Justin Bieber quiere formar pronto una familia

Justin Bieber quiere formar pronto una familia

Justin Bieber quiere formar pronto una familia. Justin Bieber es uno de los fenómenos musicales del momento, y es que, su vida poco o nada tiene que ver con la de un chico de su edad en tanto que ya gana un gran sueldo a fin de mes con el que poder vivir como un rey. Otros chicos de su edad, simplemente, se centran en sus estudios y se forman para poder encontrar un proyecto de futuro. Pues bien, Justin Bieber parece que más allá de su juventud tiene las cosas muy claras no sólo en el terreno profesional sino también en el personal ya que al parecer, le gustaría ser padre muy joven, en concreto, antes de los 25.

De momento, el artista prefiere centrarse en el terreno profesional ya que arrasa sobre los escenarios de medio mundo. En el terreno sentimental está feliz y enamorado de la guapa Selena Gomez. Una de las jóvenes estrellas Disney a quien puedes ver ahora mismo en la gran pantalla de la mano de Monte Carlo. Una peli muy divertida para toda la familia que puedes disfrutar cualquier fin de semana. Pues bien, habrá que dar tiempo al tiempo para ver si Justin Bieber se convierte pronto en padre o no ya que a veces, nada tienen que ver los planes que hace una persona en su juventud con aquello que luego la vida te va marcando.

Así lo puede comprobar cualquier persona en su día a día, es decir, es mejor vivir la vida en presente sin mirar demasiado hacia el futuro. De lo contrario, todos tus planes se pueden venir abajo. Lo que muestra este deseo de Justin Bieber de ser padre es que tiene unos valores tradicionales y que no sólo piensa en éxitos profesionales sino también, en llegar a casa y tener a otros niños a los que poder cuidar.

¿Qué pensarán todas las seguidoras de Justin Bieber sobre el deseo de esta estrella de fundar un hogar? La verdad es que seguro que más de una se sentiría muy afortunada de poder ser Selena Gomez, la única que ahora mismo ocupa el corazón del cantante. El deseo de Justin Bieber de ser padre muy joven contrasta con la realidad social de nuestros días en donde las parejas cada vez tienen hijos a una edad más tardía, entre otras cosas, porque muchas personas esperan poder estabilizarse en lo profesional antes de formar un hogar.

Imagen: Fandemia

Cómo prevenir la aparición de várices en el embarazo

Para prevenir las indeseables varices durante el embarazo es aconsejable descansar bastante, en lo posible con las piernas en alto, y usar pantys especiales para embarazadas. Además, la gimnasia para embarazadas y una alimentación saludable rica en vitamina C estimulan la buena circulación de la sangre, lo cual sirve para prevenir la  aparición de varices.
Un problema muy común en la gestación es el reblandecimiento de las venas. Las varices comienzan a aparecer cuando las válvulas que se ocupan de mandar sangre a las venas desbordan a causa de la mayor cantidad de sangre que recorre el cuerpo de la embarazada. La acumulación de sangre se da sobre todo en la parte inferior del cuerpo, es decir, en las piernas.
Si bien este problema posee tratamiento, es importante tratar de prevenirlas, siendo aconsejable no pasar demasiado tiempo de pie y descansar lo suficiente.
Realizar algunos ejercicios, como gimnasia para embarazadas así como la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, mejora la circulación. Otra recomendación: al sentarte, tienes que tratar de no cruzar las piernas, porque dicha postura entorpece la circulación sanguínea.
Otra cuestión a tener en cuenta durante el embarazo es que las varices pueden aparecer, además de en las piernas, en la vagina. La hinchazón en esta parte del cuerpo es demasiado molesta, para lo cual es de ayuda aplicar hielo envuelto en un trapo. De todas maneras, es bueno saber que esta clase de varices desaparece luego el parto.

La quinta semana de gestación

Durante la quinta semana de gestación, por lo general, recién acabas de confirmar que vas a tener un bebé. En esta fase del embarazo empieza a formarse el tubo neural del embrión, además de algunos órganos importantes, como el corazón, el hígado y los intestinos. La embarazada suele presentar ciertos síntomas, como náuseas o cansancio extremo.
El embrión ya implantado se está desarrollando y, mediante la placenta y el principio del cordón umbilical, recibe los nutrientes esenciales desde el cuerpo de la madre.
Como ya dijimos, en esta semana se comienza a formar el tubo neural, que constituye el origen de la columna vertebral y el cerebro. Resulta de vital importancia que el tubo neural se forme correctamente para evitar defectos del tubo, como por ejemplo la espina bífida. Para disminuir la posibilidad de que aparezcan tales defectos, debes ingerir ácido fólico durante los primeros meses de gestación.
También empiezan a formarse el corazón, hígado y los intestinos. El corazón ya late, pero los latidos todavía son escasos y descoordinados.
La edad gestacional del embrión es de tres semanas y mide poco más de 1 mm, desde la cabeza a la cola.
En este momento del embarazo es muy común sufrir náuseas y sentirse más cansada de lo usual. Por eso, es importante descansar más, reduciendo un poco tu ritmo diario para combatir dicho cansancio. También, es posible que sientas ganas de orinar con mayor asiduidad.
Cada uno de estos síntomas van acompañados de algunos cambios psicológicos, ligados a la ilusión del nacimiento del bebé. Las mujeres, en la primera etapa del embarazo suelen estar emocionadas y felices. Pero también es muy normal sentir miedo frente a la nueva situación y el cambio que se irá a producir en su vida. Por ello, es importante intentar estar relajada y de manejar los temores consultando las dudas que puedan surgirte con otras mujeres o con tu médico ginecólogo.
Probablemente en esta semana, luego de la confirmación de tu embarazo, concurras al  ginecólogo por primera vez, quien te pedirá un análisis de sangre y de orina para  ver tu estado de salud general y si posees anticuerpos de la toxoplasmosis y de la hepatitis B.

Causas y efectos del síndrome alcohólico fetal

El síndrome alcohólico fetal, producido por la ingesta de alcohol durante el embarazo, representa un cuadro que ocasiona malformaciones congénitas en el bebé. Según datos estadísticos, alrededor del 32% de los hijos de madres bebedoras presenta malformaciones, las cuales afectan a características físicas, como por ejemplo bajo peso al nacer, o a nivel psicológico, como retraso mental. Por esta razón, resulta de vital importancia evitar el consumo de alcohol durante el proceso de gestación.
El síndrome alcohólico fetal suscita malformaciones a causa de la acción del alcohol en el desarrollo del embrión y el feto. Y si bien se desconoce el mecanismo exacto que lo genera, se cree que tiene relación con el metabolismo del Zinc.
Este cuadro malformativo se manifiesta en el retraso del desarrollo antenatal y postnatal, afectando al peso, la talla y al perímetro craneal; anomalías de la cara, como  epicantus, mandíbula y maxilares hipoplásicos, ojos pequeños y labio superior fino; defectos cardíacos, ciertas alteraciones osteoarticulares, así como retraso madurativo y deficiencia mental.
Ahora bien, cabe preguntarse si este cuadro de síndrome alcohólico fetal posee tratamiento. Y la respuesta es, por cierto, negativa. No existe ningún tipo de tratamiento para este tipo de cuadro ya que no resulta posible reparar el daño ya ocasionado.
Lo que sí es verdad es que puede evitarse. De ahí que se recomienda no ingerir alcohol durante el embarazo.

Psicología: Afrontar el miedo al parto

Psicología: cómo afrontar el miedo al parto

El miedo es una emoción libre que generalmente, surge ante una situación desconocida. En este sentido, algunas mujeres sienten una gran ansiedad ante el temor al momento de dar a luz. Un miedo que crece, especialmente, en las madres primerizas que sienten la incertidumbre de no conocer ese momento de la vida. ¿Cómo se debe afrontar el miedo al parto? Aquí tienes algunas ideas:

1) En primer lugar, debes vivir el presente, centrarte en cada etapa. Es decir, sentir el poder del ahora para disfrutar de cada minuto de embarazo sin sentir la angustia del futuro. De hecho, te darás cuenta a nivel emocional, que en la recta final de tu embarazo tendrás muchas ganas de dar a luz y de ver la cara del bebé. En ese momento, el cansancio será tan grande que tendrás una gran fuerza y motivación para hacer frente al momento del parto.

2) Utiliza tu razón. Es decir, analiza la calidad de la medicina actual. Hoy día, el riesgo en el parto es muy bajo por ello, la esperanza de vida también ha crecido de forma notable en las últimas décadas.

3) Cuando sientas miedo, es bueno que desahogues tus dudas con alguien de confianza, por ejemplo, un buen amigo o un familiar cercano. Puedes hablar con tu pareja porque él, como futuro papá, también experimenta dudas y temores.

4) Utiliza alguna técnica de relajación, es decir, puedes ponerte música suave de fondo, tumbarte encima de la cama y visualizar una imagen que te haga feliz.

5) El miedo al parto es normal y habitual, por ello, mantente alejada de aquellas personas que te pueden contagiar su negatividad, sus miedos y sus dudas. No dejes que nadie te cuente una historia difícil que puede influirte a nivel emocional.

El miedo es una emoción, sin embargo, cuando lo padeces te sientes mal, indefensa y vulnerable. Por ello, intenta leer libros de inteligencia emocional que podrán ayudarte a controlar tus sentimientos para ganar seguridad y confianza en ti misma. Te vendrá bien leer libros sobre maternidad, bebés y psicología durante los meses de embarazo. No pienses en el futuro, vive el presente y sé feliz.

Imagen: Embarazo10

La transición en los bebés hacia la alimentación sólida

El paso de la lactancia a la alimentación sólida tiene que realizarse de forma gradual. Hasta el sexto mes de vida, el bebé sólo ha tomado leche, ya sea de fórmula o materna, por lo que le puede costar un poco, en un comienzo, adaptarse a los alimentos sólidos.
Hasta los seis meses el bebé sólo ingiere leche materna o de fórmula. Pero, a partir de ese entonces, se puede comenzar a ofrecerle alimentos sólidos debido a que pierde el reflejo que le hace empujar la lengua contra la cuchara o cualquier otro objeto o alimento que se lleve a la boca.
En caso que el niño llore o rechace la comida, es importante no insistir, pudiendo posponer la transición de la alimentación entre una y dos semanas.
Al principio, hay que intentar alimentar al bebé a la hora que le conviene a ambos, madre y bebé. Pero a medida que vaya creciendo, querrá comer con otros integrantes de la familia, por lo que es más conveniente adaptar al pequeño al horario  de la comida familiar.
Es importante siempre usar una cuchara para darle de comer al niño, debido a que se controla mejor lo que ingiere el bebé y se evita que engorde de manera excesiva.
Lo más probable es que el bebé expulse la comida en los primeros intentos. En caso que así sea, puede probar darle un poco de leche y luego darle cucharadas con escasa cantidad y terminar la comida dándole más leche. La proporción de alimento debe aumentarse de manera paulatina hasta que el pequeño se acostumbre a ingerir sólidos.
Vale aclarar que no se debe insistir en que el bebé se acabe el plato o el biberón, precisamente porque esto le será de ayuda para distinguir la diferencia entre hambre y saciedad, evitando así la aparición de fobias y comportamientos anormales a la hora de la comida.

Factores que influyen en el ritmo de crecimiento de los niños

El crecimiento de bebés y niños constituye una de las cuestiones que más nos desvelan a los padres, sobre todo durante los primeros años. Una alimentación sana y equilibrada es fundamental para el adecuado crecimiento de los niños. Incluso, el sueño es otro de los factores que ejerce su influencia, de manera notable, en el desarrollo de nuestros hijos. También, la genética y la presencia de algunas enfermedades pueden ser determinantes en cuanto al ritmo de crecimiento.
La mayoría de los padres solemos preocuparnos sobre cómo crecen nuestros hijos,  y realizándonos planteos del tipo: ¿estará creciendo correctamente?, ¿se alimenta bien?, ¿su peso es el adecuado?
Hay una serie de factores que determinan el ritmo de crecimiento de los niños, como por ejemplo la herencia genética, la alimentación y el sueño, así como las enfermedades que puedan contraer durante sus primeros años de vida.
En este orden, la cuestión genética  es importante ya que los genes inciden en nuestro peso y talla. Por lo que si los padres son altos, es muy probable que el bebé también lo sea.
Con respecto a la alimentación, ésta también posee un papel relevante en el crecimiento de los bebés. Tanto la leche materna como la de fórmula aportan todos los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento adecuado de nuestros hijos. Lo realmente importante es que se debe comprobar que el bebé aumenta de peso con regularidad.
En tanto que en los niños más grandes, una alimentación saludable y equilibrada también es fundamental para su desarrollo físico e intelectual.
Por su parte, el sueño desempeña una función reparadora en los bebés, debido a que durante el mismo el organismo segrega la hormona de crecimiento. Por lo que resulta sumamente importante respetar sus horarios de sueño.
Cabe aclarar que existen graves enfermedades, como la celiaca,  que pueden retardar el proceso de crecimiento del bebé.
Teniendo en cuenta ello, es indispensable que ante la menor duda acerca del crecimiento de nuestros niños consultemos con el pediatra, quien sabrá detectar cualquier tipo de anomalía y encarar, así, el tratamiento correspondiente.

Cómo darse cuenta si el bebé está bien abrigado

A veces, a las madres, sobre todo las primerizas, nos cuesta darnos cuenta si el bebé está bien abrigado o no. Por eso, para saber si un recién nacido se halla abrigado de manera apropiada, no alcanza con tocar sus manos o pies, debido a que estos suelen encontrarse fríos a causa de la inmadurez de su aparato circulatorio. Siempre las piernas, los brazos o el cuello nos irán a indicar mejor su temperatura corporal. Un dato a considerar, cuando hace calor, es preciso observar su sudoración.
La mayor parte de los bebés, por lo general, tiene las manos y los pies fríos, ya que su circulación sanguínea aún no se encuentra del todo desarrollada. De todos modos, esto no quiere decir necesariamente que el bebé sienta frío.
El mejor modo de averiguar si precisa más abrigo reside en tocarle las piernas, los brazos o el cuello.  A su vez, la pérdida de color en las mejillas también puede ser un indicativo de que el bebé está teniendo frío.
Al contrario de lo que se cree, no deben abrigarse en exceso a los bebés, porque su cuerpo puede sufrir la pérdida de la capacidad de adaptación a las variaciones de temperatura y, en consecuencia, resfriarse más fácilmente.
En vez de una sola prenda muy abrigada, resulta conveniente vestirle con varias prendas de menor grosor, porque entre ellas se irán a formar capas aislantes y el bebé se sentirá más abrigado. Por consiguiente, si la temperatura asciende, podrá quitársele de a una las prendas sin necesidad de cambiarle toda la ropa.
En los meses de calor, es conveniente vestir al bebé con prendas de algodón  que, además de ser livianas, equiparan los cambios de temperatura.
El calor excesivo puede hacer que el bebé posea la cabeza sudorosa o que se le vea apático y decaído. De ser así, lo mejor es llevarle a una habitación fresca, sacarle la ropa y hacerle beber mucho líquido. Si, a pesar de ello, continúa igual, es fundamental consultar con el pediatra de inmediato.

Planificar el embarazo

A la hora de pensar en comenzar a buscar un embarazo, es preciso tener en cuenta una serie de recomendaciones.
En primer lugar, es muy importante realizar una  consulta con el ginecólogo antes de concebir. Por lo general, la mayor parte de las embarazadas descubren que lo están al poco tiempo de la primera falta. No obstante, lo ideal sería planificar el embarazo. Por ello, es aconsejable consultar con el ginecólogo para someterte a un chequeo médico. El especialista, a su vez, te irá a recomendar tomar ácido fólico, un suplemento fundamental para prevenir enfermedades serias en el desarrollo del feto.
Otro punto importante es cuidar la alimentación. Estar muy delgada o tener sobrepeso son dos de las cosas que pueden influir negativamente las posibilidades de lograr un embarazo. De este modo, es importante evitar el exceso de comidas ricas en grasa y optar por alimentos frescos y mucha fruta.
Al mismo tiempo, es preciso subrayar la necesidad de evitar el consumo de alcohol y tabaco, antes y durante la gestación, ya que dificultan la concepción. Esto no quiere decir que no puedas quedar embarazada, pero sí es importante saber que el consumo de dichas sustancias estimula la aparición de diversos trastornos, tanto para la salud de la mujer como la del futuro bebé.

La ingesta de vitaminas podría reducir los casos de partos prematuros y de bebés de bajo peso

Según un estudio, que fue publicado recientemente en el American Journal of Clinical Nutrition, tomar vitaminas antes y durante las primeras semanas de gestación podría servir de ayuda para reducir las posibilidades de parto prematuro y los nacimientos de bebés con bajo peso. De todas maneras, a pesar de los resultados, los investigadores aún no recomiendan su consumo en este periodo, debido a que es necesario llevar a cabo más estudios para estudiar de qué manera afectan las vitaminas a los bebés.
La toma de ácido fólico, previo a quedar embarazada y en los primeros tres meses de gestación, ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el feto. A esto, ahora se le agrega que tomar complejos multivitamínicos antes de la gestación puede ayudar a reducir los partos prematuros y nacimientos de bebés de bajo peso.
El estudio, que fue llevado a cabo de manera conjunta por las universidades de Pittsburgh (EE.UU) y de Aarhus (Dinamarca), ha sido realizado a aproximadamente 36.000 embarazadas danesas. De acuerdo a lo arrojado por dicha investigación, se logró comprobar los efectos del consumo de vitaminas cuatro semanas antes y ocho semanas después de haberse producido la concepción.
No obstante, los investigadores coinciden en que es necesario proseguir con los estudios de los efectos de los suplementos multivitamínicos previo al embarazo, por lo que aún no se arriesgan a recomendar su consumo sin previa prescripción médica.
De acuerdo a los resultados obtenidos, la cantidad de partos prematuros, producidos antes de la semana 37, fue de un 4,3% en el grupo de mujeres que tomaba suplementos vitamínicos en contraste con el 5,35% del grupo que no tomaba ninguna clase de vitaminas. Tales diferencias, fueron observadas además en el peso y la talla del bebé. Es decir, que el grupo de madres que tomó multivitaminas fue menos proclive a tener un bebé pequeño conforme a su edad gestacional.
Según lo señalado por los científicos, existían ciertas diferencias entre ambos grupos asociadas especialmente al estilo de vida, como por ejemplo una alimentación inapropiada o el consumo de tabaco. Conforme a ello, el grupo que tuvo peores resultados llevaba una vida menos saludable, lo cual podría dificultar la absorción de alimentos así como favorecer los casos de partos prematuros y el bajo peso al nacer.
De todos modos, a pesar de los resultados positivos que arrojó el estudio, los investigadores todavía no recomiendan tomar complejos multivitamínicos sin prescripción médica debido a que aún se desconocen los efectos que éstos podrían causar en el bebé.