Se comprobó que la progesterona ayuda a reducir el riesgo de parto prematuro

Un estudio realizado recientemente logró confirmar que el tratamiento con un gel especial, que tiene entre sus componentes a la hormona progesterona, que es aplicado en las embarazadas se puede reducir hasta en un 40% el riesgo de nacimientos prematuros en las mujeres que posean un cuello uterino corto.
Dicha práctica recibe el nombre de meta-análisis y, hasta el momento, ya se han desarrollado cinco ensayos clínicos con gran efectividad, de modo que se ha confirmado que el tratamiento, consistente en la aplicación de un gel en la vagina de la embarazada, es eficaz para la prevención de los nacimientos prematuros en las mujeres que presentan cérvix corto, el cual constituye uno de los principales  factores al momento de dar a luz a bebés  prematuros.
Al mismo tiempo, se ha dado a conocer que el tratamiento en gel, a su vez, puede disminuir la tasa de nacimientos de niños con problemas respiratorios,  menguando la necesidad de asistencia mecánica en los recién nacidos.
Los especialistas coinciden en que los controles rutinarios por ultrasonidos que puedan identificar casos de cérvix corto conjuntamente con el tratamiento de gel vaginal podrían ayudar a evitar hasta 45 mil nacimientos prematuros. Cabe aclarar que las mujeres con cuello uterino corto aparentemente no cuentan con suficiente progesterona, de manera que administrarla durante el embarazo sirve de ayuda para la prolongación de la gestación.
Hay que tener en cuenta  que éste es un tratamiento natural, pues la progesterona es una hormona que es producida por los ovarios y la placenta que viene utilizándose desde hace 15 años  a la fecha, con el fin de ayudar a las mujeres a traer al mundo bebés saludables.
Este hallazgo tiene el potencial de generar un cambio rotundo en la obstetricia, tanto en Estados Unidos como en Europa y el resto del mundo, puesto que la prematuridad es la mayor causa de muerte y daño en los recién nacidos y, hasta el momento y a pesar de los grandes esfuerzos, no se logró impactar en la tasa de partos prematuros existente, que en los últimos años ha aumentado considerablemente.

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Los bebés menores de 6 meses no necesitan beber agua

Muchas mamás desconocen que a los bebés pequeños, menores de 6 meses, no es necesario darles agua, pues, de hecho, es contraproducente por diferentes razones porque el efecto del agua no es el mismo en adultos y en bebés.
Los beneficios para la salud que acarrea en los adultos beber agua a diario, producen el efecto contrario en los organismos de los recién nacidos. Por lo que los pediatras aconsejan que los bebés no deben tomar agua hasta al menos los seis meses de vida. Y si bien el agua es necesaria para preparar leche de fórmula o ciertos alimentos, como es el caso de las papillas, los pequeños no necesitan beber agua para hidratarse porque todo lo que precisan lo incorporan a través de la leche materna.
Si un bebé de menos de 6 meses de edad es hidratado con agua, puede ocasionarle pérdida del apetito. En consecuencia,  habrá dificultades de que el pequeño ingiera todo lo que precisa para su correcto desarrollo al momento de comer, ya que se pierde de ganar peso.
Durante los primeros meses de vida de todo bebé, su cuerpo no se halla realmente preparado para beber agua tal como lo hacemos los adultos, incluso ellos pueden llegar a intoxicarse con tan solo tomar un poco de agua. De manera que las consecuencias pueden ser en verdad graves, pudiendo llegar a presentar cuadros de convulsiones hasta estados de coma. De ahí que es de suma importancia que los pequeños no beban agua, pues no lo necesitan.
Sólo en caso que el médico así lo indique, el niño puede beber agua en escasas cantidades, de a cucharadas, preferentemente agua mineral embotellada o agua hervida, para evitar que alguna bacteria afecte su organismo.

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Nueva técnica no invasiva para la detección de anomalías congénitas cardíacas en los recién nacidos

Hay una prueba rápida y no invasiva, que sirve para medir los niveles de oxígeno en sangre en los recién nacidos y que puede detectar más casos de anomalías congénitas cardiacas que los hasta ahora detectados por los actuales métodos.
De acuerdo a un estudio que fue publicado en The Lancet, una publicación británica, tendría que implementarse como examen de rutina en los recién nacidos antes de ser dados de alta en la maternidad.
Actualmente, los defectos congénitos cardíacos constituyen una de las principales causas de fallecimiento de bebés.
Las técnicas de detección que existen actualmente consisten en una ecografía de ultrasonidos, efectuada durante el primer trimestre de gestación, y un examen físico rutinario luego del nacimiento. Sin embargo, a pesar de todo ello, una cifra importante de niños no es diagnosticada y son dados de alta sufriendo después complicaciones o incluso la muerte.
El estudio realizado en el Reino Unido, ha medido el papel de la oximetría de pulso en la detección de las cardiopatías congénitas en un gran número de recién nacidos. La oximetría del pulso o, lo que es lo mismo, la pulsioximetría consiste en la medición, no invasiva, del oxígeno que es transportado por la hemoglobina en los vasos sanguíneos.
Gracias a esta prueba, se ha conseguido detectar el 75% de los casos críticos y el 49% de las cardiopatías congénitas mayores. De este modo, la tasa de detección de la oximetría de pulso ha sido del 58% de los casos críticos y el 28% de los casos importantes.
Según los especialistas que llevaron a cabo dicho estudio, la oximetría de pulso es una prueba no invasiva, factible y razonablemente precisa, que resulta más efectiva que la del diagnóstico prenatal y la exploración clínica convencional. En realidad, representa un valor agregado a las técnicas ya existentes y puede que resulte útil para la detección de los casos críticos de defectos congénitos del corazón, que de otro modo no se podrían detectar.

Etapas de sueño de los recién nacidos

Los recién nacidos suelen despertarse cada un lapso de dos o tres horas y no diferencian el día de la noche, algo que a los padres nos agota bastante. A pesar de que parece que el sueño del bebé no responde ninguna regla, en realidad hay etapas que son muy fáciles de reconocer.
Los patrones de sueño de todo recién nacido pueden sintetizarse en ocho horas de sueño en el día y ocho durante la noche, con interrupciones cada dos o tres horas aproximadamente. De todas maneras, no se puede generalizar sobre el tema, ya que cada bebé posee sus propios tiempos de sueño y vigilia. Es de importancia que los padres consulten al pediatra si notan algún cambio en ellos, como por ejemplo que el bebé no se despierte cada dos o tres horas para comer, sino que duerma unas cinco horas de continuado.
El sueño del bebé, al igual que el de los adultos, pasa por diversas etapas: el sueño REM, una clase de sueño ligero y un período en el cual se sueña. Los bebés permanecen casi la mitad del  tiempo de sueño en la fase REM y conforme vayan creciendo esta etapa se va acortando. En tanto que el sueño NO REM, se reconoce porque los movimientos oculares son lentos y se divide en cuatro subetapas: la somnolencia, el sueño liviano, el sueño profundo y el sueño muy profundo.
Al dormir, el bebé atraviesa cada una de esas etapas y en el proceso de despertarse las recorre de manera inversa: del sueño muy profundo al profundo, después al liviano y al sueño REM. En caso que el bebé se llegara a despertar antes de haber dormido lo suficiente, es probable que le sea difícil conciliar el sueño nuevamente.
A diferencia de los adultos, los bebés no pueden darse cuenta de que tienen sueño y necesitan dormir, de manera que el sueño se percibe como una molestia que se evidencia cuando se frota los ojos y bosteza. Por lo que lo más conveniente es tomarlo en brazos y alejarlo de los estímulos para ayudar a tranquilizarse y entrar a la etapa de somnolencia. Así, al colocarlo en su cuna, se dormirá solo.
Una buena opción es acostumbrar al bebé a tomar el pecho o la última mamadera antes de dormir, estableciendo de ese modo una rutina útil que, de a poco, le ayuda al bebé a ir reconociendo cuando es la hora de dormir.
El bebé no tiene que acostumbrarse a dormirse en brazos, sino que hay que colocarlo en su cuna boca arriba, sobre  un colchón firme, sin cojines, peluches o mantas que puedan resultar peligrosos.

El patrón de sueño del bebé no afecta la lactancia

Si bien el patrón de sueño de los recién nacidos hace que, por lo general, se despierten varias veces por la noche, también puede darse el hecho de que duerman de un tirón. En este último caso, bien podría uno preguntarse  si existe algún problema en que el bebé duerma toda la noche de corrido.
Primeramente, es posible señalar que los recién nacidos no duermen toda la noche, ya que durante el primer tiempo suelen despertarse cada tres o cuatro horas para alimentarse.  Es más, en las primeras semanas de vida del bebé, no existe un patrón de sueño largo determinado sino que se dan continuos despertares y estados de sueño durante el día y la noche.
Poco a poco, los bebés –sobre todo aquellos que hayan alcanzado los tres o cuatros meses de vida – comenzarán a diferenciar el ciclo día-noche y a establecer patrones de sueño más largos. Una vez superados los cuatro meses de edad aproximadamente, comenzará a producirse la más rápida regulación del sueño, habiendo ya desarrollado lo necesario como para dormir unas cuantas horas de corrido por la noche.
Esto no significa que luego de un par de meses empiecen a despertarse nuevamente, lo cual sería totalmente normal. Vale aclarar que, como nos ocurre a los adultos, los bebés que duermen tanto suelen despertarse en varias oportunidades a lo largo de la noche, pero no lo suficiente como para que nos demos cuenta.
Un bebé que duerme durante toda la noche, no necesita alimentarse y descansa. Ahora bien, ante esto es posible preguntarse si puede haber algo perjudicial en el hecho de dormir tantas horas de forma continuada. En realidad, si bien algunos pueden expresar que la prolongación del sueño del bebé implica menos tomas nocturnas y, por ende, una disminución en la producción de leche materna, lo cierto es que el hecho de que un bebé no tome el pecho en toda la noche no es motivo para que afecte la lactancia. Ésta se regula para dar lo que el bebé necesita durante el día en el resto de tomas. Lógicamente, si el bebé no mama en toda la noche es porque verdaderamente no lo necesita.

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¿Por qué mi bebé tiene hipo?

Los bebés, especialmente los recién nacidos, emiten ciertos sonidos que en ocasiones suelen asustar a algunos padres, sobre todo cuando se trata de primerizos. El hipo, que parece molestar e incomodar al pequeño, es uno de ellos. No obstante, lo que parece ser un fastidio en verdad no lo es ya que el bebé no siente ningún tipo de dolor ni molestia cuando tiene hipo.
Tener hipo es muy común. De acuerdo a lo revelado por algunos estudios, el 80% de los bebés recién nacidos llegan a experimentarlo. El hipo resulta inofensivo y no precisa tratamiento. Desaparece repentinamente, de la misma forma en que aparece. Su frecuencia comienza a disminuir desde los seis meses de edad del bebé.
Por lo general, el hipo es provocado por la inmadurez del sistema nervioso que, por la falta de control, genera contracciones repentinas del diafragma. Los músculos de la respiración se fortalecen e intentan funcionar de manera armónica. Por lo cual, cualquier cosa que produzca irritación al diafragma hará que el músculo sufra espasmos repetitivos. Dichos espasmos, son lo que conocemos como hipo. El diafragma puede verse alterado por una ingestión excesiva de alimentos, por un sorbo rápido o por tragar aire.
En la mayoría de los casos, el hipo dura muy poco en los bebés. De manera que no se precisan de grandes esfuerzos o técnicas para su eliminación. Sólo hay que esperar que se vaya de la misma forma que vino.
Vale aclarar que no existen fórmulas mágicas para quitar el hipo a un recién nacido.  Sin embargo, hay algunas claves que pueden usarse para evitar el hipo a los pequeños.
Un bebé corre un mayor riesgo de tener hipo si traga aire cuando es amamantado. Teniendo en cuenta esto, la mamá tiene que parar de dar el pecho al bebé y aguardar unos minutos, para luego proseguir cuidando evitar la entrada de aire. Lo mismo debe hacerse en caso que la mamá note que el bebé mama de manera rápida. Luego de dar el pecho, hay que dejar al bebé en posición vertical para facilitar la eliminación de aire.
En caso que el hipo no desaparezca y provoque molestias en el bebé, causándole llanto,  sería conveniente que los padres consulten con el profesional de confianza.

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El baño del bebé

 

Bañar a un pequeño recién nacido no resulta tan fácil como parece, en especial cuando somos madres primerizas ya que no sabemos si lo estaremos haciendo del modo correcto o no, por decirlo de alguna manera. Por esa razón, es importante conocer ciertos consejos para el baño del bebé, para que puedas hacerlo sin problemas, sintiéndote más segura.
Antes que nada, es preciso tener en cuenta que los bebés poseen la piel delicada. De manera que, como los recién nacidos únicamente comen y duermen la mayor parte del día, no es necesario darles un baño a diario.
Además que podría irritar su piel, un baño diario provocaría que los recién nacidos se sientan desprotegidos ya que no les agrada en absoluto estar desnudos. Cabe recordar, que cuando estaban en el vientre materno permanecían abrigados, por lo que  necesitan continuar estando arropados hasta tanto se habitúen a su nuevo entorno.
Para que un bebé se sienta limpio, no es preciso sumergirlo en una gran cantidad de agua. Si bien debe tener una buena higiene, la zona del cuello o la zona genital son las que mayor aseo requieren. Tales zonas, deben limpiarse a la perfección cada vez que el bebé regurgite o haga sus necesidades. Con respecto al baño, puede realizarse de manera alternada, es decir, un día si y un día no. A medida que aumente su contacto con el exterior se le podrán aumentar la cantidad de baños.
Más allá de lo antes dicho, es preciso tener presente que el baño no es únicamente un medio con el que brindarle higiene a nuestro bebé, sino que además constituye un momento de relajación para ambos. Si lo prefieres, para tener un mayor contacto con tu niño puedes darle en ocasiones un baño solamente con agua, sin jabón, lo que le permitirá relajarse y pasar un rato ameno contigo.

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Primeros cuidados del bebé recién nacido: la alimentación

eructo bebe¡Por fin tienes a tu bebé contigo! El niño está ya contigo en casa para crecer fuerte y sano. Pero no olvides que los primeros cuidados del bebé son esenciales para mejorar su calidad de vida en el futuro.

Estate atenta a los artículos que publicaremos sobre los cuidados esenciales que el bebé necesita en Mamateta.

En esta ocasión vamos a lo más importante y que engloba gran parte del cuidado de su constitución física y salud:

Alimentación en los bebés recién nacidos:

Primero de todo no te preocupes por el aspecto amarillento que tiene tu hijo. Es debido a que su hígado todavía no está adaptado a la vida externa del bebé. Poco a poco, a medida que el recién nacido se va alimentando irá cogiendo un bonito color rosado.

Como recomendamos en esta web, la parte más importante de la alimentación de un bebé es la lactancia. Así que no la dejes de lado y aprovecha los momentos en que tu bebé te pide alimento para tenerlo junto a ti y transmitirle ternura y calor, algo que, aunque inconscientemente, valoran mucho.

Comprobarás que los recién nacidos se pasan prácticamente todo el día durmiendo exigiendo que los amamantes cada tres o cuatro horas y sí, ¡incluida la noche! No te preocupes, esto solo pasará los primeros meses si todo marcha normal.

No te preocupes si, a pesar de quedarse satisfecho tras amamantarle, adelgaza un poco. Es lo normal en los primeros días de vida, pasados estos empezará a engordar y a coger buen color. De todas maneras, no te preocupes, visita al pediatra una vez al mes para que te asegure que todo marcha bien y tu respires tranquila.

Hacer eructar al bebé:

Es importante que nuestro bebé expulse el aire que ha tragado mientras le dabas el pecho. Existen varias formas de facilitar el eructo:

  • Tras darle el pecho, levántale y recuesta su cabecita en tu hombro. A continuación dale unas suaves palmaditas en la espalda.
  • Coloca al bebé semisentado sobre tus piernas. Cógelo por la barriguita con su cabeza hacia abajo y dale las palmaditas en la espalda.

Si aún así no eructa realiza la maniobra varias a veces hasta que consiga expulsar el aire.

Cómo prevenir la diarrea en los niños

diarrea bebéLos meses de calor son un poco complicados para los más pequeños, ya que es muy común que sufran de las tan molestas diarreas. Lo mejor es prevenir a través del conocimiento y con la máxima higiene. Se habla de diarrea cuando aumenta el número de deposiciones, se hacen de menor consistencia y, en la mayor cantidad de los casos, son más líquidas. En los lactantes y niños más pequeños provoca una importante pérdida de agua y de sales, lo que provoca un grave riesgo de sufrir deshidratación.

Si unido a la diarrea, se producen vómitos, habrá más problemas, por que el niño tendrá más complicado el hecho de reponer, por vía oral, la cantidad total de líquido que pierde. Si en la materia fecal nos encontramos con moco, pus o sangre, es un indicativo de que hay inflamación en el intestino grueso y debe haber más estudios y tratamientos. No debemos dejar pasar la diarrea, pues es un riesgo y, si hay sangre, pus, moco o fiebre alta, debemos ir al médico.

Para prevenir las diarreas y sus complicaciones, debemos lavarnos las manos antes de llevar a cabo cualquier manipulación de alimentos y los biberones, conservar todo en el frigorífico y no guardar restos de leche, en la nevera. Debemos hervir el agua antes de preparar leche en polvo, para que no haya ningún tipo de germen en el agua.

Algunas cosas a tener en cuenta a la hora de dar el pecho

Lo primero que tenemos que tener en cuenta cuando decidimos dar el pecho es que, a pesar de todas las fórmulas de farmacia que se han creado, ninguna posee las mismas virtudes o beneficios que la leche materna, y está más que demostrado. Durante las 4- 8 primeras semanas de vida de nuestro pequeño, querrá comer cada hora y media, y cada dos horas. Aunque, también, podemos elegir lo que se conoce como “alimentación por libre demanda”. O sea, darle de comer cada 10 o 15 minutos, cada uno de nuestros pechos. Es bueno que el niño empiece la toma en el pecho donde dejó la anterior.dar el pecho

Si queremos limpiar el pezón, debemos pasarle un poco de agua caliente un poco de agua que esté caliente y, después, le daremos el pecho. Tras esto, debemos secar bien nuestro pecho. También, hay una serie de alimentos que debemos evitar, mientras estemos dando el pecho, como son: coliflor, no fumar, espárragos, granos de cereales, repollo, chocolate, café, condimentos o cerdo. Es muy bueno tomar líquidos durante la época de la lactancia, aunque no está demostrado que, como se creía en la antigüedad, productos como la malta, la cebada y otros cereales vayan a aumentar la cantidad de leche. Dos bebes no son iguales, cada uno necesita un número de tomas, come la cantidad que quiere, reacciona de manera diferente.

Dar el pecho tiene una serie de cosas positivas: es la forma más económica, rápida, segura y fácil de dar de comer a nuestro pequeño. No tenemos que esterilizar teteras; no tenemos que calentar ni mezclar productos, que hemos comprado en la farmacia o en un supermercado. Además, podremos disfrutar del calor de nuestro pequeño, saber como reacciona. Es un acto tan íntimo, que une tanto al hijo con su madre, que sorprende.