¿Qué es el absceso infantil?

El absceso infantil constituye un cúmulo de pus, compuesta por glóbulos blancos, tejido muerto y bacterias, entre otras sustancias, que puede presentarse en cualquier área del cuerpo. Generalmente, se asocia su aparición a una infección provocada en cierta parte del cuerpo, que intenta ser combatida por el sistema inmunitario mediante los glóbulos blancos, lo cual da lugar a una acumulación que se traduce en una hinchazón. Es común que un absceso comience a gestarse cuando, al cortarse o pincharse un niño mientras  juega, ingresan los gérmenes patógenos en el área afectada.
Al principio, la zona luce enrojecida, luego se reblandece y gradualmente va formándose la cápsula de pus, que si no es tratada puede acabar saliendo la pus al exterior o, de lo contrario, al interior produciendo una fístula.
También, un absceso puede producirse por la acción de un parásito o un cuerpo extraño. A pesar que los abscesos suelen presentarse en la piel, además pueden producirse en zonas como los dientes o las encías, para lo que se necesitará un  tratamiento a base de antibióticos. Si el absceso es cutáneo, comúnmente no se precisa  tratamiento, pero en casos graves suele realizarse un drenaje quirúrgico.
Es importante saber que un absceso no es igual en un brazo que en otra zona del cuerpo que resulte más molesta, pues puede llegar a dañar  un órgano. Por eso, es necesario como medida preventiva cuidar al extremo la higiene, de ese modo se reducirá el riesgo de que las bacterias ingresen debajo la piel ante, por ejemplo, una herida. En cuanto a los abscesos que pueden aparecer en encías o dientes, pueden prevenirse con una adecuada higiene bucal.
Para evitar cualquier posible complicación a los niños, es conveniente cosultar con un  especialista, quien indicará si se necesita un tratamiento.

 

Primeros pasos del bebé

La velocidad es uno de los estímulos que incentivan a los bebés a dejar de gatear para intentar caminar. Esta relación entre velocidad y aprendizaje para andar, se desprende de un peculiar estudio desarrollado por investigadores del Departamento de psicología de la Universidad de Nueva York. Las caídas no influyen en el proceso de aprendizaje, pues de acuerdo a las pruebas realizadas por los expertos un bebé de entre 12 y 19 meses de vida puede caerse hasta 17 veces, lo cual no impide que deje de intentar trasladarse en dos piernas. El fin es poder caminar y desplazarse con mayor facilidad. Este estudio, fue realizado con niños a quienes se les dejaba desplazarse con libertad en espacios seguros en los que no resultaran lastimados al caer. La totalidad del proceso fue grabado con cámaras para poder analizar cuál era el comportamiento de los pequeños cuando intentaban andar. Según los investigadores, los niños aprenden más fácilmente si se les deja solos y sin ninguna ayuda.
De acuerdo a la investigación, los niños que participaron del estudio dieron un promedio de 2.368 pasos en el lapso de una hora, contabilizándose en ese tiempo unas 17 caídas. Durante este proceso de aprendizaje, los niños aceleraban sus pasos y fueron adquiriendo seguridad al estar erguidos, a la vez que se pudo constatar que la velocidad aumentaba a medida que se reducía la cantidad de caídas.
Además, los bebés que gateaban y miraban cómo otros bebés aprendían a caminar, intentaban gatear más rápido hasta que acababan por intentar aprender a andar adoptando una posición erecta. Ello demuestra el efecto positivo que tiene para los bebés estar en contacto con  otros niños durante este proceso de aprendizaje.
A pesar que durante más de un siglo se estudió el proceso de aprendizaje, hasta el momento no se había considerado la velocidad de desplazamiento como un estímulo para los pequeños.

Las toallitas húmedas con fenoxietanol son tóxicas para los bebés

Las toallitas húmedas es uno de los tantos productos que la mayoría de las madres utilizan para la higiene de los bebés. Sin embargo, ahora se dio a conocer que estas toallitas contienen fenoxietanol, un bactericida que es usado combinado con otras sustancias químicas para la elaboración de vacunas e insecticidas y que hasta el momento los efectos adversos que se conocían eran mareos y diarrea. Los profesionales de la salud no recomiendan su uso en mujeres lactantes para impedir que este producto químico se transfiera de la piel al pezón y, por ende, a los bebés.
En Estados Unidos, por ejemplo, esta sustancia se encuentra autorizada por el Centro de Control de Enfermedades. No obstante, en países como Japón está prohibido su empleo. A largo plazo, el fenoxietanol puede resultar tóxico para el hígado y ciertas células del torrente sanguíneo, e incluso puede afectar al crecimiento y al sistema reproductivo. Lo cierto es que a mediados de 2012, la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos y Productos Sanitarios (ANSM) de Francia recomendó dejar de usar fenoxietanol en productos cosméticos para bebés de menos de tres años, como es el caso de las toallitas de higiene infantil. Pero los fabricantes de este producto ignoraron dicha recomendación.
De todos modos, esta noticia no es nueva pues desde hace un tiempo que se aconseja a los padres evitar por completo el uso de toallitas húmedas para bebés, sobre todo las que contienen esta sustancia, que son la gran mayoría. El problema radica en la inexistencia de estudios que den cuenta sobre los riesgos que encarna el empleo del fenoxietanol.
La recomendación de la ANSM es que, para los niños mayores de tres años, las toallitas húmedas o cualquier otro producto cosmético deben contener un 0,4% de dicha sustancia y no el 1% como hasta ahora. Al mismo tiempo, fue enviado este estudio a la Comisión Europea para que sea trasladado a la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, con el propósito de que se encargue de realizar los análisis y evaluaciones pertinentes sobre este compuesto.

La mala alimentación de las embarazadas incrementa las chances de bronquiolitis en sus bebés

Un grupo de médicos argentinos dio a conocer una investigación, según la cual las embarazadas deben cuidar su dieta pues consumir en exceso carbohidratos podría incrementar hasta siete veces el riesgo de que el bebé padezca bronquiolitis en sus primeros dos años de vida.
Por tal motivo, los expertos aconsejan que las mujeres modifiquen sus hábitos alimenticios, aumentando la ingesta de frutas y verduras, en beneficio de la salud de sus futuros hijos.
La bronquiolitis es una infección en las vías respiratorias muy común entre los niños que puede llegar a ser grave en los pequeños no poseen las defensas altas. Por ello, es importante saber que consumir en exceso pan, pastas, papa, refrescos, productos de bollería industrial, azúcar y arroz durante la gestación incrementa las chances de que el bebé nazca sin las defensas necesarias para afrontar esta enfermedad, que es la mayor causa de mortalidad en los niños menores de 2 años.
El doctor Fernando Polack, principal autor del estudio, señaló que llevar una dieta rica en frutas y verduras durante el embarazo brinda una protección similar a la que ofrece la lactancia materna.
La investigación fue desarrollada por un equipo compuesto por 36 pediatras y neumonólogos pediátricos, quienes se dedicaron a estudiar la población infantil que fue atendida por esta enfermedad en la ciudad de La plata, capital de la provincia de Buenos Aires. De este modo, efectuaron un seguimiento de cada caso en particular acerca de las condiciones de vida de los niños con bronquiolitis, con el propósito de poder conocer cómo vivía su grupo familiar, el nivel de estudios alcanzado por sus padres, si los progenitores fumaban en el hogar, si recibieron o no lactancia materna y su historia clinica desde su nacimiento.
Al mismo tiempo, realizaron un cuestionario para vislumbrar los hábitos alimentarios de las madres, organizando las respuestas en grupos de macronutrientes como por ejemplo las proteínas, carbohidratos, frutas y verduras y las grasas. Así, lograron demostrar que las madres que ingerían más hidratos de carbono afectaban de manera negativa la salud respiratoria de sus hijos.

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El ejercicio físico ayuda a reducir el número de cesáreas

No caben dudas de que hacer actividad física es sumamente beneficioso para cualquier persona y más aún para las embarazadas, en especial porque ayuda a controlar el peso, reduce las probabilidades de sufrir depresión y disminuye el riesgo de obesidad en los bebés. Lo ideal es hacer ejercicio físico regularmente, sobre todo teniendo en cuenta que se descubrió que con su práctica puede reducirse la cantidad de cesáreas.
En tal sentido, un equipo de  investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demostró que un programa de actividad física regular, realizado bajo la supervisión de especialistas, permite reducir la cantidad de partos instrumentales, en los que se usan fórceps y espátulas; al igual que de cesáreas, en comparación con aquellas embarazadas que no hacen nada de ejercicio.
Con esto, la idea es impulsar a las futuras mamás a que realicen una rutina diaria de trabajo para poder estar activas durante la gestación porque, además de los beneficios que ya mencionamos, permite  mejorar la postura y la apariencia, aliviar el dolor de espalda, fortalecer los músculos que participan en el trabajo de parto y reducir el riesgo de diabetes gestacional. De modo que, según los investigadores, practicar regularmente  ejercicio físico conlleva una mejora en la calidad de vida de los bebés y las mujeres, no sólo en el embarazo sino también durante la maternidad.
Durante el estudio se analizaron dos grupos de embarazadas, uno conformado por  138 mujeres que siguieron el plan de ejercicios pautado por los especialistas, y otro integrado por 152 mujeres que permanecieron inactivas.
Una vida sedentaria, una postura incorrecta o hábitos inadecuados de alimentación, resultan perjudiciales y pueden implicar riesgos para el desarrollo normal de la gestación. De manera que, aparte de hacer actividad física, también es conveniente llevar un estilo de vida saludable.

La gripe en el embarazo

La gripe es una enfermedad que genera bastantes molestias por unos días, pero que después desaparece sin dejar rastro. Sin embargo, los niños pequeños, los ancianos y las mujeres embarazadas conforman grupos de riesgo ante esta enfermedad, porque pueden sufrir complicaciones mayores.
En el caso de las embarazadas, poseen más riesgo de sufrir complicaciones por la gripe durante el segundo y tercer trimestre de gestación. Si además del embarazo, padecen enfermedades como obesidad, asma o diabetes, los efectos de la gripe pueden ser mayores.
Las complicaciones que suelen darse más comúnmente son neumonía y bronquitis, entre otras enfermedades respiratorias. En cuanto al bebé, éste puede nacer prematuro o con bajo peso.
Los síntomas de la gripe son los mismos en todas las personas: fiebre, tos, pérdida de apetito, mucosidad, dolor de garganta, espalda o cabeza, entre otros.
Para la prevención de la gripe, aparte de tomar las medidas lógicas, como no estar en contacto con personas resfriadas o con gripe, lavarse con frecuencia las manos y permanecer en sitios con buena ventilación; las embarazadas deben vacunarse contra el virus de la gripe. En efecto, la vacuna reduce el riesgo de complicaciones en caso de contagio de la enfermedad y protege al bebé desde su nacimiento hasta los seis primeros meses de vida.
Si a pesar de haberse vacunado la mujer embarazada contrae la gripe, un antiviral es lo único que le puede administrar el médico. De manera que, de presentar algunos de los  síntomas de gripe, sobte todo si se tiene dificultades para respirar, es conveniente acudir rápidamente a un centro de salud.
Los típicos medicamentos que se utilizan para aliviar los síntomas de la gripe puede que no sean seguros, debido a que contienen diversos fármacos. Es preferible evitarlos, en especial durante los primeros 3 o 4 meses de la gestación. De todos modos, los médicos suelen indicar que se tome paracetamol, medicamento que sirve para controlar la fiebre y aliviar el malestar habitual de la gripe, aunque algunos estudios han revelado que su consumo puede acarrear problemas respiratorios en la infancia. Por eso, nunca se debe tomar ningún mediante sin antes consultar con el médico.

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Síntomas y tipos de aborto espontáneo

Durante el primer trimestre del embarazo suelen ser comunes los casos de aborto espontáneo, cuyas causas en ocasiones no pueden determinarse con exactitud.
La mayor parte de los abortos espontáneos suceden durante los primeros tres meses de gestación y, en general, se producen por problemas genéticos.
Si bien una embarazada puede sufrir un aborto espontáneo producto de algún trauma físico o emocional, muchas mujeres suelen creer que se produce por tener sexo o practicar deporte. Lo cierto es que la causa del mismo comúnmente es natural.
Puede ocurrir que haya una amenaza de aborto, que se manifiesta mediante un sangrado inesperado. En ese caso, es necesario consultar con el médico para que, tras analizar en qué condiciones se encuentra el cuello del útero y realizar una ecografía obstétrica, pueda determinar si el bebé continúa con vida.
Los síntomas de un aborto espontáneo más comunes son un sangrado vaginal abundante y con coágulos, así como dolores intensos en la zona del abdomen. En estos casos, mediante una ecografía es posible constatar la presenta actividad o no el embrión o feto.
Hay diversos tipos de aborto espontáneo. Por un lado, encontramos los abortos precoces, que son los más comunes, los cuales se producen antes de cumplir la semana doce de embarazo. Incluso, a veces pueden producirse antes que la mujer sepa que está  embarazada.
Los abortos tardíos, por su parte, son los que ocurren entre las semanas doce y veinte de gestación. Si se producen después de cumplido ese tiempo ya no se trata de un aborto, sino más bien de un parto prematuro.
Mientras que un aborto incipiente se da cuando el cuello del útero se encuentra entreabierto pero no fue expulsado el embrión o el feto. Si el cuallo del útero está borrado entonces se trata de un aborto inevitable. En cualquiera de los dos casos, la mujer tendrá contracciones y sangrado.
También, se habla de un aborto completo, cuando se expulsa natualmente el contenido del útero; o aborto diferido, cuando se constata la muerte del feto pero éste no es expulsado de manera espontánea sino que debe realizarse un legrado o prescribir medicamentos para poder evitar una infección.
En general, luego de haber sufrido un aborto espontáneo las mujeres no tienen problemas para volver a quedarse embarazadas. No obstante, hay casos en los que pueden presentarse ciertas complicaciones.
Si una mujer sufre tres abortos espontáneos entonces se trata de abortos recurrentes y es necesario que el profesional médico analice si posee alguna enfermedad genética o tiene problemas para concebir.

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Los bebés nacidos por cesárea son más propensos a ciertas complicaciones

Los profesionales médicos afirman que las futuras mamás sólo deben someterse a una cesárea en caso que sea necesario, pues los bebés nacidos por este medio se tornan más proclives a determinadas complicaciones, como por ejemplo las alergias y las enfermedades respiratorias.
Al respecto, un estudio desarrollado recientemente logró establecer que los bebés que nacen por cesárea tienen cinco veces más posibilidades de sufrir alergias, en comparación con los niños que nacen por parto normal, cuyos desencadenantes pueden ser el pólen de las flores, los ácaros del polvo o el pelaje de las mascotas.
Los expertos del Hospital Henry Ford en Detroit, de los Estados Unidos, creen que esto ocurre porque al no pasar por el canal de parto, tal como sucede durante la cesárea, el pequeño no se expone a las bacterias que están presentes en el cuerpo de la madre y que sirven para volverlo más resistente a las enfermedades e  infecciones.
Para arribar a dicha conclusión, se llevaron a cabo pruebas en unos 1.258 bebés, de los cuales algunos nacieron por vía vaginal mientras que otros lo hicieron por cesárea. Este grupo de bebés fue examinado al cumplor el primer mes de vida, y se repitió a los seis meses, al año y a los dos años de edad. De ese modo, lograron determinar que los que habían nacido por cesárea tenían una propensión mayor a sufrir alergias.
De este modo, comprobaron que la exposición durante la primera infancia a los microorganismos incide el desarrollo del sistema inmunológico y la aparición de cuadros de alergias. Por eso, los investigadores sostienen que pasar por el canal de parto hace que los bebés queden expuestos a ciertas bacterias, hecho que fortalece su sistema inmunitario.

El ácido fólico reduce el riesgo de autismo en los bebés

El ácido fólico es una vitamina fundamental para la prevención de defectos del tubo neural, pero ahora además se descubrió que su consumo durante el embarazo disminuiría el riesgo de autismo en el bebé.
El ácido fólico también favorece un mejor desarrollo cognitivo y previene retrasos en el lenguaje. Razón por la cual, los especialistas recomiendan tomar 400 mg por día de este suplemente desde alrededor de un mes antes de comenzar a buscar un embarazo y durante el primer trimestre de gestación. De ese modo, se garantiza contar con las reservas necesarias al momento de la formación de las estructuras básicas del sistema nervioso.
Según el estudio realizado en Noruega, para el cual se analizaron unos 85.176 bebés nacidos entre 2002 y 2008, aquellas madres que tomaron ácido fólico a partir de un mes antes y durante las 8 semanas posteriores a la concepción tenían un 40 por ciento menos de riesgo de que sus hijos nacieran con autismo, en contraste con las madres que no lo tomaron.
Este es el primer estudio que se hace sobre los efectos beneficiosos del ácido fólico contra trastornos del neurodesarrollo, como es el caso del autismo. El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es muy útil para producir y mantener nuevas células. Es bueno saber que esta vitamina se encuentra en alimentos tales como los guisantes, frijoles, levadura, verduras de hoja, lentejas, hígado y huevos.

En Bélgica disminuyeron los partos prematuros desde que rige la prohibición de fumar en público

Miembros de la Universidad de Hasselt, en Bélgica, en conjunto con el Centro de Epidemiología Prenatal, realizaron un estudio, cuyos resultados demuestran que desde que rige la prohibición de fumar en público en dicho país se redujeron alrededor de un 6 por ciento los casos de partos prematuros.
Fumar durante la gestación o ser fumadora pasiva, puede provocar que se adelante el parto y que el bebé nazca con bajo peso. A la vez que puede ocasionar infecciones respiratorias, asma o defectos congénitos del corazón, en los pequeños.
En Bélgica, la medida de prohibición de fumar en espacios públicos fue implementada en tres etapas. Primero se prohibió fumar en sitios públicos y ámbitos de trabajo, luego la prohibición se extendió a los restaurantes y, por último, fueron incluidos en esta normativa los bares y locales de venta de comida.
Para la investigación, los expertos analizaron unos 607.000 partos desde el año 2002. En base a ello, lograron determinar que luego de la implementación de cada una de las fases de prohibición de fumar, se redujeron paulatinamente los porcentajes de partos prematuros espontáneos. De manera que, desde que rige la prohibición de fumar en sitios públicos, decrecieron los nacimientos producidos antes de cumplir las 37 semanas de embarazo, así como las consecuencias en la salud y crecimiento del bebé. Sin duda alguna, el tabaco es perjudicial para todas las personas, sobre todo para las embarazadas y recién nacidos. Por lo que la medida adoptada en Bélgica y que también rige en muchos otros países, como España y Argentina,  es muy necesaria y beneficiosa para la salud, en especial para las personas más susceptibles al humo del cigarrillo, como las madres gestantes y los niños pequeños.