Calidad de la alimentación en el embarazo

En el imaginario popular de las embarazadas, ronda la idea de que hay que comer el doble, pues un nuevo ser se aloja en su cuerpo. Pero en verdad, la cantidad no garantiza la calidad de lo que se come, de modo que es preciso observar muy bien qué es lo que se elige para alimentarse, más allá de las cantidades.
Más allá de que el cuerpo necesitará aproximadamente 300 calorías diarias adicionales, sobre todo en el último trimestre de la gestación, estas tienen que proceder de alimentos nutritivos y básicos para el desarrollo del bebé.
Lo que se consume se encuentra íntimamente ligado al desarrollo  pequeño, por lo que es muy importante respetar las indicaciones del médico.
En efecto, tanto el hierro como el calcio son básicos, y deberá consumirse en una dosis prescripta por el profesional médico para que el bebé pueda contar con qué abastecerse y no tomarlos de las reservas de la madre.
Para que el bebé pueda desarrollarse de forma adecuada, son necesarias  proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos.
En el caso de las proteínas, vitales para el crecimiento, las encontramos en alimentos como la carne, pescado, pollo y huevos.
Por su parte, los carbohidratos, que están presentes en pan, cereales, papas y arroz,  resultan esenciales para la energía.
Mientras que el hierro, que es básico para la producción de glóbulos rojos, se encuentra en alimentos tales como las lentejas, las carnes rojas y espinacas. En tanto que las vitaminas se hallan en todas las verduras y frutas.
Por último, es fundamental beber mucha agua y seguir a rajatabla las indicaciones del médico.

Imagen:

http://dietasequilibradas.es/wp-content/uploads/alimentacion-embarazo.jpg

Llegó el momento de dejar el pecho

La lactancia liga a la madre y el bebé en un vínculo maravilloso y especial. No obstante cuando los bebés se niegan a dejar el pecho, esto puede tornarse un proceso traumático.
Tanto por el retorno al trabajo o porque ya sea el momento, el bebé debe acostumbrarse a una alimentación que reemplace la leche materna. Y aunque la mayoría pasa este proceso  sin ningún problema, para otros constituye un verdadero trauma.
A pesar que para algunas mamás es también un momento difícil, en especial cuando ven a sus bebés sufrir, el destete ocurrirá tarde o temprano, ya que es parte del desarrollo de todo bebé, por lo que es necesario estar preparadas.
Los médicos aconsejan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Transcurrido ese periodo, se le puede seguir dando el pecho de forma alternada con papillas. Hay mamás que continúan dándole el pecho hasta el año y medio o dos años.
Vale decir que el destete afianzará la independencia física y emocional del bebé. Por lo que ante semejante cambio, la mamá tiene que estar presente para guiarlo gradualmente y demostrarle que su afecto hacia él no ha cambiado en absoluto.
Lo primero que es necesario tener en cuenta es que la primera y la última toma antes de dormir son las que el bebé irá a dejar al final del proceso. De modo que hay que comenzar por eliminar una toma por semana e ir observando cómo reacciona tu bebé. Si lo hace favorablemente, sigue eliminando las tomas de a una, sustituyéndolas por una toma de biberón o incluso sus nuevos alimentos.
Si tu bebé reacciona negativamente, tienes que ponerte firme y ofrecerle el biberón o algún alimento que pueda comer en función a su edad. Lo que no se debe hacer es forzarlo a probar otros alimentos, sino que hay convencerlo y hacer que le vaya gustando de a poco. Así como tampoco se le debe dar de mamar como una manera de hacerlo callar o para que termine de hacer berrinche.
Otra forma es intentar darle el biberón en cantidades reducidas antes de la leche materna, para que poco a poco vaya acostumbrándose al nuevo sabor. Inclusive,  puedes empezar a acostumbrar a tu bebé al biberón poniendo tu propia leche en la botella.
La tetina del biberón es muy importante, por lo que debes buscar una  con la que se sienta más confortable.
En caso que optes por posponer algunas tomas con comida, lo ideal es hacer que éstas sean más atractivas. Si a pesar de todo esto tu bebé continúa ofreciendo resistencia, no hay que forzarlo de ninguna manera, pues puede ocurrir que todavía no se halle  preparado. Respeta sus tiempos y, de ser necesario, consulta con el pediatra para que te ayude en esta etapa.

Imagen:

http://embarazo10.com/wp-content/uploads/bebecomiendopapilla.jpg

Fatiga luego del parto

Luego del parto es muy común sentirse fatigada, ya que  durante las primeras semanas, e inclusive meses, pueden llegar a ser muy agotadores.
Por este motivo, es muy importante poder organizarse, intentando adaptarse de a poco a los ritmos de vida del bebé para poder realizar las tareas diarias y descansar.
Lógicamente, ya no es posible dormir toda la noche de un tirón. De modo que es conveniente adaptarse a los ritmos de sueño del bebé, para aprovechar a descansar cuando el bebé duerme. Estos breves cortos resultarán bastante reparadores.
Por otra parte, durante las primeras semanas de vida del bebé, es bueno limitar las responsabilidades, pues no hay nada más importante que alimentar a tu bebé.
También, es necesario reducir las visitas, ya que si bien es grato recibir la visita tanto de familiares como de amigos, no lo es tanto si te sientes  fatigada. No te preocupes, sin dudas, todos lo entenderán.
Otro punto a tener en cuenta está relacionado con el paseo. Salir, un rato cada día, a dar un paseo con tu hijo te revitalizará, además de permitir distraerte y hacer un poco de ejercicio.
Nunca hay que dudar en pedir ayuda cuando lo creamos necesario, pues un recién nacido demanda mucho tiempo de atención y energía, por lo que estaría bueno contar con alguien en casa para que nos ayude con  los quehaceres domésticos.
En cuanto a la alimentación, es fundamental tener presente que en esta etapa es esencial ingerir alimentos nutritivos, lo que nos permitirá sobrellevar los cambios que sufrió el cuerpo durante el embarazo y el parto. Además, resulta indispensable alimentarse adecuadamente, llevando una dieta saludable y equilibrada, para contar con todos los nutrientes necesarios para  estar saludables y preparadas para amamantar a nuestro hijo.

Imagen:

http://www.crecerfeliz.es/var/ezflow_site/storage/images/embarazo/tus-derechos/ayudas-por-maternidad-y-paternidad/ayudas-por-maternidad/960658-1-esl-ES/ayudas-por-maternidad_articulo_landscape.jpg

El reflujo en los bebés

Cuando el bebé tiene reflujo, regurgita pequeñas cantidades de leche, generalmente tras alimentarlo o al eructar. Esto se produce porque la válvula superior del estómago no cierra correctamente o, también, cuando el bebé toma mucha leche.
El reflujo es muy común en los bebés y, desde ya, va mejorando con el tiempo, aunque puede extenderse hasta el año de edad aproximadamente. Como se tratan de pocas cantidades, no se considera peligroso.
En ocasiones, se suele confundir la regurgitación o reflujo con el vómito, aunque se trata de dos cosas distintas. La diferencia reside en que el vómito precisa de esfuerzo, tiene lugar en cualquier momento, las cantidades son mayores, y se siente cierto malestar antes y después de producirse el vómito, el cual es peligroso en sí mismo para cualquier niño.
Si el médico establece que la regurgitación o reflujo del pequeño es normal, es decir, sin complicaciones,  es necesario respetar algunas recomendaciones para intentar controlarlo: hay que disminuir la cantidad de leche porque cuando su estómago se encuentre completamente lleno el bebé tenderá a regurgitar más, así como no darle leche muy seguido para que el estómago del bebé no se recargue con demasiada leche. Además, lo más conveniente es alimentar al pequeño, ubicándolo a éste en posición vertical, tratando de evitar tras ello realizar juegos bruscos con el bebé.
De este modo, si su bebé tiende a regurgitar y observa síntomas tales como: regurgitación de sangre, atragantamiento y obstrucción de la respiración, bajo peso, y malestar, es necesario acudir al médico de manera inmediata.

Imagen:

www.embarazo10.com

Planificar el embarazo

A la hora de pensar en comenzar a buscar un embarazo, es preciso tener en cuenta una serie de recomendaciones.
En primer lugar, es muy importante realizar una  consulta con el ginecólogo antes de concebir. Por lo general, la mayor parte de las embarazadas descubren que lo están al poco tiempo de la primera falta. No obstante, lo ideal sería planificar el embarazo. Por ello, es aconsejable consultar con el ginecólogo para someterte a un chequeo médico. El especialista, a su vez, te irá a recomendar tomar ácido fólico, un suplemento fundamental para prevenir enfermedades serias en el desarrollo del feto.
Otro punto importante es cuidar la alimentación. Estar muy delgada o tener sobrepeso son dos de las cosas que pueden influir negativamente las posibilidades de lograr un embarazo. De este modo, es importante evitar el exceso de comidas ricas en grasa y optar por alimentos frescos y mucha fruta.
Al mismo tiempo, es preciso subrayar la necesidad de evitar el consumo de alcohol y tabaco, antes y durante la gestación, ya que dificultan la concepción. Esto no quiere decir que no puedas quedar embarazada, pero sí es importante saber que el consumo de dichas sustancias estimula la aparición de diversos trastornos, tanto para la salud de la mujer como la del futuro bebé.

Lactancia materna, como saber si estoy alimentando de más a mi bebé

Muchas madres, sobre todo cuando son primerizas, no saben si están alimentando de la forma correcta a sus pequeños, ya que se hace difícil registrar si el pequeño está mamando la cantidad de leche materna necesaria, y en algunos casos pensamos que la alimentación es escasa o en otros que lo estamos sobrealimentando, ya que generalmente los pediatras aconsejan que la teta sea a libre demanda, o sea cada vez que el niño la solicita.

Pues bien, los niños recién nacidos y en sus primeros meses de vida suelen alimentarse cada 2 o 3 horas, y esto no quiere decir que lo estemos sobrealimentando, ya que algunos otros piden la teta cada 4 o 5 horas, y tampoco les está faltando el alimento necesario para su correcto crecimiento y desarrollo.

Generalmente los niños consumen 150 centímetros cúbicos /kilogramo de peso cada vez que se prenden al pecho, aunque no es una regla general, por eso siempre es necesario que las mamás comencemos a establecer rutinas alimentarias hasta establecer un ritmo, donde podamos saber cuando el pequeño llora porque se siente hambriento y cuál es el momento indicado de prenderlo al pecho.

La lactancia varía de acurdo a la etapa de crecimiento en la que se encuentran, por eso algunas veces demandan más y otras un poco menos, lo importante es estar atenta los primeros meses, para lograr así un reconocimiento y poder permitirle que se alimente de nuestro pecho cada vez que sea necesario. La leche materna es el mejor alimento que se le puede brindar a un pequeño los primeros meses de vida, nunca estarás sobrealimentando a tu bebé.

Consejos para estimular la lactancia

Consejos para estimular la lactancia

La lactancia materna suele ser una de las mayores preocupaciones que las futuras mamás tienen, sobre todo en el caso de ser primerizas, porque no saben si están alimentando de la forma correcta a sus bebés, si ellos maman el tiempo y la cantidad necesaria, o simplemente serán capaces de hacerlo de la forma correcta.

No hay que alarmarse, ya que no existe un manual de cómo ser la madre perfecta, y todo se va aprendiendo a medida que el tiempo y nuestro pequeño bebé, nos va demandando. La lactancia materna gracias a la naturaleza, se acomoda al ritmo que nuestro bebé lo demanda y tiene necesidad de alimentarse, lo único que debemos hacer es estar atentas y dispuestas a prenderlo al pecho cada vez que el niño lo solicite.

De alguna manera los bebés nacen con un instinto predeterminado, de cuanto, cuando y como deben alimentarse, no te sorprenda si apenas nacido lo acercas al seno materno y busca desesperado prenderse a la teta para mamar.  Éste primer paso es fundamental para que los pechos de la madre poco a poco se vayan acondicionando y solos sepan cuando es el momento de alimentar al bebé.

A medida que vaya pasando el tiempo, cuando le bebé esté por sentir hambre, seguramente tu también sentirás como poco a poco los pechos se van llenado de leche para que el pueda alimentarse. Solamente es cuestión de estar atentas, prestar mucha atención los primeros días, para que luego de forma natural se establezca una rutina alimentaria, entre el bebé y su mamá. Mientras más rápido se prenda el bebé, más producción de leche habrá en la madre, su succión es un estímulo imprescindible para que la producción de leche sea la adecuada.

Lactancia para proteger el corazón femenino

Dar de mamar a nuestro pequeño bebé, tiene múltiples beneficios, por eso siempre que podamos debemos prenderlo inmediatamente al pecho, dado que es uno de los mejores alimentos que el pequeño puede recibir los primeros meses de vida, además de significarle a su madre un medio de prevención y cuidado para su propia salud.

Estudios realizados recientemente aseguran que la lactancia materna tiene grandes influencias sobre la salud de la mujer, sobre todo a niveles cardíacos y cardiovasculares. En éste estudio se revela que aquellas mujeres que tienen la posibilidad de dar de mamar a sus hijos a lo largo de su vida por lo menos durante 24 meses, poseen menos posibilidades de contraer enfermedades cardiovasculares, resguardándolas de los conocidos accidentes cerebro vasculares o trastornos relacionados con el sistema cardíaco.

Estos estudios que se realizan constantemente sobre la lactancia materna, le permiten a la mujer saber la gran importancia que tiene amamantar, tanto para ella como para su pequeño bebé, por eso hay que prepararse a lo largo de los 9 meses que dura la gestación para luego llevar una lactancia saludable y permitir que éste sea el mejor de todos los alimentos que pueda recibir un niño.

Recuerda que durante la lactancia se debe cuidar la dieta, la mujer debe mantenerse siempre hidratada, y el niño debe mamar, cada vez que lo solicite, ya que todos éstos tips permiten que la leche materna sea abundante y de buena calidad, aportando todos los nutrientes que un bebé necesita para desarrollarse saludablemente.

Como prevenir la diarrea en los niños (II)

leche materna

La lactancia materna puede ser nuestra mejor aliada, en este caso. El niño que está siendo alimentado con la leche materna, tiene muchas menos posibilidades de padecer diarrea. La razón es que es la leche de más calidad y no está contaminada, además, no ha sido manipulada. Por otro lado, la leche materna posee sustancias que protegen al bebé, lo que hace que sea más fácil prevenir las infecciones intestinales. También, debemos lavar muy bien, tanto frutas como verduras y cocinar lo mejor posible, tanto las carnes como los huevos.

Las hamburguesas, por ejemplo, deben estar bien cocidas y, en el interior, debemos asegurarnos de que no están de color rosado. Además, no debemos usar la misma tabla a la hora de apoyar la carne cruda, si no la hemos lavado con agua y con algún tipo de desinfectante. Y, si comemos en un local, debemos asegurarnos de que todo está bien cocido.

Si nuestro bebé sufre diarrea, lo mejor es seguir amamantándolo, y si hace mucho calor, lo mejor es bañarlo y ponerlo en un lugar fresco, ya que a una temperatura alta hará que aumente el riesgo de deshidratación, y si vomita, debemos darle agua hervida templada, por cucharadas.

En la mayor parte de las diarreas, no es necesario el uso de medicamentos. Si nos aseguramos de que tenga una buena hidratación y una alimentación correcta, nuestro bebé se pondrá bien en 5 o 10 días.

Amamantar a nuestro bebé rebaja las cartucheras

amamantarA muchas mujeres les resulta muy difícil volver a recuperar su figura tras el parto. Durante el embarazo debemos conseguir más calorías para alimentar a nuestro hijo lo que ocasiona un exceso de grasa en zonas como el abdomen y las cartucheras que son más propensas a acumularla. Sin embargo, es posible recuperar nuestro físico a través de un método sano y natural: amamantando a nuestro bebé. Y es que la lactancia rebaja el nivel de azúcar en sangre además de contribuir a dejar esos kilitos de más que hemos cogido durante el embarazo. Muchas mujeres han podido comprobar como poco a poco perdían parte de la grasa acumulada en las cartucheras mientras alimentaban a su niño. Ante todo no hay que obsesionarse con esto. Un exceso de lactancia nunca puede ocasionar perjuicios a nuestro bebé y ayuda a mantener una buena relación con él y a mejorar nuestra propia salud.

De todas formas siempre queda la opción de la cirugía estética. En España existen muchas clínicas privadas especializadas como Corporación Dermoestética, la cual recomienda que “a la hora de someterse a cualquier tratamiento de cirugía estética, la decisión siempre debes tomarla de manera responsable y de forma meditada”. Sus clínicas se distribuyen por toda España y Portugal