Falta de aliento en el embarazo

Durante el segundo trimestre del embarazo, las mujeres, además de  ya padecer los cambios hormonales, empiezan a tener cambios físicos notorios, la barriga crece y los órganos comienzan a disponer de menos espacio.
En el caso del aparato respiratorio, éste no será la excepción, puesto que se ve afectado por la progesterona, una hormona que hace que se respire más hondo para expandir la capacidad pulmonar y abastecer de oxígeno al bebé; así como por el crecimiento del útero, empujando el diafragma y apretando los pulmones al expandirse para respirar; y otras hormonas, que provocan hinchazón de los capilares del tracto respiratorio. Todo esto, es algo que la madre puede percibir como una falta de aliento.
Para ayudar a aliviar un poco la falta de aliento es recomendable mantenerse erguida cuando está de pie o sentada, y dormir con varias almohadas. Asimismo, no se deben realizar movimientos bruscos, para evitar acelerar el trabajo del corazón y los pulmones, utilizar vestimenta cómoda y holgada, y hacer ejercicio.
De todas maneras, es necesario mantenerse alerta en caso de poseer grandes dificultades al respirar, pulso acelerado, si sufre mareos y desmayos, dolor en el pecho, o si padece asma. En cualquiera de los casos, es necesario consultar con el médico.
 Esta falta de aliento es muy común que continúe durante todo el embarazo, soliendo mejorar en las últimas semanas de gestación, cuando el bebé se pone en posición para nacer, cediéndole mayor espacio a los órganos, como es el caso del diafragma y los pulmones.

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Picazón en el embarazo

Desde el quinto o sexto mes de embarazo, cuando la barriga se va tornando más prominente, es cuando algunas mujeres suelen comenzar a sufrir picazón.
La picazón se da especialmente en la zona de la panza, y puede ir aumentando en intensidad con el paso del tiempo, pudiendo llegar a desesperar a cualquiera. Su origen se debe al crecimiento de la barriga, lo cual provoca que la piel se estire y se tense generando resequedad que trae acarreada consigo a la picazón.
Esta picazón también puede darse en otras partes del cuerpo donde la piel  suele estirarse, como por ejemplo los senos, y la zona de las caderas, nalgas y muslos; qué lógicamente aumenta de tamaño por el embarazo.
El estiramiento de la piel producido durante el embarazo, en la mayoría de los casos da paso a la aparición de estrías, que pueden ser leves o severas, dependiendo de cada mujer.
Otro motivo de picazón es el denominado prurito del embarazo, el cual suele aparecer alrededor del quinto mes, pudiendo apreciarse como un enrojecimiento, afectando sobre todo la espalda y las palmas de las manos, así como las plantas de los pies y hasta los genitales.
Una de las causas posibles de la picazón residiría en que las hormonas placentarias producen un mal funcionamiento del hígado reteniendo las sales biliares, de modo la picazón irá a desaparecer después del parto cuando el nivel de hormonas vuelva  a la normalidad.
Esta picazón, puede generar alteraciones en el sueño e incluso heridas por rascarse intensamente. De modo que para aliviar la picazón y evitar la aparición de estrías es conveniente no rascarse, aplicarse compresas frías en las zonas afectadas, evitar lugares calurosos, usar jabón suave, aplicar cremas  a base de avena y sin fragancia, usar  ropa holgada de algodón, y cuidar el peso corporal.

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Riesgos del embarazo prolongado

Entre 37 a 42 semanas es lo que dura un embarazo normal. Cuando se sobrepasan las 42 semanas, contando a partir de la fecha de la última menstruación, es considerado un embarazo prolongado y, por ende, de alto riesgo. Dicha situación, ocurre con mayor frecuencia en mujeres menores de 35 años, generalmente madres primerizas.
Normalmente, se aguarda hasta la semana 41 y, en caso de no desencadenarse el parto,  se evalúa a través de ultrasonidos realizar una inducción o una cesárea para evitar futuras complicaciones. Para ello,  se lleva a cabo un seguimiento al estado de salud del bebé, evaluando los movimientos fetales, la frecuencia cardíaca y el funcionamiento de los órganos, entre otras cosas; la cantidad de líquido amniótico, ya que si disminuye  puede provocar trastornos en el feto; el buen funcionamiento del cordón umbilical para asegurar la buena nutrición del bebé, caso contrario habrá sufrimiento fetal; el estado de la placenta, pues si está madura no garantiza la nutrición del bebé, corroborar si el bebé elimina materia fecal (meconio), a través de la observación del líquido amniótico; y la madurez de los pulmones, para verificar si el bebé se encuentra preparado para respirar por sus propios medios.
Mientras no existan problemas en la gestación, se suele aguardar hasta la semana 42 para hacer una inducción del parto o una cesárea. Pasado ese lapso, se corre el riesgo de que el bebé aspire el meconio a sus pulmones.

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Síntomas de un embarazo

Síntomas de un embarazo

Síntomas de un embarazo. Un embarazo muestra diferentes síntomas que debes tener en cuenta para poder saber si estás en estado de buena esperanza. Sin duda, formar una familia es el deseo de muchas personas que quieren construir un hogar estable y feliz. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de un embarazo?

Por una parte, es normal que se produzca más sensación de cansancio del normal en la rutina diaria. Por supuesto, el cansancio también puede estar causado por otros síntomas, por ello, es importante obtener un diagnóstico médico. En algunos casos, las mujeres embarazadas también sienten aversión y rechazo ante algunos olores. En algunas ocasiones, ciertos aromas pueden producir náuseas en el embarazo.

Por supuesto, un síntoma habitual de embarazo es el retraso en la menstruación, especialmente, cuando se trata de una mujer que es regular en sus ciclos. Además, dentro de la lista posible de síntomas, cabe destacar la hinchazón abdominal. Está claro que para salir de dudas sobre un posible embarazo es esencial realizar una prueba de embarazo casera. En caso de que el resultado sea positivo, debes pedir fecha y hora con tu médico.

Además, la temperatura basal también suele estar más elevada durante varios días seguidos. Por tanto, se trata de un aspecto a tener en cuenta. Las madres primerizas tienen más dificultades a la hora de poder conocer e interpretar los signos de embarazo. Sin embargo, aquellas madres que ya han dado a luz en más de una ocasión, tienen un mayor conocimiento de su propio cuerpo y de las sensaciones frecuentes en este periodo de la vida. El momento en que una mujer descubre que está embarazada, suele ser uno de los momentos más especiales de la vida.

Un momento excelente para compartir con gran ilusión con la pareja. De hecho, es bonito poder vivir la noticia en la intimidad durante algunas semanas antes de compartirla con nadie más. Los expertos recomiendan esperar hasta el tercer mes de embarazo para dar la noticia a todos los demás amigos. Una ilusión que se vive de forma muy intensa en la medida en que se comparte con todos.

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Más información: Baby Center

La toxoplasmosis en el embarazo III

Los gatos son los únicos animales que transmiten el parásito de la toxoplasmosis a partir de sus heces. De ahí que haya que tener cuidado al limpiar su arenal, alimentarlo con comida especial para gatos y mantenerlo lejos de la cocina, entre otras cosas, para evitar el contagio sin tener que deshacerse de él.
Sin embargo, tanto la carne de cerdo como de cordero y las presas de caza también albergan este parásito, aunque cualquier tipo de carne puede encontrarse infectada, por ende siempre debe cocinarse y manipularse de forma adecuada, pues si comes carne cruda o poco cocida puedes infectarte.
Algunas de las pautas para preparar la carne de manera segura son: congelar la carne en los días previos a cocinarla para reducir las posibilidades de una infección, cocinar bien la carne ya que es el único modo de eliminar la toxoplasmosis;  evitar el consumo de carne curada en sal o ahumada, excepto que antes los calientes hasta que humeen.
También, para evitar la infección no debes beber leche que no esté pasteurizada, evita comer huevos crudos, lava o pela las frutas y los vegetales,  y mantén bien conservada la comida.
Por otro lado, hay que mantener constantemente limpios los mostradores y utensilios de la cocina, no tocarse la boca, la nariz ni los ojos cuando se esté preparando la comida, lavarse las manos antes de comer, usar guantes al trabajar en el jardín y evitar los areneros públicos.

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La toxoplasmosis en el embarazo II

Dentro de los estudios de rutina solicitados por el médico durante el embarazo está el de la toxoplasmosis. Los análisis de sangre pueden detectar la presencia de anticuerpos de la toxoplasmosis, los cuales indican inmunidad o bien una infección reciente.
Algunos de los síntomas de la enfermedad son: inflamación de los ganglios linfáticos del cuello sin dolor y otros síntomas más leves, como dolores musculares, fatiga, dolor de cabeza y fiebre.
Durante la gestación, puede sospecharse la presencia de toxoplasmosis cuando en una ecografía se observan algunas anomalías en el feto. De todos modos, la mayor parte de los bebés infectados no presentan ninguna anormalidad.
En caso que los resultados indiquen que la madre ha contraído toxoplasmosis en el embarazo, su médico le suministrará un antibiótico para reducir el riesgo de transmitirle la enfermedad al bebé. Y para determinar si el bebé ha sido contagiado, se le realizará un análisis de ADN especial del líquido amniótico así como una serie de ecografías.
Si el bebé contrae toxoplasmosis, las consecuencias pueden ser de leves a graves. Incluso, la infección puede ocasionar un aborto espontáneo, la muerte del bebé al nacer o fallecimiento tiempo después del nacimiento.
Asimismo, la toxoplasmosis congénita puede llegar a afectar el cerebro del pequeño, provocando problemas estructurales y neurológicos, como retrasos mentales o trastornos de motricidad, parálisis cerebral y epilepsia. También, otros órganos pueden resultar afectados, en especial los ojos, produciendo alteraciones en la visión y hasta ceguera.
Al nacer, algunos bebés presentan síntomas de toxoplasmosis como hepatomegalia, aumento del tamaño del hígado, ictericia, bajo recuento de plaquetas, infección cardiaca o pulmonar, esplenomegalia, aumento del tamaño del bazo; sarpullido y adenopatía, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.
No obstante, la mayoría de los bebés que tienen toxoplasmosis congénita, sobre todo aquellos infectados en el último trimestre del embarazo, al nacer parecen normales pero luego de unos meses o incluso años, pueden desarrollar problemas de gravedad.
Por este motivo, el tratamiento es efectivo para los bebés pues disminuye el avance de la enfermedad. Y si bien el tratamiento al que es sometido el bebé luego del nacimiento no puede revertir todo el daño ocasionado, sí logrará reducir el riesgo de desarrollar nuevos problemas durante la infancia y a lo largo de su desarrollo.

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La toxoplasmosis en el embarazo I

La toxoplasmosis es una infección provocada por un parásito microscópico llamado toxoplasma gondii. A pesar que por lo general se trata de una enfermedad leve, ésta resulta peligrosa durante el embarazo pues el parásito puede llegar a infectar la placenta e incluso al bebé.
La infección puede ser leve o grave, y poseer serios efectos, como el nacimiento de un bebé sin vida o problemas a futuro. De todas maneras, se pueden hacer diversas  cosas para prevenir la infección.
Un dato llamativo, sólo aproximadamente un 15 por ciento de las mujeres en edad fértil no pueden contagiarse toxoplasmosis, pues son inmunes. Pero es cierto que son bastante pocas las mujeres que contraen la enfermedad durante la gestación y no en todos los casos la infección es transmitida a sus bebés.
Aquellas que se infecten con toxoplasmosis en el primer trimestre del embarazo, el riesgo de que el bebé también se infecte es de alrededor del 15 por ciento. Dicho riesgo va aumentando conforme va pasando el tiempo, siendo de un 30 por ciento si se contrae la infección en el segundo trimestre y del 60 por ciento durante el tercero. A pesar de que el nivel de contagio de la enfermedad se incrementa en las últimas etapas del embarazo, la toxoplasmosis congénita reviste mayor gravedad cuando el bebé se infecta durante los primeros tres meses de gestación.
Al mismo tiempo, si la madre contrae la enfermedad pocos meses antes de quedar embarazada también existe la posibilidad de infectar al bebé. Por ello, si sabes que has contraído la infección de manera reciente, lo mejor es aguardar 6 meses antes de intentar buscar un embarazo.
Vale aclarar que la toxoplasmosis no se transmite de persona a persona, excepto en el caso de la transmisión de madre a hijo durante la gestación o mediante una transfusión de sangre infectada o de un transplante de un órgano de alguien infectado.

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El peso en el embarazo

Por lo general, se suele asociar el embarazo con el aumento de peso, aunque eso no siempre ocurre, pues existen mujeres que cursan los últimos meses de gestación  y que solamente poseen barriga, pero no están gordas.
Vale aclarar, entonces, que embarazo no es sinónimo de obesidad, por lo que no subir de peso durante las primeras semanas de gestación es normal, incluso hay algunas mujeres que bajan de peso en esta etapa a causa de los mareos y náuseas típicas del embarazo.
Normalmente, las mujeres concurren a su primera consulta con el médico en el segundo mes de embarazo aproximadamente. Todas conocen bien cuál era su peso promedio antes de quedar embarazadas, pero en el lapso de tiempo transcurrido entre la concepción y la primera consulta se suceden cambios hormonales que producen las náuseas y los vómitos provocando que bajen de peso, en lugar de subir.
La salud del bebé no corre riesgo en esta primera etapa, pues sus necesidades alimenticias son reducidas si las comparamos con las que precisará luego. Tras esta primera etapa, sí es muy importante que la mujer aumente de peso, ya que el feto va a necesitar mucho más alimento para poder desarrollarse correctamente, y esta necesidad del feto irá en aumento a medida que el embarazo vaya avanzando.
En caso de tener problemas con las náuseas,  no hay de qué preocuparse puesto que éstas irán desapareciendo después del primer trimestre, aunque hay algunas mujeres que continúan con este síntoma todo el embarazo, por lo que deberán controlar su alimentación y peso con su médico.
Es posible incrementar el peso comiendo alimentos que sean nutritivos y a la vez brinden un buen aporte de calorías, como frutos secos, palta, nueces, carnes magras, entre otras.
En tanto que aquellas que se sientan llenas durante el día, lo mejor es disminuir la ración pero aumentar la cantidad de comidas diarias.
Es necesario evitar alimentos que provoquen sensación de llenura, como es el caso de los preparados con grasas, como las frituras.
Los alimentos que ingiere una embarazada tienen que contar con el máximo valor nutritivo y no así con un máximo valor calórico, ya que la idea es alimentarse y no engordarse de forma desmesurada.
Cabe recordar, que un aumento sano de peso durante la gestación ronda entre los 11 a 16 kilos, ni más ni menos.

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Consejos para padres: ¿Cómo ayudar en el embarazo?

Consejos para padres: ¿Cómo ayudar en el embarazo?

Consejos para padres: ¿Cómo ayudar en el embarazo? El embarazo no es un asunto que implica únicamente a una mujer sino también al futuro papá. Por suerte, cada vez existe mayor implicación de los hombres en los asuntos de la afectividad emocional, en la educación de los hijos y también, en los asuntos domésticos y labores de la casa. ¿Cómo es posible ayudar en el embarazo para hacerle la vida más agradable a tu pareja y que sea más feliz a lo largo de los nueve meses?

1) En primer lugar, implícate mucho más en los pequeños detalles, es decir, intenta que tu pareja pueda descansar mucho más de lo habitual.

2) Por otro lado, también debes asistir a los cursos de preparación al parto para que se sienta apoyada y respaldada gracias a tu cariño. No hay mejor regalo para una mujer que el hecho de ver que su pareja espera con mucha ilusión el bebé y disfruta no sólo de la bienvenida sino también, del proceso. La verdadera felicidad está en el camino.

3) También puedes informarte sobre la experiencia de la paternidad hablando con otros padres que ya han pasado por esta experiencia tan gratificante desde un punto de vista vital. Por otro lado, intenta aprender de los errores que tus padres cometieron y aprende de sus virtudes.

4) Habla con tu pareja tanto como haga falta, escúchale, ayúdale a que se sienta bien. Necesita tu cariño, tu apoyo y tu fuerza en todos los momentos.

5) Puedes ayudar a tu pareja aprendiendo a hacer masajes que le ayudarán a relajarse.

6) También puedes ayudarle a controlar su peso a lo largo del embarazo evitando que coma sin medida. Para ello, tú también puedes hacer el esfuerzo de tener una dieta diferente durante esa etapa y así, evita comprar dulces excesivos.

7) Piensa en positivo, es decir, contagia a tu pareja de tu entusiasmo, de tu alegría y de toda tu motivación para que ella se sienta muy querida. Está claro que tu presencia es una ayuda clave para que tu pareja se sienta bien a lo largo de los nueve meses.

Imagen: Todo Papás

La importancia de la estimulación prenatal

Según distintas investigaciones que fueron realizadas en los últimos tiempos, la estimulación prenatal es muy importante, pues  los niños que han sido estimulados antes de nacer desarrollan mayor capacidad para sociabilizar, además de casi no presentar síntomas de déficit de atención. Al mismo tiempo, los bebés que recibieron la estimulación, luego lloran menos y son personas menos estresadas.
Hablarle al bebé es una forma sencilla de estimularlo, ya que desde el cuarto mes los bebés pueden escuchar sonidos del exterior. Es importante que ambos padres le hablen al bebé y especialmente que se demuestren afecto mutuo, lo cual es esencial para el buen desarrollo del feto. No hay que olvidar que el bebé siente todo, hasta la alegría o el fastidio que puede llegar a sentir la madre en cualquier situación.
El tacto es otra de las formas de estimulación prenatal. Cuando la embarazada se toca la panza le hace bien al bebé.  Una buena opción es acariciarse la panza con jabón y agua tibia, durante el baño.
De todas, siempre la más comentada es la estimulación prenatal con música. Así que si posees una radio cerca, nada mejor que encenderla. Incluso, puedes optar por un poco de música clásica, como la de Baby Mozart, puesto que se ha comprobado que la música clásica, y sobre todo la de Mozart, hace que el bebé desarrolle mucho más su inteligencia ientras está en la panza. En cuanto a esto, puedes comprar CD’s y usarlos en función a lo que desees estimular en ese momento; pudiendo encontrar música “para dormir”, “al despertar” y “juega y aprende”.

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