Al embarazo múltiple se lo califica como un embarazo de alto riesgo obstétrico debido a las mayores probabilidades de complicaciones, ya sea a lo largo del embarazo como en el momento del parto en sí.
Incluso, será por ello que en los embarazos múltiples, a diferencia del el embarazo único, lo más frecuente es que se practique una cesárea sobre todo por la posición que poseen los bebés en el momento que se desencadena el trabajo de parto.
Comúnmente, los bebés se presentan ubicados con la cabeza hacia abajo, con lo que se llama posición cefálica o Vertex. Sin embargo, en los casos de embarazo gemelar, los bebés que se hallan esta posición no alcanzan a superar el 50%, y uno o los dos bebés se encuentran en posición transversa, acostados en el abdomen materno, o en posición podálica, es decir, sentado.
Cabe preguntarse, si es posible realizarse un parto vaginal en este tipo de embarazos. En verdad, en los casos en que los dos bebés se encuentren en posición cefálica, de cabeza, es posible realizarse un parto vaginal siempre y cuando no surjan complicaciones tanto con el cordón umbilical como con la ubicación placentaria.
Por el contrario, la cesárea es necesaria cuando uno o ambos bebés se hallan ubicados en una posición distinta a la cefálica, lo usual es realizar una operación cesárea para reducir los riesgos de un traumatismo obstétrico en los bebés. Más allá de que la mamá sea tratada por un médico obstetra muy experimentado, las maniobras que se deben realizar para el parto de un bebé, ubicado en posición podálica o en situación transversa, pueden resultar muy perjudiciales tanto para el bebé como para la madre.
De más está decir que no es aconsejable realizar un parto domiciliario en este tipo de casos, ante la eventual aparición de complicaciones que puedan necesitar de una operación cesárea de urgencia.
Categoría: Embarazo
¿Por qué se produce un embarazo múltiple y cuáles son sus riesgos posibles?
Por lo general, lo normal es concebir los hijos de a uno pero también pueden darse casos de embarazos múltiples. Según las estadísticas, uno de cada 80 embarazos es de mellizos, uno de cada 8.000 es de trillizos y uno de cada 1.000.000 es de cuatrillizos. Hay que tener en cuenta, que los embarazos múltiples también pueden darse debido a tratamientos de estimulación ovárica y embarazos a través de técnicas de fertilización asistida, por lo cual la aparición de embarazos múltiples crece cada vez más.
Existen factores hereditarios, que son transmitidos solamente por vía materna, que influyen para que exista un embarazo múltiple. También, inciden la toma de fármacos inductores de la ovulación y quedar embarazada al mes siguiente a la suspensión de pastillas anticonceptivas anovulatorias.
En el caso de los gemelos, el embarazo se da cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide y se divide en dos o más células que prosiguen de manera independiente su desarrollo dando como resultado dos o más embriones, que comparten características físicas, emocionales y el mismo sexo idéntico, debido a que comparten la misma carga genética.
Por su parte, los mellizos nacen de dos óvulos que son fecundados por dos espermatozoides, dando como resultado dos embarazos simultáneos, aunque con su propia placenta. Éstos son los más frecuentes.
El diagnóstico, en general, se realiza porque el tamaño del útero es mucho mayor en los embarazos múltiples, y, en ocasiones, la embarazada presenta más síntomas de los habituales. Con una ecografía, es posible realizar un diagnóstico precoz.
En este tipo de embarazos existen algunas complicaciones, siendo la más frecuente el parto prematuro. Lo normal es que la duración promedio de un embarazo único es de 40 semanas, en tanto que en los casos de embarazos múltiples la duración promedio es de 37 semanas.
Aparte del riesgo de parto prematuro, existen otros como la preeclampsia o hipertensión provocada por el embarazo, que se presenta en el doble de casos en comparación con los embarazos únicos.
El bajo peso al nacer es otra de las complicaciones más frecuentes. Cerca del 50% de los embarazos dobles presentan este tipo de complicación. El bajo peso está ligado a que los bebés deben compartir el flujo de alimentos que reciben del útero materno. No obstante, aumentan de peso mucho más rápido que los recién nacidos que nacen con pesos conformes a su edad gestacional.
También, existe el síndrome transfusor-transfundido, la cual representa una complicación que se da en los gemelares que comparten una única placenta. Es bastante difícil de tratar y se produce porque uno de los bebés recibe un aporte mayor de flujo placentario que el otro, hecho que genera que uno de los dos tenga un crecimiento mucho menor que el otro. Sin embargo, la detección precoz de esta patología puede evitar riesgos mayores.
Los riesgos de las complicaciones pueden disminuir con el diagnóstico precoz de un embarazo múltiple. De ahí en adelante tu médico se encargará de asesorarte respecto a cuáles son los síntomas y signos que preceden a las complicaciones que pueden surgir.
Respecto a la vía del nacimiento, esta va a depender de la evolución del embarazo, así como de la posición en la que se hallan los bebés en el útero. De todas maneras, hay mayor frecuencia de partos por cesárea que en los embarazos únicos.
En cuanto a la lactancia, al principio resultará más fácil que amamantes a los bebés de a uno a la vez, aunque con el tiempo te darás cuenta que lo harás más rápido amamantándolos en simultáneo.
El sobrepeso y la obesidad disminuyen las posibilidades de embarazo
Embarazo y obesidad son dos cosas que no deberían ir de la mano. Si bien el sobrepeso y la obesidad son dos términos bien diferentes; de acuerdo al enfoque que deseamos darle a este post, la situación casi es la misma. Lo que sí está más que claro es que no es lo mismo un embarazo con sobrepeso u obesidad que un embarazo de una persona saludable, con el peso adecuado.
Es una realidad que la población con sobrepeso y obesidad sigue en aumento, y, por supuesto, esto no es bueno ni para quienes padecen dicho problema ni, claramente, para sus hijos.
De acuerdo al primer estudio realizado que asocia el sobrepeso y la concepción, reveló que el 43% de las madres con exceso de peso poseen problemas al momento de intentar quedar embarazadas.
Las posibilidades de concebir un bebé de manera natural van disminuyendo por cada punto que aumenta el índice de masa corporal de una mujer. Para que quede bien en claro, una mujer con un índice de masa corporal de 35, con 1, 60 m de altura y 90 kilos de peso, posee un 26% menos de probabilidades de lograr un embarazo.
Al mismo tiempo, se debe prestar especial atención a la obesidad abdominal, es decir, esa acumulación de grasa localizada en la cintura que puede traer como consecuencia bebés con síndrome metabólico, una afección que se caracteriza por el desarrollo durante la niñez de enfermedades coronarias y diabetes.
La mamás con problemas de obesidad, por lo general son sometidas a césareas, exponiendo al bebé a ciertos riesgos innecesarios y evitables. Si bien no es tarea fácil bajar de peso, una dieta equilibrada y el consejo de un médico especialista serán de ayuda para mejorar las condiciones físicas de la mujer al momento de pensar en buscar un bebé.
¿Qué es un embarazo ectópico?
Quedar embarazada, además de constituir todo un milagro de la naturaleza, conlleva por lo general ciertos riesgos, siendo el embarazo ectópico uno de ellos.
El término “ectópico” hace referencia a algo que se produce fuera de lugar. En tal sentido, un embarazo ectópico es aquel que se produce fuera del útero, sitio donde tiene lugar la formación del feto. El embarazo ectópico, puede darse en las trompas de Falopio, en el área abdominal, en los ovarios o, incluso, en el cuello del útero.
Los síntomas de un embarazo ectópico son bastante similares a los de un embarazo normal, como mareos, náuseas y vómitos, dolores de cabeza, sangrado fuerte y anormal, dolor en la parte baja de la pelvis y calambres, por eso hay que prestarles mucha atención.
Para expresarlo de manera más sencilla, el óvulo ya fecundado no puede ingresar al útero para la formación del feto, debido a la existencia de una obstrucción en su camino, la cual puede darse, por ejemplo, en las trompas de Falopio.
Las mujeres que son más propensas a sufrirlo son aquellas que han presentado un embarazo ectópico con anterioridad, aquellas que fuman, que tienen más de 35 años, que poseen problemas en las trompas de Falopio, que sufren infecciones o han tenido operaciones en este mismo lugar.
El óvulo fecundado en un embarazo de esta clase no logra desarrollarse, de manera que no se implanta dentro del útero. Por lo que debes acudir de forma inmediata al médico para realizarte un aborto médico.
Lo usual, es que el profesional te aplique una inyección metotrexato que hará que las células no continúen desarrollándose, para que tu cuerpo las reabsorba. Pero, en función al grado de peligro que represente este embarazo, el médico puede solicitar una cirugía para extraer la célula e inclusive la trompa.
Es bueno saber que millones de mujeres en el mundo pueden presentar este tipo de problema. Si estás intentando quedar embarazada, busca el consejo de un médico especialista para que pueda guiarte en tu proceso de concepción.
Lo fundamental, es que te repongas tras la pérdida y no pierdas las esperanzas. No debes dejar de intentarlo, probablemente quedes embarazada cuando menos lo esperes. Ten en cuenta que un tercio de las mujeres que tuvieron un embarazo ectópico puede quedar nuevamente embarazada con un desarrollo normal del feto.
Trucos para aliviar el problema de las piernas hinchadas en el embarazo
Una de las cosas más temidas y molestas del embarazo, sobre todo durante el verano, son las piernas hinchadas. La horrible sensación de que tus piernas pesan más de lo habitual, es bastante más que eso, debido a que influye en el movimiento, las caminatas saludables, entre otras cosas.
Este problema, puede deberse a múltiples factores, como la retención de líquidos, aumento de compresión en la zona pélvica producto del crecimiento fetal, aumento de la presión del útero en las venas de la pelvis (dificultando la circulación en los miembros inferiores), entre otras posibilidades.
Si a ello le sumamos el exceso de peso y las altas temperaturas, el escenario es el menos indicado para aliviar este trastorno que es preciso controlar desde el comienzo. Existen diversos trucos para aliviar o contrarrestar el problema de las piernas hinchadas. Haz caminatas y/o ejercicio de manera regular. Resultan perfectos aquellos que puedes hacer bajo el agua ya que la inmersión reduce la sensación de pesadez, al tiempo que te sientes más fresca y relajada. Además, debes controlar y, en lo posible, disminuir el consumo de sal en las comidas.
Otro buen truco es elevar las piernas tantas veces al día como puedas; en el trabajo, en tu casa, especialmente por la noche. Prueba dormir con el colchón más elevado en la parte de las piernas.
Por último, si posees quien pueda realizarte unos masajes mejor aún, en especial por la noche y utilizando cosméticos de efecto frío, drenantes y promotores de una buena retro circulación.
Depilación en el embarazo
Una de las cuestiones que preocupan a las futuras mamás, en relación al cuidado de su imagen, es la depilación en el embarazo.
Durante el periodo de gestación, los cambios hormonales afectan a la mayoría de los órganos del cuerpo, e incluso a las células cutáneas. De modo que el vello corporal puede verse afectado tanto en cantidad como en calidad.
La principal causante de esta situación es la progesterona. Algunas mujeres perciben un aumento de la cantidad vello, en especial en zonas donde antes había poco o nada, como el vientre, la cara o los brazos. En tanto que otras notan una disminución en ciertas partes del cuerpo, como por ejemplo en las piernas.
No hay porqué preocuparse ya que cualquier alteración se normaliza luego del parto, cuando se estabilizan las hormonas. Mientras tanto, es bueno saber cuáles son los métodos de depilación en el embarazo más inofensivos para el bebé que está en el vientre materno y para la madre.
Las maquinillas de afeitar, constituyen el método de depilación considerado menos agresivo. Para ello, es recomendable apelar al uso de espuma o gel de afeitado para minimizar de esa forma irritaciones. Si bien hay mujeres que descartan dicho sistema, debido a que el vello tiende a crecer más duro, representa una buena opción para quienes poseen menos vello ya que hay que depilarse con menos asiduidad.
Por su parte, los aparatos eléctricos de depilación casera no presentan contraindicaciones en el embarazo, excepto que se tenga una gran sensibilidad al dolor o que genere alguna clase de reacción en la piel.
Mientras que en cuanto a las cremas depilatorias y decolorantes, no se conoce que haya riesgos de contraindicaciones, siempre que se usen, por supuesto, de manera ocasional y en zonas no muy amplias. La cera fría es más conveniente que la cera caliente ya que al ser en frío, no hay problemas con la temperatura aunque el tirón puede llegar a afectar las paredes venosas o causar daños en la piel.
En tanto que la cera caliente no es la mejor opción debido a que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y la aparición de várices, muy frecuentes en el embarazo. Incluso, la piel suele estar más sensible a sufrir quemaduras o daños con el tirón de la cera.
Algo que definitivamente no puede emplearse durante el periodo de gestación es el láser y fotodepilación porque no existen estudios científicos que comprueben que no causan ningún tipo de daño al feto. Es preferible aguardar hasta después del embarazo para someterse a tales tratamientos.
En definitiva, lo que se recomienda generalmente es espaciar lo más que se pueda el tiempo entre depilaciones, empleando métodos inocuos. Total, es solo por un tiempo.
¿Se puede tomar café en el embarazo?
¿Puedo tomar café durante el embarazo? Ésta es una pregunta que, con frecuencia, se suelen realizar las mujeres embarazadas. De modo que vamos a intentar establecer en qué medida el café puede resultar bueno o no durante el periodo de gestación.
Según se cree, la cafeína reduce los niveles de estrógeno en la sangre, la cual es una hormona indispensable para el correcto desarrollo del embarazo. Ahora bien, es sabido que algunas embarazadas toman café o bebidas que contienen cafeína con el fin de atenuar las náuseas, un síntoma muy común en los primeros tres meses de gestación.
Vale aclarar que el café no es la única bebida que contiene cafeína, otros productos como el té y el chocolate, ya sea este último en polvo, en barra, en helado o en sirope; también poseen cafeína, al igual que algunos refrescos, incluyendo los descafeinados.
El consumo de cafeína durante el embarazo es, por cierto, un tema que se suele discutir con frecuencia a causa de que numerosos estudios la asocian con el riesgo de abortos espontáneos en el primer trimestre, particularmente en las gestantes que sufren de muchas náuseas.
Sin embargo, consumir una cantidad inferior a 12 onzas de cafeína diarias al parecer no afecta al desarrollo normal del embarazo. No obstante, es preciso recordar que se trata de un elemento que no le aporta, tanto a la mamá como al bebé, ni vitaminas ni minerales, sino que más bien dificulta la absorción de hierro.
En definitiva, una taza de café no te hará mal siempre y cuando no consumas de manera abusiva.
Cómo combatir el cansancio en el embarazo
A medida que va avanzando el embarazo, la futura mamá empezará a notar de a poco diversos cambios, ya sea en el humor, en los hábitos alimentarios, como así también en la energía con la que acostumbra levantarse. Lo más seguro seráque sienta un poco más de sueño, o se encuentre un poco más cansada de lo habitual.
Los síntomas de cansancio, en especial en los primeros meses, deben su origen a aumento de progesterona, la cual es una hormona que al elevarse genera sueño. Al mismo tiempo, más allá de éste proceso completamente natural que se da durante el embarazo, el hecho de que el organismo deba producir mayor cantidad de sangre para alimentar al bebé, ocasiona también cierto cansancio en la futura mamá.
Es preciso destacar que durante la gestación la mayoría de los órganos trabajan un poco más que lo usual, por lo que es totalmente normal que la futura mamá se sienta algo cansada o con bajas energías. Es preciso prestar atención, debido a que la fatiga y el cansancio pueden producirse por una falta de hierro o una posible anemia. Por consiguiente, siempre es mejor consultar con nuestro especialista de confianza.
En estos casos, lo más conveniente será que la mujer embarazada beba abundante agua mineral, para evitar la aparición de cuadros de deshidratación o fatiga. Tratar de no exponerse a situaciones que le resulten estresantes, así como descansar cada vez que el cuerpo lo demande o dormir siestas breves representan buenas opciones para recuperar las energías perdidas.
Recuperar la figura luego del embarazo
La mayoría de las mujeres nos hacemos a la idea de que, tras el nacimiento de nuestro hijo, volveremos a tener inmediatamente la figura de antes, ¿no es verdad? Pero a decir cierto, esto no sucede tan rápido como lo esperamos, ni en todos los casos.
Inmediatamente luego del parto, al pararnos frente al espejo podemos observar que, si bien no estamos a punto de explotar como hasta hace unos días, aún lucimos como con unos cuantos meses de embarazo. Es más, no va a faltar aquel desubicado que pregunte cuánto nos falta para parir. Pues, bien, es lógico que después del alumbramiento, la barriga regrese a su tamaño normal aproximadamente entre 6 y 8 semanas más tarde, cuando el útero recupera su tamaño normal previo al embarazo.
Durante el embarazo y mientras nos recuperamos del proceso del parto, el ejercicio y una alimentación sana y equilibrada constituyen la clave para lograr la mejor readaptación del cuerpo, pero siempre respetando la prescripción médica del obstetra o ginecólogo.
No obstante, en ciertos casos la recuperación puede no resultar tan sencilla, en especial si se ha engordado mucho más de lo aconsejable durante el embarazo. Además, muchas mujeres quedan con “piel suelta” en la zona de la barriga después del parto e incluso luego de que el útero retorne a su tamaño normal. Esto se produce porque el útero aumenta cinco veces su tamaño normal durante el embarazo, por lo que la piel se estira para acomodar a un órgano del tamaño de una sandía pequeña. El problema que a muchas nos preocupa es que la piel estirada puede permanecer así. En ese caso, debemos consultar a nuestro médico la posibilidad de someternos a algún tipo de tratamiento estético.
Lo importante es no desesperarse. Nuestro cuerpo ha cambiado, pero nada puede opacar la alegría irrefrenable que nos despierta la llegada de un hijo.
Riesgos del embarazo superior a 42 semanas
Cuando el embarazo supera las 42 semanas de gestación, por lo general, se debe a un error en el cálculo de la fecha de ovulación lo que lleva a establecer una posible fecha de parto anterior.
Un embarazo humano tiene una duración de 37 a 42 semanas. La causa más común del embarazo prolongado es un cálculo errado al estimar la posible fecha de la ovulación y la concepción, lo que lleva a situar en embarazo en una fecha anterior a la real.
Una de las cuestiones que puede dar lugar a errores en el cálculo de la fecha de ovulación y concepción es que, si bien la ovulación sucede aproximadamente 14 días después del primer día de la menstruación, no son raras las ovulaciones tardías. Un dato a tener en cuenta, cerca del 7% de los bebés nace en la semana 42 o más tarde.
Más allá de dicho error, hay mujeres que tienden a tener embarazos más largos, aunque se desconoce la causa.
Tanto el ginecólogo como la embarazada llevan un control de inicio del embarazo y las semanas de gestación. Establecer con la mayor exactitud posible cuándo ha sido la ovulación y la posible concepción es fundamental para el diagnóstico y el posterior control del embarazo prolongado. En el historial de la embarazada figurará cuando se oyó por primera vez el latido fatal, dato que puede aportar más información para precisar las fechas del embarazo.
Por otro lado, la ecografía es el método más eficaz para diagnosticar el tiempo de embarazo, debido a que permite evaluar el crecimiento fetal y establecer casi con exactitud la edad gestacional.
En cuanto a los riesgos de este tipo de embarazos, la preocupación surge porque están asociados a trabajos de partos más prolongados, con uso de fórceps o ventosas. Por lo que las mujeres corren más riesgos de sufrir traumatismos en un parto vaginal, en caso que el bebé sea grande. En estos casos, lo más probable es que el parto sea por cesárea. Además, un embarazo superior a las 42 semanas hace que las madres tengan probabilidades de sufrir infecciones y hemorragias después del alumbramiento, entre otras cosas.
Con respecto a los riesgos a los que está expuesto el bebé en un embarazo prolongado se encuentra el hecho de que la placenta se va envejeciendo hacia el final del periodo de gestación, dejando de aportar el oxígeno y los nutrientes necesarios.
Asimismo, el volumen de líquido amniótico puede comenzar a bajar, lo que trae como consecuencia que el feto deje de aumentar o incluso llegar a perder peso. Al tiempo que corren el riesgo de aspirar el meconio, primeras heces del bebé en el útero, o dar bajos niveles de azúcar en sangre debido a que el bebé posee pocas reservas de glucosa.