Causas más comunes del parto prematuro y cómo prevenirlo

En este post vamos a referirnos acerca del parto prematuro, que es aquél que  se produce antes de las 37 semanas de gestación. No existe mejor incubadora que el útero materno, por esa razón cuanto más tiempo permanezca el bebé en el útero, mejor será el pronóstico que tendrá el bebé. De ese modo, el mejor tratamiento para el parto prematuro es, sin dudas, prevenirlo.
Ahora bien, sería bueno saber cuáles son las causas del parto prematuro. Por lo general, no se llega a saber con exactitud cual es la razón por la que se  desencadena el parto de manera prematura o se produce una rotura prematura de bolsa, aunque sí se conocen algunas de las causas que pueden predisponer al parto prematuro y que son factibles de evitar.
Por un lado, se hallan las enfermedades de origen materno, las cuales son las más frecuentes, como es el caso de las infecciones de las vías urinarias, enfermedades renales, cardíacas, diabetes, anemias severas y alteraciones tiroideas sin tratamiento.
Por otro lado, se ubican las enfermedades propias del embarazo, como por ejemplo la preeclampsia o una diabetes gestacional, que pueden producir el parto en forma prematura, ya que en este caso es para mejorar el pronóstico de la mamá y del bebé, el cual, de permanecer dentro del útero, corre serios riesgos, incluso mayores que la prematurez misma.
También, interfieren factores uterinos, como miomas uterinos, cuello uterino incompetente, mala implantación de la placenta, malformaciones del útero y útero bicorne.
Al mismo tiempo, existen factores emocionales, debido a que la ansiedad y la tensión de la madre pueden provocar un parto prematuro; la edad materna, ya que las menores de 16 años o mayores de 35 años poseen mayores posibilidades de partos prematuros; factores fetales, a causa de embarazos múltiples, malformaciones cardíacas, cromosómicas o infecciones intrauterinas; factores sociales, como es el caso del bajo nivel socio-económico, malnutrición materna o exceso de actividad física; y hábitos tóxicos maternos, que incluyen el tabaquismo, alcoholismo y el uso de drogas.
Dicho esto, cabe preguntarse ¿Cómo puede prevenirse el parto prematuro? Lo fundamental es evitar el parto prematuro, siempre que se pueda, mediante el reposo y la medicación úteroinhibidora. En caso que resulte imposible frenar el parto, es de vital importancia que la atención del mismo sea realizada en un centro médico con la complejidad necesaria para dar solución a cualquiera de las complicaciones más comunes del bebé prematuro.
Para ello, también es importante reconocer los síntomas del parto prematuro: presión sobre el pubis y periné, dolor en la zona lumbar, puntadas o sensación de vacío en la zona vaginal profunda, aumento de las secreciones vaginales, flujo vaginal amarronado o levemente sanguinoliento, rotura de la bolsa de aguas y hemorragia vaginal.
En caso que sientas cualquiera de estos síntomas, debes mantener la calma ya que algunos de ellos pueden confundirse con los síntomas normales del embarazo. Pero ante la menor sospecha de que algo no está bien, no dudes en consultar inmediatamente al médico.

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Bertín Orborne va a ser abuelo

Bertín Orborne es uno de los cantantes y presentadores más queridos de nuestro país. Su simpatía no tiene límites y la verdad es que ha sabido ir más allá del eterno seductor y ha formado una bonita familia junto a su mujer Faviola. Pues bien, una vez más, la familia va a crecer gracias a la llegada de algunos nietos. Y es que, por una parte, Alejandra que ya es madre de un niño está de nuevo embarazada pero en esta ocasión, de gemelos. Y también, se suma a la lista de futuras mamás, Eugenia que se casó hace unos meses y que está encantada con esta buena noticia ya que siempre tuvo muy claro que quería formar una familia y gozar de un hogar. Los niños siempre son alegría, por ello, también es positivo que dentro de una misma familia los niños puedan jugar con sus primos en reuniones familiares y demás eventos.

Bertín Osborne siempre estuvo muy unido a sus hijas mayores de las que se siente muy orgulloso y con quienes tiene una comunicación excelente. Bertín Orborne es uno de esos hombres que tiene la gran contradicción de haber sido padre a una edad muy tardía, una edad en la que de hecho, también ha sido abuelo. Por ello, sus propios hijos podrán jugar con sus nietos y crecer juntos.

Bertín Orborne siempre está muy implicado en causas solidarias relacionadas con la infancia. Su nombre es sinónimo de simpatía, de alegría y de ilusión. Así que nos alegramos mucho por esta noticia de que vuelva a ser abuelo de nuevo porque la familia es uno de los bienes más valorados de la vida que siempre debes cuidar y conservar. A Bertín Osborne no le importa que le llamen abuelo, al contrario, le encanta esa palabra. Y es que, al fin y al cabo, esa palabra es sinónimo de vida y de alegría.

Además, el vínculo que existe entre abuelo y nieto es único e irrepetible. Un vínculo que merece la pena cultivar desde la más tierna infacia con mucha dedicación y con mucho cariño y respeto. Enhorabuena Bertín.

Imagen: Hoy.es

Parto vertical

El parto en posición vertical está relacionado con varios beneficios, en especial, la reducción en la duración del período expulsivo durante el trabajo de parto.
Lógicamente, la verticalidad y el movimiento durante la dilatación posibilitan que el bebé se abra camino por el canal del parto, a diferencia de si permanecemos acostadas o inmóviles.
En tal sentido, existen algunos riesgos asociados. Sin embargo, como  nada de esto ha sido confirmado, la Organización Mundial de la Salud (OMS)  establece que en los partos debe permitirse que las mujeres escojan la posición que deseen para el parto.
De acuerdo a una revisión publicada en la Biblioteca de la Salud Reproductiva de la OMS, que evalúa los beneficios y los riesgos de las diversas posiciones que adoptan las mujeres para el parto,  el parto en posición vertical o lateral está asociado con: una reducción en la duración del período expulsivo, así como en los partos asistidos y en las episiotomías. Al mismo tiempo, se lo asocia con un aumento en los desgarros perineales y en la pérdida de sangre, además de una disminución de la manifestación de dolor intenso durante el período expulsivo.
Si bien los posibles beneficios del parto vertical superan notablemente los riesgos, continúa la investigación para corroborar ese probable incremento de desgarros de segundo grado y, especialmente, el aumento de la pérdida de sangre.
En fin, hasta tanto dichos datos no sean confirmados en nuevas investigaciones, la OMS insiste en sostener que la mujer debe escoger cómo quiere dar a luz, remarcando que el verdadero desafío de los profesionales de la salud es darles a las mujeres la información necesaria acerca de las opciones de las posiciones para el parto, además de consejos sobre cómo prepararse para tener el parto en la posición deseada.

¿Parto natural o cesárea?

Durante el embarazo, las mujeres no hacemos otra cosa más que pensar en el momento del parto, tras lo cual nos suelen invadir dudas y temores por igual. Muchas mujeres, tienen miedo a sufrir durante el parto y terminan optando por la cesárea para evitar el dolor que suponen las contracciones. En cambio, otras tratan de hacer hasta lo imposible para que el bebé nazca por parto natural.
Lo cierto es que, salvo que nuestro médico tome la decisión de programar una cesárea por algún motivo en particular, hasta que no llega el momento del parto no sabemos a ciencia cierta de que modo nacerá nuestro hijo. Por tal motivo, siempre resulta preferible mentalizarse y estar preparado para cualquiera de las dos opciones.
No caben dudas que lo ideal es tener un parto natural porque, a pesar que el trabajo de pre-parto es muy doloroso, la recuperación posterior es más rápida en comparación con  la de una cesárea. Por otro lado, gracias a la episiotomía, una incisión quirúrgica realizada en el periné para agrandar la apertura vaginal en el momento que nace el bebé, es casi imposible sufrir un desgarro.
La cesárea tiene como ventaja el hecho de que no sentimos dolor cuando nace el bebé. Sin embargo, en el caso del parto natural se puede optar por la aplicación de la epidural, un anestésico local que favorece un parto sin dolor.
Además, en el caso de la cesárea la recuperación será más lenta y dolorosa, aparte de restarnos movilidad. Tengamos en cuenta que se trata de una operación, por lo que conlleva ciertos riesgos. De modo que, si existen posibilidades de elegir, es preferible el parto natural.

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Epidural para un parto sin dolor

Actualmente, es muy común que, una vez iniciado el trabajo de parto, las mujeres opten por el uso de la epidural, una anestesia que posibilita disfrutar de un parto sin dolor. Incluso, su aplicación ha marcado sin dudas un antes y un después en la forma de dar a luz, debido a que alivia los dolores ocasionados por las contracciones durante el parto.
Dicha anestesia le quita sensibilidad a la parte inferior del cuerpo, conservando el tono muscular, y posibilita a la mujer permanecer en cierta manera más cómoda, tanto física como mentalmente, para dar a luz. Esto se debe a que proporciona un alivio absoluto del dolor en la zona de la cintura hacia abajo, incluyendo las paredes vaginales.
La epidural o peridural es un anestésico local que se introduce en el espacio epidural, quedando las terminaciones nerviosas bloqueadas a nivel de la médula ósea. Su administración se realiza a través de un catéter, el cual se introduce en la zona lumbar de la columna y, luego, en el área que recubre la médula espinal.
Previo su aplicación, el profesional médico debe asegurar que la mamá ha alcanzado una dilatación de 7 centímetros, siendo su efecto casi inmediato, el cual puede durar entre 15 minutos y dos horas en función a la dosis suministrada.
Entre las ventajas del uso de la epidural es posible mencionar la posibilidad de sentir las contracciones en forma de presión o tensión muscular y un adormecimiento ligero en piernas y nalgas, sin perder la movilidad, y mejora el suministro de oxígeno al bebé.
No obstante, también la epidural presenta algunas desventajas. La  principal es la pérdida de la capacidad para pujar, por lo que el obstetra  se ve obligado a avisar a la madre de la llegada de una contracción para que puje. También, puede ocasionar la bajada de la presión arterial y dolores de cabeza, lo cual se soluciona estando bien hidratada;  pérdida de sensibilidad en la vejiga,  escalofríos y dolores en la zona de la punción.
Dicho esto, resulta aconsejable que las futuras madres hablen con su médico antes de comenzar el trabajo de parto, y decidan que es lo más conveniente en cada caso particular.

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Mirarse al espejo después del parto

 

Luego del parto resulta muy común que la flamante mamá no consiga reconocer su nueva e inesperada figura frente al espejo. Verse gorda, quejarse del tamaño de las caderas o de los pechos, es un factor común que se desprende de los comentarios que realizan las madres al contemplarse frente al tan temido espejo, el cual nos entrega la imagen de un nuevo cuerpo que es muy difícil reconocer como propio.
Una de las cuestiones que tornan difícil dicho reconocimiento es que se trata del reflejo de un cuerpo, por decirlo de alguna manera, asexuado. La ropa de embarazada nos queda enorme, y la de “mujer” es muy pequeña.
Inmediatamente después del parto se pierden alrededor de 5 kilos y medio, que comprenden el peso del bebé más la placenta, la sangre y el líquido amniótico. Después, se va perdiendo peso de manera gradual a medida que se vaya eliminando el líquido extra que las células han retenido durante el embarazo, aparte del líquido correspondiente al exceso de sangre en tu cuerpo. Es común orinar y transpirar más de lo normal y, al cabo de la primera semana, es posible perder otros 2 kilos en función a la  cantidad de líquido retenido.
Pero esto no es algo que haya que tomar tan a la tremenda. En definitiva, se debe comprender y tomar conciencia de que se trata de un cuerpo de transición necesario para atravesar este período. Por lo que no hay que exigirse estar a la altura de los cánones de belleza.
La maternidad encierra otra clase de belleza. De manera que intentar recuperar de inmediato la figura es sólo una de las tantas exigencias a las que nos vemos sometidas. Todo es cuestión de tiempo, hay que darle lugar a lo diferente. Para recuperar la figura normal se necesita aproximadamente de 1 año. ¡Que no decaiga!

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¿Qué es la cuarentena?

Si hay algo complicado para cualquier nueva mamá ése es el período de puerperio, comúnmente llamado cuarentena, el cual supone un proceso de cambios hormonales y marca el final de una etapa compleja, como lo es el embarazo y el parto. De modo que, muchas veces, el  estado emocional y psicológico de la mujer es más débil y, generalmente, eso suele afectar el modo de ver las cosas.
La cuarentena es el momento en que el cuerpo de la mujer retorna a su situación normal después del embarazo. El organismo en su totalidad vuelve a su regularidad, aunque también se pueden presentar ciertas molestias, como constipación y hemorroides.
Este período de puerperio se extiende el tiempo necesario, por lo general durante seis u ocho semanas, para que el cuerpo de la mamá regrese a las condiciones pre-gestacionales, disminuyendo de manera paulatina las características adquiridas a lo largo del embarazo.
Tras el nacimiento del bebé, los profesionales de la salud recomiendan guardar 40 días de prevención para que la mujer retorne a su estado normal, de ahí el nombre de cuarentena, y comience a recuperar de a poco  el cuerpo que tenía antes.
Durante este período, es común que se produzcan ciertos cambios psicológicos importantes, ya que al producirse tantos cambios hormonales, la mujer atraviesa una especie de depresión, conocida como la depresión postparto, o período de tristeza, que debilita su sistema inmunológico.
La cuarentena era una medida que se tomaba fundamentalmente hace alrededor de 50 años, cuando se acostumbraba aislar a las mamás que podían llegar a sufrir algún trastorno o eran más débiles a cualquier contagio.
Hoy en día, la cuarentena es vista y tomada de otra manera, y las mamás no son aisladas en su casa por estos motivos. Tan solo los médicos recomiendan que, durante estos días, las mamás descansen lo suficiente y comiencen a incorporar los cambios que se van a suceder en su vida con la llegada del nuevo integrante a la familia.

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Puerperio

Luego del nacimiento de un hijo, comienza un nuevo camino por recorrer para la madre, el cual muchas veces es bastante diferente a lo que en algún momento imaginó. No todo es color de rosa. La ansiedad que se vive durante los nueve meses de embarazo suele chocar con la realidad. Así, se le da la bienvenida al puerperio y la maternidad.
El puerperio se caracteriza por ser un periodo de cambios físicos, hormonales y psicológicos, cuya duración depende de cada mamá en particular en base a su historia personal, su vínculo con el bebé y a cómo se incluye al flamante padre.
Al mismo tiempo, tras el nacimiento del bebé, surgen ciertas incomodidades físicas tales como las molestias por la episotomía, la cesárea, la bajada de la leche, el cansancio y un conjunto de emociones encontradas.
Por lo general, durante el puerperio las mujeres nos sentimos muy sensibles, irritables, inseguras, confundidas entre lo que anhelamos y extrañamos del embarazo con los mandatos o consejos externos acerca de lo que “debemos hacer” en esta nueva etapa de nuestras vidas.
Un recién nacido demanda continua atención de parte de su mamá, quien debe estar a su disposición para cambiarle los pañales, darle el pecho cada dos horas, bañarlo o calmar su llanto. Esta nueva etapa, si bien es agotadora, se da de manera natural y marca el comienzo de un nuevo camino.
Sin embargo, muchas mamás (entre las que me incluyo) suelen angustiarse durante las primeras semanas debido a que no saben cómo tratar a sus bebés, generando una sensación de frustración. Pero tranquilas, a medida que la mamá y el bebé van descubriéndose, la angustia de esta primera etapa va cesando.
De todas maneras, para algunas mujeres el puerperio deviene en una depresión post parto, una enfermedad muy común que puede persistir durante meses o, incluso, años, a causa de los cambios físicos y hormonales. Por lo que si bien las madres solemos padecer un periodo pasajero de tristeza tras el parto, un episodio depresivo severo no resulta normal y requiere de inmediata atención.

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Primeras señales de parto

Por lo general, el mayor temor de cualquier madre primeriza reside en cómo saber cuándo ha comenzado el parto. Pero no hay de qué preocuparse, cuando llegue el momento, te darás cuenta naturalmente.
Si bien, normalmente, se trata de un proceso lento, que suele durar en algunos casos alrededor de doce horas o incluso más, hay diversos síntomas que anuncian la pronta llegada del bebé, como es el caso de la pérdida del tapón mucoso y la aparición de las famosas contracciones, que en un principio son muy suaves y de corta duración. De todas maneras, bien vale aclarar que no hay que salir corriendo al hospital ni bien aparecen alguno de estos síntomas ya que lo más seguro es que te envíen nuevamente para tu hogar.
En un primer momento, las contracciones se irán repitiendo cada media hora aproximadamente. Luego, los intervalos entre las mismas se irán reduciendo y el dolor se tornará, cada vez, más intenso.  De modo que es importante ir midiendo la frecuencia con que se van repitiendo las contracciones y la duración de las mismas. Ahora bien, cuando las contracciones comiencen a repetirse cada tres minutos por el espacio de media hora, es que ha llegado el momento de ir al hospital.
Puede que, incluso, sufras la rotura de la bolsa de aguas, con expulsión de líquido amniótico, lo cual también es una señal que indica que debes acudir al médico.
De todas maneras, no debes preocuparte si acudes antes de tiempo al hospital, ya que lo más importante es tu seguridad y la de tu bebé. En todo caso, será el obstetra quien, luego de examinarte, determine en cuál fase del parto te encuentras de acuerdo al  nivel de dilatación que presentes. La dilatación se mide del uno al diez, siendo el diez el nivel necesario para que se produzca el parto por vía natural.
Lo fundamental es que mantengas la calma y estés relajada para ese momento tan especial y esperado. No hay manera de que no te percates que está por nacer tu bebé, te lo puedo asegurar.

Datos curiosos de los bebés

curiosidades bebeHay datos que nos van a sorprender, seguro. Por ejemplo, nuestro pequeño va a compartir, su fecha de nacimiento, con otras 9 millones de personas, en todo el mundo. O sea que, si tuvieras que juntar a todas los bebés que nacen el mismo día que el tuyo e, incluso, a la misma hora, en la misma habitación, esta debe ser muy grande.

Cuando nacen, ese momento en el que “lloran” se conoce como “lágrimas de cocódrilo”. La razón es que los bebés suelen llorar sin lágrimas, durante sus primeros días de existencia y,  más o menos, no encontramos lágrimas hasta que tienen seis semanas de vida. La causa de esto es que son conductos lagrimales todavía están cerrados. Además, el bebé es el único ser vivo que es capaz de sonreír, de manera intencionada, a sus progenitores; eso sí, cuando ya ha logrado adaptarse al mundo externo, o sea, más o menos, hasta que cumplen un mes desde el momento de su nacimiento.

La mayor parte de los bebés son capaces de reconocer la voz de su madre, desde el momento en el que nacen. La razón de esto es que los bebes han estado escuchando la voz de su progenitora, en el interior de su vientre, durante los 9 meses de existencia. En reconocer la voz de su padre, tardan unos 14 días. O sea que no nos asuste si no es capaz -los primeros días- de reconocer a su padre, cuando le habla, pues es normal.