Es de público conocimiento que la lactancia materna, por diferentes motivos, es lo mejor que existe para alimentar al recién nacido. Pero en algunos casos, los médicos no aconsejan la alimentación con leche de la madre.
Algunos de los ejemplos por los cuales las mujeres no deben amamantar a sus hijos son cuando la madre es portadora de enfermedades contagiosas como el VIH, cuando se produce muerte fetal o en aquellas mujeres que toman una medicación que sea perjudicial para la salud del recién nacido. También, la lactancia está desaconsejada en caso que la madre fume, sea adicta a las drogas o al alcohol, padezca alguna enfermedad muscual o miastenia grave.
Para estos casos existen distintas pastillas que inhiben por completo la lactancia en aproximadamente una semana. Mediante estas medicinas que disminuyen la producción de leche es posible evitar que a la madre se le inflamen los senos o sienta dolor. Incluso, hay mujeres que les solicitan a su médico que le indiquen este tipo de pastillas porque no desean darle el pecho a sus bebés por una cuestión estética.
Siempre es fundamental consultar con el médico, porque puede que no haya que prohibir la lactancia, sino sólo disminuirla, pues éste proceso tan natural es necesario para que las mujeres no sufran mastitis, infección que se produce cuando se inflaman los conductos mamarios.
Las mujeres que retornan a su trabajo tras haber concluido la licencia por maternidad o las que optan por el destete, son otros de los grupos que suelen apelar a la medicación para inhibir la lactancia.
En todos los casos, hay que tener en cuenta que este tipo de remedios pueden acarrear algunas complicaciones,como la posibilidad de sufrir mareos, náuseas, secreción de leche, intenso dolor en las glándulas mamarias y posible infección en las mamas.
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Durante el proceso de dentición es probable que los bebés sientan molestias y dolores, volviéndolos muy irritables, lo que se traduce en llantos constantes en todo momento. Ese es el motivo por el cual algunos padres, para aliviarles las molestias y el dolor de las encías, les suministran a sus hijos analgésicos. ¡Cuidado con esto! En algunos casos, los resultados podrían ser negativos y hasta fatales.
Los bebés que nacen prematuros deben afrontar numerosos desafíos para lograr alcanzar el peso necesario y la fuerza que le permita no sólo seguir vivo sino también con buena salud. Pero para ello precisan y mucho de sus padres, aunque su madre será indispensable para obtener buenos resultados.
La placenta es el órgano que le permite al bebé alimentarse durante la gestación. Se encuentra adosada a la cara interna del útero y sus características genéticas son iguales a las del bebé, puesto que ambos se forman al mismo tiempo.
Si existe un enemigo de toda embarazada ése es el estrés. Por eso, es importante mantenerse tranquila tanto en la gestación como en el momento del parto, acompañado de un buen descanso y una dieta equilibrada durante todo el proceso.
Los tratamientos con suplemento de hierro que los especialistas acostumbran a indicar a los niños que nacen con poco peso parecerían dar óptimos resultados, pues además de evitar anemias y problemas de salud en los bebés servirían para prevenir futuros problemas de conducta, como la depresión o la ansiedad. Al menos, así lo expresa un estudio realizado por la Universidad de Umea, en Suecia.
Una dieta inapropiada durante el embarazo aumente las probabilidades de que los bebés tengan diabetes, según revelaron especialistas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) a través de un estudio que llevaron a cabo. Con esta investigación se confirman los resultados arrojados de estudios anteriores acerca de la alimentación durante la gestación, en los cuales se determinaba que no ingerir determinados alimentos en el embarazo disminuía los niveles de glucosa en los tejidos del feto, afectando por ende el crecimiento del bebé.
En un reciente estudio se llegó a la conclusión de que las embarazadas que sufran de problemas renales corren el riesgo de que el desarrollo del feto se vea afectado, porque este tipo de afecciones hacen que las pacientes pierdan proteínas, lo cual aumenta las posibilidades de tener un aborto o de que se produzca un parto prematuro. Otras de las complicaciones que pueden darse son anemia en la embarazada y serios retrasos en el crecimiento del pequeño.