Dolores más frecuentes en el embarazo

Durante el embarazo, la mayoría de las mujeres suelen sufrir molestias musculares y de articulaciones. Más concretamente, cerca del 50% de las embarazadas sentirán algún dolor muscular, óseo o articular.
Tales molestias, por lo general, aparecen a partir de la semana 14 de gestación, ya que ahí es cuando comienza a sentirse la carga del peso extra.
El Dolor del Ligamento Redondo, que las mujeres solemos conocer como “Dolor de ovarios”, aparece al final de un día  agitado, tras haber caminado mucho o haber estado bastante tiempo de pie, afectando así la zona afectada del ligamento  de la ingle.
Por su parte, el dolor púbico se produce por la relajación de la articulación del pubis debido a las hormonas, la cual es  necesaria para el parto. El dolor, que se sitúa por debajo del ombligo y encima del vello púbico, se agudiza con el trabajo pesado, al permanecer mucho tiempo sin cambiar de posición o al hacer fuerza con los abdominales.
A partir del 3er trimestre del embarazo, suelen aparecer otros dolores, como es el caso del Lumbago, dolor que se  localiza en la parte baja de la espalda, al centro y por sobre los glúteos, y que se debe a los cambios que se suceden en  la columna vertebral producto del aumento del peso del abdomen. Lo mejor es evitar inclinarse hacia adelante para  recoger algo del suelo. Un poco de reposo es bueno para aliviar el dolor.
También, se puede sufrir Sacroileitis, debido a los cambios que se producen en la columna vertebral con el propósito de  contrarrestar el peso de la mujer. Al igual que el lumbago, también mejora con el reposo.
Otro de los dolores más comunes es el ocasionado por el Síndrome del Túnel del Carpo, que consiste en  entumecimiento, dolor y cosquilleo de los dedos de las manos, especialmente del dedo índice y medio. Dicha molestia se
origina por la acumulación de líquido en una parte próxima a la muñeca que aprisiona los nervios. Se calma elevando las manos por encima del nivel del corazón y, además, abriendo y cerrando los dedos.
Si bien dichas molestias no revisten ningún tipo de peligro para la madre o el niño, pueden llegar a influir en su estado de ánimo, lo cual es claramente desfavorable para ambos.
Si los dolores se tornan muy intensos, lo más adecuado en consultar con el médico para encontrar las maneras de hacer  para que éstos mermen.

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Control del peso en el embarazo

Si hay algo natural en todas las embarazadas es el aumento de peso, debido lógicamente a la nueva vida que se está gestando. Sin embargo, algunas mujeres suelen experimentar la  pérdida de peso durante el embarazo.
Por lo general, la pérdida de peso en el primer trimestre del embarazo es algo bastante común, debido a las náuseas y vómitos que aparecen durante esos meses. Incluso, la pérdida de peso puede deberse a otros problemas gastrointestinales, como es el caso de la diarrea. Comúnmente, la mayoría de las mujeres que presentan estos síntomas, suelen recuperar su peso y ganar algunos kilos a medida que avanza la gestación.
De todas maneras, es importante saber que la pérdida progresiva de peso no es algo que se produce comúnmente sino que se produce especialmente en mujeres que poseen sobrepeso. Si bien se supone que en el embarazo las mujeres ganan peso para acumular las grasas y energías necesarias para el momento del parto y para favorecer la lactancia, en el caso de las mujeres con sobrepeso sus cuerpos ya poseen estas reservas.
Por consiguiente, cuanto más gruesa te encuentres al momento de la concepción menos kilos habrás de aumentar. Inclusive, tu organismo emplea mayor cantidad de calorías durante la gestación, puesto que la prioridad de tu cuerpo es alimentar a tu bebé, por lo que si no modificas tu dieta tal vez tu cuerpo esté utilizando las reservas que tenía para ti.
No obstante, en caso de que engordes o adelgaces más de 4 kilos en una semana, es necesario que consultes con tu obstetra ya que puede estar indicando la existencia de algún problema.
De modo que durante el embarazo lo más adecuado es llevar una dieta sana y equilibrada, tratando de controlar los antojos y sin realizar ningún tipo de dietas caseras, por tu salud y la de tu bebé.

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Trastornos en la piel durante el embarazo

Todo embarazo supone  una transformación prácticamente constante. Producto de los cambios hormonales que se producen en el organismo, muchas mujeres observan que padecen trastornos en la piel que afectan principalmente su estética pero que en la mayoría de los casos suelen desaparecer luego del alumbramiento.
Los problemas más frecuentes son piel seca, irritada, con picores y textura irregular. De todos modos, cada caso precisa ser atendido de manera particular, por lo que ante la mínima duda lo más conveniente es consultar al médico para determinar frente a cuál problema de piel se está.
Lo más conveniente para aquellas mujeres embarazadas que noten cambios en la piel  es contar con una buena crema hidratante, aplicándola en la zona afectada dos o tres veces al día. Incluso, resulta aconsejable utilizar protector solar  para proteger al cuerpo de los efectos del sol, evitando la exposición en las horas de máximo calor.
Otro de los trastornos frecuentes en el embarazo son las manchas en la piel. Para esos casos, lo más adecuado es incluir en la dieta alimentos antioxidantes y emplear cremas exfoliantes para las zonas con pigmentación oscura. Después del parto,  es posible realizar algún tratamiento más intenso para emparejar la piel.
De todos los trastornos hasta aquí mencionados, el más molesto y poco estético son las erupciones en la cara, por lo que no se recomienda el uso de maquillaje puesto que los poros deben respirar lo máximo posible para impedir el exceso de grasa y las irritaciones que puedan ocasionar los cosméticos.
También, pueden presentarse descamaciones en algunas partes del cuerpo, como los codos, el cuero cabelludo y las rodillas, debido a que la piel se cambia permanentemente durante el embarazo.

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Factores que condicionan la fertilidad de la mujer

Al momento de conseguir un embarazo, muchas cosas entran en juego. Llevar una vida saludable, así como mantener una dieta equilibrada y evitar el estrés son algunas de ellas, que resultan claves para incrementar las posibilidades de lograr un embarazo.
La edad es uno de los factores más importantes que condicionan a las mujeres a la hora de tener hijos. A pesar de que el hombre es fértil hasta una edad avanzada, en la mujer es bien diferente, ya que a partir de los 35 años empiezan a surgir las dificultades para concebir. Aunque los avances de la ciencia han posibilitado que el umbral de edad en las mujeres para lograr un embarazo sea mayor. Si bien en la mayoría de los casos las dificultades se deben a problemas médicos, el estilo de vida es otro elemento que puede complicar conseguir con éxito la gestación. Cuestiones como la obesidad, el tabaco, el alcohol y una mala alimentación pueden generar efectos adversos en la fertilidad de cualquier mujer.
En el caso de la obesidad, ésta causa inconvenientes al momento de  la gestación, incluso mediante tratamientos de reproducción asistida. Por ello, hay que controlar el peso ya que una mujer que intenta aumentar su fertilidad necesita comer bien y mantener un peso saludable. De manera que si se padece obesidad, lo más conveniente es perder peso, mejorando así la calidad de los óvulos.
En el caso de las adeptas al deporte, si bien es cierto que resulta beneficioso para la salud y la calidad de vida, a la vez que ayuda a prevenir diversas enfermedades, lo mejor es bajar el ritmo y la intensidad del ejercicio, realizando deportes livianos como por ejemplo natación.
Para aquellas que toman fármacos, lo más indicado es consultar con el médico previo a intentar quedar embarazada, puesto que ciertos medicamentos afectan a la fertilidad e, incluso, hay algunos que pueden provocar defectos en el feto y hasta abortos.
Otro punto a tener en cuenta es evitar el contacto con ciertas sustancias como es el caso de los fertilizantes inorgánicos (nitratos, fosfatos), pesticidas y detergentes. 
Por su parte, el estrés también es un gran condicionante a la hora de buscar quedarse embarazada, debido a que puede reducir el nivel de gonadotropinas e incrementar los niveles de prolactina, lo que puede devenir en ausencia de ovulación. Hay que tener en cuenta que en aquellas mujeres que sufren un alto nivel de ansiedad y estrés las tasas de embarazo disminuyen considerablemente, aumentando a su vez las posibilidades de sufrir un aborto.
El apoyo psicológico es de suma importancia para poder afrontar la infertilidad. Está comprobado que la ayuda psicológica en tratamientos de reproducción asistida reduce la ansiedad y la depresión en pacientes infértiles, al tiempo que puede mejorar la tasa de embarazo.
Teniendo en cuenta todo esto, si al cabo de un año no se consigue quedarse embarazada, se debe acudir a un especialista para detectar la causa.

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Los kilos de más en el embarazo

Una de las consecuencias más visibles del embarazo es, sin dudas, el aumento de peso. En suma, entre el feto, la placenta, el líquido amniótico, y la retención de líquidos, suelen aumentarse normalmente entre 9 y 14 kilogramos. Aunque, muchas mujeres aumentan mucho más de lo aconsejable.
Por eso, durante la gestación, es muy importante cuidarse del aumento de peso, puesto que el peso del bebé irá a depender de lo que engorde la madre en el embarazo. Generalmente, se suele engordar a razón de entre 1kg o 1.5 kg por mes, siendo absolutamente desaconsejable  engordar más de lo debido, porque puede traer consecuencias para la madre y el bebé. En el caso de la madre, puede sufrir sangrados vaginales y desgarros durante el parto o, incluso, hipertensión. Mientras que el bebé tiene posibilidades de padecer obesidad, huesos del cuello rotos u hombros pegados en el parto.
Por consiguiente, la alimentación de la mujer debe ser sana y equilibrada. Y si para ello se precisa un poco de ayuda, lo recomendable es consultar con un especialista en nutrición.
Algunos consejos que puedes poner en práctica: jamás hay que omitir el desayuno, ya que es la comida más importante del día, es preferible realizar seis comidas diarias, hay que comer de forma moderada y tener mucho cuidado con los “antojos”.
Bajo ningún concepto hay que dejar de comer, nada más alejado de una dieta sana. La falta de nutrientes puede ocasionarle al bebé  retardo en el crecimiento dentro del útero, menor coeficiente intelectual así como mayor índice de mortalidad infantil perinatal.
Durante el embarazo, no sólo la futura mamá aumenta de peso sino que también suele engordar el padre, básicamente debido a los antojos y las comidas copiosas que prepara la embarazada para saciar su hambre.
Si tienes algún tipo de duda, lo más conveniente es que consultes primero con tu médico obstetra, seré él quien evaluará tu peso y quien, de ser necesario, te derivará con un nutricionista.

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Beneficios del ácido fólico en el desarrollo del bebé

Un estudio reciente, realizado por el Instituto Noruego de Salud Pública, ha podido determinar los beneficios del ácido fólico luego del parto. De modo que, además de prevenir defectos congénitos, también puede disminuir las probabilidades de que un bebé presente retraso en el aprendizaje del lenguaje.
Para arribar a esta conclusión, los investigadores analizaron los datos de 38.954 niños noruegos, estudiando los casos en los que las madres tomaron ácido fólico y madres que, aparte del ácido fólico, tomaron suplementos vitamínicos durante todo el embarazo. En comparación con las madres que no tomaron los suplementos, los resultados indicaron una importante disminución del riesgo de que el bebé padezca retraso severo en la adquisición del lenguaje. De este modo, los investigadores sostienen que los beneficios se extienden más allá del nacimiento del bebé.
Un 0,9% de los niños, cuyas madres solamente tomaron suplementos vitamínicos, padecieron un retraso significativo del lenguaje, lo mismo sucedía con las madres que no tomaron nada durante el embarazo. En el segmento de mujeres que tan solo tomaron ácido fólico junto con suplementos vitamínicos, el retraso se redujo hasta un 0,4%.
Como es bien sabido, el ácido fólico constituye uno de los suplementos que los médicos especialistas recomiendan a todas las embarazadas en pos de una correcta formación del feto, previniendo así problemas tales como la espina bífida, los defectos congénitos en el corazón, el labio leporino o el paladar hendido, etc.
De acuerdo a los resultados obtenidos, el ácido fólico cumple un papel muy importante tanto en el desarrollo neurológico del bebé como en la comprensión de los procesos biológicos asociados al desarrollo neurológico alterado.
Este estudio sirve para respaldar la necesidad de tomar el suplemento a lo largo de la gestación, aunque algunos expertos señalan que serán necesarios nuevos estudios.

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Cómo reconocer las contracciones uterinas de falso parto

Hoy haremos referencia a las contracciones uterinas de falso parto, las cuales suelen despertar dudas sobre todo durante las últimas semanas del embarazo, ya que nos hacen pensar que ha comenzado el trabajo de parto. Aunque sólo se trata de una falsa alarma. Vale recordar que en los días anteriores al parto aparecen contracciones que poseen la función de ablandar y acortar el cuello uterino, con el propósito de que pueda dilatarse. Éstas son contracciones difíciles de detectar, en especial en las madres primerizas.
Las contracciones uterinas de falso parto, por lo general, son breves e irregulares, no poseen una duración o intervalos de tiempo establecidos, y  derivan en falsas alarmas que algunas madres pueden interpretar como el comienzo del parto. Lo importante es saber que, si las mismas no aumentan en intensidad y frecuencia, no se las debe tener en cuenta, sólo constituyen una  señal de que pronto se iniciará el verdadero trabajo de parto.
Estas contracciones de falso parto abarcan la zona del útero, desde la parte superior hasta la zona inferior del mismo. No son dolorosas y se las puede reconocer por algunos signos característicos como el endurecimiento del abdomen y el incremento de la tensión abdominal. Esta clase de contracciones pueden darse desde la semana 26 de gestación y a medida que el embarazo es más avanzado se tornan más evidentes.
Reconocer las contracciones reales no es algo difícil, por cierto, ya que presentan pautas de tiempo y duración, al contrario de lo que ocurre con las contracciones uterinas de falso parto. A esto se le deben sumar los dolores que sufren las futuras mamás con ellas, algo que no sucede con las falsas, las cuales sólo producen una leve molestia.
De modo que las señales que indican que el trabajo de parto está por desencadenarse son la sensación de que el bebé a descendido, el aumento de la secreción vaginal, la secreción de líquido amniótico por la vagina debido a la fisura o rotura de la bolsa amniótica y, desde ya, las contracciones de parto, acompañadas de dolores, con una duración e intensidad en aumento.
Por consiguiente, un falso parto se diferencia de uno verdadero por el tipo de contracciones indoloras, que desaparecen al descansar, caminar o cuando se cambia de posición. Mientras que en un trabajo de parto verdadero, las contracciones aparecen en intervalos regulares de entre 30 y 70 segundos, que aumentan su frecuencia de a poco y que no desaparecen por más que se cambie de posición, se descanse o camine.
Sencillamente, las contracciones uterinas de falso parto sirven de entrenamiento para el útero y representan una señal de que el verdadero trabajo de parto se aproxima.

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Efectos del yogur bajo en grasas en el embarazo

Muchas mujeres, durante el embarazo, procuran cuidar la línea para intentar engordar lo menos posible, preocupándose por conservar una imagen similar a la de antes de la gestación. Esto es lo que lleva a algunas madres a ingerir alimentos bajos en grasa durante el embarazo. En relación a esto, un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) ha determinado que esta práctica, sobre todo  en el caso de los yogures con contenido reducido en grasas, podría aumentar el riesgo de que el futuro bebé padezca rinitis alérgica o asma.
El objetivo del estudio residía básicamente en determinar si los ácidos grasos, que están presentes tanto en la leche como en los productos lácteos, podían servir para prevenir que los bebés no desarrollen estos problemas y otras afecciones de carácter alérgico. Para ello, se llevó a cabo un análisis de los productos lácteos que ingirieron las mujeres embarazadas que participaron del estudio. Además, posteriormente se realizó un seguimiento a los bebés para precisar la cantidad de casos en los cuales se desarrollaba rinitis o asma infantil. De este modo, los resultados han revelado que la leche no tenía relación alguna, lo que sí ocurría con la ingesta de yogures bajos en grasa durante la gestación.
Según el estudio, en comparación con las madres que consumían yogures enteros, la ingesta de yogures reducidos en calorías aumentaba en 1,6 veces las posibilidades de que los bebés sufrieran alguna de las enfermedades mencionadas cuando llegaran a la edad de 7 años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que ciertos componentes no grasos de los yogures pueden desempeñar un esencial en el incremento del riesgo.
Éste representa el primer estudio que se realiza buscando la relación del consumo de esta clase de yogures con las enfermedades de los futuros bebés. De todos modos, la hipótesis de esta investigación no es del todo concluyente, por lo que  los expertos han indicado que será necesario efectuar nuevos estudios enfocándose en otras líneas de investigación, como por ejemplo el tipo de dieta y hábitos alimentarios, seguimiento del consumo de ciertos alimentos con y sin grasa, por mencionar sólo algunas.
Los extremos nunca son buenos, por lo que un término medio es lo más conveniente. De manera que una dieta saludable y equilibrada, sería lo más adecuado para asegurar que los futuros bebés puedan desarrollarse de forma adecuada, contando con todos los nutrientes para ello y, por consiguiente, disminuir el riesgo de sufrir ciertas enfermedades y alergias.
Si tienes alguna duda al respecto, lo mejor es consultar con tu médico para que te recomiende la dieta más conveniente, la cual irá a depender siempre de las condiciones físicas de cada mujer.

Alba Carrillo concede una entrevista a Hoy Corazón

Alba Carrillo concede una entrevista a Hoy Corazón

La modelo Alba Carrillo se dio a conocer a raíz de su paso por Supermodelo. La verdad es que desde entonces, no ha parado de trabajar y de mostrar su talento al igual que lo hicieron la guapa Noelia López o la propia Malena Costa. Pero Alba Carrillo que ha concedido una entrevista muy especial a la revista Hoy Corazón, se encuentra en la recta final de su embarazo, muy feliz e ilusionada por ver la cara de su bebé.

Así se siente en este momento: “Ya estoy un poco cansada y con muchas ganas de pasar el parto y ver la carita de mi bebé, Lucas. Por las tardes sigo acudiendo a clase de preparación al parto en la clínica Quirón, donde nacerá nuestro hijo”. Lo cierto es que la historia de amor entre Alba Carillo y Fonsi Nieto ha sido meteórica, pero ambos, están encantados con la llegada de su bebé. A la modelo le encantaría casarse en algún momento de su vida pero no tiene prisa.

Ahora lo importante es recibir al bebé en casa. Asegura que Fonsi Nieto ha cuidado mucho de ella durante los nueve meses ya que además es una persona atenta y cariñosa. Lo cierto es que el deportista ha tenido muchos amores a lo largo de su vida, entre ellos, destaca Ariadne Artiles que fue su esposa, o su novia más estable, Elsa Pataky. Esperemos que este amor sea para toda la vida.

El bebé se llamará Lucas pero en un futuro aspiran a ampliar la familia para darle más hermanitos al niño. Como cualquier mujer ha tenido antojos y la verdad es que Alba Carrillo ha engordado bastante durante el embarazo pero aún así está guapísima y desprende una alegría natural.

Alba Carrillo se define a sí misma como una mujer de carácter. Por otra parte, también asegura que cada día antes de dormir le gusta leer un poco. Imaginamos que cuando nazca el niño tendrá que quitar un poco de tiempo a la lectura porque un bebé requiere una atención constante. Sin duda, le deseamos mucha suerte a Alba en el momento del parto.

Imagen: Hola.com

Perder el miedo al parto

Muchos factores influyen para que las embarazadas, y las mujeres en general, sientan temor a los dolores del parto. Lo que solemos ver en las telenovelas y en las películas, así como lo que escuchamos de los relatos exagerados de nuestras amigas, nos suelen dar una idea equivocada del parto, bastante alejada de la realidad.  Pero es bueno saber que no todo es como nos quieren hacer creer.
Saber si el parto será o no doloroso es algo imposible de determinar, ya que cada parto es diferente, inclusive en una madre que ha dado a luz repetidas veces. El dolor siempre irá a depender de quién lo califique, porque hay personas para las cuales el dolor de las contracciones es soportable y para otras no.  Por lo general, el primer parto suele más difícil y demora más tiempo en nacer el bebé, aunque no en todos los casos es así.
A medida que se va aproximando la fecha de parto, aumenta la ansiedad y hasta es posible experimentar sentimientos encontrados entre el desear que tu hijo nazca y el temor al parto. De modo que es sumamente importante que la madre se encuentre bien informada sobre el parto, para poder sentirse más segura y liberarse de de tensiones, lo cual es útil para poder manejar mejor el dolor. Para ello, puedes realizar un curso psicoprofiláctico, evacuar todas tus inquietudes con tu médico y visitar el hospital o clínica donde vas a dar a luz, para recorrer las instalaciones y la sala de partos. Todo esto, te dará mayor  confianza y seguridad para cuando llegue el día tan esperado.
Las contracciones hacen que el cuello del útero se dilate  para que el bebé pueda nacer. Al principio, se siente una mínima  incomodidad, y luego se puede sentir dolor en la espalda, el abdomen y, por último, en el útero y bajo el vientre. Las contracciones son más intensas conforme avanza la dilatación, la cual debe llegar a 10 centímetros para que poder expulsar el bebé. En este punto, es cuando las contracciones se vuelven más frecuentes y poseen mayor duración.
Gracias a los avances de la medicina, actualmente existen modernos equipos de diagnóstico prenatal.  Incluso, una alternativa para el dolor es la anestesia epidural, permitiendo que la madre se concentre en pujar y no así en el dolor.
Por supuesto, que resulta casi imposible que las madres primerizas lleguen casi sin temor al momento del parto. Lo importante es conservar la calma y la concentración, y pensar que luego de ese dolor, tolerable para muchas y no tanto para otras, llegará lo mejor que le puede ocurrir a toda mujer: un hijo. Les aseguro que al oír el llanto de su bebé y verle su carita, el dolor desaparecerá casi de inmediato. 

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