Uno de los elementos que se ha puesto muy de moda es el gimnasio para bebés, ideado para pequeños de hasta 6 o 7 meses, que básicamente consiste en una superficie acolchada provista de un arco del que penden juguetes tipo móvil.
Si bien suelen ser bastante costosos, vale la pena contar con un gimnasio para bebés porque son de gran utilidad para estimular a los pequeños mediante los colores y el sonido de los juguetes.
Son muy prácticos, ya que se pueden transportar con facilidad dado que se pueden abrir o cerrar, según sea necesario. Este tipo de objetos permiten recostar al bebé boca arriba para que pueda mirar los juguetes y mover sus manos y piernas al intentar agarrarlos. Aunque también se puede colocar al niño boca abajo para ayudarlo a ejercitar los músculos del cuello y la espalda, descolgando los juguetes y colocándolos frente a él para que levante la cabeza.
Los juguetes de este tipo no sólo estimulan las habilidades sensoriales y cognoscitivas del bebé, sino que además ayudan a coordinar el tacto y la vista. Al mismo tiempo, las distintas texturas que poseen los juguetes estimulan a los bebés a aprender diferentes modos de agarrar, a abrir y cerrar su mano y, posteriormente, a coordinar ambas manos. Lo cierto es que los bebés se divierten con este tipo de actividades, pues afrontan permanentemente nuevos desafíos, ayudándolos en su experimentación del mundo que los rodea.
Al momento de comprar uno, lo ideal es elegir un modelo que se pueda lavar fácilmente en el lavarropas. De ese modo, la higiene estará garantizada.
Pero si posees habilidades para la costura, puedes construir tu propio gimnasio para bebés con tan sólo un poco de tela y guata, preferiblemente de colores brillantes y cortadas con formas geométricas.
Cuidado de la piel en el embarazo
Algunas mujeres suelen presentar durante el embarazo cloasma gestacional. Se trata de manchas oscuras que aparecen en la zona de la frente, las mejillas y la boca, ya sea por una cuestión hormonal o simplemente por genética, como si fuera una especie de máscara.
Durante el embarazo, los cambios hormonales que tienen lugar en el organismo de la mujer favorecen una mayor concentración de melanina en ciertas zonas el rostro. No obstante, por lo general las personas de piel oscura suelen ser las más afectadas por el cloasma gestacional, debido a su predisposición genética para producir más melanina. Asimismo, el sol es un factor que puede ser desencadenante del problema, por ello es importante cuidarse de la exposición solar, en especial durante el verano, usando cremas protectoras de pantalla total. Sin embargo, aunque en menor medida, también es necesario cuidarse de los rayos del sol en invierno, aplicando en la piel una crema de día con protección UV.
Normalmente, el cloasma desaparece luego del parto, cuando las hormonas regresan a la normalidad. De todos modos, después de dar a luz es importante consultar con el dermatólogo para que pueda evaluar en qué estado se encuentra la piel e indique el tratamiento más apropiado. En general, lo que más suele utilizarse para tratar las manchas son las cremas despigmentantes, que deben aplicarse combinadas con cremas de protección solar de factor alto.
Algunos especialistas recomiendan los tratamientos con láser, aunque no son muy eficaces dado que en gran parte de los casos las manchas aparecen nuevamente y hasta pueden empeorar.
Lo ideal, entonces, es prevenir la aparición de estas manchas empleando protección solar.
Es normal que las madres extrañen su panza de embarazadas
Es muy común que las mujeres, a pesar de la felicidad que sienten tras el nacimiento de su bebé, suelan extrañar la panza.
La maternidad impacta a nivel emocional en todas las mujeres, lo que implica asumir un nuevo rol, marcando una etapa de hallazgos y aprendizaje. Pero el cuerpo también sufre los cambios, a los cuales hay que ir adaptándose porque ya no luce como en los últimos 9 meses.
La panza que tanto acariciamos y hablamos ya no está. El bebé ya es una realidad, ahora la madre lo puede ver, acunar y besar, y debe comenzar a conocerlo y comprenderlo para poder interpretar cuáles son sus necesidades.
El contexto en el que se producen estos cambios no es simple. Para poder comprenderlo es necesario tener en cuenta que todo esto tiene lugar en medio de una revolución hormonal, dolores corporales, pocas horas de sueño, escaso descanso y una preocupación constante, que lleva a cada madre a plantearse a cada momento si lo que todo lo que hace es lo mejor para su hijo.
Contemplando la situación de manera integral, es posible afirmar que resulta completamente normal que algunas veces las madres añoren la tranquilidad de cuando se conectaban con sus bebés durante el embarazo. De manera que si estás pasando por esto, no tienes de qué preocuparte porque es normal. La añoranza por la panza irá desapareciendo gradualmente y de a poco sentirás la satisfacción de ser mamá.
Marcas de nacimiento
Es común que los recién nacidos posean algunas marcas o enrojecimientos temporales que van desapareciendo con el transcurso de los días. Pero también es usual que, ya sea al nacer o un poco después, aparezcan marcas de nacimiento en la piel, que pueden ser de distintos tipos, pues están las que abarcan zonas casi imperceptibles hasta las que son muy evidentes. No obstante, al margen de su tamaño, pueden significar una molestia.
Las marcas de nacimiento pueden ser de diferentes características, ya sean planas o protuberantes o con bordes regulares o irregulares. También, pueden ser de diversos tonos, que van desde el marrón, pasando por el tostado, negro o azul pálido, hasta rosado, rojo o púrpura.
Los dos tipos más conocidos son las marcas de nacimiento vasculares rojas, como es el caso de los hemangiomas cavernosos, que se producen cuando no se forman adecuamente los vasos sanguíneos, o cuando hay muchos o son más anchos de lo que deberían ser; y las pigmentadas, como por ejemplo las manchas color café y los lunares, que aparecen por el excesivo crecimiento de las células que generan los pigmentos de la piel.
Por lo general, son inocuas y en determinados casos tienden a desaparecer por sí solas o disminuyen paulatinamente de tamaño. De todos modos, como algunas marcas de nacimiento son vinculadas a otros problemas de salud, es recomendable consultar con el pediatra.
Hay muchas personas que asocian la aparición de las marcas de nacimiento a un antojo insatisfecho de la mujer durante la gestación. Pero lo cierto es que el origen de la mayoría de las marcas de nacimiento es todavía desconocido. Lejos de la creencia popular, pueden ser hereditarias, aunque no es muy común que así sea, y no suelen estar relacionadas con los traumatismos de la piel que se producen en el parto.
Es importante que el médico evalúe la marca de nacimiento del bebé, sobre todo si sangra, produce picor, se infecta o duele, para poder definir su tipo y, en caso de ser necesario, realizar el control o tratamiento pertinente.
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Trastorno obsesivo compulsivo en madres primerizas
De acuerdo a un estudio que fue publicado en la revista Journal of Reproductive Medicine, el porcentaje de aparición de síntomas obsesivo-compulsivos es mucho más alto en las madres primerizas que en otras personas, y tales síntomas giran básicamente en torno al cuidado del bebé.
Según los autores de la investigación, una madre primeriza puede preocuparse y verificar continuamente si su bebé respira, puede tener obsesión por los gérmenes y por la correcta esterilización del biberón, lavándolo una y otra vez; o puede estar preocupada al extremo por si le ocasiona algún daño a su pequeño.
Los expertos entrevistaron a un grupo de madres primerizas y descubrieron que el 11 por ciento de ellas evidenciaban síntomas obsesivo-compulsivos tanto a las dos semanas como a los seis meses de haber tenido al bebé, en comparación con la población general que posee una tasa que oscila entre el 2 y el 3%.
Comúnmente, tales síntomas se presentan de manera temporal y podrían ser producto de la adaptación al nuevo rol de madre o de los cambios hormonales. Los investigadores pudieron determinar que el 50% de las mujeres encuestadas habían experimentado una mejoría a los seis meses de haber dado a luz. Sin embargo, algunas mujeres que no mostraban síntomas a las dos semanas, sí lo hicieron a los seis meses.
Es probable que ciertos tipos de obsesiones y compulsiones, como las referidas a la higiene y la limpieza, sean normales para una madre primeriza. No obstante, si dichos síntomas repercuten en el día a día y en el cuidado adecuado del bebé y la madre, esto podría estar dando cuenta de la existencia de un problema de salud mental.
Asimismo, aproximadamente el 70 % de las mujeres que presentaron este trastorno mostraron a la vez síntomas de depresión, aunque ello implica otro tipo de enfermedad mental.
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La anemia infantil no siempre es detectada a tiempo
Hay determinados síntomas que se manifiestan en niños y adolescentes a los cuales es necesario estar atentos, porque es muy común que se presenten casos de anemia sin que sean detectados por los adultos, lo que constituye un peligro para su salud pues la deficiencia de hierro incide en el desarrollo.
La anemia es un problema nutricional que se presenta con frecuencia en niños y adolescentes dado a que crecen de manera muy acelerada y su alimentación suele ser mediocre, de modo que no aporta el porcentaje de hierro necesario para el desarrollo. Por ese motivo, los profesionales de la salud les recomiendan a los padres asistir con sus hijos a los controles periódicos para poder conocer cuál es su estado de salud.
Con frecuencia, los síntomas de la anemia pueden pasar inadvertidos, es por esa razón que los especialistas aconsejan estar atentos a diferentes indicios, como la palidez del rostro y cuerpo, la falta de apetito, somnolencia permanente y a un estado de ánimo de absoluta apatía.
Aquellos que desde la infancia padecen anemia sin saberlo, corren un riesgo mayor de sufrir toda clase de enfermedades que pueden conllevar un retraso en el crecimiento, así como problemas de aprendizaje y en el desarrollo psicomotor. De ahí que es de suma importancia detectar la enfermedad y tratarla a tiempo para evitar futuras complicaciones.
El motivo por el cual muchos padres no perciben que sus hijos poseen anemia radica en que los síntomas, por lo general, no son tan evidentes como se cree. Lo primero que suele evidenciarse es la fatiga y la somnolencia constante, sumado a la falta de concentración, desinterés y el bajo rendimiento escolar.
En aquellos casos de cuadros graves de anemia pueden presentarse problemas cardiovasculares y neurológicos, así como de conducta. Por consiguiente, es indispensable que los niños y adolescentes se alimenten de manera adecuada para evitar cualquier tipo de complicaciones.
Acidez estomacal en el embarazo
Uno de los malestares más comunes durante el embarazo, luego de las náuseas, es la acidez. Pero es importante saber que siguiendo algunas recomendaciones las molestias suelen disminuir.
Durante el embarazo, el útero se expande para que el bebé tenga más espacio, lo que a la vez supone menos espacio para el estómago, y eso es lo que causa la acidez. A ello, se le suma la acción de las hormonas del embarazo que relajan el esfínter, que sirve de separación entre el esófago y el estómago, permitiendo la filtración del ácido; de modo que el esófago deja de tener protección contra los ácidos estomacales y, en consecuencia, da lugar a la acidez estomacal.
Por lo general, la acidez genera ardor o dolores en torno a la zona del pecho, siendo más común la aparición de estas molestias durante la noche. Para prevenirla, es recomendable evitar el consumo de comidas ricas en grasas o frituras, al igual que chocolate y cualquier otro alimento que contenga menta o hierbabuena, debido a que contienen sustancias que incrementan la relajación del esfínter. También, deben evitarse los cítricos, el té, el café, el alcohol, el tomate y las bebidas gasificadas.
Al mismo tiempo, es necesario no comer comidas demasiado calientes ni que estén condimentadas con pimienta o picantes.
Lo ideal, es comer entre cinco o seis pequeñas raciones de comida diarias. Es importante, además, comer despacio, masticando bien los alimentos, para facilitar la digestión. Hay que tener en cuenta que cuanto más se mastica, menos ácido se produce.
En cuanto a los hábitos de vida, es recomendable usar ropa holgada, de lo contrario se comprime el estomágo y suben los ácidos.
Una hora después de comer, es beneficioso para la digestión salir a caminar. Jamás hay que recostarse inmediatamente luego de comer.
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La lactancia materna exclusiva previene la muerte súbita
Los beneficios de la lactancia materna, tanto para el recién nacido como para la madre, son ya conocidos. Por un lado, es el mejor alimento para el niño, puesto que aumenta sus defensas. Y, por el otro, ayuda a generar un vínculo más fuerte con su madre.
Los médicos indican que lo ideal son seis meses de lactancia exclusiva, para que el bebé pueda crecer sano. Esto además es ventajoso para la familia porque no tiene que gastar dinero en leche de fórmula, sino que la madre sólo necesita llevar una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
Es importante destacar que, según diversas pruebas que se han realizado, la falta de lactancia materna puede acarrear ciertos riesgos al niño, pues está comprobado que los bebés que no son alimentados con leche materna corren un riesgo mayor de sufrir el síndrome de muerte súbita.
Los especialistas indican que es necesario tomar a la lactancia como una obligación, porque se trata de un alimento que supera en nutrientes a cualquier otra alternativa natural o artificial, debido a que previene el riesgo a infecciones, enfermedades y alergias.
Considerando el aumento de desastres naturales que ocurren en distintos lugares del mundo, como terremotos, inundaciones o huracanes, los profesionales de la salud señalan que en dichos casos los niveles de mortalidad infantil son de entre 2 a 70 veces más a causa de que los bebés, al no haber sido alimentados con leche materna, no poseen las defensas altas, quedando expuestos de ese modo a todo tipo de infecciones, enfermedades respiratorias o cuadros de desnutrición severa, etc.
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La lactancia materna exclusiva previene la muerte súbita
Los beneficios de la lactancia materna, tanto para el recién nacido como para la madre, son ya conocidos. Por un lado, es el mejor alimento para el niño, puesto que aumenta sus defensas. Y, por el otro, ayuda a generar un vínculo más fuerte con su madre.
Los médicos indican que lo ideal son seis meses de lactancia exclusiva, para que el bebé pueda crecer sano. Esto además es ventajoso para la familia porque no tiene que gastar dinero en leche de fórmula, sino que la madre sólo necesita llevar una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
Es importante destacar que, según diversas pruebas que se han realizado, la falta de lactancia materna puede acarrear ciertos riesgos al niño, pues está comprobado que los bebés que no son alimentados con leche materna corren un riesgo mayor de sufrir el síndrome de muerte súbita.
Los especialistas indican que es necesario tomar a la lactancia como una obligación, porque se trata de un alimento que supera en nutrientes a cualquier otra alternativa natural o artificial, debido a que previene el riesgo a infecciones, enfermedades y alergias.
Considerando el aumento de desastres naturales que ocurren en distintos lugares del mundo, como terremotos, inundaciones o huracanes, los profesionales de la salud señalan que en dichos casos los niveles de mortalidad infantil son de entre 2 a 70 veces más a causa de que los bebés, al no haber sido alimentados con leche materna, no poseen las defensas altas, quedando expuestos de ese modo a todo tipo de infecciones, enfermedades respiratorias o cuadros de desnutrición severa, etc.
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Novedosa prueba permite detectar trastornos genéticos del feto
Hay una nueva prueba que permite determinar durante el embarazo la salud genética del bebé en gestación, a través del cual es posible detectar posibles casos de síndrome de Down, Klinefelter y de Turner , entre otro tipo de enfermedades.
Dicha prueba molecular, denominada Diagnóstico Genético de Células Fetales, fue desarrollada por especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, con el propósito de poder conocer el estado de salud del pequeño desde la semana ocho de gestación.
Este novedoso sistema, a la vez, permite conocer el sexo del bebé un mes antes que con el ultrasonido. Pero fundamentalmente ayuda tanto a la familia como a los profesionales médicos a identificar si se esperan un bebé especial, para que puedan prepararse para su llegada y, sobre todo, prever posibles complicaciones.
Mediante una técnica de biología molecular, la prueba permite obtener un panorama global de los 46 cromosomas que conforman el genoma humano. Así, puede detectarse la existencia de un posible riesgo de aborto, así como enfermedades y malformaciones congénitas del feto en gestación, con un acierto del 95%.
Esta prueba está recomendada para las embarazadas con más de 35 años de edad e incluso para aquellas mujeres que hayan estado expuestas a algún tóxico o fármaco muy agresivo. También, se recomienda a mujeres que posean miembros de su familia con alteraciones genéticas.