Cómo vencer el miedo al parto

No hay embarazada, sobre todo si se trata de una primeriza, que no sienta miedo al parto, pues se trata de algo completamente normal. Al fin y al cabo, es una situación que genera incertidumbre y, por consiguiente, cierto temor. Hay algunas que le tienen miedo al dolor, y a otras las desvela que su bebé sea sano.
En estos casos, lo más conveniente es compartir tus temores con tu pareja, pues al hacerlo irá desapareciendo de algún modo esa sensación de soledad que los suele acompañar. No debes sentir vergüenza, pues es lógico experimentar cierta incertidumbre ante los dolores de parto.
No es posible saber de antemano cuán intensos serán los dolores que sentirás durante el parto, ni cómo reaccionarás ante los mismos. Esta situación, genera inseguridad en las mujeres que están por dar a luz. Es bueno saber que la mayoría de las mujeres sostienen que el dolor es muy intenso, aunque nada que no pueda tolerarse, en especial porque la mayor parte de los intervalos entre las contracciones son indoloros. De modo que debes mentalizarte y pensar que vas a poder, pues no es nada que no haya experimentado otra mujer. En definitiva, se trata de un acto instintivo.
Parte del temor al parto está dado por desconocer cómo será. Según estudios realizados hasta el momento, las mujeres que están bien informadas sienten menos miedo, antes y durante del parto. Es preferible conocer de antemano que el dolor de las contracciones va creciendo a medida que va avanzando la labor de parto. Bajo ningún concepto debes dejarte influenciar por las experiencias que han tenido otras mujeres, pues cada parto es único y distinto en sí mismo.
Puede ocurrir que también te preocupe saber cómo será tu relación de pareja cuando nazca el bebé. Es inevitable que la misma cambie, pues un nuevo miembro se incorporará a la familia. En caso de que surja algún problema, nunca está de más consultar con un psicólogo para que los ayude.
Como vimos, sentir miedo ante el parto es lo más natural del mundo. Lo importante es contar con un buen acompañamiento, que incluya a la pareja, la familia y el profesional médico.

Imagen:

http://educacion-infantil.net/wp-content/uploads/2012/05/miedo-al-parto.jpg

La duración del embarazo estaría limitada por el metabolismo de las embarazadas

Según una investigación realizada por la Universidad de Rhode Island, el ancho de las caderas de las mujeres no incide para nada, como se pensaba hasta entonces, en la duración del embarazo. En realidad, lo que determina dicha duración es el propio metabolismo de la embarazada.
De hecho, los bebés nacen cuando la madre no puede continuar aportándole más energía al desarrollo fetal. Por lo que la energía de la gestante es la que, en definitiva, limita dicho crecimiento y no así sus caderas.
Existe un límite en la cantidad de calorías que el organismo puede quemar a diario. De modo que la investigación sugiere que, durante el embarazo, aquellas mujeres que están cerca a su límite de energía tienen a su bebé antes que ello ocurra. Por consiguiente, las limitaciones del metabolismo constituyen aquellas que provocan el nacimiento de  un bebé antes de que el tamaño de su cabeza llegue a ser muy grande como para salir a través del canal de parto, en contraposición con lo que sucede con otros primates. Esta es la razón por la cual las personas nacen tan indefensas, situación que difiere bastante en otras especies, como por ejemplo los chimpancés. Estos animales, comparados con los seres humanos, poseen un desarrollo de supervivencia marcadamente más eficaz y veloz. De este modo, los especialistas no dudan en afirmar que para que los humanos pueden parir a un bebé con igual desarrollo que un chimpancé, el embarazo debería tener una duración de aproximadamente unos 16 meses de gestación, lo cual por supuesto es realmente imposible.

Imagen:

http://www.guiadebebes.com/images/cesarea.jpg

Actividad física en el embarazo

Estar embarazada no significa que no se puede hacer actividad física. En efecto, hacer deporte es sumamente beneficioso para las mujeres, tanto a nivel físico como psicológico, aún durante el embarazo. De todos modos, es necesario tener en cuenta el estado de salud de la embarazada, así como el deporte que se elija y el modo de practicarlo.
No existen inconvenientes en que las mujeres embarazadas, con excepción de aquellas que poseen un embarazo complicado, realicen algún deporte durante la gestación. Por supuesto que no todos los deportes son aptos para las gestantes, pues hay algunos que conllevan riesgo de sufrir golpes o caídas, u otros que pueden resultar demasiado extenuantes.
El hacer deporte, brinda una sensación mayor de bienestar, aparte de más resistencia física. Al tiempo que mejora la autoestima, da mayor tonicidad muscular en la zona de la pelvis y proporciona seguridad emocional.
Al mismo tiempo, la práctica deportiva favorece la circulación de la sangre, mejora la capacidad pulmonar, incrementa las defensas del organismo, ayudando a prevenir enfermedades, y regula el ritmo de los intestinos.
Por otro lado, está comprobado que el deporte puede ayudar a combatir ciertos síntomas propios del embarazo: calambres, fatiga, cansancio, entre otros.
La práctica de deportes solamente puede ser prohibida por el profesional médico en casos de que la embarazada sufra de hipertensión arterial, tenga antecedentes de abortos, lleve adelante un embarazo múltiple, o presente problemas de placenta previa o cardiovasculares, por dar un ejemplo.
Luego de la cuarentena, la mujer podrá retomar la actividad física, excepto que le hayan realizado cesárea, ya que en ese caso deberá aguardar al menos dos meses, a modo de proteger el suelo pélvico.

Imagen:

http://deportemujer.blogspot.com.ar

Síndrome de inestabilidad pelviana

Durante el embarazo, puede ocurrir que la pelvis se vuelva inestable, lo que produce una sobrecarga en los ligamentos y la consecuente aparición de dolor en la madre.
En un comienzo, las molestias se sienten ligeramente en la parte del pubis y el coxis al realizar determinados movimientos, como sentarse, subir y bajar del auto, subir escaleras, etc. Pero a medida que la gestación avanza, se suelen intensificar, pudiendo llegar al extremo de hacer que las madres arrastren los pies al caminar o necesiten trasladarse en una silla de ruedas.
Si bien los dolores de espalda o piernas son muy comunes en las embarazadas, éstos pueden agudizarse hasta impedirles que lleven una vida normal. Es en estos casos cuando se habla del síndrome de inestabilidad pelviana, lo cual requiere de una consulta con el médico para que indique el tratamiento a seguir.
Es necesario identificar cuáles son los movimientos que mayores molestias ocasionan, eso permite corregir las posturas y aliviar el dolor.
Existen algunas recomendaciones para las embarazadas que sufren del síndrome de inestabilidad pelviana, como dar pasos pequeños al andar, para evitar tener que arrastrar los pies; doblar las rodillas cuando se está de pie, separar las piernas al sentarse, doblar las rodillas y conservar la espalda derecha al agacharse y evitar los movimientos asimétricos.
Para prevenir la inestabilidad de la pelvis, hay ciertos hábitos que se aconseja adoptar, como usar faja para sujetar el vientre y mantener firme la pelvis, moverse correctamente, no permanecer mucho tiempo sentada o inactiva y tomar vitamina C  para favorecer la elasticidad y reducir la inflamación de las articulaciones.

Imagen:

https://mamateta.es/wp-content/uploads/2012/07/Dolor-lumbar1.jpg

Flacidez post parto

A lo largo del embarazo la mujer transita por diversos cambios fisiológicos, algunos de los cuales inciden de manera negativa en la estética femenina, tal como ocurre con la flacidez post parto.
La flacidez post parto es una de las principales consecuencias a la que cualquier embarazada teme. La misma se produce por el aumento de peso. A ello, se le suman las estrías que suelen aparecer en la zona del abdomen y los senos.
En el caso de las estrías es fundamental prevenir su aparición mediante la aplicación periódica de productos, para ayudar a conservar la elasticidad de la piel. Esto debe hacerse antes, durante y después del embarazo, varias veces al día. De todas maneras, no siempre es posible evitar la aparición de las indeseables estrías y la flacidez, sino que los productos sirven sólo como un paliativo.
Cuando aparecen las estrías se produce la pérdida de tonicidad de la piel, la cual se torna flácida. Cabe señalar que resulta clave empezar a tratarlas cuando todavía se encuentran en color rojo ya que en dicha instancia aún existen posibilidades de recuperar la piel. Cuando las estrías toman un tono nacarado, su eliminación total es casi imposible.
Uno de los tratamientos que suele recomendarse para las estrías es la radiofrecuencia, que tiene por objeto la recuperación de la piel flácida en las zonas del cuerpo afectadas: abdomen, glúteos, brazos y muslos.
También, la radiofrecuencia sirve para desintegrar las células grasas, por lo que es útil para los casos de celulitis flácida, flacidez, falsa celulitis y adiposidad localizada. Mediante este método se logra tensar las fibras de la piel, al tiempo que permite mejorar la vascularización de los tejidos, promueve la producción de fibroblastos y de colágeno.
Por supuesto que, antes de someterse a un tratamiento de este tipo luego del parto, es necesario consultar con el profesional médico puesto que cualquier sustancia que sea aplicada en el cuerpo de la mujer pasa a la sangre y, por ende, a la leche materna.

Imagen:

https://mamateta.es/wp-content/uploads/2012/07/belleza-post-parto1.jpg

Consejos para sentirte cómoda y fresca en verano

Consejos para sentirte cómoda y fresca en verano

El calor excesivo siempre resulta molesto e incómodo, pero todavía más, en el caso de las mujeres embarazadas que hacen frente al tercer trimestre de gestación. La recta final del embarazo se puede hacer cuesta arriba, por ello, nada como armarte de paciencia y poner al mal tiempo buena cara. ¿Cómo puedes sentirte más cómoda y fresca en el embarazo?

1. En primer lugar, es positivo que uses ropa muy cómoda y amplia para estar por casa. Siéntete libre de llevar lo que quieras sin pensar en si te sienta bien o mal. La casa es el espacio de intimidad en donde tienes que ser tú misma y estar a gusto. Por ejemplo, puedes comprarte una camiseta playera que sea amplia.

2. Intenta tener la casa protegida del sol. Para ello, ventila la casa a primera hora de la mañana con el frescor o por el contrario, espera al final de la tarde cuando el sol ya ha caído. El resto del día, es mejor que tengas las persianas bajadas para evitar que las habitaciones se calienten más de lo necesario.

3. Por supuesto, en verano, es indispensable quitar el edredón de la cama para utilizar una colcha que sea más fina.

4. Puedes comprar un ventilador para poner en momentos puntuales del día en los que tengas mucho calor. En caso de usar aire acondicionado, ten mucho cuidado, de no abusar. De hecho, los resfriados más peligrosos son los del verano, esos que se producen con los cambios bruscos de temperatura al entrar a un local en el que hace fresco.

5. Elige ropa que sea de algodón o de lino porque es muy fina. Por el contrario, dile adiós a la licra.

6. Cambia las zapatillas de estar en casa de invierno para usar otras de verano. Por ejemplo, unas chanclas o alpargatas. Las puedes comprar en diferentes colores.

7. Bebe abundante agua a lo largo del día. El agua es mucho mejor que un refresco.

8. Si te apetece, puedes ir un rato a la piscina y ponerte en la sombra. O simplemente, disfruta del jardín de tu casa.

Con estos consejos prácticos seguro que puedes sentirte más cómoda en el embarazo en verano.

Imagen: Dibujos Animados

Ser madre después de los 35

En los últimos tiempos, creció la cantidad de mujeres que conciben a su primer hijo luego de los 35 años.
Ciertas dificultades, como la estabilidad económica y la incorporación plena de las mujeres al ámbito laboral, influyen en dicho crecimiento.
A pesar de que comúnmente las mujeres aguardan hasta la madurez para tener un hijo, éstas se suelen cuidar mucho desde el comienzo del embarazo. Además, las mejoras en la sanidad y la alternativa de apelar a tratamientos de fertilización, hacen que disminuyan los riesgos durante la gestación.
De todos modos, los embarazos producidos en mujeres mayores de 35 años son considerados gestaciones especiales y precisan un seguimiento médico mayor.
Cabe señalar que alrededor del 2,8% de los nacimientos se producen en mujeres que superaron la barrera de los 40 años. A esta edad, son más frecuentes los embarazos de alto riesgo, al tiempo que aumentan las probabilidades de producirse abortos, así como partos prematuros y cesáreas.
La terminología médica, se refiere como «primeriza madura» o «madre mayor«, a las madres primerizas con más de 35 años.
Según investigaciones realizadas, a esta edad las mujeres se esfuerzan por seguir una dieta saludable, realizar ejercicio y evitar riesgos. Todo para aumentar el bienestar del bebé.
Si bien uno de los problemas fundamentales que afrontan las mujeres con 40 años o más es la infertilidad, puesto que las posibilidades de fecundación comienzan a disminuir hacia los 25, actualmente existen técnicas de reproducción asistida que hacen posible lograr un embarazo.

Imagen:

http://semanasembarazo.es/wp-content/uploads/Madres-maduras-complicaciones-en-el-parto.jpg

Mareos en el embarazo

A los mareos que suelen producirse durante el embarazo se los conoce bajo el nombre de “enfermedad de la mañana”, debido a que en más de la mitad de los casos se presentan en ese momento del día.
El mareo constituye un método de defensa del organismo y se produce cuando no llega la irrigación necesaria al cerebro. Junto con las náuseas, es uno de los síntomas más comunes del embarazo, y generalmente tienden a desaparecer luego del primer trimestre, pues es en ese momento cuando el organismo de la mujer se ha logrado adaptar biológicamente a su nuevo estado, por lo que calma el malestar.
Los mareos se pueden producir por diferentes motivos, como por ejemplo por una mayor compresión tanto de las arterias como de la vena cava producto del aumento de peso.
También, pueden deberse al incremento del ritmo respiratorio de la embarazada. Vale decir que tanto el exceso como la falta de oxígeno en el cerebro pueden llegar a provocar sensación de mareo y hasta desmayos.
Al mismo tiempo, la asimilación rápida de los carbohidratos en la futura madre o el ayuno por varias horas, le pueden producir una baja en los niveles de azúcar en sangre.
La anemia, ocasionada por la falta de hierro, así como  el aumento en sangre de la hormona gonadotropina coriónica y el exceso de calor, entre otras cosas, también pueden desembocar en mareos.

Imagen:

http://www.bebesymas.com/images/2008/05/dolor-de-cabeza.jpg

Lo que no debes comer durante el embarazo

Existen ciertos alimentos y bebidas que no deben consumirse durante el embarazo, como es el caso del alcohol, pues el feto es muy sensible a ellos.
Hay otras bebidas como el café y el que también pueden ser perjudiciales para el bebé. De modo que lo más recomendable es optar por el café descafeinado y el té sin teína. Si eres muy amante del café, puedes beber una pequeña taza al día, pero sin excederse ya que la cafeína afecta al sistema nervioso del bebé.
Nadie niega lo rico que son los patés de hígado y el queso azul, pero no se los aconseja para esta etapa. En el caso de los patés de hígado, éstos contienen altos niveles de vitamina A, que podría influir negativamente en el desarrollo del pequeño. Pero hay otros tipos de patés que sí puedes consumir sin problema. Respecto a los quesos azules, como el camembert o el roquefort, son desaconsejados ya que pueden causar listeriosis, una infección realmente seria. Sí de quesos seguros se trata, no hay nada mejor que los quesos pasteurizados.
También es importante evitar el consumo de pescado, carnes y marisco crudos, ya que pueden contener microorganismos y provocarte alguna intoxicación o infección, como la toxoplasmosis, perjudicial para el feto, o el anisakis, que si bien no afecta al bebé está contraindicado el tratamiento durante la gestación.
Los ahumados tampoco son recomendables, ya que pueden contener el parásito anisakis.
Por otro lado, hay que evitar el consumo de embutidos tales como salami, salchichón o chorizo, entre otros, debido a su alto contenido en grasa, que pueden hacerte subir de peso, y a que puedes contraer toxoplasmosis. Asimismo, es preferible no consumir jamón serrano, porque no se sabe a ciencia cierta si transmite o no la toxoplasmosis. Lo que sí puedes comer sin problema alguno es jamón de york y fiambre de pavo.

Imagen:

http://www.buenasalud.net/wp-content/plugins/wp-o-matic/cache/c5209_alimentos-en-el-embarazo.jpg

Los riesgos de la amniocentesis

La amniocentesis es una prueba invasiva que implica un riesgo mínimo de pérdida fetal, de apenas el 1 por ciento. Por lo que decidir realizarse o no esta prueba no resulta para nada fácil.
Dicho estudio sirve para el diagnóstico precoz de anomalías cromosómicas en el bebé, pues estudia todo el cariotipo del feto, lo cual permite interrumpir el embarazo en caso de que existan.
Es bueno saber que el 95% de las amniocentesis efectuadas arrojan resultado negativo; lo cual indica que el bebé está sano.
Las anomalías que se presentan con mayor frecuencia son las trisomías del par de cromosomas 21, que indica Síndrome de Down;  así como las del 13 y 18, aunque en este último caso los bebés no suelen sobrevivir luego de nacer.
La amniocentesis es recomendada en los casos en los que el test de riesgo da positivo, en las madres mayores de 35 o 38 años, cuando existen antecedentes de hijo o feto con anomalías cromosómicas o malformación asociada con cromosomopatía y cuando los progenitores portan alteraciones cromosómicas.
De todos modos, aquellas mujeres mayores de 38 años a las que el test de riesgo les ha dado negativo deberían realizarse la amniocentesis, pues puede que se trate de un falso negativo. Vale aclarar que la posibilidad de tener un hijo con Síndrome de Down es mayor en las mujeres de entre 35 y 38 años, y aumenta aún más cuando se supera esa edad.
Esta prueba debe ser realizada alrededor de la semana 15 o 16 de gestación, ya que en este momento el riesgo de aborto es menor y hay líquido amniótico suficiente para su realización.
El riesgo de pérdida fetal se debe a que al pinchar la bolsa amniótica puede que la misma se rompa en las 48 horas siguientes de haberse efectuado la prueba, aunque es no es común que esto suceda. De todos modos, si se llegara a producir pérdida de líquido amniótico, esto puede solucionarse con reposo hospitalario.

Imagen:

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f3/Mapa_gen%C3%A9tico_o_cariograma.jpeg