El actor Bruce Willis será padre por cuarta vez

El actor Bruce Willis será padre por cuarta vez

Está claro que el reloj biológico no afecta del mismo modo a un hombre que a una mujer. Y si no, pensemos en el caso de aquellos hombres que fueron papás a una edad muy avanzada: este es el caso, por ejemplo, del cantante Enrique Iglesias o también, del actor Bruce Willis que hace sólo unos días dio a conocer una noticia muy especial. Va a ser padre por cuarta vez a la edad de 56 años. Otro artista que en nuestro país también dio este paso en la madurez fue el presentador de televisión Bertín Osborne.

Sin embargo, las mujeres aunque quieran no pueden tener hijos a esa edad, sencillamente, porque el reloj biológico marca sus normas. Aún así, también es verdad que cada vez es más habitual que las mujeres se decidan a ser madres a una edad más tardía. Este es el caso por ejemplo, de la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana.

Pues bien, Bruce Willis se casó en el año 2009 con una diseñadora de la que asegura estar muy enamorado. Se llama  Emma Heming y tiene 35 años. También es muy habitual ver entre los famosos a hombres maduros con chicas jóvenes. En nuestro país, tenemos este caso en Imanol Arias, por ejemplo. Pero también empieza a ser habitual el caso contrario, es decir, que una mujer madura se enamore de un hombre más jóven. Cayetana de Alba es un fiel reflejo de esta situación.  

Pues bien, Bruse Willis ha sido padre anteriormente en tres ocasiones ya que estuvo casado durante años con la actriz Demi Moore con quien mantiene una excelente relación de amistad más allá del divorcio. Ambos son un ejemplo de cordialidad y de cómo debe llevarse una separación y es que, más allá de las heridas de un desamor es importante quedarte con lo bueno de una historia que tuvo fecha de caducidad.

Por otro lado, Bruce Willis también es un actor de referencia en el panorama internacional de Hollywood. Ahora mismo, disfruta de un presente mágico gracias a esta noticia que le convierte nuevamente en padre en plena madurez.  Una excelente noticia para todos sus fans.

Imagen: Observador Global

Perder el miedo al parto

Muchos factores influyen para que las embarazadas, y las mujeres en general, sientan temor a los dolores del parto. Lo que solemos ver en las telenovelas y en las películas, así como lo que escuchamos de los relatos exagerados de nuestras amigas, nos suelen dar una idea equivocada del parto, bastante alejada de la realidad.  Pero es bueno saber que no todo es como nos quieren hacer creer.
Saber si el parto será o no doloroso es algo imposible de determinar, ya que cada parto es diferente, inclusive en una madre que ha dado a luz repetidas veces. El dolor siempre irá a depender de quién lo califique, porque hay personas para las cuales el dolor de las contracciones es soportable y para otras no.  Por lo general, el primer parto suele más difícil y demora más tiempo en nacer el bebé, aunque no en todos los casos es así.
A medida que se va aproximando la fecha de parto, aumenta la ansiedad y hasta es posible experimentar sentimientos encontrados entre el desear que tu hijo nazca y el temor al parto. De modo que es sumamente importante que la madre se encuentre bien informada sobre el parto, para poder sentirse más segura y liberarse de de tensiones, lo cual es útil para poder manejar mejor el dolor. Para ello, puedes realizar un curso psicoprofiláctico, evacuar todas tus inquietudes con tu médico y visitar el hospital o clínica donde vas a dar a luz, para recorrer las instalaciones y la sala de partos. Todo esto, te dará mayor  confianza y seguridad para cuando llegue el día tan esperado.
Las contracciones hacen que el cuello del útero se dilate  para que el bebé pueda nacer. Al principio, se siente una mínima  incomodidad, y luego se puede sentir dolor en la espalda, el abdomen y, por último, en el útero y bajo el vientre. Las contracciones son más intensas conforme avanza la dilatación, la cual debe llegar a 10 centímetros para que poder expulsar el bebé. En este punto, es cuando las contracciones se vuelven más frecuentes y poseen mayor duración.
Gracias a los avances de la medicina, actualmente existen modernos equipos de diagnóstico prenatal.  Incluso, una alternativa para el dolor es la anestesia epidural, permitiendo que la madre se concentre en pujar y no así en el dolor.
Por supuesto, que resulta casi imposible que las madres primerizas lleguen casi sin temor al momento del parto. Lo importante es conservar la calma y la concentración, y pensar que luego de ese dolor, tolerable para muchas y no tanto para otras, llegará lo mejor que le puede ocurrir a toda mujer: un hijo. Les aseguro que al oír el llanto de su bebé y verle su carita, el dolor desaparecerá casi de inmediato. 

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Efectos del llanto del bebé al nacer

El llanto del bebé al nacer resulta beneficioso no solo para él mismo sino también para su madre. Aunque esto no implica que todos los bebés tengan que llorar, ya que muchos no lloran al nacer y son sanos.
El llanto del bebé posee efectos psicológicos sobre la madre, quien al escuchar llorar a su hijo, siente alegría y tranquilidad por igual, además de experimentar haber cumplido una meta, que no es otra más que el nacimiento, y enfrentarse a otra por cumplir, la crianza. Al mismo tiempo, se produce un efecto hormonal en la madre, lo que hace que su organismo comience a liberar hormonas que estimulan la producción y bajada de la leche.
Por otra parte, el solo llanto del recién nacido impulsa la respiración voluntaria del pequeño, quien comenzará a usar sus pulmones cuando deje de recibir oxígeno a través del cordón umbilical; a la vez que ayuda a eliminar el líquido y mucosidades que el bebé posee tanto en la boca, la nariz como en sus vías respiratorias.
Al nacer, el bebé segrega unas hormonas, denominadas catecolaminas, que se encargan de inducir a los pulmones a respirar por sí mismos. Tales hormonas, son liberadas frente a estímulos que reciben al nacer. Por ejemplo, cuando el nacimiento se produce por parto normal, el bebé debe atravesar el cuello del útero y el conducto vaginal, lo cual provoca una compresión en el cuerpo del bebé, especialmente en su tórax, y después de salir, su cuerpo se expande, lo que incita a los pulmones del bebé para comenzar a respirar de forma voluntaria.
Asimismo, al nacer, el bebé sufre un cambio térmico, puesto que la temperatura de la sala de partos será inferior a la temperatura del interior del cuerpo materno. A esto se le suma que el bebé está mojado, generando mayor sensación de frío; ante lo cual el bebé reaccionará abriendo la boca, estimulándolo de ese modo a empezar a respirar por sí mismo.
A su vez, el pequeño recibe otros estímulos como ser: cambios de luminosidad y  sonoros, manipuleo del médico, entre otros.
En el caso de un parto complicado, que conlleva sufrimiento fetal, el bebé nacerá cansado. Esto puede reducir su reacción frente a los estímulos, siendo necesario darle una nalgada para ayudarlo a reaccionar. Esta situación también puede darse en los bebés nacidos por cesárea o partos en el agua, donde el bebé es sacado del vientre materno tan relajado de modo que no segrega las hormonas catecolaminas, que inducen a los pulmones a respirar por sí mismos.

Algunas consideraciones acerca del parto domiciliario

El parto domiciliario puede ser una experiencia muy gratificante si tu embarazo cursa sin ningún tipo de inconvenientes, si dispones de un buen estado de salud y no presentas factores de riesgos médico-obstétricos. Dar a luz en tu casa puede ser algo realmente maravilloso, debido a la intimidad y calidez que te ofrece tu hogar. Hay quienes se animan a decir que el parto en casa es más natural y mucho más placentero, tanto para la madre como para el bebé.
Según estudios científicos llevados a cabo en Inglaterra, que comparan el resultado final del parto hospitalario con el del parto domiciliario, hay un  incremento en la incidencia de intervenciones quirúrgicas en los partos hospitalarios, con el propósito de evitar complicaciones maternas o fetales. No obstante, el parto domiciliario no es aconsejable para todas las mamás en general.
En caso que ya hayas decidido dar a luz en tu casa, seguramente tu médico te habrá advertido acerca de  las complicaciones que pueden existir y que requieren el traslado  inmediato hasta el hospital más cercano.  También, es bueno saber que no vas a recibir  ningún tipo de anestesia y que tienes que preparar la casa conforme a las indicaciones dadas por el obstetra y la partera.
Al momento de preparar tu casa para el parto,  lo principal es la limpieza extrema de la misma. Además, se debe verificar que  la temperatura de la habitación sea óptima, además de  contar con ropa y toallas calientes para cubrir al bebé ni bien nazca. A su vez, de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debe contar con un kit de parto, preparado de acuerdo a las indicaciones del obstetra, cuyo contenido deberá permanecer preferentemente esterilizado. Así, se crea un ambiente de asepsia.
Pues bien, dar a luz en casa es igual de seguro que dar a luz en un hospital, claro está, siempre que se trate de mujeres en perfectas condiciones de salud, que no hayan sufrido ninguna complicación durante el embarazo.

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Parto en el agua

El parto en el agua, encuentra defensores y detractores por igual. Quienes defienden esta práctica, manifiestan que el sufrimiento del feto en el parto es mínimo. En cambio, sus detractores, sostienen que puede ser contraproducente ya que el bebé demora en aprender a respirar por sí solo. En cualquiera de los casos, debe efectuarse en condiciones específicas y siempre bajo la supervisión de un médico especialista, para evitar cualquier tipo de riesgos.
A diferencia de lo que sucede en el parto convencional, cuando comienzan las contracciones, la mujer se sumerge en una bañera, donde el agua, que debe encontrarse a una temperatura de 37 grados centígrados, facilita la dilatación.
En estos casos, la madre logra una mayor relajación gracias al contacto de su cuerpo con el agua. De este modo, el organismo segrega un mayor número de endorfinas, que constituyen las hormonas que atenúan el dolor.
Llegado el momento del nacimiento, hay algunas mujeres que deciden salir de la bañera para parir a su hijo en una cama o, incluso, sentadas en una silla. No obstante, por lo general, el nacimiento del bebé se produce en el agua.
La cuestión de que la cabeza del bebé, al asomarse, se encuentre unos minutos boca abajo dentro del agua, no supone ningún riesgo para su salud debido a que aún respira por medio del cordón umbilical.
Luego de que el cuerpo del recién nacido ha salido, a veces con ayuda de  una episiotomía,  el médico saca al bebé del agua, momento en que empieza a respirar por sí mismo.
Hay quienes consideran que en esta clase de partos, cuando los bebés se hallan en el exterior y establecen su primer contacto en el agua, casi no sufren porque el nacimiento se produce en un ambiente bastante parecido al que tuvo durante los nueve meses de gestación, mientras se encontraba en el interior de la bolsa de líquido amniótico.
Hay que tener en cuenta que estos nacimientos sólo son posibles en aquellos casos en que el embarazo haya transcurrido con absoluta normalidad, sin que hayan surgido ningún tipo de problemas durante la gestación.
De todos modos, algunos expertos se animan a sostener que los bebés que nacen mediante este tipo de práctica pueden presentar dificultades para respirar por sí solos porque vienen al mundo adormilados.

El Juli y Rosario Domecq, padres de mellizos

El Juli y Rosario Domecq padres de mellizos

El Juli y Rosario Domecq padres de mellizos.  Este verano os hemos dado muchas noticias relacionadas con la maternidad. Sin duda, no hay mejor noticia que el nacimiento de un bebé que es esperado y que transforma el hogar con mucha ilusión y alegría.

Pues bien, los últimos en sumarse a la lista de padres famosos han sido el torero, El Juli y su mujer, Rosario Domecq. Ambos forman una pareja muy discreta que siempre ha querido mantener su historia de amor en un segundo plano y el torero, que lleva toda su vida en los ruedos (más allá de su juventud) ha querido ser conocido por méritos profesionales.

Y dejar de lado, asuntos del corazón. Sin embargo, en esta ocasión, la noticia es muy bonita ya que el joven padre se siente muy orgulloso en este momento de su vida y además, porque la alegría es doble al haber tenido mellizos. Como viene siendo habitual entre los personajes famosos, el torero ha querido compartir esta alegría a través de twitter la red social del momento. Estas han sido las palabras de un emocionado papá: «¡Ya han nacido mis mellizos! ¡Su madre está fenomenal y ellos también! ¡Qué felicidad! Abrazos.

Poco después, la alegría volvía a hacer acto de presencia a través de twitter, porque el torero matizaba: “Ha llegado el momento más especial de mi vida”. Toda una declaración de amor hacia estos bebés que han tenido la suerte de nacer en un hogar donde reina la paz y la armonía.

A partir de ahora, El Juli tendrá mayor responsabilidad todavía cuando salga a la plaza ya que no sólo deberá pensar en su mujer sino también, en sus hijos. La verdad es que la profesión de torero es una de las más difíciles de entender desde un punto de vista emocional. El Juli se casó con Rosario Domecq en el año 2007 en una boda en Jerez de la Frontera. Cuatro años después, y fruto de ese amor, han ampliado la familia y han cumplido su sueño de convertirse en padres. Sin duda, felicitamos a la pareja por este feliz momento.

Imagen: Vanitatis

Riesgos del trabajo de parto prolongado

El criterio que se utiliza para establecer si un parto es prolongado, y necesita intervención médica, se encuentra ligado a diversos factores. Por lo general, se considera que un trabajo de parto es demasiado largo cuando dura, en el caso de madres primerizas más de 14 horas y cuando supera las 9 horas en mujeres que han parido antes. El mayor riesgo del parto prolongado es el sufrimiento fetal.
Puede suceder que ciertas mujeres posean un parto prolongado y que las intensas contracciones no logren su propósito de expulsar al feto.
Según lo considerado por los médicos, un parto se prolonga cuando sobrepasa las 14 horas en las madres primerizas y se extiende por más de 9 horas en el caso de mujeres que ya han tenido hijos.
Otro criterio que suele ser utilizado por los médicos es el de no progresión en ningún centímetro de dilatación en un plazo de entre tres y seis horas. Es decir, el cuello del útero no llega a dilatar ningún centímetro durante un tiempo que va entre las tres y las seis horas.
La cantidad de horas es simplemente un criterio orientativo, pero no un diagnóstico. También, depende de la impresión personal de cada profesional médico, además de otros factores que deben ser tenidos en cuenta en cada paciente en particular, como por ejemplo una cesárea previa.
Esta clase de parto necesita obligatoriamente la intervención del médico, porque es muy probable que pueda haber algún fallo en la dilatación o que el feto se halle obstruido por alguna causa, ya sea porque se encuentre mal ubicado o porque posea una anormalidad congénita, como es el caso de la hidrocefalia. De presentarse esta clase de complicación, el médico apelará al uso de los fórceps o ventosas o, como último recurso, practicará una cesárea.
Si el parto se prolonga de manera excesiva, puede ocasionar el agotamiento de la madre e incluso sufrimiento fetal. De ahí, la importancia de la aplicación de criterios médicos para establecer cuando un parto se extiende más allá de lo normal, para dar solución por ejemplo con la realización de una cesárea no programada o de urgencia.

Parto vertical o en cuclillas

El parto en cuclillas o vertical es una alternativa  distinta al parto convencional para la cual la mayoría de los hospitales se encuentran preparados. Existen unas sillas especiales, que reciben el nombre de sillas de parto, para que las mujeres puedan optar por dar a luz en cuclillas.
Se suele decir que el parto en cuclillas es más rápido e implica menos dolor para la madre en el momento del alumbramiento. Por ese motivo, ya hay diversos centros de salud que disponen de las denominadas sillas de partos para aquellas mujeres que se decantan por dar a luz en cuclillas. En esta posición, la mujer embarazada dispone de la ayuda adicional de la fuerza de gravedad, acelerando de ese modo el parto.
No obstante, existen algunos inconvenientes en un parto de estas características, ya  que la mayor presión que ejerce la cabeza del bebé sobre la pelvis de la madre en dicha postura puede llegar a provocar desgarros de consideración en la zona del periné. Por lo que, de producirse esta situación, la recuperación sería bastante más lenta y dolorosa para la madre, en comparación a un parto realizado en la posición convencional.
De todas maneras, es bueno que la madre pueda elegir de qué manera prefiere tener a su bebé, por supuesto, con la previa aclaración de un médico especialista acerca de los posibles riesgos que corre ante un parto de estas características.

Factores que desencadenan el parto

El inicio del parto se da en el sistema nervioso central de la embarazada. El hipotálamo manda una señal al sistema endocrino, el cual al liberar hormonas como la oxitocina, producen la aparición de contracciones, propiciando el parto. En ocasiones, es el útero el cual envía la señal al cerebro, para que este de inicio al proceso, tal como sucede en el caso de los embarazos gemelares, en los que el volumen del útero estimula las contracciones.
El parto es desencadenado por determinados cambios hormonales y endocrinos que surgen en el sistema nervioso central del feto y de la madre, más precisamente en el  hipotálamo. Esta afirmación echa por tierra algunas hipótesis que planteaban que el parto se iniciaba a partir de cambios en la placenta, las membranas y en el líquido amniótico. Al mismo tiempo, situaciones de estrés o ciertas lesiones cerebrales de otras zonas del sistema nervioso pueden provocar el parto.
Por su parte, el útero también puede intervenir en este proceso, debido a que es capaz de mandar señales al cerebro, aparte de ser receptor de las mismas. De ese modo, por ejemplo, en los embarazos gemelares el volumen del útero es un factor que estimula las contracciones. Es el útero quien envía señales al cerebro para producir los cambios hormonales necesarios para el desencadenamiento del parto.
Incluso, hay algunos expertos que consideran que podrían haber, a su vez, factores psíquicos que participan en el inicio del parto. De ahí que los mismos se animen a pensar que se produce una sintonía cerebral entre la embarazada y el feto, de forma tal que cuando el feto ya no se hallara a gusto en el útero mandaría señales endocrinas tanto a la placenta como a la madre. Ésta las recogería y daría comienzo de manera inconsciente la segregación de hormonas, como es el caso de la oxitocina, que generan la aparición de contracciones, dando lugar al parto.

Parto por cesárea

Muchas mujeres, ya sea por consejo médico, cualquiera sea el caso, como por decisión propia, tienen sus hijos por cesárea. La cesárea consiste en una cirugía que es practicada para extraer al bebé y a la placenta del útero materno, cuando por algún motivo en particular el parto vaginal no es viable. De hecho, según las estadísticas, 1 de cada 5 bebés nacen por cesárea.
Las cesáreas pueden dividirse en 2 grupos: programadas y de urgencia.  Las cesáreas programadas son pautadas con anterioridad al trabajo de parto, existiendo la posibilidad de  fijar con comodidad fecha y hora del procedimiento.
Por su parte, las cesáreas de urgencia son efectuadas cuando surge algún inconveniente durante el trabajo de parto, con el fin de evitar riesgos en la salud de la mamá o del bebé.
Las cesáreas programadas, por lo general, son efectuadas en el caso de que exista una mala posición y mala presentación del bebé; cuando el bebé está sentado o ubicado en forma transversal; embarazo múltiple, cuando se trata de dos o más bebés ubicados en posiciones peligrosas para un parto vaginal;  herpes genital, para evitar el riesgo de contagio del bebé al pasar por el canal del parto, Placenta pevia, cuando la misma se halla bloqueando la salida del bebé, enfermedades maternas, que pueden poner en peligro la vida de la madre o del bebé; y cirugías uterinas previas, como cesáreas anteriores o miomectomías.
Por otro lado, se realizan cesáreas de urgencia debido a afecciones de la placenta, por desprendimiento placentario o placenta previa con sangrado;  tamaño del bebé, cuando son muy grandes en relación al tamaño de la pelvis materna; sufrimiento fetal, cuando los latidos cardíacos fetales se ven alterados durante el trabajo de parto; vueltas del cordón umbilical, el cual puede  enrollarse alrededor del bebé impidiendo que el flujo sanguíneo del cordón sea normal; procidencia del cordón umbilical, cuando el cordón impide el flujo de sangre e impide que el bebé pueda oxigenarse correctamente; y detención del trabajo de parto, por insuficiente dilatación o porque el bebé está ubicado en alguna posición inadecuada.
En la actualidad, un 60% de las embarazadas a las que se les ha realizado una cesárea con anterioridad requiere nuevamente de otra cesárea, ya que el principal riesgo que corren es la rotura uterina en la zona de la cicatriz del útero de la cesárea anterior, lo cual reviste una complicación seria tanto para la madre como para el bebé. De modo que en todos los casos se debe realizar un interrogatorio muy preciso de las causas de la cesárea previa, para que el médico pueda evaluar cada caso en particular y definir los riesgos individuales.