el sobrepeso, y todas aquellas patologías relacionadas con ambas.

Existen a lo largo de los años muchos estudios que demuestra lo importante que es para un bebé recién nacido, el recibir el alimento primordial de su madre, ya que la leche materna posee muchos beneficios, no solamente para el pequeño, sino también para la madre que amamanta.

No hace mucho se ha descubierto que la leche de fórmula, posee una proteína la cual en casos de antecedentes de diabetes en la familia, podría incrementar las posibilidades que el pequeño recién nacido desarrolle dicha enfermedad a medida que va creciendo, por eso es altamente recomendable que una madre tome consciencia y prenda al pecho lo antes posible al bebé recién nacido.

En los casos que la madre padezca enfermedades como diabetes de tipo I, la leche de fórmula debe evitarse por lo menos hasta el año, siempre consultando y siguiendo las recomendaciones que nos brinda el pediatra en la consulta, ya que muchos consideran en casos de antecedentes de diabetes, que el pequeño bebé, debe alimentarse con leche materna justamente para prevenir que herede la enfermedad.

Primeros cuidados del bebé recién nacido: el ombligo

ombligo bebéCuando eres madre primeriza todo te parece nuevo, las sensaciones de tener a tu hijo contigo son inexplicables. Pero también existen muchos miedos, no sé sabe bien como actuar. Pero tranquila, muchas han pasado o están pasando por la misma situación. Y nosotros desde aquí te damos los mejores consejos para que te mantengas informada.

En este caso hablamos del ombligo, ¿cuándo se caerá el resto de cordón umbilical? No te preocupes, se caerá sólo en unos 5 o 10 días.

Para cuidar limpia y sana la zona del ombligo de tu bebé no es nada bueno mojar la ligadura. Límpiala día a día con alcohol. Vigila que el ombligo esté siempre seco, que no sangre ni tenga secreciones que darán lugar a malos olores. La piel que rodea el ombligo no debe estar roja por ningún concepto pues puede ser motivo de infección. Si ves que algo no va bien ve al pediatra, pues quizá el bebé necesite atención de su médico.

Cuando el resto del cordón umbilical se haya caído entonces ya puedes lavar su ombliguito con agua y jabón neutro.